Soledad.

Personajes y las imágenes utilizadas en la historia no son de mi propiedad. Todos los derechos a sus creadores.

Lenguaje y contenido fuerte y explícito.

Agradezco las portadas de yan_skiblue y de Mónica tadakatsue.
Una disculpa por la redacción.

©® Historia con derecho de autor.
No se permite, copiar, adaptar ni tomar prestada.

<<>>, " ": Son pensamientos del personaje.

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“ La soledad, es el único lugar seguro que conozco."





Él día de la fiesta anual llegó. Cómo siempre se dieron cita los empresarios más acaudalados, los modistos más afamados y cotizados del medio, además de los modelos exclusivos de la casa e invitados de otras casas de moda así cómo gente de la farándula. La exclusiva para los medios he invitados era espectacular, además de subastar diseños únicos, una pequeña pasarela se había montado en los jardines, la mansión Vanderbilt brillaba esa noche con un modelo precioso de traje de novia hecho a mano creación de Jack. Se televiso en exclusiva la entrada de las celebridades y sus acompañantes además de la pasarela y la subasta, fué un éxito. Kagome cansada con sus zapatos de aguja se frotaba los pies sentada en las escaleras de la pasarela, cerró los ojos un momento, soltando un quejido cuando sus piernas eran puestas sobre otras más duras y sus pies tomados con delicadeza para recibir un relajante y sensual masaje de las grandes manos de Sesshomaru.

— Cansada?

— Mmmmjj. Sí . . .

Sesshomaru sonrió levemente, cómo adoraba a esta mujer, todo el tiempo asediado por un desfile interminable de mujeres queriendo tocarlo dándole su número telefónico e inclusive preguntando si podían llevárselo a un hotel. Kagome pacientemente alejaba a las acosadoras de manera sutil, tomándole del brazo e inclusive declarando que tenía una relación, claro sin aclarar que era con ella. Mañana en primera plana aparecería el evento que pasaría a ser lo mejor del año en el mundo de la moda y por supuesto una foto de ellos bailando, chisme monumental aún y cuando también bailó con Cataleya y Sango por pedido de kagome para alejar a las acosadoras. Termino fastidiado y harto con tanta gente a su alrededor por supuesto sin faltar las miradas de desprecio por parte del padre de kagome.

— Que le parece un baño caliente y un masaje de su servidor en exclusivo sólo para usted, señorita Vanderbilt.

Con voz ronca y sensual le ofreció a kagome, mientras sus manos se movían por debajo del vestido hasta acariciar su intimidad por encima de sus panties, Kagome jadeo con el toque cálido y sensual del movimiento de sus dedos.

— Haaaaa . . .por favor . . . aquí no.

Volvió a cerrar los ojos entreabriendo los labios con un quejido, lo cual Sesshomaru aprovechó para devorar su boca con ardiente necesidad, bebió de su aliento cálido, y luego se separó, levantándose.  Dejando a una enmudecida y agitada kagome al borde del colapso.

— En ese caso . . . Veré quien necesite de mis servicios.

Metió las manos en los bolsillos del pantalón y dió media vuelta, con una media sonrisa escuchó unos rápidos pasos descalzos, se volteo con rapidez tomándola de la cintura para levantarla del piso con una sonrisa torcida.

— Eres cruel, me he lastimado por culpa tuya.

Con los labios curvados en un adorable puchero, señaló sus pies descalzos.

— Justo es compensarle por causar este inconveniente, pero . . . No me necesita . . . O sí?

Kagome sonrió acercando sus labios hinchados y rosados plantandole  pequeños beso en las comisuras.

— Mmmmm, creo . . . Mmmm que . . . Me debe . . . Un buen masaje . . . Y, tal vez . . .

Sesshomaru sonrió sobre sus labios recibiendo con gusto su colección de besos por su boca.

—Esa pausa . . .pervertida . . . Me da que pensar, acaso me está proponiendo . . . algo indecoroso?

