Capítulo 11: Emprendiendo el viaje
Narra _____________
Después de que tanto Oscar, como Steven (Marc y Jake también, obviamente) y yo estuviéramos de acuerdo en partir el viernes por la madrugada al Cairo, Tatcher insistió en que, si iba a ser el financiador de esta expedición, lo iba a ser completo, por lo que todo indicaba que nos iríamos en su jet privado. A lo cual, nadie se negó.
Por mi parte, le entregué algunos pendientes a Oscar a los que habría que darles seguimiento. Él me autorizó a la brevedad mi permiso de ausencia para asistir a la expedición e incluso, mucho antes de que yo lo menciona, él ya se había ofrecido a cubrirme por el tiempo que estuviéramos fuera, lo cual agradecía mucho porque, bueno, no era mi primera vez asistiendo a una expedición, pero si la primera en Egipto e independientemente de las circunstancias en las que se estaba presentado la oportunidad, yo la iba a aprovechar.
En el caso de Steven, no hubo mayor detalle, ya que él contaba con mi autorización para acompañarme y aún más, con la autorización de Oscar. Por lo que no había problema alguno. Incluso, Steven hizo algo que me dejo totalmente sorprendida pero lo que me dejo mas, fue la respuesta afirmativa de Oscar cuando Steven le preguntó si podría dejarle las llaves de su departamento para que fuera a ver a sus peces y a ponerles comida, porque le preocupaba no tener a alguien que los vigilara en su ausencia, considerando que ya no solo era Gus II a quien se debía de cuidar en esa pecera.
Y como dije, Oscar dijo que sí ante la petición de Steven. Recuerdo que yo solo los observé con ambas cejas levantadas ante mi sorpresa mientras que ellos se daban un apretón de manos y un abrazo en señal de que habían hecho un acuerdo.
Nunca imaginé que mi jefe aceptara tal cosa, es un hombre bastante ocupado pero, creo que él haría todo con tal de que no perdiéramos esta oportunidad.
Y fue como, pasaron las horas, el día jueves terminó y al final, había llegado el viernes por la madrugada. Steven, Oscar, quién nos llevaría el mapa para hacernos entrega ahí mismo, Tatcher y yo, habíamos acordado vernos en el aeropuerto de New York para iniciar nuestro viaje. Eran las 3:36 a.m. cuando estaba en mi habitación, esforzándome por cerrar el cierre de mi maleta que estaba sobre mi cama. Tenía que salir a las 4:00 a.m. en punto para no provocar retrasos, ya que el aeropuerto quedaba al sur de la ciudad y yo vivía más al norte. Incluso, había contratado un servicio de taxi que ya estaba a unos minutos de pasar por mí.
Y luego de mis esfuerzos constantes y después de aplicar un poco más de fuerza, logré cerrar mi equipaje. Ya todo estaba listo. Solo hacía falta llegar al aeropuerto.
Caminé hacia el espejo que estaba en mi habitación y me vi reflejada en él. Por unos segundos me observé de arriba abajo, frunciendo el ceño. –¿Qué se sentirá ser tres personas en una? –Me pregunté a mí misma en voz alta, recordando a los chicos mientras seguía viéndome en el espejo y tratando de entender cómo es que podían hacer contacto mediante su propia imagen en superficies reflejantes. –Es algo que nunca voy a terminar de comprender. Sin lugar a dudas, las personas con TID son increíbles. Sobre todo, mis chicos. –Sonreí mientras me acomodaba el cabello, aun reflejándome y entonces caí en cuenta de lo que dije. –¿Qué dije? ¿Mis chicos? Oh no, ___________, no. Tienes que guardar la compostura. Sí, vamos a ir a un viaje de trabajo juntos, los 4, pero también tenemos una misión importante y debo concentrarme en ella. Recuperar esa dichosa perla, si es que de verdad existe y si es que no morimos en el intento de encontrarla y luego, destruirla. Ese es el objetivo, no tratar de averiguar si esos tres sienten algo por mí igual que... cómo yo lo estoy sintiendo. Ay, mierda. –Suspiré y recargué mi frente en el espejo. –Eso es una locura, _____________ Lennox Walker, la mujer que se enamora de 3 hombres distintos en un mismo cuerpo, ¿qué clase de sentido tiene eso? –Cerré los ojos y empecé a negar con la cabeza.
Y mientras trataba de comprender si algo de todo lo que había dicho tenía sentido, mi celular empezó a sonar. Eran notificaciones de mensajes de texto. Mensajes de alguno de los chicos.
