Personajes y las imágenes utilizadas en la historia no son de mi propiedad. Todos los derechos a sus creadores.

Lenguaje y contenido fuerte y explícito.

Agradezco las portadas de yan_skiblue y de Mónica tadakatsue.
Una disculpa por la redacción.

©® Historia con derecho de autor.
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<<>>, " ": Son pensamientos del personaje.

🚫 Aviso de Lemon.

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" Que no te engañe mi sensibilidad, tranquilidad y ternura, te mostraría el infierno si pudiera."

Él bautizo se realizó en una fiesta familiar dónde los invitados eran la mayoría amigos o conocidos de los ámbitos empresarial y de la moda . Jack estaba muy orgulloso de haber confeccionado el ropón de ambos pequeños, Aileen y Taiki, nombres escogidos por los padres de Sango y Demetrius, Aileen fue el nombre de su abuela y Sango feliz aceptó, le debía mucho a ese hombre y ahora veía con gusto que Bankotsu trataba de conocer a su tío, sin rencores de por medio. Sango sonreía viendo a sus dos tesoros iguales a su padre, daba gracias a Dios que fueran tan bellos, Aileen tenía los ojos azules de su padre y Taiki los ojos grises de su madre por lo demás se parecían como gotas de agua a su abuelo Demetrius y por supuesto a su padre, tres generaciones se veían con cariño. La casa de Demetrius había quedado hermosa y el gran salón cubierto de paneles de vidrio daban un paisaje nevado de la campiña londinense en esa época del año, el marco perfecto para la reunión. La semana de la moda sería en menos de 15 días y la tradicional cena que se daba en la mansión Vanderbilt estaba lista. Kagome no presto ayuda está vez a su padre pues se encontraba demasiado ocupada con los últimos contratiempos del evento. Sesshomaru estaba constantemente a su lado, los trabajos en exteriores y fuera del país estaban suspendidos hasta después de año nuevo. Midoriko ya contaba con casi siete meses de embarazo y estaba más hermosa que nunca, estos casi dos meses en que Demetrius la llevo a la casa mejoró notablemente su salud y estaba mucho más tranquila, Naraku exigió que le entregará a su mujer para cuidarla pero Raizo con fría tranquilidad se enfrentó al hombre no dejando que agrediera a Demetrius, no toleraria que interfiriera en la apacible vida que ahora llevaba su madre en casa de Demetrius quien , para evitar malos entendidos vivía en casa de los Hotaro pero todos los días la visitaba para estar al pendiente y que no les faltará nada, Naguna y Raizo seguían en la casa de su madre pero Raizo se trasladaba en las noches para dormir y cuidar a su madre. Recientemente se había ausentado por una semana para cumplir con el pago pendiente al maestro Ozuna, como siempre regreso con algunas heridas que fueron curadas por Naguna, kohaku se dió cuenta y ofreció su ayuda para lo que necesitara si era algún tipo de misión, pero Raizo con palabras escuetas le explicó que su gente no sobreviviría, que en algún momento si lo creía necesario le explicaría la clase de trabajos que hacía. Kohaku no Preguntó más, se ofreció entonces a cuidar a Naguna y su madre, Raizo agradeció y aceptó. Todo se desarrollaba en aparente calma, Naraku descidio dar espacio y tiempo a Midoriko mientras se ocupaba del evento que se llevaría acabo en su mansión, ahí pensaba hablar seriamente con ella y proponerle matrimonio, estaba seguro que si aceptaba podría llevársela y poco a poco haría lo que más le conviniera pero ya con todos los derechos. Demetrius y Midoriko estrecharon más su trato y poco a poco con sus detalles y cuidados , Midoriko veía con ojos de admiración y cariño a Demetrius, Sango y los niños visitaban la casa seguido pues Sango quedó encantada con la comida y los postres de la señora Kent, además de conocer y platicar más con la mujer que conoció de niño a Bankotsu.