Kagome le golpeó el pecho sonriéndole.

— Deja de jugar, mejor vamos a despedirnos de los invitados y luego podrás llevarme a dónde quieras.

— Cuidado con lo que pide señorita

Kagome acarició su mejilla dándole otro tierno beso.

— Que más quisiera pero . . . El deber nos llama, mañana arreglaremos los últimos detalles y tendremos quince días de merecido descanso. Por qué no pensamos en dónde lo pasaremos?

Sesshomaru estaba por contestar pero fueron interrumpidos.

— Señorita, su padre la busca tienen que despedir al cónsul de Japón.

Hattori con voz tranquila y postura seria aviso a kagome. Sesshomaru la bajo con cuidado para que se pusiera los zapatos, se acomodo el vestido dirigiendo una mirada dulce pero cansada a Hattori, le pidió la esperara.

— Espérame para irnos juntos, te buscaré cuando termine.

Agregó pidiéndole en voz baja a Sesshomaru, soltó su mano y se dirigió al interior de la mansión.
Hattori se quedó de pie mirando a Sesshomaru, éste sin mirarlo se acomodo en uno de los escalones.

— Algún mensaje del, señor?.

Agregó con sarcasmo a la nada.

— No, sólo una pregunta.

Sesshomaru no respondió y Hattori suspiró, este hombre era imposible pero después de la reciente plática con Midoriko y su último enfrentamiento había aprendido a respetarlo y saber que, no debía cuestionarlo, pero la fidelidad que le debía al señor Naraku y el cariño que le tenía a la señorita kagome lo harían arriesgarse.

— En verdad le importa la señorita?

— Éso no te incumbe.

— Me preocupa.

— No debería.

— Pero lo hace.

— Dime Hattori, ves a la señorita . . . triste?

— Ahora . . .No.

— Crees prudente seguir preguntando?

Hattori se tomó el puente de la nariz con los dedos antes de contestar.

— Tenga cuidado, ella no soportara si el señor no está de acuerdo. Quizás no le guste el resultado si le dan a elegir.

Sesshomaru sopeso lo dicho por Hattori, que si lo sabía, precisamente éso lo vería pronto, estaba seguro.

— Es una amenaza?

— Es más bien . . . Una súplica.

Sin agregar más dió media vuelta, pero la voz de Sesshomaru lo detuvo.

— La cuidarás, verdad?

— Con mi vida. Y . . . Gracias.

Sesshomaru lo vió alejarse. No sé alejaría sin luchar ella lo merecía y él deseaba un futuro con ella, quizás era egoísta y no la mereciera pero la quería con él, a su lado, para siempre.
Con esos pensamientos se levantó para buscar a Bankotsu, los vigilaban y no sabía que pensar, a Midoriko ya se le notaba bastante el embarazo y temía por los bebés de Bankotsu, era hora de hablar con Demetrius y con Raizo, este hombre se encargaría de ayudar cuidando a kagome además de que él procuraría estar siempre a su lado.






********†******†******†***







Todo era como un circo para Irasue, bola de viejos lujuriosos pavoneandose con sus niñas esposas y jactandose de ser vigorosos y sus números hijos, se dieron alianzas y se intercambiaban hijas para la unión de las familias. Sus aún, bellas facciones contraídas en un rictus de fastidio atraían a muchos de los líderes de las otras comunidades, sabían del abandono en que la tenía Toga y se arriesgaban a acercarse para obtener sus, "favores" merodeandola como si de un filete se tratara.


— Por qué te ves tan molesta? Acaso te sientes abandonada? Yo podría . . . Si tú quisieras . . .



Irasue con una sonrisa engañosa se acerco al maduro pero aún atractivo y rico Demian, uno de los líderes más fuertes aparte de Toga. Pasándole un dedo delgado con largas uñas a lo largo del pecho.



