La infamia.

Personajes y las imágenes utilizadas en la historia no son de mi propiedad. Todos los derechos a sus creadores.

Lenguaje y contenido fuerte y explícito.

Agradezco las portadas de yan_skiblue y de Mónica tadakatsue.
Una disculpa por la redacción.

©® Historia con derecho de autor.
No se permite, copiar, adaptar ni tomar prestada.

<<>>, " ": Son pensamientos del personaje.

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" Él era tan fuerte, que amaba con el corazón roto."








Midoriko y Sesshomaru llegaron a la mansión Vanderbilt, no sabían cuál era el motivo de citarlos ahí, juntos, Sesshomaru se daba una idea por las amenazas de hacía unos días por parte del padre de kagome, sólo le había pedido su autorización para salir con kagome y eventualmente formalizar, pero el hombre no lo dejó ni decir algo más, lo insulto mucho antes de siquiera explicarle.

Kagome supo de su encuentro con Naraku y que le había negado toda relación con ella. Ella ahora se debatía en su amor por Sesshomaru y el respeto a su padre, no quería por ningún motivo tener que elegir. Su vida al lado de Sesshomaru era más que placentera y feliz pero sabía qué, eventualmente su padre intervendria si se le ocurría llevar más lejos su relación con él, era una tonta y lo sabía, aún esperaba la aprobación y el amor de su padre, iría para hablar con él, y quizás entre los tres hacerle entender.

kagome tardaría un poco en llegar, firmaba y enviaba documentos sobre las próximas colecciones, no podía negar que estaba posponiendo el encuentro haciendo tiempo. Los llamados de su padre jamás eran por cosas sin importancia algo muy dentro de ella la alertaba de que nada bueno saldría de ésto.
Hacía unos días Sango asustada e iracunda la llamó invitándola a desayunar en casa de Demetrius, le contó que Miroku la había abordado en el centro pidiéndole dinero y ayuda pues lo buscaba la policía, al parecer se metió con contrabandistas y la ley le pisaba los talones, por supuesto Sango se negó y Miroku después de gritarle que era una zorra traidora le lanzó una amenaza, sobre algo de que pronto se enteraría quién era en verdad Bankotsu y el hermanito, Sango no le dió importancia sabiendo lo ruin que Miroku podría ser. Kagome con la boca abierta no daba crédito a lo dicho por Sango,al mirar su reacción le dijo que no se preocupara que Miroku era una sabandija de lo peor y seguro ya lo habría atrapado la policía. Finalmente ese día kagome también sostuvo una larga plática con Midoriko y conoció un poco más a la mujer que traería al mundo a un hijo de su padre, se obligó a tratar de conocer a esta mujer quien además de ser la mejor amiga de Sesshomaru era la mujer que su padre había elegido para engendrar un hijo. Todo este asunto del embarazo la había tenido molesta y confundida pero, con todo y sus reservas le había caído bien, resultó ser una mujer fuerte e inteligente la confronto con sus temores hacía ella sin ofenderla kagome trató de explicarle que el hecho de pensar que, a estás alturas tendría un medio hermano aún la tenía en shock. Salió de ahí más tranquila con la seguridad de que su visita y el hablar con Midoriko le había hecho mucho bien. Por otro lado lo  que la tenía preocupada era el que Miroku pudiera intentar dañar a Sango. Recordando esa plática, su sorpresa fué mayor al escuchar esa mañana las noticias, que hablaban sobre un tiroteo y de cómo uno de los modelos más famosos y cotizados del mundo de la moda fue acribillado por la policía mientras huía, pues era perseguido por estar implicado en negocios turbios de lavado de dinero y tráfico de blancas. Todo aquello le dió escalofríos, cómo había podido terminar en éso? Kagome creía conocer a ese hombre que por tantos años trabajo para ella, y resultó que, llevaba una doble vida de la que nadie nunca sospecho. Caras vemos . . .


**

Fueron recibidos por un mayordomo que los llevó a la biblioteca donde el fuego crepitaba en una henorme chimenea adornada con relieves de querubines.  Midoriko intuía que algo no estaba bien y que ésta intempestiva e inusual invitación junto a Sesshomaru y kagome era por demás . . . Extraña. Además de el hecho de no haber vuelto a saber de Naraku después de lo que pasó en la fiesta, creía que iría por ella inmediatamente y la traería con él, había dejado muy en claro que no permitiría que Demetrius se acercara a ella o al bebé después de que naciera, un leve dolor le recorrió el bajo vientre y una punzada en la cintura la hizo jadear. Sesshomaru se acerco para ver qué le sucedía.

