Capítulo 24: Pensando en el futuro
Narra __________
Después de recibir aquel llamativo mensaje de Tatcher y una vez que volvimos a la capital, Jake y yo nos disponíamos a volver al hotel a descansar un poco. Era obvio que a la mañana siguiente nos esperaba un largo día, el cual seguramente iba a estar lleno de muchas emociones y tensión y yo, necesitaba preparar mi cuerpo para ese vaivén de estrés.
Estábamos a una cuadra y media de llegar al hotel, cuando Jake se detuvo en seco y chasqueando los dedos de su mano, en su rostro apareció una expresión como de quien recuerda algo importante.
-Dama, ¿cree que podría llegar sin mí a la habitación? Acabo de recordar que olvidé hacer algo... importante. –Me dijo, levantando el puño de su camisa para ver el reloj que descansaba en su muñeca derecha. –Son apenas las 6:35 de la tarde, puede tomar un baño, relajarse, mami¸ yo solo voy a hacer algo pendiente y regreso con usted en seguida.
Yo lo miré arqueando una ceja. Pero solo asentí con media sonrisa. Me sentía tan cansada que pensé que tal vez iría a ver algo relacionado con Tatcher y realmente, lo único que quería era hacer eso, tomar un baño que hiciera a los músculos de mi cuerpo relajarse y dormir hasta el día siguiente.
-Está bien. Solo ve con cuidado. –Le comenté, haciendo mi sonrisa un poco más grande.
-No tardo nada, mi dama.
Jake se fue caminando por el camino donde habíamos llegado a paso rápido y, unos metros más adelante, lo vi dar vuelta a la derecha en la esquina, perdiéndolo de vista totalmente, por lo que opté por entrar al hotel y dirigirme a la suite.
***
Narra Jake
Una vez que pude dejar a la dama en el hotel y logré llegar a la esquina lejos del alcancé de su vista, empecé a correr tan rápido como mis piernas me lo permitían, provocando que mi corbata volara ligeramente con el viento que chocaba en mi pecho en contraste a la dirección en la que yo me estaba dirigiendo.
Esa tarde hacía un viento particularmente llamativo, lo cual favorecía más el hecho de la corbata revoloteando sobre mi camisa pero, también, la cuestión de que la boina que llevaba cubriendo mi cabeza (mi favorita, de hecho), casi saliera volando cuando una fuerte corriente de aire me impactó de frente. Afortunadamente, fui más rápido y logré atraparla justo antes de que saliera disparada por los aires.
Un par de minutos después estaba yo, parado justo frente a un enorme ventanal de cristal a las afueras de una joyería que había visto días atrás estando en un estado no consciente del cuerpo mientras Spector venía siguiendo al imbécil de Tatcher.
Recargué mis manos cubiertas con guantes sobre el delicado cristal que si bien se veía suficientemente resistente, no quise hacer demasiada presión por miedo a que fuera a causar un accidente. Mis ojos viajaban entre las muchas piedras preciosas sobre llamativos círculos de plata y oro en las exhibiciones montadas detrás del cristal. Solté un suspiro al no encontrar alguno que fuera perfecto.
Perfecto para ella. Para mi dama. Nuestra dama.
-Jake, ¿qué crees que estás haciendo? –Preguntó Marc, cruzándose de brazos observándome desde el reflejo del vidrio del ventanal de la joyería.
-Está haciendo... ¿lo que creo que está haciendo? –Musitó Steven, asomándose detrás de Marc, ambos mirándome expectantes a mi respuesta.
-¿Cómo que qué estoy haciendo, par de tarados? ¿No es obvio que estoy buscando un anillo de compromiso para la dama? –Les cuestioné a ambos de forma exasperada.
-A ver, sé que dijiste a Tatcher que habíamos ido a Menfis para revisar si es que la "supuesta" boda con ___________ podría realizarse aquí. –Mencionó haciendo comillas con los dedos al mencionar la palabra supuesta. –Pero eso solo fue una distracción bastante improvisada. ¿Cómo crees que realmente le vamos a dar un anillo de compromiso real? Podemos solo decirle que no encontramos ninguno que fuera de nuestro agrado. Además, ¿con qué piensas pagar una piedra como estás, Jake? –Preguntó Marc alarmado, al alcanzar a distinguir el precio de las sortijas.