— Te arriesgas, apesar de que puedes . . . morir?

— Si me aceptas una invitación . . . me arriesgaré.

Irasue estaba tentada a ganar este gran aliado, podría servir a sus propósitos futuros, necesitaba aliados fuertes y dispuestos a enfrentarse a Toga y este hombre, era bastante fuerte, era mujeriego pero no tenía un séquito de esposas a las cuales abandonaba luego de coleccionar un montón de ellas, este hombre aún que pareciera extraño no tenía esposas, sólo una colección de amantes. Quizás ese era el éxito de ser uno de los líderes de la comunidad más grande en Europa. Además de ser muy rico sus "donaciones", venían de fuentes legales y tenía negocios con los jeques de Dubai y Medio Oriente, a los cuales le envidiaba Toga.


— Mmmm, que gano yo? No estoy interesada en pasar de ser una "Esposa" a una amante abandonada.


Él hombre sonrió formándose unos atractivos oyuelos en las mejillas.


— Dependerá de tí lo que ganes . . . Estoy dispuesto a arriesgarme por.  . . Una noche contigo, eres una mujer de pasiones ocultas, Irasue, pero . . . Veo que mi amigo Toga no ha . . . Sabido, quizás cómo tratarte.


— No me conoces, Demian, ni mi "esposo" tampoco. Mi lugar aquí está asegurado por la tradición y, por ser la hija del profeta fundador de la congregación. Pero . . . Contigo, seré una más, en tu cama . . . No le veo beneficio para mí, quizás eres un buen amante, pero si buscara eso . . . Hace muchos años lo tendría. Yo me respeto y respeto a mi padre. No me rebajaré a ser una vulgar amante.




Termino diciendo esto y alejándose del hombre en dirección a su casa.
Él profeta Demian sonriendo siguió su figura curvilínea, era muy bella y estaba seguro que sería sensual y subyugante en la cama, una incómoda erección se formó en su entrepierna.  A pesar de los riesgos, sabía que sería un trofeo muy cotizado, era muy comentado que después de la noche de bodas el profeta Toga jamás volvió a tocarla, de eso ya hacía sus buenos años y seguía muy hermosa, además de tener carácter. Ella no era la típica esposa sumisa cómo todas las demás y él la deseaba hacía muchísimo años, de no ser por la muerte de su padre el profeta Kalev, el sería el dueño de esa mujer, nadie lo supo pero su padre había pedido la mano de Irasue para su primogénito, el entonces profeta Dante, líder muy respetado, se reunió con Kalev y le ofreció una unión ventajosa para ambas comunidades. Kalev aceptó pero antes de concretarse el trato, Kalev murió de una manera repentina y su hermano William, no respeto el acuerdo además de negar saber de él. Irasue fué entregada en matrimonio a un renuente Toga y él asistió a la boda sólo para verla, por última vez. Desde entonces no había sido invitado hasta este momento en que el heredero futuro de la congregación se dió a conocer. No era tonto, sabía que Toga quería una alianza con él, pero no tenía hijas casaderas para ofrecer y Demian, no tenía hijos legítimos aún podía engendrar un heredero pero cómo no tenía esposa . . . estaba en espera de ver, qué le ofrecería. Se descidio a quedarse lo que durará las fiestas, cabía la posibilidad de, al fin, alcanzar a la deseada Irasue, se arriesgaría por tenerla aunque fuera . . . Por una sola vez.




*******†********†********†****






— Midoriko he sido muy paciente, he permitido que vivas en la casa de otro hombre. . .

— Estoy sóla!! En esa casa respetada por un amigo que me ofreció lo que tú, debiste haber hecho. Qué demonios quieres Naraku? No eres mi dueño!!

— A MI HIJO!!! . . . contigo, junto a mí.