— Te sientes mal?

— No, sólo estoy . . . algo incómoda, anoche no dormí bien, patean mucho y no hay manera de tener una buena postura para dormir estoy en el último trimestre y la doctora me dijo que quizás, no llegue a termino. Los bebés crecieron mucho y ya casi no hay lugar, soy pequeña y eso no ayuda mucho.

La sonrisa entre sarcástica y burlona de Midoriko no tranquilizó a Sesshomaru.

— Saliendo de aquí, te llevaré a qué te revisen, si algo te pasa, seguro Demetrius y Raizo se mueren y quedarán matarme.




Midoriko asíntio dándole un golpe en el hombro, sabía que no cedería, Demetrius era igual de protector, la llevaba a todas las citas y chequeos, Naraku jamás la quiso acompañar y menos, por qué Demetrius estaba presente. Ella se maravillaba al ver el semblante de anhelo y nostalgia que se dibujaba en el rostro de Demetrius cada que escuchaba el latido de los dos corazones y mostraba el movimiento de ambos bebés en su vientre, además de la mirada de arrobada fascinación de Demetrius al entregarles una foto del ultrasonido en 3D, no se le pasó por alto la manera en que miraba embelesado las imágenes. Lágrimas asomaban a sus ojos al imaginar que él pudiera ser el padre, él era todo lo que ella sabía que su difunto esposo hubiera sido al saber que estaba embarazada, pero, ya lo hecho, hecho está.

Se sobó el vientre esperando que se calmara el movimiento de los bebés y pasara la molestia, se sentó entre los almohadones, daba gracias a dios que los sofás fueran tan cómodos. La puerta se habrio dando paso a un Naraku frío y osco que además de ni siquiera saludar se fué directo a una mesita que Estaba cerca de los ventanales y sacó un cortador de puros, corto uno encendiendolo y dando la primer fumada con avides, se notaba que temblaba y no de frío, se paró frente al ventanal mientras la bocanada de humo se extendía por sobre su cabeza, Midoriko puso sus manos protectoramente en su vientre, estaba molesta por el comportamiento poco cuidadoso de Naraku, sabía que el tabaco lo dañaba por su condición además de dañar a los bebés en una habitación cerrada. Frunció el seño mirando a Sesshomaru, estaba descidida a terminar con ésto de una buena vez y abandonar esa casa. De pronto, la voz ronca y las palabras llenas de ira que entre dientes les dirijio al fin, los hizo voltear a mirarlo.

— Cómo fue que un hombre cómo Mckay, te pudo sacar de ese burdel?, cómo se casó con una prostituta?

Midoriko palidecio y Sesshomaru apretó la mandíbula, así que al fin lo sabía. Naraku ni siquiera los miraba pero su postura con los puños apretados, el cuerpo en tensión y  la dureza de sus palabras gritaba que estaba furioso.

— Cómo es posible que deje entrar en mí casa a dos putos cómo ustedes?.

Sesshomaru estaba pálido pues la palabra le trajo un dejavu qué no podía olvidar « Maldito puto, no sabes ni hacer las cosas bien, deja de llorar.» esa maldita palabra de desprecio que siempre le dirigió Toga Se clavaban como puñales en su alma de niño en aquel entonces y ahora retumbaban en su cabeza con la voz llena de desprecio de ese hombre. Pero Midoriko se erigió furiosa ante el insulto .

— No voy a permitir que me insultes, no tienes ningún derecho, que te has creído.

— A, no? Me engañaste con tu cara de mujer sofisticada, me volviste loco con tu juego de seducción, claro, muy bien aprendido en tu oficio de mujer de burdel, cuántas veces me engañaste con Thalassinos?, con este puto, y ve tu a saber con cuántos más, ahora te quieres hacer la digna ramera . . .

— BASTA!!! TE ATREVES A LLAMARME MUJER DE BURDEL, RAMERA, TÚ, A QUIÉN SU ESPOSA LO ENGAÑO CON CUÁNTO HOMBRE SE LE PUSO EN FRENTE Y LO ABANDONO CON UNA PEQUEÑA SIN IMPORTARLE NADA MAS QUE SU PLACER Y SU LUJURIA LA CUAL NO SATISFACÍAS, ESA MALA MADRE Y VERDADERA PUTA QUE SE ATREVIÓ A VENDERTE A TU PROPIA HIJA, ¿NO TE MUERDES LA LENGUA?  A MI ME OBLIGARON, PERO FUE TU ESPOSA LA QUE SE PROSTITUIA POR SIMPLEMENTE LUJURIA .

