Los personajes y las imágenes utilizadas en la historia no son de mi propiedad.

Lenguaje y contenido fuerte.

Agradezco las portadas de yan_skiblue y de Mónica tadaksu.

Historia con derecho de autor.

<<>>, " ": Son pensamientos del personaje.

Capítulo con alto contenido sexual.

@@@@@@@@@@@@@@@@@@@

" La amistad  sincera , no siempre viene de las mejores personas o de las más onestas."

Midoriko era la patrona, tendría suerte si volvía a llevarlo a su recámara, la complacería si volvía a llamarlo, eso era lo que le habían enseñado a hacer.
Midoriko lo observaba, su rostro no cambio ni un apice, su semblante sin emosion, sólo se limitaba a estar ahí con los ojos cerrados, mientras ella lo acariciaba, no se imaginaba que podía estar pasando por su cabeza. Lo noto tensarse un poco y sintió la humedad del semen en la mano, en vez de gritar como ella, se limitó a suspirar, y le soltó la mano.

- No usas protección?

Sesshomaru la miró.

- Si, siempre lo hago, pero como no querías que te penetrara, no fue necesario.

Midoriko, lo miro de manera interrogante mientras se limpiaba, estuvo a punto de preguntarle dónde había aprendido tanto, pero, por un breve momento,vislumbró algo de dolor en sus preciosos ojos y extrañamente le provocó un peso en el corazón, un corazón que estaba cerrado a cualquier sentimiento.

Era extraño, no se veía en absoluto avergonzado por mostrarse desnudo, ni por lo que acababa de suceder. Era cómo un animal, salvaje y poderoso, sin un gramo de vergüenza ni pudor, alguien muy atrayente y magnífico para el negocio, sabía que un ejemplar como éste muchacho, daría a ganar muchísimo dinero, en estos momentos se mostraba dócil, pero sabía que su poder era innegable. Le faltaba más confianza.

- Tienes amigos?

Le pregunto.

Nego.

- Por qué no?

- Sólo tengo a mi hermano.

- No puede ser, pero te creo, yo tampoco tengo amigos, talvez los dos tengamos el mismo problema.

En ese momento lo medito, por primera ves era consciente de lo sola que estaba.

- Quieres ser mi amigo?

La inesperada pregunta, dejo a Sesshomaru confundido.

- Quiere mi amistad?

- Bueno, si. Haber, no dejaremos que nadie sepa, pero me gustaría tu compañía, no sólo por tu disposición, pero, puedo enseñarte mucho más y que aprendas a disfrutar un poco, ésto es un negocio, pero fuera de él, puedes visitarme, aquí cuando yo te lo diga, vendrás y hablaremos, te invitaré a comer conmigo, y cuando descanses, te enseñaré algunos trucos para que vuelvas locos a los clientes, y así, te ganarás un extra.

Sesshomaru la miró con desconfianza.

- Que pasa, no me crees? Se que lo más seguro es que te han explotado mucho, y no te han valorado, pero te enseñaré a quedarte con dinero sin que nadie se de cuenta, me refiero a quiénes te manejan. Yo sé el potencial que puedes alcanzar, ¿cuántos años tienes?

- Diecisiete.

Contesto.

Midoriko se sorprendió, la verdad sabía bastante, para ser tan joven y tenía una cara y un cuerpo, envidiable, ¿ Desde cuando lo traerían en el negocio? Sabía que a muchos los llevaban desde temprana edad, para vender su virginidad, eso valía mucho dinero, sabía que pagaban mucho por un virgen, ya fuera mujer u hombre. Claro que lo sabía, su primera vez, había Sido a los 13 años, fue muy doloroso, pero por lo menos no fueron bruscos ni la golpearon, pagaron muy bien y después de eso, bueno, fueron días malos y buenos. Algo en este muchacho la atraía a ayudarle  y mostrarle, el mejor lado de esta vida, por lo menos era hombre  no tendría el problema del embarazo y aprendería pronto, si llegado a la mayoría de edad, quisiera irse, bueno, el tiempo lo diría. Ella no era una mujer de sentimentalismos, pero algo le decía, que este joven estaba destinado a algo más grande, si se le apoyaba y permitía, y ella estaba dispuesta a ayudarle, quizás esté acto de buena fé, podría recompensarla con una mejor vida, y mitigar la culpa por el tipo de vida que llevo, era una mujer de 27 años, Sola, aún era joven pero sabía que se acercaba el tiempo en que su edad ya no sería buena para seguir en este negocio, quizás pudiera buscar pareja y dejar todo ésto, pero primero ayudaría a este muchacho, tenía un buen presentimiento con él, y nunca, sus instintos la habían engañado, ya había ayudado a otros menos afortunados, y sabía que en algún momento, los necesitaría.

