Capítulo 29: La tumba
Narra _______________
Los minutos pasaban y solo era ya cuestión de tiempo para que saliéramos a explorar las profundidades en búsqueda de alguna señal que nos indicara que íbamos por el camino correcto. Sin embargo, considerando que nuestra brújula era un artefacto cuyas posibilidades de errar eran total y completamente nulas, no teníamos más opción que salir.
Alexander nos había guiado hasta una habitación en el submarino en donde ya se encontraba Jonathan, preparando junto con algunos de sus hombres su traje para salir. Ellos le ayudaban a ajustar los últimos detalles del mismo y a terminar de colocarle los aditamentos que le faltaban.
Layla caminaba delante de nosotros hombro con hombro con Alexander, mientras que Marc y yo íbamos detrás de ellos.
-Sus trajes los esperan, damas y caballeros. –Exclamó Jonathan, moviéndose hacia la derecha para que pudiéramos ver lo que estaba detrás de él.
Detrás de Jonathan, descansaban cinco maniquíes, cuatro con los trajes restantes y uno vacío, por el que él ya llevaba puesto. Me acerqué para poder verlos más de cerca y toque uno, sintiendo una textura suave y acolchonada en los materiales que lo componían. Marc llegó a mi lado y frunciendo el ceño, llevándose una mano a su barbilla comenzó también a examinar los trajes y Layla no dejaba de observar a Tatcher Sr.
-¿De qué están hechos? –Pregunté, esperando una respuesta por parte de alguno de los dos familiares en la habitación.
-Neopreno y fibra de vidrio. Ambos materiales resistentes a altas presiones. ¿No es así, Jonathan? –Marc levantó su vista hacia el mencionado, quién solo se limitó a tensar la mandíbula y sonreír ligeramente, viendo a Marc directamente a los ojos. Sin embargo, algo había de diferente en la voz y forma de hablar de Marc, sonaba muy parecido a un acento británico... ¿Estaba intentando hacer que los Tatcher creyeran que seguía siendo Steven?
Todo indicaba que sí, y si funcionaba, sería maravilloso, porque eso nos daría cierta ventaja táctica al momento de llegar a la tumba, ya que ellos seguían en el entendido de que desconocíamos todo su plan desde el inicio. Y, en algún momento de distracción en que el Marc se presentara ante Jonathan, podríamos aprovechar esa oportunidad para tomar la perla y destruirla... Era un buen plan, o por lo menos, eso empecé a pensar en ese par se segundos.
-No sabía que conocía de materiales de ingeniería, señor Grant. –Afirmó Tatcher Sr, llevando sus manos por detrás de su espalda.
-Bueno, usted no conoce muchas cosas sobre mí. –Una vez más, Marc contestó, fingiendo ser Steven y Jonathan asintió, observándolo con media sonrisa.
-Interesante... Incluso parece, como si fuera otra persona. –Musitó, tomando el casco de su traje de la mesa a su lado y luego pasó a nuestro lado para salir de la habitación. –Será mejor que se apresuren a colocarse esos trajes. No los vamos a esperar todo el día. –Finalizó y camino, saliendo de nuestra vista junto con sus hombres.
Marc solo lo siguió con la mirada con una mueca de molestia hasta que desapareció de nuestra visión periférica y fue entonces, que volvió su vista hacia mí.
-Será mejor que hagamos lo que dijo. Necesitamos salir ya y averiguar si hay una entrada o algo. –Habló Alexander, tomando su traje del maniquí.
-Entre más rápido terminemos, mejor. –Musitó Layla suspirando, también tomando un traje. –¿Y cómo es que saben las tallas de cada uno? –Preguntó confundida.
-Es que no tienen talla, se podría decir que, este traje, le queda a cualquiera que se lo ponga. –Respondió Tatcher hijo, terminando de colocarse el traje para luego también tomar su casco y caminar hacia la puerta. –Nos vemos en la cabina de mando en diez minutos, para que tengan tiempo de prepararse. –Fue lo último que dijo antes de también irse por el mismo camino que su padre.
-¿Te diste cuenta de la manera en que me dijo que parecía que "era otra persona"? –Me preguntó Marc, haciendo comillas con sus dedos.
-Sinceramente, no sé porque no ha dicho nada sobre el hecho de que ya te conoce. Tal vez, está esperando el momento adecuado. –Respondí, encogiéndome de hombros.