- Y, como te has sentido.

Midoriko sobó su voluminoso vientre con la mano y sonrió.

- Cómo era de esperarse supongo.

- No te sentiste mal con el embarazo de Raizo?

Midoriko Suspiró y una sonrisa de nostalgia se dibujo en sus labios.

- Él . . . Fué un regalo de Dios, todo el sufrimiento valió la pena por tenerle a mi lado.

Sango no entendió la extraña respuesta pero no Preguntó más.

- Tus niños son tan hermosos y guapos como su padre, pero yo pienso que Taiki tiene mucho de tí.

- Lo mismo dice mi madre pero yo estoy feliz de que se parezcan a su abuelo, es tan guapo y tan atento.

Midoriko sonrió de oreja a oreja.

- Pues que no te oiga tu hombre por qué se pondrá muy celoso. Bankotsu siempre ha sido bastante posesivo contigo.

- Lo sé, yo lo amo y él lo sabe. No quiero ser indiscreta pero si me permites preguntar, me gustaría saber que harás con respecto al padre de kagome, ella al principio no lo tomó muy bien pero Sesshomaru hablo con ella, y su padre . . . Ya sabe, simplemente se negó a darle explicaciones. Usted ha ablando con kagome?

Midoriko dejó de sobar su vientre y miró a Sango.

- Tú qué la conoces, dime. Puedo hablar con ella sin esperar una actitud violenta de su parte?

- Kagome está dolida pero es una buena persona si habla con ella seguro entenderá.

Midoriko se levantó y mirando por el ventanal, se descidio.

- Tráela la próxima vez que vengas así, ella tendrá un apoyo por si lo necesita.

- Y usted, necesitará apoyo?

- Soy fuerte Sango, y más ahora que mi familia crece, ellos son mi apoyo.

- El señor Demetrius la protege mucho, si le soy sincera me hubiera gustado que sus hijos fueran de él, si no siéndolo mire como la cuida, si fueran suyos seguro que serías su todo. Perdóneme si la he incómodado pero, el padre de kagome jamás me cayó bien. Si me disculpa voy a alimentar a mis bebés.

Y salió dejando a una pensativa y contrita Midoriko, no era la primera que le advertía sobre Naraku, y si era sincera está aparente calma de su parte presagiaba una posible tormenta en su vida. Por nada del mundo haría nada que pudiera dañar a sus hijos . . . Y a Demetrius.

********†*********

— Puja!!

— haaaaaa!!!

Él llanto de un bebé se dejó escuchar. Afuera el profeta se encontraba ansioso, era su primer hijo en años, todos estaban muertos, a excepción del bastardo de Irasue. Al único que detestaba era el único vivo, ¿por qué dios lo había castigado, si seguía todos sus lineamientos? Salió la comadrona con un bultito en brazos.

— Es barón, mi señor!! Alabado sea Dios!!!

Y las gentes que se hayaban de la congregación reunidas por el nacimiento de un nuevo hijo del profeta vitorearon el nacimiento y cantaron dando gracias a su Dios.

Toga tomó a su hijo en brazos. Después de tantos años, ahora por fin tendría un sucesor, al cual enseñaría todo lo que debía saber para llevar la congregación.

— En honor a mi hijo celebraremos durante una semana y se dará venías para los que quieran tomar esposa. Alabado sea Dios!!!

Gritos y Vítores se dejaron escuchar, era todo un acontecimiento pues las parejas que desearan contraer matrimonio podían hacerlo y los que quieran una nueva esposa podían ir a otras comunidades de la misma religión a pedir esposas. Muchos de los más importantes seguidores de la religión eran hombres ricos y de más de 40 años, buscarían esposas jóvenes y vigorosas para engendrar más hijos y satisfacer sus lujuriosas desviaciones. Sólo las mujeres no tenían voz ni voto, así era la vida de las religiones poligamas.