-T-tengo que admitir que h-hace poco yo sí soñé en cómo sería nuestra b-boda con ____________. Sé que es demasiado prematuro pensar en eso, pero es válido s-soñar. –Confesó Steven total y completamente apenado por lo que acababa de decir.
-¿Y a ustedes quién les dijo que pensaba dárselo ahora? –Cuestioné a ambos. –Es más que evidente que el anillo es para ella, pero no para este momento. Sin embargo, estoy considerando que puede suceder más adelante. –Expresé, siguiendo observando los anillos detrás de la superficie cristalina.
-¿Estás diciendo que en verdad quieres pedirle matrimonio a ___________? –Cuestionó Marc, observándome con ambas cejas levantadas a través del vidrio.
-¿Y qué tú no? –Le cuestioné, dejando una de mis manos sobre mi cintura y la otra en mi barbilla, inclinándome un poco hacia al frente para poder ver con más detalle los aros brillantes y elegantes frente a mí.
-¿Por qué siempre me respondes con una pregunta, Jake? –Me preguntó Marc, pasándose ambas manos por el rostro, notándose levemente más irritado.
-Yo si lo he pensado... E-eso de casarnos con ella. Me imagino que despertamos juntos y mientras ella se termina de despertar, yo bajo a preparar una taza de té de su sabor favorito para poder llevárselo hasta la c-cama. –Suspiró Steven, ahora también enfocando su atención en las argollas desde el reflejo.
-Creo que tú eres el único que no lo ha pensado, Spector. –Reí, señalando sobre el cristal un anillo dorado con un rubí rojo carmesí, señalamiento que Steven respondió de manera positiva, levantando ambos pulgares en señal de aprobación. Sonreí al verlo.
-Es que... Si lo he pensado pero, es solo qué... Siento que... Sería ir demasiado rápido. ¿No creen? ¿No podríamos primero terminar todo este desastre y luego, enfocarnos en tratar que _____________ quiera seguir permaneciendo a nuestro lado? –Inquirió Marc, mirándome a mí y a Steven de forma afligida.
-No te preocupes por eso, Spector. Qué no le vamos a dar este anillo todavía. –Le dije mientras llamaba la atención de una de las personas que atendía en la barra principal de la tienda. –Lo guardaremos hasta que, sea el momento adecuado.
Steven y Marc se quedaron observando desde el vidrio al amable hombre que llegó hasta mí, preguntando si quería comprar una pieza de su línea exclusiva de joyería. Yo asentí, señalándole la argolla que quería llevar. Cuando el hombre la sacó de la vitrina para mostrármela, supe que sería perfecta.
Era elegante con ese fino y delicado aro de oro con grabados de jeroglíficos egipcios, detalle que no había visto hasta ahora y lo cual hizo que me pareciera aún más que insuperable. El rubí escarlata descansando al borde del aro y sostenido por diminutas extensiones del mismo metal precioso, rodeado por pequeñas piedras brillantes que cambiaban de color con la luz, le daban el toque ideal de encanto y belleza. Era más que perfecto, igual que _____________ y, era por eso mismo que esta argolla era la indicada para ella.
-¿Desea usted llevar este anillo, señor..? –Me preguntó el hombre de gafas, camisa de vestir y chaleco que se encontraba frente a mí con el anillo en mano.
-Lockley. Y sí, quiero llevarlo. –Asentí serio y el hombre me devolvió el gesto con una suave sonrisa.
-Perfecto, lo empacaré para usted, entonces. –Me dijo, mientras tomaba una caja de terciopelo azul aqua del mueble que estaba a su derecha.
-¿Y cómo piensas pagar este anillo, Jake? –Escuché la voz de Marc en mi mente.
-Bueno, resulta que un taxista no gana tan mal como crees. Y más les vale que mantengan esto en secreto. –Respondí por lo bajo, siguiendo al hombre frente a mí para ir a pagar la compra.