Me alejé del espejo para tomar mi celular y ver quién de los tres me había escrito.
***Mensajes de texto***
¿?: -Buen día, ___________. Espero no te sientas tan cansada por haberte despertado tan temprano. Y si es así, seguro te puedes dormir en el avión, no te preocupes, yo me encargo de que puedas descansar. Te lo aseguro.
Esa forma de hablarme, esa manera a preocuparse por cosas de lo que no está seguro, esa manía de estar tan confiado de que puede hacer cosas solo porque es él con un pequeño toque de narcisismo... Sí, el que me estaba escribiendo era Marc. –Pensé.
Tú: Hola Marc, buen día. Estoy muy bien, me siento bien. Te agradezco preguntar. Y ahora que lo dices, creo que si dormiré un poco en el avión. Tengo entendido que el vuelo sería de aproximadamente 11 horas, entonces, podríamos descansar un poco. 😇
Marc: Espera, ¿cómo sabes que soy yo?
Tú: Bueno, Steven últimamente me llama "querida" y utiliza muchos emojis, sobre todo la luna en cuarto y el corazón, cuando Jake me deja un texto, se dirige a mí como "Mami" o "Dama" y con eso me basta para saber que es él y tú Marc, solo me llamas por mi nombre y de vez en cuando, señorita y de los tres, eres quién más se preocupa porque siempre esté bien. Creo que, ya sé cómo identificarlos. 😌😁
Marc: Escribiendo...
Marc: ...
Marc: Escribiendo...
Marc: ...
Marc: Escribiendo...
Marc: Bien jugado, señorita. Me asombra lo observadora que es. Creo que, dada su mente ágil en notar pequeños detalles importantes, debo decir que me siento orgulloso de usted. Podría incluso, darle un premio...
Cuando leí ese mensaje, la sangre se me acumuló en las mejillas, y por la impresión, hasta deja caer mi teléfono en la cama. Pero, no me iba a quedar con la duda. Había que ser valiente.
Tú: Ammmm, ¿qué clase de premio, señor Spector? 😯
Marc: Uno que tengo que planear bien pero que, le aseguro señorita Leenox, valdrá la pena... Se lo aseguro. 😚
Esperen, ¿Marc acababa de usar un emoji? ¿Qué estaba pasando?
Marc: Por ahora, necesito que sepas que la persona que te estará acompañando en el viaje, claramente será Steven. Ya sabes, para no levantar sospechas y porque además, se lo debo. Él ama con todo su corazón todo lo que tenga que ver con Egipto y le prometí que si un día volvíamos, lo iba a dejar disfrutar del viaje como se debe, aunque, no me imaginaba que en estas circunstancias. Pero, sin duda alguna, son mejores que la última vez que lo obligué a venir conmigo. Es decir, en esta ocasión, tenemos una grata y maravillosa compañía que al parecer, dormirá un buen rato del viaje.
Tú: Ohhhh, hablas de ¿mí?
Marc: Pero claro que sí, mujer. ¿Acaso crees que de Tatcher? Jajajajaja.
Tú: Vaya, jamás me habías enviado un "jajajajaja" creo que vamos avanzado. 😊 Y está bien, me da gusto que esta vez Steven pueda disfrutar del viaje. Imagino que está tremendamente emocionado. ¿Y qué tal Jake?
Marc: Obvio. Steven está muy contento y entusiasmado, sobre todo porque se irá todo el viaje contigo teniendo el control del cuerpo y Jake, bueno, Jake es Jake. La última vez que estuvimos en el Cairo, ni Steven ni yo sabíamos que él existía. Espero que, en esta ocasión, pueda disfrutar más del viaje, aunque sea bajo estos términos.
Vi la hora y faltaban solo 5 minutos para las 4:00 a.m. en punto, mi taxi ya estaba a punto de llegar.
Tú: Ya veo. Pues, espero lo mismo entonces. Y me dio mucha ternura lo que dices de Steven. Oye, ¿te parece si continuamos esta conversación en persona en otro momento? Mi taxi ya está por llegar y no quiero llegar impuntual al aeropuerto. Sinceramente, estoy muy emocionada y la verdad es que, ya quiero verlos.
No me había percatado de lo que había escrito.
Marc: ¿Ya quieres vernos, señorita Lennox? 😏
Ok, esto de los emojis es como otro paso con Marc.