Con el bebé en brazos entró para ver a su mujer. Flor estaba agotada y algo débil, el parto fue difícil por ser ella muy joven.

— Está . . . Contento, mi señor.

Con voz cansada le pregunto a Toga, quién con cariño le puso al bebé en brazos y le dió un beso en la frente. Todos los presentes salieron de la habitación.

— Estoy feliz, y muy agradecido con Dios por mandarme un barón  y que tú lo trajeras al mundo. Mi niña, mi mujer.

La besó en los labios y la ayudo a acomodarse para que pudiera amamantar al bebé. Toga se quedó maravillado observando a su hijo alimentarse del seno de la jovencita. En cuanto terminará la cuarentena volvería a dormir con ella para preñarla de nuevo o esperaría un poco y la cuidaría pero no sé iría como siempre a otras habitaciones, dormiría cuidando a su heredero, corría peligro ahora que todos sabían que era padre . . . De nuevo.

En las sombras, fuera de la habitación, una figura en la oscuridad veía con rabia y odio el nacimiento y juro, que desde ese momento se encargaría de desaparecer a ambos, el profeta era suyo y ni esa mocosa ni nadie se interpondría en su camino, lo hizo antes y lo volvería a hacer. Con una sonrisa macabra se escurrió entre las sombras alejándose del lugar.

***********†**********

Kagome gemia de satisfacción al terminar entre sus brazos. Se encontraba a orcajadas sobre Sesshomaru quién se mecía aún dentro de ella rodeado de los deliciosos músculos de su interior que lo apretaban y lo expriman, eyaculo una vez más, su boca soltó el pezón que chupaba y le beso la barbilla, con pequeños mordiscos se deslizó hasta su cuello succionando hasta dejarlo enrojecido volviendo a lamer y chupar ambos senos.

— Sesshomaru, estoy agotada, podemos ir arriba, por favor?

Sesshomaru tomó de nuevo su boca y exploró un poco más con sensualidad, kagome gemia despacio sintiendo cómo él miembro de Sesshomaru se engrosaba de nuevo dentro de su vientre. Le devolvió el beso y jadeante Suspiró cerca de sus labios.

— Por  . . . Favor . . .es que mmmm . . . No. .  . Te mmm cansas?

— De ti. . . Jamás.

La levanto sin salir de ella y subió las escaleras rumbo a la habitación, hacia frío y nevaba, se acomodo con ella de espaldas y salió, causándole un jadeó de satisfacción, la volteó boca abajo y se acomodo entrando de nuevo en su interior con una sola embestida kagome grito de gozo y henorme placer llevaba horas satisfaciendo a Sesshomaru y él a ella, estaba agotada pero no podía saciarse de él. Se había convertido en una ninfómana de su cuerpo, su amor, sus besos, no había lugar donde no la hubiese tomado ya, ella loca de pasión lo había seguido en cada uno de los orgasmos y el placer, lo amaba no había duda pero seguía dudando en enfrentarse a su padre. Volvió a llegar al inefable momento en que sus gemidos se sucedían al anhelado gozo de la entrega y la satisfacción. Su vientre apretaba en sus entrañas al miembro de Sesshomaru extrayendo el líquido blanquesino, llenándola completamente hasta chorrearse por los muslos. Le beso la frente sudorosa y se retiró acomodándola de manera en que su espalda quedó en su pecho su brazo apretando su cintura, con la respiración entrecortada se abandonaron al cansancio y al sueño. 

