Capitulo 1: No es lo que estaba esperando
Kat: Hola a todos, aquí ando con una nueva historia luego de tener varios bloqueos con mis demás historias, pero este anime me llamo tanto la atención que no pude evitar comenzar una nueva historia y bueno aquí les dejo las advertencias:
-Posible semi AU.
-Mención de violencia.
-Muchos momentos entre el general y el ranger rojo, en algunos capítulos podrían salir los demás rangers.
-Shonen ai/yaoi.
-Relación lenta, muy lenta.
-Posible angustia ligera.
Sin más por el momento espero que les guste
Kyūjitsu no Warumono-san no me pertenece es propiedad de sus respectivos autores, la historia es de mi autoría
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El era el general de una organización malvada, cuyo objetivo era destruir a la humanidad para que su hogar pudiera hacerse cargo, y por ello era su trabajo pelear contra los molestos rangers que los enfrentaban a cada paso...
Bueno, solo cuando no era su día libre, así que no debería estar tan mal lo que estaba pasando ¿No?
- ¿Estás seguro de que es por aquí? No se parece a las fotos del mapa. -Dijo con nerviosismo un chico de cabello rojo mientras miraba alrededor en un intento de ubicarse.
Claro no era su idea más brillante el seguir a un enemigo a bueno en realidad a ningún lugar, pero no es como si tuviera otra opción si quería llegar al fin a la cafetería ¿Verdad?
- "Él me ha ayudado cuando estaba perdido, y siempre dice que no pelea en su día libre así que no debería ser peligroso". -Se dijo el chico sabiendo que su lógica era terrible, pero era eso o tener que llamar para que fueran a buscarlo...otra vez.
-Este es el camino más rápido para llegar, por el otro lado hay mucha gente y podrías perderte. -Respondió el pelinegro sin dejar de caminar o alterarse visiblemente, aunque por dentro estaba maldiciendo. - "¿Por qué tengo que encontrarme justamente con él hoy?, ni siquiera iba a ayudarlo, si no fuera porque vamos al mismo lugar lo hubiera dejado solo hasta que vinieran a buscarlo.
Mirando sobre su hombro el azabache se pregunto como aquel chico se había convertido en un ranger, ¡No podía ubicarse en ningún lugar y seguía a un enemigo sin poner demasiados peros!
- "¿Quizás no les dan un entrenamiento adecuado?, ¿Podríamos usarlos contra ellos?". -Pensó el general antes de negar con la cabeza, ese era su día libre y no pensaría en nada respecto al trabajo.
- ¡Es ahí!, se ve incluso mejor que en las fotos. -Exclamo el ranger asombrado del colorido lugar, se veía tan tranquilo, además, ¡Había tantos gatos!
Antes de que el general pudiera decir algo, es decir antes de que dejara de ver a todos los esponjosos gatos, una mano alrededor de su muñeca llamo su atención y lo hizo ponerse en guardia.
¡Nunca pensó que un ranger lo atacaría por la espalda! ¡Pero no dejaría que lo venciera! ¡Él ayudaría a que se destruyera la humanidad y entonces podría proponer llevar conejos al trabajo e incluso podría tener un panda como compañero de casa! ¡El...!
-Mesa para dos por favor. -Dijo con calma el ranger rojo a la anfitriona sin prestar atención al desconcierto de su compañero, le daría tiempo para reponerse de la sorpresa. - "Nota mental, si esto vuelve a pasar, no tomarlo por sorpresa otra vez".
-Tenemos una mesa a lado de la ventana, por aquí por favor. -Dijo la joven decidiendo fijarse más en el joven alegre frente a ella y no en su compañero que estaba maldiciendo entre dientes, ¿Quizás el no había querido ir a la cafetería? -Un mesero traerá sus menús en unos minutos, por favor disfruten de su estancia.
Con una ultima sonrisa la joven regreso a su puesto feliz de alejarse de esos dos hombres, el ambiente parecía bastante tenso, esperaba que al final ambos se fueran más tranquilos.
- "Su trabajo debe de ser muy estresante". -Se dijo la chica antes de apresurarse a atender a los demás clientes.