Tú: Sí... Bueno, tú entiendes. Quiero verlos para ya poder salir y llegar lo más pronto posible a Egipto... Ay.
Marc: Jajajajaja, eres un encanto mujer. Y lo decimos los tres. Entonces, te vemos en un rato.
Tú: Gracias por lo de encanto. :O Y si, nos vemos en un rato. Cuídense, Marc.
Marc: Tú también, encanto de mujer.
***Fin de los mensajes***
¿Qué carajos acababa de pasar? –Volví a verme en el espejo con el ceño fruncido. –¿Será que si les gusto? –Me pregunté a mí misma y me llegó otra notificación, pero ahora de mi taxi que ya había llegado por mí. Ya eran las 4:00 a.m. en punto. –Pues, tendré que averiguarlo. –Dije acomodando mi chamarra para después tomar mi maleta y salir de la habitación para ir afuera a tomar el taxi.
***
Aproximadamente unos 35 minutos después, logré ver por el parabrisas del taxi algunos aviones detenidos en el piso y algunos otros levantado vuelo y otros más llegando a la pista de aterrizaje. Estábamos ya a unos metros del aeropuerto.
Cuando el taxi se estacionó justo frente del lugar, él chofer me ayudó a bajar la maleta y cuando mi equipaje y yo estuvimos fuera del taxi, le pagué al hombre y éste se subió de nuevo a su auto y arrancó. Yo me di la vuelta para poder ingresar al aeropuerto e investigar donde demonios estaba la pista para los vuelos privados.
Tomé mi maleta, y me la colgué de un hombro, pero tenía mi vista en el piso. Cuando di el primer paso para avanzar, mi rostro y todo mi cuerpo chocaron con el pecho de otra persona.
-Oh lo siento, estaba distraída. Lo sie... –Cuando enfoqué más mi vista en la persona con la que había chocado, ésta me miró con una gran sonrisa. –¿Steven?
-¡Hola, querida! Buenos días. Déjame ayudarte con tus cosas, Marc me dijo que habló contigo y que ya venías en camino. –Me dijo tomando mi maleta de mi hombro para colgarla del suyo y acercándose a mí. –Y fue por eso que estoy aquí para esperarte e ir juntos a encontrarnos con Tatcher y Oscar. –¿Estás bien, no te lastime?
Yo sonreí y negué. –Sí, tranquilo. Todo bien, no pasó nada. Te agradezco mucho que hayas venido a esperarme. –Sonreí y luego noté que el llevaba unos pantalones café, una camisa blanca y una rompe vientos color canela, además de botas del mismo color que su pantalón. Y en su espalda, una mochila. –¿Vienes muy ligero de peso, cierto?
-Igual que tú. Después de todo, con lo que tendremos que hacer, pienso que ni tiempo nos va a dar de cambiarnos. –Steven suspiró mientras caminábamos por el interior del aeropuerto.
***
Steven y yo llegamos a la pista de los vuelos privados gracias a un par de indicaciones de los empleados del aeropuerto. Cuando estábamos entrando, Tatcher y Oscar ya estaban ahí. Mi jefe, al vernos, se acercó a nosotros rápidamente con una gran sonrisa, mientras que Tatcher hablaba con lo que parecía, ser su gente.
-Buenos días, mi querida directora. –Oscar me tomo por los hombros para darme un efusivo abrazo y luego un beso en cada mejilla. Noté que llevaba un portafolios consigo. –Perdón que sea un poco efusivo, pero es que me siento muy emocionado y muy orgulloso de ti. –Me dijo, mirándome a los ojos y yo correspondí el abrazo.
-Muchas gracias, jefe. Créeme que yo también me siento bastante emocionada, y ni hablar de mi mano derecha, ¿no es así? –Le pregunté a Steven y él sonrió.
-Así es, un gusto verlo director Oscar. –Comentó Steven, dirigiéndose al antes mencionado, quién tomo su mano y la apretó con firmeza en otro efusivo saludo.
-Me siento muy orgulloso de ustedes, chicos. En serio. Y pues, a lo que vinimos. –Comentó Oscar, quitándose el portafolios de su hombro y entregándonoslo. –Por favor, cuídenlo mucho. Pero por sobre todo, cuídense mucho ustedes. Quiero que cuando vuelvan, regresen sanos y salvos. El futuro del museo, está en sus manos pero por favor, si hay algo que sea demasiado arriesgado, no lo vayan a hacer. Nada importa más que ustedes vuelvan con bien. –Nos dijo.