***
Narra ____________
Una vez que llegué a la suite, lo primero que hice fue darme ese baño relajante pero entonces, cuando me estaba cambiando, una idea pasó por mi mente. ¿¡Cómo estarán los peces de los chicos en el departamento de Steven!?
Los había dejado encargados con la vecina de al lado del departamento un día antes de que empezáramos el viaje, la señora May Parker era en extremo amable y un encanto conmigo, a pesar de que solo la había visto un par de veces, las mismas veces que había estado en el departamento de Steven y fue por eso que me atreví a pedirle ese enorme favor.
Su sobrino era igual de amable que ella, e incluso, había mencionado que también les echaría un ojo a los pececillos de vez en cuando. Un chico muy atento, pero que siempre iba apresurado a todos lados. Desconocía el por qué.
Vi la hora en el reloj: 7:15 de la noche. Considerando las diferencias horarias entre ambos lugares, en New York debería ser apenas medio día. Así que me atreví a llamar al número de May. Un par de tonos después, atendió.
-¿____________? ¿Eres tú? –Me respondió ella al otro lado del teléfono.
-¡May! Hola, sí, soy yo. –Reí un poco. –¿Cómo va todo por allá? –Pregunté.
-______________, querida. Me da tanto gusto escuchar tu voz. –Me dijo con evidente entusiasmo en su voz. –Por aquí todo va de maravilla. Justo ahora voy de camino a F.E.A.S.T, hay muchas cosas que hacer hoy. Pero dime, ¿cómo van tú y Steven? ¿Ya vieron las pirámides?
-Sí, ya las vimos. –Solté un suspiro con media sonrisa, y recordando cómo casi nos aplastan las rocas. –Y me da gusto que el refugio esté bien. ¿Cómo está Peter?
-Gracias, querida. Y pues, él está bien. También lo veré en el refugio en unos minutos. Me dijo que quería presentarme a un chico que podría ayudarme cuando él no pudiera, se llama Miles, me parece...
-Oh, ya veo. –Levanté ambas cejas al escucharla, y volví al tema principal por el que la llamaba. –May, eso me da gusto. En serio. –Aseguré. –Y la verdad, es que además de llamar para saludarte y preguntar cómo estaban, también llamo para saber cómo se encuentran los peces de Steven.
-¡Están de maravilla, cielo! –La escuché decir y sonreí aliviada. –Todos los días paso a verlos y a ponerles de comer. Qué bueno que Steven tiene mucha reserva de comida para sus peces. Supongo que se debe a que tiene que viajar mucho.
-Sí... Seguro debe ser por eso. –Cerré los ojos riendo por lo bajo y pase una mano por mi cabello. –Bueno May, entonces ahora que sé que las mascotas de mi amigo están bien, creo que puedo estar tranquila. –Le dije.
-Claro que sí, no se preocupen por eso. Conmigo están más que bien. –Me aseguró. –Y espero que puedan volver pronto a casa. –Expresó, con un tono muy dulce en su voz.
-Yo también, May. Yo también. –Le confesé, abrazándome a mí misma y en eso, escuché que se abría la puerta de la habitación, cuando vi quién era, sonreí al notar a Jake entrar. –May, tengo que irme. Tengo que preparar unas cosas con... Steven para algo que vamos a hacer mañana del trabajo. ¿Cuídate mucho, sí? Y gracias de nuevo por cuidar de los peces, ¡ah! Y le mandas mis saludos a Peter.
-Claro que sí, querida. Cuídense. También dale mis saludos a Steven.
-Seguro. –Sonreí y luego de despedirnos de nuevo, ambas colgamos.
-Hola mi hermosa dama, ¿todo bien? –Me preguntó Jake, acercándose a mí, mientras se quitaba sus guantes.
-Sip. Todo bien. –Le aseguré. –Solo hablaba con May, quería saber cómo se encontraban sus peces. –Mencioné, soltando un bostezo mientras estiraba mi columna y mis brazos, elevándolos lo más alto que podía.
-Oh... ¿Quién es May? –Me preguntó confundido, frunciendo el ceño.