Cuando se encontraron solos los dos hombres se miraron fijamente sin saber muy bien como actuar, claro se habían visto afuera del trabajo en algunas ocasiones, pero no habían estado por mucho tiempo juntos...
Por suerte para ambos la aparición de su mesero corto su batalla de miradas y los ayudo a centrarse en otra cosa al menos de momento.
-Tenemos una promoción por la temporada, si piden un paquete de pareja podrían tener un regalo sorpresa. -Comento su mesero preguntándose si los contrarios querrían el paquete, algunos amigos lo pedían solo por el regalo. - "Pero ellos no parecen amigos en realidad".
- ¿Qué contiene un paquete de pareja? -Pregunto el general curioso por la idea, había escuchado que los humanos solían hacer cosas así y los regalos generalmente valían la pena.
- ¿¡Quieres pedir el paquete de pareja!?-Preguntó el pelirrojo sintiendo como sus mejillas comenzaban a calentarse, ¿Esto seria una especie de venganza porque habían terminado en el mismo café?
-Quiero ese regalo especial. -Respondió el azabache encogiéndose de hombros sin ver porque el otro estaba tan alterado, no es como si alguien se fuera a enterar de que lo habían pedido.
-S-sí, yo también. -Dijo al final el oji rojo decidiendo que no valía la pena discutir, el regalo especial había llamado también su atención y el contrario tenía razón, nadie se enteraría de todos modos. -Un paquete de pareja por favor.
-Se los traeré en un momento. -Respondió el mesero tomando nota para ir a la cocina, esperaba que les gustara el regalo, no quería lidiar con el hombre de pelo negro si no fuera así.
Cuando se encontraron solos de nuevo el ambiente al fin se había relajado, aunque eso no significaba que supieran muy bien como continuar.
-Eh...ese gato de allá, ¿No crees que es lindo? -Menciono el peli rojo señalando a un gato atigrado que dormía tranquilamente mientras tomaba el sol.
-Es lindo, pero es más lindo el de allá, blanco y negro parece un panda. -Respondió el azabache mirando a un gato que se encontraba jugando con una bola de estambre cerca de ellos.
-También es lindo, tienes razón parece un panda. -Dijo el peli rojo sintiéndose más relajado mientras miraba alrededor, notando algo que llamo su atención y lo hizo reír por lo bajo. -Aquel... se parece a ti.
Con curiosidad el azabache miro hacia dónde señalaba el chico y no pudo evitar sentirse levemente ofendido...aunque el ranger tenia un poco de razón.
El gato que había señalado era de un tono negro y su pelaje era tan largo y esponjoso que caía sobre sus ojos cubriéndolo levemente... y estaba acostado durmiendo sobre un peluche de panda.
-Pues aquel se parece a ti. -Señalo el alienígena levemente mezquino, ¡No iba a dejar que el ranger le ganara, ni siquiera con algo tan pequeño!, que hubiera estado viendo a ese gato en particular anteriormente no era algo en lo que iba a pensar.
Sin perder su sonrisa el peli rojo miro a dónde señalaba el contrario y tuvo que reprimir un sonido de indignación, al contrario del gato azabache el gato que había señalado el hombre tenia un brillante pelaje rojo y estaba jugando con frasco del cual estaba intentando salir.
-No veo el parecido. -Respondió el peli rojo tratando de parecer ofendido, la leve sonrisa del otro le indico que había fallado.
-Lamento la demora, aquí esta su orden su regalo se les dará cuando se vayan. -Dijo el mesero interrumpiendo la conversación al colocar la orden frente a la pareja. -Que lo disfruten.
-Es tan bonito. -Comento el ranger rojo mirando con ojos brillantes su pedido, un mini pastel de chocolate en forma de oso con trozos de fruta fresca acompañado por una taza de chocolate caliente con crema batida en forma de corazón. -Valió totalmente la pena, ¿No te parece?... ¿Te sientes bien?
-No hay espacio en mi teléfono... necesito una foto, pero todas mis fotos de panda...-Murmuro el azabache mirando su pedido, era tan lindo ¿Cómo se lo iba a comer? ¿Cómo no iba a tomar una foto?