Midoriko temblaba de ira y Sesshomaru reaccionando se acerco a poner una mano en su hombro para calmarla él también estaba impactado ante las crueles palabras que se dirigían ambos sobre todo por lo que le gritaba Midoriko sobre la madre de kagome. Naraku se volvió con la cara crispada de rabia ante las palabras dichas con tanto desprecio por esa mujer y tirando el puro hizo ademán de abalanzarse sobre ella.

— No se atreva.

Sesshomaru se puso inmediatamente frente a ella con el semblante más frío y oscuro que le hubiera visto, a él podía insultarlo pero jamás permitiría que le pusiera una mano encima a Midoriko, ésto hizo que por instinto Naraku se frenará sintiendo un escalofrío recorrerle desde la nuca hasta la espalda, pero su rabia era mucha y dejó a un lado su instinto que le gritaba que no lo desafiara.

— Qué se puede esperar de los prostitutos más que se cuiden entre ellos, yo sabía que este infeliz era un maldito don nadie, pero la verdad es mucho más repugnante. Cómo te atreviste siquiera a poner los ojos en mi hija, tú, un maldito puto vendido por su padre, y que creció en el seno de una maldita secta.

La mirada de Sesshomaru se ponía cada vez más aterradora y apretó los puños, esbozando una media sonrisa siniestra.

— Yo al menos le di atención a su hija, usted se atreve a querer insultarme llamándome prostituto, usted qué siendo su padre, y se supone que un hombre honorable que jamás pudo cumplir como tal, y ahora me entero que ni su mujer lo respetaba y que además vendió a su propia hija.

Naraku ahora sí se abalanzó contra Sesshomaru este con agilidad lo empujó lejos de Midoriko hasta dejarlo caer sobre el sofá y le mantuvo tomado del cuello sin dejar que se moviera.

— Suéltame . . . Maldito puto  . . . De. . . . Mier . . . da.

Sesshomaru lo apretaba más sin soltarlo, Midoriko reaccionó tomando a Sesshomaru del brazo mientras Naraku pataleaba buscando safarse para tomar aire. Las puertas se abrieron entrando una kagome presurosa y mirando con horror la escena.

— BASTA!! Sesshomaru por dios suelta a mi padre!!

Ante la voz asustada de kagome Sesshomaru reaccionó y soltó al hombre que tosia con frenesí buscando aire, Midoriko tomaba con fuerza el brazo de Sesshomaru y también su bajo vientre, kagome incada frente a su padre lo ayudaba para que pudiera respirar. En cuanto se estabilizo Kagome lanzó una mirada molesta y angustiada a las dos figuras de pie en silencio con la respiración acelerada.

— Qué es lo que está pasando? Padre?

Kagome interrogó, Naraku se levantó soltándose de la mano de su hija y se apresuro a uno de los muebles sacando un paquete, y aventándoselo a los pies a kagome hablo con toda la ira contenida.

— Ésto, es lo que pasa!! Tu maldito puto te engaño igual que ésta maldita zorra lo hizo conmigo.

Sesshomaru apretó los puños ante la acusación, ahora se daba cuenta cómo se enteró el padre de kagome, seguro no descansó hasta hurgar en su pasado y encontró todo lo relacionado con él, Midoriko y . . . Bankotsu. Por Dios!!! Ahora que pasaría con su hermano, su familia. Kagome leyó los documentos y su semblante se tornaba pálido a medida que sus ojos leían enterándose sobre la vida de ellos en el pasado descrita de forma más que vergonzosa en ese informe. Kagome era conciente de mucho de lo escrito ahí, de la vida de Sesshomaru antes de conocerse, pero no sabía de lo vivido entre ellos y que Bankotsu también, estaba incluído. Al terminar sus ojos brillantes de lágrimas se posaron en el rostro serio de Sesshomaru. Él tiempo se detuvo y dejó de escuchar la discusión entre su padre y Midoriko quien le gritaba cosas que no entendía. Fué sacada del trance ante el violento jalón de Naraku al levantarla del piso desparramando hojas por doquier.

— FUERA DE MI CASA MALDITOS!!, ENSUCIAN EL AIRE QUE RESPIRO, Y TÚ, MALDITA PROSTITUTA  . . .SI NO ESTUVIERA SEGURO DE QUE UNO DE LOS BASTARDO QUE LLEVAS EN EL VIENTRE TIENE MI SANGRE, EN ESTE MISMO MOMENTO TE MATARÍA, PERO ESCÚCHAME BIEN, TE LO QUITARÉ PARA QUE NO LO CONTAMINE TU PASADO.