— Con esa pausa dijiste más que suficiente. No quiero esto para mis hijos, una vida de pleitos y gritos por qué tú, siempre tendrás preferencia por tu sangre, pero yo tengo que velar por otros tres aparte del tuyo, y por supuesto, no quiero una vida cómo la de kagome para el que es tuyo.

— YA TE DIJE QUE NO METAS A MI HIJA EN ÉSTO.

Midoriko meneó la cabeza ante su descontrol. Naraku respiraba agitado se obligó a tranquilizarse , ya más calmado se acerco a ella y la tomó por los hombros.

— Midoriko, entiéndeme, todo esto es nuevo para mí, necesito de tu ayuda para abituarme. He estado mucho tiempo sólo te quiero conmigo disfrutar juntos el embarazo, mimarte en tus antojos . . .

Conforme hablaba se acercaba a su rostro tomándola del mentón, dándole besos en las comisuras de la roja boca, Naraku la deseaba, se veía hermosa con el embarazo y sabía que no había problema en tener relaciones sexuales, su miembro hinchado lo estaba enloqueciendo, Midoriko se dejó hacer devolviendo el beso con sensualidad y deseo. La abrazo acercándola a su cuerpo, tenía que convencerla de quedarse esa noche, si lo lograba, ya no la dejaría ir. La levanto en sus brazos acomodándola sobre sus piernas, Midoriko emitía pequeños quejidos de satisfacción, toquidos en la puerta interrumpieron el momento, haciendo que Naraku lanzara una maldicion al separar los labios de los de la mujer.


— Quién es?

— Madre?

La seria voz de Raizo termino por sacar del momento romántico a Midoriko que con dificultad se levantó con cuidado arreglándose para abrir, que vergüenza, estuvo a punto de cometer un error aún no arreglaba las cosas con Naraku y se comportaba cómo una colegiala caliente.

— Raizo, hijo estoy hablando con Naraku pero . . . Seguiremos con la plática después, estoy cansada vamos a despedirnos.

Sus ojos esmeralda, se pozaron en los negros molestos de Naraku, reaccionando se acercó a ella tomándole por la cintura para encaminarse al salón. Por el camino se despidieron de los padres de Sango y Bankotsu Demetrius los esperaba para llevarlos a la casa.

— Thalassinos, te gustó la velada?, pude ver cómo te asediaban las mujeres hermosas, deberías buscar una mujer para que te haga compañía. Pronto serás abuelo ya estás envejeciendo, mírame a mí, aún puedo tener hijos.


Con sarcasmo Naraku entre burlas dejaba en claro que esa mujer embarazada era suya.

— Gracias amigo, pero te recuerdo que somos de la misma edad, también puedo engendrar hijos pero quiero ser responsable y primero casarme antes, para que nazcan dentro de un matrimonio consolidado, no me importaría que ella ya tuviera familia.

Golpe bajo, y Vanderbilt palideció de rabia, este tipo ya estaba colmado su paciencia, pero el que ríe al último ríe mejor, se llevaría a Midoriko con él costara lo que costara.

Se despidieron y salió a dejar a Midoriko hasta la limosina que rentó Demetrius, con Raizo molesto pisandole los talones, kohaku había pedido permiso para quedarse con Naguna y ver películas acompañados de una pizza palomitas y malteadas todo hecho por la cocinera de Demetrius. Se despidió de ella con un beso diciendo que la visitaría mañana para seguir hablando. Se despidieron bajo la atenta mirada de Naraku quien molesto entro a la mansión, aún le faltaba arreglar otro asunto con el "noviecito" de su hija.


Ambos hombres se encontraban en la biblioteca, Naraku sentado en su sillón de cuero viendo la nevada por el ventanal, mientras Sesshomaru sentado con tranquilidad y mucha calma, esperaba el momento para abordar el tema que le interesaba.

— Eres un tipo . . . bastante popular en la industria. Me has hecho ganar muy buenas suma de dinero y abierto las puertas para negocios ventajosos, pero . . . No eres lo suficientemente bueno para mí hija.

