Todo puede cambiar.

Los Personajes y las imágenes utilizadas en la historia no son de mi propiedad. Todos los derechos a sus creadores.

Lenguaje y contenido fuerte y explícito.

Agradezco las portadas de yan_skiblue y de Mónica tadakatsu.
Una disculpa por la redacción.

©® Historia con derecho de autor.
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<<>>, " ": Son pensamientos del personaje.

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“ Ella decía que tomarla de la mano era protegerla.

Ella no sabía que su amor me hacía valiente.”












Sesshomaru se encontraba en casa de kagome, un Bankotsu desvelado y ambriento cocinaba en la amplia cocina, había ido temprano para hablar con Sesshomaru.

— Entonces Midoriko no sabe nada?

— Si lo sabe o no, no me lo ha dicho, pero los padres de Sango también me preguntaron acerca de mi apellido, dicen que conocen a un tal Demetrius Thalassinos  que es socio de una de sus compañías. . . no se hermano no estoy preparado para un posible pariente, ¿y si es hermano de mi padre? Por qué no busco a mi madre, por qué no recuerdo nada?

— No te compliques la existencia por algo que aún no sabes, investiga y espera, si esas personas que reconocieron tu apellido se lo dicen a ese hombre y resulta ser pariente de tus padres, te buscara, si no, no creo que haga mucha diferencia.

— Tienes razón, como siempre. Oye después de comer podemos entrenar? Estoy algo oxidado, y como ya te había dicho necesito estar alerta y proteger a Sango, hay un tipo rondando y creo que ya tuvo un encuentro con Raizo y no le fué muy bien, aún así es tenaz y sigue tras Sango.

Sesshomaru lo miró de reojo apretando los dientes.

— Estás seguro? dolerá si quieres estar preparado, ¿cuánto te importa la mujer?

— Cuánto te importa Kagome?

— Tanto así?

— Y mucho más.¿ Cómo alguien tan osco y frío como tú lo logro?

— No me provoques Bankotsu, sabes que no soy tolerante.

— Eso es bueno, pues el guardaespaldas sigue pegado a kagome.

— Lo sé mejor que tú, pero del que no estoy seguro es del padre.

— Aún no lo sabe?

— No, kagome tiene miedo, no me lo dice pero lo sé.

— Encontraste al fin tu destino, hermano? La amas, o sólo calienta tu cama?

Bankotsu tardo en reaccionar, había olvidado lo rápido que se movía Sesshomaru y más cuando estaba enojado. Sintió un golpe en la mejilla y los brazos tras la espalda, un agudo dolor se incrustó en sus omóplatos y su mejilla, si no se disculpaba se lo rompería o quizás sólo se lo dislocaria. Un brillo asesino en sus ojos dorados lo obligó a suplicar disculparse, nadie mejor que él conocía a su hermano, lo vió más de una vez romper los huesos de quién lo golpeara o quisiera sodomisarlo.

— au, au, au,au, por dios Sesshomaru, ay!! No te quise ofender, ya hombre!!!, déjame si no quien te servirá de costal para entrenar. Lo siento es tu mujer y lo respeto.

Se escuchaba la respiración acelerada de Sesshomaru a sus espaldas, aflojó el agarre y se dejó caer en el piso a un lado de Bankotsu. Se dió vuelta con cuidado estirando sus brazos, crugieron y se sentó, un hilillo de sangre bajaba por su mejilla. Se la limpió sonriendo con sorna a Sesshomaru.

—  Eres un salvaje, pero lo entiendo, yo también mataría a quien dijese algo de mi mujer.

Se levantó y busco una toalla para limpiarse la mejilla se había abierto al caer en la loza, su hermano era bastante peligroso pero sólo si lo molestabas lo suficiente.

— Realmente te importa, lo entiendo, mmm, ¿la amas?

Otra mirada de advertencia se dejó ver en los dorados ojos.

— No, no te estoy molestando. Se onesto yo lo he sido.

— Me importa.

— Tan loco estás así por ella? Uff, vivir para ver. Pensé que ya habías cambiado de bando, ya comenzabas a preocuparme.

Sesshomaru rodo los ojos. Se levantó y  se encaminó al gimnasio.