-Sí, está esperando el momento para liberar a Seth y restregártelo en la cara. Y más te vale que no lo permitas Marc, porque si no es así, está no será su última misión. –Replicó Khonshu, solo dejando escuchar su voz.
-Contigo siempre hay una última misión, la verdad ya no me sorprende. –Exclamó Marc, restándole importancia a la amenaza del Dios de la luna.
-Nosotros les ayudaremos en todo lo que podamos, ______________. Solo, hay que hacer las cosas de acuerdo al plan. Ustedes tienen que llegar primero a la perla y destruirla, si no lo consiguen, vamos a tener que pasar al plan B. –Complementó Ra, dejando escuchar también su voz y yo asentí.
-El cual es, ¿encerrar a Seth en dos seres vivos? –Layla preguntó, haciendo una mueca.
-Justamente. –La voz de Tueris resonó en el lugar.
-¿Qué haces aquí? –Cuestionó Layla a su deidad, en medio de una ligera risa.
-Siempre estoy contigo, querida. No puedo dejar sin protección a mi avatar. –Respondió la Diosa, con un tono protector y maternal en su voz que me hizo sentir mucha ternura.
-Te lo agradezco. –Layla sonrió y dirigió su vista a Marc y a mí. –Pues, vayamos a ver si podemos evitar el resurgimiento de un Dios maligno.
Los tres nos miramos por unos segundos para después soltar un suspiro y cada uno tomamos un traje, preparándonos para salir a una misión de la cual no estábamos seguros si íbamos a volver.
***
Una vez que nos reunimos de nuevo con los Tatcher en la cabina de mando y que cada uno de los que dejaríamos en submarino ya contábamos con los trajes especiales que necesitábamos, nos dirigimos a una sección de la nave en donde, por lo que pude ver al estar ya en el lugar, era una cabina sumergible, diseñada para poder abrirse en caso de que los tripulantes tuvieran que salir. Por lo que, una vez que tanto Alexander como Jonathan, Layla Marc y yo estuvimos en posición, abrieron la compuerta principal y al instante, el agua empezó a inundar la cabina.
-Coloquen sus cascos ahora, ya están conectados a su tanque de oxígeno. –Nos indicó Alexander y todos hicimos lo que nos dijo.
De pronto, comenzamos a flotar por el agua del Nilo que ya inundaba gran parte de la cabina y justo cuando la puerta se abrió completamente, logramos salir.
-Enciendan las luces de su casco. Pueden hacerlo presionando el primer botón de los que se encuentran en la muñeca derecha de su traje. –Habló de nuevo Alexander y de nuevo, hicimos lo que nos señaló.
Layla iba al frente, ya que ella era la que llevaba la brújula en su mano, la cual seguía indicándonos ir hacia enfrente, justo donde las rocas estaban suspendidas. Detrás de ella, íbamos Marc y yo pero él me llevaba sostenida de la mano y detrás de nosotros, Alexander y Jonathan.
-¿Cuánto tiempo nos va a dudar el oxígeno? –Cuestionó Marc por el intercomunicador del traje haciendo que todos los demás lo escucháramos.
-Cuatro horas si hablamos solo lo estrictamente necesario. –Contestó Jonathan, deteniéndose por unos segundos a tocar las rocas frente a él.
-Espero que logremos encontrar lo que sea que estamos buscando en menos de ese tiempo. –Murmuré y apreté la mano de Marc con más fuerza. Él respondió mi gesto de la misma manera.
***
Habían pasado tal vez unos minutos en donde nos entrabamos investigando la superficie rocosa frente a nosotros, siguiendo a Layla, quién seguía la brújula en su mano y ya nos habíamos adentrado en una especie de laberinto en medio de las rocas. Comenzábamos a creer que era un pasadizo o algo por el estilo, porque el escarabajo cambiaba y giraba constantemente de dirección y en todo ese tiempo, Marc no había soltado mi mano en ningún momento y yo tampoco.
Era un poco peligroso, ya que el espacio por el que estábamos pasando, estaba lleno de géiseres que soltaban estallidos de agua caliente con tremenda fuerza, como para mandar disparado a alguien fuera de ahí algunos metros considerables. Y lo descubrimos porque mientras pasábamos por un costado de las rocas y bastante cerca de ellas, un géiser tuvo reacción justo en el momento en que Jonathan pasaba cerca de él y fue tanta la fuerza y presión que ejerció el géiser, que Tatcher Sr salió disparado un par de metros, chocando con Alexander en el proceso. De no haber sido porque de esa forma detuvieron el impacto, estoy segura que hubiera llegado más lejos.