-Ay, cierto, es que creo que tú no la conoces tanto como Steven. Es más, creo que tampoco Marc. –Reí, pasando un poco de mi cabello detrás de mí oreja. –Es la vecina de Steven, justo ahora ella y su sobrino nos ayudan a cuidar de sus peces.
-¡Ay wey! ¡Si es cierto! Ya ni me acordaba de Tony y los peces de los otros dos. ¿Están bien, no han muerto? –Me preguntó, algo preocupado jugando nervioso con sus manos. -¿No se supone que su jefe los iba a cuidar, dama?
Yo reí ante su comentario. –Están bien, no te preocupes. Los están cuidando desde que salimos de New York hace cinco días. Y sí, se supone que Oscar iba a cuidar de ellos pero bueno, por temas de que luego también tiene que salir mucho de viaje, preferí que mejor May fuera quien se hiciera cargo de eso.
Ah, qué buena noticia. Steven estaré feliz de saberlo –Suspiró aliviado. –Por cierto, ahora que habla de días, ¿uste' , mi dama, cree que podamos arreglar todo este desastre en los 5 días que nos restan en este hotel según los registros? –Me preguntó él, sentándose en la cama y dando unas palmaditas en el espacio en el colchón junto a él para que me sentara a su lado.
Una sonrisa se dibujó en mi rostro al ver esto, y rápidamente fui a sentarme a su lado y justo en cuanto toqué la cama, Jake pasó su brazo sobre mis hombros, permitiéndome recargar mi peso en él, así que, sentí la libertad de recargarme en su hombro, mientras él acariciaba mi cabello con delicadeza.
-Será mejor que tomé un descanso mami, porque justo como dice, mañana será un día largo. Así que, permítame ayudarla a caer directo en los brazos de Morfeo, justo en los míos. –Me dijo en un tono suave que hizo que mis ojos se fueran cerrando lentamente y justo antes de quedarme dormida cerca de Jake, sentí que había dejado un pequeño beso en mis labios.
Me sentía tan segura en sus brazos. En los de los tres siendo sincera. Y eso siempre me permitía poder dormir tranquila. Sabiendo que a la mañana siguiente, cualquiera de los tres estaría ahí para mí, fuera quien fuera.
***
BUENAS NOCHES, LECTORAS Y LECTORES HERMOSOS. :3 ¿Cómo están? ¿Qué tal van con sus pendientes?
La verdad es que, yo estoy MUY EMOCIONADA, porque estos dos capítulos de viernes y sábado son el parteguas para LO QUE SE VIENE GENTEEEEE. Mañana tendremos el capítulo que he estado esperando desde hace unos días poder escribir y poder presentarlo ante ustedes pero, sean pacientes, les aseguró que valdrá la pena. Totalmente... estará lleno de emociones, descubrimientos, paisajes submarinos, algo de drama y cosas... interesantes... 7u7.
Díganme, ¿qué les pareció la loca idea de Jake de comprar ese anillo de rubí con grabados de jeroglíficos? ¿Creen que de verdad algún día puedan usarlo con el propósito que lo compraron? Ya veremos...
¿Cómo ven que May y Peter son vecinos de los moon boys y ellos cuidan sus pececitos? Jejejeje, la verdad se me hizo algo muy tierno porque no gente, no queremos tener que llegar a tener un Gus III o un Tony II o Pierce II JAJAJAJA.
Por cierto, AMOOOOOOOO SUS COMENTARIOS, Y AMO QUE A TATCHER AHORA LE DIGAN TATCHI JAJSAJSJAJSA, SON GENIALES. ME ENCANTAN. ❤ :'3
Estén listas y listos para mañana que ya va estar bueno. :3 ESTOY EMOCIONADA.
Como siempre, aquí mi aportación a la comunidad con una foto de mi viejo sabroso.
Nos leemos pronto, little moons. ¡Laters, gators! 🌙✨❤️
SANTO DIOS, es que miren a este hombre. Es tan sexy ¡y ni siquiera intenta serlo! Miren esos rizos platinados, esa camisa con los botones abiertos, ese porte y elegancia al llevar su traje, los lentes en la camisa (muy de profesor), esa barba que apenas va creciendo, esa cara tallada por los mismos Dioses... Es que no puedo. *Se desmaya*
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