Con un chirrear del cuero del sillón se dió vuelta encarando a un muy relajado Sesshomaru. Quien se estiró con comodidad poniendo ambos brazos sobre el sofá donde estaba, cruzando las piernas, su mirada petrea y su postura relajada, lo hacían más peligroso aún. Hattori con incomodidad se acomodo la corbata escuchando el primer insulto por parte de su patrón.

— No me convence tú interés aparentemente desinteresado en mi hija, ningún hombre en este medio se fija en una mujer cómo mi hija sin primero ver . . . Las ventajas de un posible matrimonio con una rica heredera y más, si es hija única.

— Pronto ya no será . . . Única.

— Eso no te concierne. Y ya que estamos en ello, me gustaría que te alejaras de la futura madre de mi hijo, no me gusta que dónde quiera vayas a su lado como si fueras su dueño. Crees que eso te dará ventaja con mi hija?

— Midoriko es, mi amiga. Y que yo sepa no hay ninguna relación formal con usted, salvo los niños que ella lleva en su vientre, y por lo que respecta a kagome yo sólo he cumplido con avisarle de mis intenciones, ella es quien descidira sobre lo que quiere, por lo pronto me acepta.

— Mi relación con Midoriko es, un hecho y ni tú ni Thalassinos se van a interponer. Kagome me respeta y no hará jamás nada, sin mi aprobación. Tú eres un advenedizo sin pasado pero, no te confíes yo encontraré todo lo referente a tu pasado que seguramente será turbio.

Sesshomaru se enderezo, y un brillo asesino se reflejó en sus ojos, Hattori estaba listo para intervenir si hacía falta, su patrón no media el alcance de peligrosidad que este hombre desprendía.

— Déjeme decirle algo señor Vanderbilt, la correa que más se tensa, siempre se rompe por el lado más frágil.

La amenaza implícita no se refería a él, si no a kagome.

— Eso . . . Lo veremos, por lo pronto no necesito seguir escuchándolo, lo traeré de regreso para restregarle en la cara y frente a mi hija que usted no está sobre mí en su vida, ella siempre hará, lo que yo quiera. Ahora largo.

Sesshomaru apretó los puños dentro de los bolsillos al ponerse de pie y guardarlos dentro, estaba más que dispuesto a echarse encima de este tipo arrogante y prepotente. Pero kagome estaba de por medio y él no sería el causante de hacerle daño.
Se encaminó a la salida, con la perilla de la puerta  en la mano, escucho la risa sardónica del hombre, sin voltear concluyó.

— Escúcheme bien. Puede regodearse todo lo que quiera e inclusive burlarse, como lo hace ahora. Pero eso no cambiará el hecho de que jamás, tendrá el amor de Midoriko ni a su hijo. Kagome . . . Kagome puede que lo respete, pero va a quedarse sólo por qué ella, al final . . . También lo abandonará.

— FUERA!!!

Al cerrar la puerta, se escuchó el grito y el golpe de cosas cayendo al estrellarse contra la pared. Sesshomaru respiraba con agitación por la ira y el dolor muy conocido de la pérdida, salió al frío de la avenida bordeada de árboles dejando que la nieve cubriera su rostro y se confundiera con su dolor. Por qué? Qué maldito karma habían sernido sobre su destino desde el día de su nacimiento? Así sería su vida? Siempre dándole probadas de miel para terminar comiendo hiel? . . .  Sólo, siempre . . . Sólo.



***********†



Esa misma noche un misterioso paquete llegó a la mansión Vanderbilt, lo recogió Hattori revisándolo pues no tenía remitente. Eran documentos confidenciales sobre Midoriko, Bankotsu y . . . Sesshomaru.



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CONTINUARÁ . . .


Nuevo personaje, lo sé . Pero será parte importante de la historia, chicas y chicos nos encaminamos al final de la historia . . .

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