Kagome entonces fué conciente de que su padre se sobaba con insistencia el brazo y respiraba con dificultad.

— Váyanse!!! Está discusión ha terminado ya no hay nada que decir.

— Kagome . . .

Sesshomaru la llamo casi en un murmullo, mientras Midoriko y Naraku se seguían gritando, ella se acerco con lágrimas corriendo por sus mejillas y la mirada llena de tristeza y deshilusion. Lo abofeteo con tanta fuerza que su mano se adormeció de dolor y la mejilla de Sesshomaru poco a poco se enrojecia por el golpe.

— Me mentiste!! Eres un maldito mentiroso, lárgate con tu amante no me cabe duda de que seguro se veían a mis espaldas, esa profesión no se olvida con facilidad.

Sesshomaru no podía creer que ella los ofendiera de ese modo, ella sabía ya de todo aquello y aún así se atrevió a juzgarlos. Un frío se apodero de su cuerpo y sus ojos vacíos la miraron con dolor, sus palabras fueron como un puñal a su corazón. Naraku aprovechó para sacar a Midoriko de la habitación y Sesshomaru bajando la mirada con los puños apretados, salió tras ellos empujando a Naraku quien cayó al suelo maldiciendo, mientras Midoriko gritaba de dolor sosteniendo su vientre, kagome se apresuro a levantar a su padre y su mirada busco arrepentida la mirada de Sesshomaru quién, sin mirarla  levanto a Midoriko en brazos y salió presuroso ante los gritos de dolor de la mujer. Un charco de agua y sangre, la ira,dos corazones rotos, las maldiciones de Naraku y el llanto y dolor de kagome, fué todo lo que quedó en el interior de aquélla habitación.

Hattori no había podido avisarles sobre el contenido del paquete, su jefe lo había sacado de la casa para que a la hora en que se diera el encuentro no los pusiera sobre aviso. También descubrió que él ya conocía a Midoriko. Ahora, se encontraba custodiado por cuatro hombres, amarrado y muy lejos de la mansión, sólo dios sabía que iría a pasar, su jefe no era una persona que perdonara los engaños  Hanso estaba seguro de que al saber sobre la vida de Midoriko en el pasado, sería peor que cuando Nosomi  lo abandonó. Sólo esperaba que no fuera tan cobarde de dañar a Midoriko en su estado.  . .Y que Sesshomaru, no lo matara.



*******†********†*****


Demetrius llegó presuroso al sanatorio, Sesshomaru lo llamo en cuanto ingresaron a Midoriko.

— Qué paso? Aún falta para que lleguen a termino.

Sesshomaru se paseaba por la habitación de espera, respirando con agitación, aún estaba en shock por los recientes acontecimientos.

— Muchacho, dime qué tan grave es.

Sesshomaru reaccionó mirando a aquél hombre, el sabría ya del pasado de Midoriko?, también los juzgaria? Se atrevería a maldecir a Bankotsu?
Eran muchas preguntas pero no era el momento ni el lugar para investigar.

— Tuvo una . . . Discusión con Vanderbilt y se le rompió la fuente, la traje enseguida, la doctora la revisa, aún no salen a decirme cómo está.

— Qué demonios hacía en casa de Naraku? Le dije que si quería ir me avisará y . . .

Fueron interrumpidos por la doctora María. Ambos se acercaron para saber del estado de Midoriko.

— La hemos estabilizado, pero no podemos detener el parto. Dentro de unas horas tendrá a los bebés y quiero que el padre entre para apoyarla.

Los dos se miraron y Demetrius con descición se adelantó.

— Dígame que tengo que hacer.

La doctora se lo llevó dándole indicaciones, Sesshomaru con cansancio se desplomó en una de las sillas cerrando los ojos, aún no podía creer que kagome le dijese palabras tan duras, maldito Naraku!! Cómo pudo conseguir ese informe? Si hasta el desgraciado de Toga se empeñó en desaparecer todo rastro de ellos. Su corazón dolía ante las palabras de su amada, por qué ella? Por qué si lo había aceptado? No, él hablaría con ella, seguro que fué la confusión del momento, la ira de su padre, seguro por no llevarle la contraria. No supo cuánto tiempo paso pero estaba tan agotado que, se quedó dormido.