-Puedo ayudarte con eso. -Dijo el peli rojo interrumpiendo sus cavilaciones mientras sacaba su teléfono para tomar una foto de su pedido. -Sí, si puedes borrar una foto o dos podría mandarte la foto... podrías pasarme tu contacto.
Un silencio pesado cayó sobre ellos mientras el pelinegro asimilaba las palabras del contrario, era una obvia trampa, solo una forma de acercarse a su base y destruirlos...
-Borrare alguna de las fotos que esta borrosa. -Respondió al fin el azabache antes de tomar su tenedor para comenzar a comer, era su día libre y podría darse una libertad o dos, además siempre se podría quitar el contacto y hacer que revisaran su teléfono para evitar complicaciones.
Sintiéndose más tranquilo al no haber arruinado su pequeño descanso el ranger rojo imito a su compañero y comenzó a comer sin dejar de presar atención a los gatos que les rodeaban.
Había tantos y cada uno jugaba, dormían o interactuaba con los clientes por momentos que era fácil distraerse.
-Se ve amigable. - Comento el general mirando a uno de los gatos que se había acercado a ellos y los miraba con curiosidad.
-Es muy lindo, me gustaría tener uno como el en casa. -Menciono el peli rojo agachándose para acariciar al gato en su cabeza. -Es muy suave.
- ¿No puedes tener un gato? -Preguntó el pelinegro viendo como el contrario interactuaba con el gato.
-Hubo un poco de desastre con mi última mascota, aun sigo tratando de conseguir vajilla de repuesto. -Respondió el oji rojo recordando al pequeño gato que había rescatado hace unos meses, le habían conseguido un buen hogar, pero el aun tenia que arreglar los daños que el pequeño había hecho.
-Quizás después puedas tener uno. -Dijo el azabache antes de continuar con su comida, siendo imitado por el peli rojo cuando el gato se cansó de los mimos.
Después de esa pequeña platica los dos decidieron continuar con su comida interactuando solo por momentos, aun eran enemigos y no era algo que pudieran olvidar tan fácilmente.
Cuando terminaron con la comida y llego la cuenta, los dos al fin se habían relajado lo suficiente como para estar uno a lado del otro mientras pagaba y esperaban su regalo sorpresa.
-Aquí tienen, esperamos que les guste su regalo y que vuelvan pronto. -Dijo alegre la anfitriona entregándole al azabache una caja decorada con corazones.
Agradeciendo los dos salieron del local y miraron con curiosidad la caja, decidiendo dar el primer paso el pelinegro abrió la caja y encontró dos llaveros en forma de gato cada uno sosteniendo un corazón.
-Son muy lindos. -Comento el ranger rojo, sorprendiéndose cuando el contrario le dio uno de los llaveros.
-No necesito dos y tu también querías el regalo. -Dijo el general encogiéndose de hombros ante la mirada incrédula del más bajo. -Por cierto... la foto.
-Claro, solo pásame tu contacto y te mandare la foto. -Respondió el oji rojo tomando el llavero para guardarlo y sacar su teléfono, solo seria mandar la foto y borrar el contacto.
Sería algo sencillo.
Cuando el peli rojo termino, ambos se miraron y cayeron de nuevo en un silencio prolongado, aunque menos incomodo que al principio.
-Bueno yo, me divertí... ¿Nos vemos después? -Dijo el peli rojo sin estar seguro de si solo debía irse o debería decir algo más, era una situación bastante extraña en realidad.
-Si... ¿necesitas ayuda para regresar? -Preguntó el pelinegro pudiendo reír cuando el oji rojo asintió con ojos llorosos.
El general supuso que podría acompañar al contrario hasta la estación, si el peli rojo tomaba el tren equivocado bueno eso ya seria problema de los demás rangers.
Continuara...
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Kat: Espero que les haya gustado, me divertí mucho escribiendo este capítulo, ¿Hay alguna situación en la que les gustaría ver a estos dos?
Bueno sin más por el momento les mando un beso y un abrazo, como saben sugerencias y peticiones son siempre bienvenidas, espero que tengan una buena tarde, Sayonara.
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