-Muchas gracias Oscar. –Respondimos Steven y yo al unísono y yo me colgué el portafolios.
Cuando todo estuvo listo, Tatcher nos hizo la seña de que ya podíamos abordar el avión y fue cuando Steven y yo, subimos por las escaleras para adentrarnos en el jet, no sin antes despedirnos con un saludo de Oscar, quién agitaba su mano desde la pista, diciéndonos adiós.
Una vez que estuvimos a bordo del jet, Steven y yo nos dispusimos a acomodar nuestro equipaje en los espacios destinados para ello, justo en los compartimientos situados arriba de los asientos a excepción del portafolios con el mapa. Ese no me lo iba a quitar por ningún motivo, a menos que fuera para dárselo a Steven o Marc o a Jake.
Tatcher aún seguía afuera del jet hablando con su personal, mientras que Steven y yo, empezamos a admirar su interior..
Los asientos se sentían tremendamente suaves y cómodos al tacto los cuales además, eran reclinables y tenían un cojín para recargar los pies y otro para la cabeza. Al lado de los asientos, había un compartimiento donde podías encontrar tres cosas: una manta, audífonos y una de esas cosas que se usan para taparte los ojos cuando quieres dormir; cada asiento tenía una mini pantalla plasma que al parecer, también tenía acceso a internet para ver lo que quisieras; el piso estaba cubierto con una fina alfombra color blanco y nos dimos cuenta que había un mini bar e incluso una cocineta de donde salió un chef uniformado que asustó a Steven pero que después, él fue quien terminó preguntándole al hombre del gorro blanco si le podría preparar un burrito vegano, a lo que el chef asintió con una sonrisa. Yo estaba a punto de preguntar si a mí me podría preparar macarrones con queso cuando escuchamos a Tatcher acercarse a nosotros.
-Pues que comience el viaje entonces. Les recomendaría que tomaran asiento por un momento, ya que ya vamos a despegar.
Steven y yo hicimos lo que nos pidió y cuando nos sentamos, él hizo lo mismo. Fue cuando un mesero apareció saliendo del camino que llevaba a la cocineta con una bandeja de plata, en la cual llevaba 3 copas que contenían un líquido dorado.
-Champagne, ¿madame? –Me preguntó el mesero y yo tomé la copa, agradeciéndole.
-Champagne, ¿caballero? –Ahora le preguntó a Steven y él también aceptó la copa.
Por su parte, Tatcher también la aceptó cuando el mesero llegó con él y justo cuando sentimos el avión arrancar, él levantó su copa justo al frente de nosotros. -¡Salud! Por esta gran aventura que estamos por emprender y por nuestro próximo y maravilloso destino, ¡El Cairo! –Exclamó con entusiasmo, alzando más alto su copa y Steven y yo, sin tener otra opción, correspondimos.
-¡Salud! –Dijimos al mismo tiempo, también alzando nuestra copa y chocándola con la de Tatcher, en medio de miradas que solo Steven y yo comprendíamos y estaba segura que Marc y Jake también.
***
Hola mis lectoras y lectores hermosos. ¿Cómo están? Yo, EMOCIONADAAAAAAAAAAAAA, porque esté es el primer paso hacia nuestra gran aventura en Egipto al lado de nuestros precisos moon boys. Es como la intro, porque ya estamos en una nueva etapa de la historia y, como les dije antes, ya se viene mucha emoción, misterio, romance, celos, reconciliaciones, drama y mucha aventura jajajaa. Espero que hayan disfrutado de este capítulo tanto como yo de escribirlo. :3
Por cierto, ¿qué les pareció el Marc coqueto por mensajes de texto? JAJJSJAJSJA, estoy segura que no lo vieron venir jasjajsja. Y prepárense, porque se vienen cosas más... Interesantes.
Gracias por haber estado conmigo este fin de semana y acompañarme en esta historia que estoy amando con todo mi corazón y sobre todo, porque ustedes la están disfrutando. Hoy me di cuenta que ya llegamos a más de 1,000 lecturas y no saben lo feliz que eso me hizo. Gracias, gracias, gracias, Oscar y yo les damos un besito en la frente.
Ahora sí, me despido porque mañana si trabajo jaajajja y nos estamos leyendo el próximo viernes. Les mando un besote y como siempre, aquí una muestra de la perfección de Oscar para que sean felices. Bye. :3
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