— Vamos Midoriko tu puedes.

— Haaaaaa. Ya . . . quisiera . . . Haaaa .  . . .verte en .. . mi lugar.

— Puja!!, ya viene el primero.

Los interrumpió la doctora y con otro grito y un apretón a la mano de Demetrius por parte de Midoriko que cási lo hace gritar a él también, nació el primero, tenía el cabello rubio cómo su padre y era muy grande. Volvieron las contrataciones después que le acercaron al pequeño dándole un beso, era suyo nació de su vientre, era su hijo. Las contracciones la hicieron gritar nuevamente.

— Demetrius . . .haaaaaa . . . Por favor . . . Prométeme . . .haaaaa . . . Cuídalos.

Un último grito y nació el segundo, un poco más pequeño pero con una notita de pelo negro, grito inmediatamente que lo sacaron.

— Vaya!!! Tiene buenos pulmones, mira, son hermosos.

Midoriko, cansada, besó a su segundo bebé. los llevaron para asearlos, hacerles pruebas de nacimiento y arroparlos, se escuchaban los potentes llantos de ambos bebés.

— Lo hiciste muy bien, Midoriko Tienes dos hermosos y muy sanos bebés. Ahora, necesito que salga hy que ponerla cómoda, se te avisará cuando ya puedas entrar.

Demetrius visiblemente hemosionado le dió un beso en la sudorosa frente y sonriendo le dijo que volvería.
A Midoriko se le llenaron los ojos de lágrimas al verle salir.

— Es un gran hombre, no cualquiera hace lo que él aún no siento sus hijos.

La voz de la doctora interrumpió los pensamientos de Midoriko. Asíntio sin poder contestar, y mientras la cambiaban lloró un poco más por la suerte de tenerlo a su lado y también por Sesshomaru que seguramente estaría devastado.

Demetrius después de quitarse los implementos, salió a la sala de espera para darle la noticia a Sesshomaru, en todo el tiempo en que Midoriko estuvo en su casa las pláticas entre Sesshomaru y él se había extendió de manera cordial, no tenía nada que decir de este muchacho su sobrino lo quería como un hermano y Sango era participe del mismo afecto, su familia o su pasado no eran de su incumbencia.

— Muchacho, despierta.

Lo movió con suavidad, se veía que estaba muy cansado. Sesshomaru se enderezo sobresaltado olvidando dónde se encontraba enfoco a Demetrius.

— Ya nacieron muchacho, están muy bien los tres.

Recordando a Midoriko y el hospital, de talló el rostro y acomodo su cabello, eran buenas noticias ahora habría que avisar a los muchachos.

— Voy por una tasa de café, te traeré una hay que avisar a Raizo ya está amaneciendo.

Sesshomaru asíntio y se puso de pie para estirar los músculos, duró demasiado tiempo en una sola posición y le dolían todos los huesos, no recordaba cuando se había sentido así pero, fué cuando aún era adolecente en una de las muchas veces en que lo habían hecho trabajar  todo el día y con hambre lo mandaron amarrar en un cobertizo por no dejar que golpearan a Bankotsu, le habían golpeado con aquella maldita vara, nevaba y los golpes dolían cómo él diablo, Bankotsu en las mismas condiciones pero sin golpes, tiritaba por el frío a unos metros de él. Desde ese día se prometió cuidar y proteger a quien consideraba su única familia.

Camino un poco para que la sangre circulará en sus piernas dormidas, movió la cabeza para disipar los recuerdos pero esa noche habían vuelto para atormentarlo, su hermano estaba en peligro no sabía que tanto le había contado a Sango o que tanto sabían sus padres, pero estaba seguro que la amargura y el deseo de venganza de Naraku también lo alcanzaría. Aún le quedaba su tío quien resultó un buen hombre después de todo, él no lo abandonaría.

Salió al exterior, todo estaba blanco, la primera nevada se dejó sentir, era un paisaje muy hermoso pero no lo apreciaba pues el frío de su pasado amenazaba con destruír lo poco que le quedaba de alma, y la poca felicidad que él cómo Bankotsu habían logrado alcanzar.



*****†******†




— Estás seguro que ya nacieron?

— Sí, fueron varones ambos, quiere que siga vigilando?

— Sí, quiero saber a dónde la llevarán. Avísame cualquier cosa.

La llamada se cortó, « Ya es tiempo de hacerle una visita . . . Fue varón, esto será interesante.»

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CONTINUARÁ . . .


Creo que algo le falta al capitulo, en fin una disculpa.

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