Sesshomaru despertó en la oscuridad del avión algo desorientado, pero era consciente del sueño tan vivido de la etapa en que conoció a Midoriko, ella fue de gran ayuda, le apoyo para juntar dinero para él y Bankotsu, traerlo con él y que Midoriko le diera trabajo como barman en el bar, Bankotsu siempre estuvo agradecido con él, lo había salvado de una vida de vejaciones y malos tratos, a diferencia de Sesshomaru, Bank, había sido entregado a los clientes "especiales" hombres en su mayoría, que buscaban a un chico bien dotado que les cumpliera caprichos, pues la mayoría eran reprimidos negando su sexualidad, con familia y dinero, hombres deseosos de ser sodomisados por otro hombre, pagaban muy bien, pero la mayoría eran abusadores. Sesshomaru tenía un poco más de suerte pues la mayoría, eran mujeres, ansiosas e insatisfechas, a las que aprendió a manejar muy bien. Siempre le agradecería a Midoriko, el haberse cruzado en su camino y ayudarlo, como nunca nadie lo había hecho.
Ahora, volaba hacia un nuevo destino, al lado de la mujer más esquisita que hubiera conocido, Kagome era como un ángel que había llegado a darle un poquito de luz a su sombría y solitaria vida, a él y Su hermano, Bankotsu.
Por que junto con los sueños y las pesadillas había vuelto todo, todos los malos y los peores recuerdos, y resultaban incluso más dolorosos que antes.

Llegaron a Londres, Kagome lo guío a la limo, que los aguardaba mientras el personal recogía las maletas, Kagome suspiro, de regreso a casa, quería saber de su padre pero luego se comunicaría con él, por lo pronto había decidido que se llevaría a Sesshomaru a su casa, era lo bastante grande para no estarse topando, con él y contaba con baño y tina en cada habitación, además, le facilitaría llevarlo el martes con Jack y le diera el visto bueno. En todo el camino el no dijo ni una palabra, lo veía algo abrumado, pero no había querido entrometerse, era muy raro, traía muy poco equipaje, el pantalón de mezclilla había visto mejores días y la inseparable cazadora de cuero, era bastante pragmatico y sabía que no era nada vanidoso, estaba segura que toda su vida se encontraba dentro de esa maleta y la mochila que no dejaba.

Se adentraron al sendero bordeado de pinos y piedra rostro, llegando a una preciosa propiedad, en las afueras de Londres, Kagome estaba muy orgullosa de su casa había juntado cada centavo para comprarla y luego decorarla, jamás acepto que su padre le diera el dinero, todo era fruto de su trabajo, en la cochera estaba su precioso Audi, y una camioneta todoterreno, un pequeño bosque bordeaba la propiedad, y después una cerca eléctrica deslindaba todo el terreno, contaba con lo último en tecnología de seguridad, cortesía del padre de Sango. Estaba más que protegida, Sesshomaru fue el primero en bajarse y ayudar a Kagome, se paró con las manos en las bolsas del pantalón a observar el paisaje.

- Te gusta? Bienvenido a mi hogar espero te encuentres cómodo, y cualquier cosa que necesites me la haces saber, vamos adentro para mostrarte tu habitación, te preguntarás por que te traje aquí, bien, pues, no te pudimos encontrar alojamiento adecuado en tan poco tiempo pero seguiremos buscando como te lo prometí.

- Está bien, es muy bonita, y silencioso.

Kagome no supo como tomar eso, pero intuía que Sesshomaru se encontraría muy agusto, a ella le encantaba el silencio y las vistas, por eso adquirió la propiedad a muy buen precio.
Entraron y le mostró la recámara, dejo las cosas y bajaron a la sala. Kagome lo vio pasarse las manos por su larga melena plateada, se preguntaba si era natural, aunque sospechaba que si, se veía bastante agobiado, que se atrevió a preguntar.

- Pasa algo malo?

- Estoy cansado, supongo.

Le respondió al quitarse la cazadora y dejarla en el sofá.
Kagome trago saliva con fuerza al ver esa camioneta ajustada que marcaba su bien desarrollado cuerpo. Su impresionante anatomía la fascinaba, Sesshomaru tenía el mejor trasero que la mezclilla hubiera cubierto jamás, junto a unas piernas largas bien definidas y gloriosas, pensaba que se sentiría enrredar las suyas entre ellas la sensación de toda esa fuerza y belleza masculina entre sus brazos . . . metiéndose entre sus piernas . . . Estuvo a punto de lanzar un gemido al imaginarselo. Entonces se dió un golpe imaginario y se dijo
<< podrías comportarte, el que nunca hayas dormido con un hombre no significa que te lances al primero que te hace un cumplido>>
Y que cumplido! Sencillamente  te deseo  el sólo recordarlo, le ponía la carne de gallina y una corriente electrizante de deseo, la recorría por toda la columna, haciéndola mojarse. " Maldición ya no sueñes y ofrecele algo."

- Deseas beber algo?

. . .

- Sesshomaru?

Volvió a preguntar y él se encontraba con el seño fruncido, como si estuviera molesto.

- Sesshomaru, vas a ponerte duro conmigo, ¿No es así?

Y con una expresión que no alcanzo a definir, por fin contesto.

- Bonita, por si no lo has notado, me pongo duro, cada vez que se acerca a mí.

Al oír esas palabras, un intenso rubor cubrió sus mejillas. Ante eso Sesshomaru sólo hizo una mueca.

- Agua, estaría bien.

Definitivamente ella no estaba acostumbrada a qué fuera muy directo, en fin, con el tiempo la convencería, y así ya no se pondría a temblar y a sonrojarse cada que se acercaba y le decía cómo lo hacía sentir, aunque le encantaba verla sonrojarse cada que mencionaba el hecho de sentirse atraído por ella.

&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&

Comenten por favor, si creen que esta algo confusa la trama, me avisan, estoy introduciendo partes y recuerdo del pasado de ambos. Muchas gracias a todos los que comentan y votan.