Unos metros más adelante, nos detuvimos.
-Alto, esperen. –La voz de Layla nos detuvo cuando se dio cuenta que el escarabajo había vuelto a cambiar de dirección, apuntando ahora hacia abajo. –¿Qué es esto? –Layla se agacho sin soltar la brújula y tocando la superficie con su mano, descubrió un agujero en el piso. –Creo que, debemos de pasar por aquí. Uno por uno, es bastante estrecho y no podemos ir tan juntos. –Dijo hablando por el intercomunicador, incorporándose para vernos a los que estábamos detrás de ella.
-Ve primero tú, eres quién lleva la brújula. –Le dije, dejando mi mano en su hombro.
-Te seguimos, justo como hemos venido avanzando. Detrás de ti, vamos _____________ y yo y, detrás de nosotros, Jonathan y Alexander. –Explicó Marc, tratando de mantener todavía el acento de Steven.
***En la mente de Marc***
-¿Crees que estemos cerca? –Preguntó Steven juntando ambas de sus manos cerca de su pecho.
-No lo sé, pero algo me dice que voy a tener que salir a arreglar sus desastres. –Murmuró Jake rodando los ojos y cruzándose de brazos.
***
-Bien, entonces, síganme. –Nos dijo Layla, empezando a adentrarse por el nuevo camino descubierto.
Cuando vimos que el camino ya estaba libre, yo fui detrás de ella, después Marc y por último, los Tatcher.
***
El camino por el túnel donde íbamos nadando era bastante estrecho y resultaba un poco difícil de maniobrar. De no haber sido porque los trajes eran ligeros, el atravesar ese camino hubiera resultado más complicado aún y entonces, ocurrió lo que tanto habíamos esperado... Logramos salir del túnel, y habíamos llegado a otro cuerpo de agua, aunque, al levantar nuestra vista, lograba distinguir que había algo más arriba. Como, ¿superficie?
-¿Creen que podamos llegar hasta arriba? –Les pregunte a todos por el intercomunicador. –Se ven arriba como... luces...
-Debemos intentarlo. –Respondió Layla. –Además, la brújula, índica que debemos subir. –Explicó, señalando el escarabajo que flotaba sobre su mano, cuya punta señalaba hacia arriba de nosotros.
-Pues descubrámoslo entonces. –Dije, mientras me aferraba nuevamente a la mano de Marc y ambos empezamos a nadar cuesta arriba.
Decir que estábamos sorprendidos era poco, tanto, que retiramos nuestros cascos para poder ver mejor lo que teníamos frente a nuestros ojos. Además de que el hecho de que sí había superficie y habíamos logrado salir del agua, lo que estaba frente a nuestros ojos era una inmensa cueva, alumbrada por antorchas que, no parecían tener fin, rodeada por paredes decoradas con jeroglíficos, pequeñas estatuillas de cerámica en el piso, estatuas y artefactos antiguos descansaban en lo plano del suelo, además de un sin fin de tesoros y reliquias esparcidos por todo el lugar y que, guiaban el camino hasta lo que parecía ser la base de un altar. En las paredes yacía la imagen de cada uno de los Dioses de la Enéada: Ra, Shu, Nut, Isis, Seth, Tefnut, Geb, Osiris y Neftis, todos y cada uno estaban presentes y, en la pared del centro de la cueva, la imagen de Atum resaltaba, de brazos abiertos y, parecía señalar hacía cada uno de los otros Dioses. Esto era más que asombroso, era inaudito. ¿Esto de verdad era posible? Si lo era, estábamos en la posible tumba de... de Akenaton.
-¿Es aquí? –Preguntó Alexander, girando sobre sí mismo, sin despagar su vista de cada detalle del lugar.
-Obvio que es aquí. –Comentó Layla con obviedad. –¿No te parece que los Dioses de la Enéada pintados en las paredes nos dicen algo? Además, el escarabajo ya no está levitando. Hemos llegado...
-La tumba de Akenaton... Esto... Esto es... Es... ¡Wow! –Lleve ambas de mis manos a mi boca, cubriéndola con asombro y luego, miré a Marc. –Por favor, dime que Steven está viendo esto... –Le dije, tomándolo del brazo sin dejar de ver a mi alrededor.
-Te aseguro que sí. La verdad es que, yo... Yo estoy igual de sorprendido. –Contestó Marc, pasando una mano por su cabello.