— Cuando termines de engordar ve al gimnasio, estás muy lento.

Bankotsu puso cara de susto levantándose la playera para ver si estaban sus seis cuadritos, suspiró aliviado, Sesshomaru era cruel, pero era su hermano, aunque tenía razón estaba lento, se comió lo que había hecho y puso hielo en su mejilla, Sango aria muchas preguntas por los golpes y vaya si su hermano lo hiba a golpear. En fin, todo por su mujer.

***†***

Midoriko sonrió al ver a Raizo en la cama con Naguna, el cuadro era tierno, ella lo miraba con adoración recargada en su hombro Raizo en silencio le ponía una canción en su equipo de sonido. Ella sabía de la muda adoración de la niña por su hijo y no dudaba que en algún momento ella cediera ante el deseo por él. Suspiró, no sabía que haría si algo así pasaba, Raizo jamás había mostrado amor por nadie, sólo por ella, con Naguna era más bien protector, como un hermano, o algo así, pero la niña estaba enamorada.

Raizo volteo y al verla se levantó para saludarla.

— Como te fue madre?

Pregunto, inclinandose y besándola en la frente, era muy alto quizás como Bankotsu ella era pequeña se sentía extraña con lo mucho que había crecido su hijo. Naguna con las mejillas sonrosadas se avergonzó por el hecho de que los hubiera encontrado así.
Midoriko le sonreía tranquilizandola.

— Bastante bien, aún no confía pero es precavido, sabe que no debe subestimarme. Cómo te sientes, estás algo ojeroso ¿han cenado ya?

Los dos negaron.

— Te esperábamos, te parece si le hacemos compañía a Naguna, hoy se levantó pero está débil.

— No hay problema voy a ordenar que nos traigan la cena, y una mesa, siéntate, en un momento regreso.

Midoriko salió, una sonrisa iluminó su rostro su hijo mejoraba y Naguna pronto estaría como nueva, luego hablaría sobre el caso de Hattori con el doctor, no había querido cobrar por sus honorarios pues le había regalado equipos completos para su clínica, ahora le pediría que ayudará a este hombre, sería un reto para él ya que era un hombre más grande.
Descidio dejar para después sus problemas sus niños la necesitaban, hoy le cantaría a Raizo su canción favorita. Algo la tenía inquieta, probablemente su inminente charla con Toga, tal vez era su imaginación pero algo no le agradaría, tenía el presentimiento y no le gustaba.

***†***

— Recibió las flores y dejaste el mensaje?

— Si señor, la hemos seguido vigilando pero el novio no la deja sola y sino se la pasa con sus padres. Nos dijo que sin levantar sospechas así que sólo la vigilamos.

Ahago camino con algo de dificultad, ahora tenía entumidas las ingles y el trasero, eso no era bueno y lo sabía. Ahora lo sabía, su cuerpo estaba muriendo como cuando tienes lepra, no sientes dolor pero tú cuerpo se pudre. Maldito niño cuánto daño le había hecho, lo había buscado pero no lo encontró se esfumó, nadie lo había podido ayudar. Estaba muriendo irremediablemente, pero tendría a Sango antes de que exhalara su último suspiro, mandaría a buscar a su hermano Hakudoshi el lo vengaria en caso de morir.

***†***

Bankotsu llegó molido al departamento, con sigilo se metió al baño y lleno la tina con agua helada vacío las dos bolsas de hielo que había comprado y se desnudo. Suspiró para concentrarse en bloquear el dolor. Se metió y recostandose totalmente cerró los ojos. Dolía como el diablo pero era la mejor manera de quitar el dolor, la inflamación y los moretones, ilógico quizás pero terapéutico. Además de activar la circulación eso lo aprendió de Sesshomaru, ahora lo podía hacer con calma pero al principio se enfermó varias veces, pero de que funcionaba, funcionaba. Por la mañana estaría casi como nuevo y podría hacerle el amor a Sango, las mañanas eran de lo más tiernas aún y con su fuerte erección matutina, de pronto se levanto y habrio los ojos con duda, no había usado en ningún momento protección con Sango y caía en la cuenta que no le había preguntado si ella se cuidaba, fue un descuido monumental, sabía que estaba sano pues era riguroso un examen en la empresa cada que regresaban de un viaje de trabajo.
Pero él como Sesshomaru estaban entrenados para protegerse así que definitivamente no había excusa, mañana hablaría con ella y compraría preservativos . . . ¿ y si ya había consecuencias? Por dios!! Los padres de Sango lo harían papilla. Se acomodo de nuevo en la bañera, mañana . . . mañana lo resolvería.

La luz del sol le molestó al tratar de abrir los ojos, se estiró y sus huesos crugieron, sí, estaba como nuevo busco a Sango a su lado pero no sé encontraba, se levantó fue al baño y se puso una pijama. Escucho voces en la sala, era Sango hablando con su madre. Se veía sexy con una pijama hasta los muslos, llovía así que seguro enfriaría. La tomó por la cintura y se inclinó a besar su cuello, sango se inclinó para darle mejor acceso .

— Sí mamá iremos mañana a cenar, sí yo le doy tus saludos a Bankotsu, yo también te quiero. Adiós.

Bankotsu la acorraló contra el pilar de la cocina y se restregó contra ella para que sintiera su erección, le tomó uno de los pechos y masajeo el pezón que se endureció ante las caricias de los largos dedos de Bankotsu. Volteó la cara con una gran sonrisa para darle un beso, su mirada cambio a una de horror , Bankotsu frunció el seño sin saber que pasaba, Sango señaló su mejilla y se la tocó con cuidado.

— Qué  te paso? quien te hizo eso?

Sango corrió al refrigerador a sacar un gel congelado especial para golpes, se había acabado la magia, Bankotsu resignado tomó asiento esperando para contestar.

— Me tocó entrenamiento y se me safo una de las manijas de estiramiento, me golpeó pero estoy bien me cure inmediatamente no te preocupes.

Sango con alivió y ternura le aplicó un ungüento para desinflamar , Bankotsu la miraba con devoción esa mujer era única, y era suya. Debía hablar con ella.

— Sango, siéntate por favor.

Ella se acerco, la tomó de la cintura para sentarla en sus piernas, le dió un beso en la boca y prosiguió.

— Hermosa, me es vergonzoso admitir que no he sido cuidadoso contigo, no he tomado precauciones en ninguna de nuestras sesiones, y no te he preguntado si tú lo haces. Sango, ¿tomas alguna precaución?. Sabes que nos hacen exámenes periódicos y estoy sano, pero mi preocupación es por tí, sabes que es posible que . . .

Sango lo interrumpió con un grito ahogado y cara de terror seguida por llanto. Por dios!!, Bankotsu se puso pálido, pero que le había dicho para que reaccionara así.

— Por dios, hermosa no te pongas así el error es mío, no te cuide como debí pero yo estaré a tu lado para lo que sea, no pienso dejarte, no llores por favor.

Bankotsu le beso los labios y los ojos dónde sus lágrimas no dejaban de salir, la rodeó y la acunó entre sus brazos, hasta que sólo un hipo y leves sollozos salían de su garganta.

— Bankotsu . . . Soy . . . Soy . . . Una descuidada, me concentre tanto en kagome y mi descepcion que . . . ay por dios!!!  No!! . . .  he olvidado tomar la píldora desde hace más de dos meses, yo . . . Yo . . . Estaba sola y no . .. soy una tonta!!!
Bankotsu que voy a hacer!!??

Bankotsu con el corazón acelerado y una sonrisa llena de amor la besó.

— Afrontaremos lo que venga, y luego hablaremos con tus padres, pero primero te llevaré a hacerte exámenes, no te preocupes limpia ese hermoso rostro, yo te amo y voy a estar contigo hasta que tú quieras. Te amo hermosa . . . y a lo que venga.

Sango lo lleno de besos y siguió llorando, estaba asustada no se había planteado un embarazo, mucho menos ahora, ¿que dirían sus padres?. Con un hondo suspiro, se dijo. « no puedes entrar en pánico, es tanto tu responsabilidad como la de él, era una posibilidad, te gano la calentura y ya no eres una chiquilla », ella era una mujer independiente y Bankotsu estaria su lado, enfrentarían lo que fuera . . . juntos. . . Pero tenía miedo.

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Corto pero informativo, que les parece.

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