***En la mente de Marc***
-¡NO PUEDE SER! ¡SI EXISTE, SI EXISTE! ¡LA TUMBA DE AKENATON ES REAL! ¡JAKE! ¿PUEDES CREERLO? –Steven exclamó emocionado, aferrándose al brazo de Jake y agitándolo con fuerza y él, solo soltó un suspiro pesado.
-Creo que necesitamos alejarnos un poco de todo lo que tenga que ver con Egipto por nuestro propio bien y nuestra estabilidad mental... Si es que aún nos queda. –Resopló Jake, pasando una mano por su rostro.
***
-Ahora, lo único que falta, es saber si esa perla está aquí... –Hablé por lo bajo, dirigiéndome a Marc y Layla.
-¿No tendría sentido que, estuviera en el sarcófago? –Inquirió Marc, alzando una ceja.
Yo me gire a ver a los Tatcher que seguían atentos viendo cada detalle de la tumba y luego, volví mi atención a Marc y Layla.
-Puede ser, pero debemos ser rápidos y cuidadosos... Porque, en cuanto esos dos se den cuenta que descubrimos lo que quieren, estoy segura que se van a dejar ir a matar... –Suspiré, mirando a los dos que se encontraban frente a mí. –Necesitamos encontrar la perla, neutralizar a ese par y luego, encontrar la forma de salir de aquí.
-Creo que mientras logremos neutralizarlos a ellos, tenemos tiempo de pensar en cómo volver. –Susurró Marc.
Layla y yo asentimos, y lenta y cuidadosamente, los tres nos fuimos acercando al sarcófago de Akenaton. Al llegar ahí, hice una mueca, soltando un suspiro. –Tenemos que abrirla. ¿Marc, podrías? –Le pregunté y él asintió con media sonrisa.
No obstante, al momento de estar abriendo el sarcófago, Marc les dio la espalda a Jonathan y a Alexander, y Layla y yo, nos distrajimos tratando de ayudar a Marc. Grave error...
Al abrir el sarcófago, encontramos el cuerpo embalsamado de Akenaton dentro de éste y entre sus manos, un objeto esférico brillante, de color ámbar, que brillaba con tal intensidad como para hacer que te quedaras sin visión por unos segundos. No había necesidad de esconder más la perla, puesto que, nadie en su sano juicio se atrevería a hacer un viaje como este para llegar aquí, pero, aquí estábamos nosotros.
-Esto es increíble... –Murmuró Marc viendo la perla pero, justo antes de que pudiera si quiera tocarla, Jonathan apareció detrás de él.
-¡Marc, cuidado! –Gritamos Layla y yo al mismo tiempo, sin embargo, ya era tarde.
Marc se había girado a ver a Jonathan y todo pasó tan rápido... Justo en ese momento, Jonathan colocó su mano en el pecho de Marc y vimos como por unos segundos, su rostro se volvía pálido y su cuerpo su flexionaba hacia adelante, sacando todo el aire de su cuerpo y sofocándolo.
Y de pronto y justo frente a los ojos de Layla y míos, vimos cómo de la complexión de Marc, se separaban otros dos cuerpos y los tres salían disparados hacia enfrente y chocando contra la pared donde la imagen de Atum estaba retratada.
Mis ojos estaban abiertos a más no poder, simplemente no podía creer lo que estaban viendo... Simplemente no podía dar crédito a esa imagen, ¿esos que habían salido detrás de Marc eran... Steven y Jake?
***
Buenas nocheeees little moons. :3 ¿Cómo están? Espero que de maravilla.
Aquí les dejo el capítulo de hoy, en compensación de que el viernes no pude subirlo pero aquí estáaaaaaa. ¿Qué les pareció?
¿Cómo ven eso de qué el Tatcher mayor separó a Steven y Jake de Marc? ¿Cómo lo hizo? :o Pues, pronto lo descubriremos... Síganme acompañando para descifrar ese misterio...
¿Alguna teoría? Me encantaría saber qué piensan... Y bueno, la cosa es que este tema de la división de los chicos era para solo un capítulo pero creo que, al ser una idea bastante grande, dio para el capítulo anterior, éste y el que va a seguir en donde todas sus dudas, se van a aclarar, se los prometo. :3
Por ahora, me despido, gracias por seguir apoyando mi historia. Gracias por estar aquí y como siempre, les dejo a nuestro viejo sabroso para que acaben bien la semana. 7u7
Nos leemos pronto, little moons, laters gators. <3
Esta foto no ayuda con nada a mis daddy issues, papi... Digo, Oscar. 🥴🔥❤️
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