Kagome despertó adolorida, se levantó lo más rápido que pudo y corrió al baño desnuda, al sentarse en la tasa el frío calo en su espalda y trasero, sonrió al recordar la razón de su dolor. Estaba loca, ayer comenzaron en su oficina y luego por cási toda la casa, termino y regreso descalza a la recamara, contempló el cuerpo desnudo de Sesshomaru al cual en ese momento su torso desnudo la llamó a lamer ese duro abdomen. Lo amaba con locura y era precisamente esa felicidad la que la hacía temer. Su padre quería saber sobre Sesshomaru, había desarrollado una avercion hacia su persona y ella no quería un enfrentamiento donde su padre sería terminante, no quería que la pusiera entre la espada y la pared. Se acerco al futón levanto las frazadas y se acurrucó entre los brazos de Sesshomaru que sin habrir los ojos al sentir su cuerpo frío la envolvió en su cálido pecho.

— Dónde fuiste? Estás helada.

— Al baño, sigue nevando. Hoy no quiero salir de casa, tienes algún pendiente?.

— No, duerme.

— Luego te haré un rico chocolate.

Sesshomaru sonrió y la besó en la frente cerrando los ojos, no podía apartarse de ella, seguiría el concejo de Bankotsu y hablaría de una vez por todas con su padre, luego resolvería que hacer si se negaba a aceptar su relación con kagome.

Un grito despertó a kagome.
—¡Suéltalo!

Sesshomaru se agitaba en la cama como si peleara con alguien

— ¡Basta!

Ella se sentó en la cama e intentó abrazarlo, pero él movió el brazo con muchafuerza que consiguió tumbarla.
Con el corazón golpeándole con fuerza, ella le agarró el brazo con fuerza.

— Sesshomaru, despierta. Estás soñando.

—¡No, maldito! Corre no te detengas!!.

Siguió gritando. Kagome consiguió subírsele encima, aunque
sabía que no podía competir en fuerza con él. Le hablo con cariño y despacio.

—No hay nadie. Despierta.

Él se sentó y la agarró por los antebrazos.

—¡Despierta!

Ella estaba de rodillas, a horcajadas sobre las piernas de él, pero no había mucho que pudiera hacer contra la fuerza de él, le encajaba los dedos en los brazos, kagome se quejó con dolor. Él abrió los ojos, confuso y aterrorizado.

—Era un sueño, Sesshomaru .

Intentó hacer que la viera.

— Un sueño.

Él parpadeó y al fin logró enfocarla.

—¿kagome?

La abrazó con fuerza contra su pecho. Ella le acarició el cuello y la espalda.

—¡Chist! Ya ha pasado. Sólo era una pesadilla .

Ella también necesitaba tranquilizarse.

— Kagome .

Él enterró los dedos en su pelo y la besó en los labios.Fue un beso desesperado, como si ella fuera su último vínculo con la cordura. Kagome abrió la boca y él profundizó el beso, junto su lengua con la
de ella. Él último beso compartido no podía compararse con aquello. El deseo la embargó y le devolvió el beso. Tiró de él. Sesshomaru se acomodo y se colocó encima
de ella. Le acarició los pechos y frotó los pezones hasta que ella creyó que
aquella tortura exquisita le iba a hacer gritar. Él deslizó la mano entre las piernas de ella y la acarició hasta que se retorció bajo él, húmeda y preparada.
Ella apretó los dedos en la espalda de él, pidiéndole sin palabras que llenara su necesidad.
Él obedeció. La penetró con tal fuerza que ella dio un respingo, de dolor y placer que no había anticipado.
Levantó las caderas y respondió a todas las embestidas de él. El sonido de sus respiraciones llenaba sus oídos. La atracción, el deseo que los había unido desde el principio explotaban entre los dos.
Ella sabía que él poseía aquella pasión y destreza, ahora sabía que podía liberar la misma pasión en el interior de ella. Su apareamiento era salvaje, frenético, urgente. Una parte de ella comprendía que aquella forma de hacerle el amor Venía del lugar oscuro donde había estado él en su sueño, pero si necesitaba consuelo, ella quería dárselo.
Se movían como si estuvieran creados el uno para el otro, rápidamente,
con pasión… juntos.
Ella necesitaba llegar al final, pero quería que aquello durara siempre.
Cuando pensaba que ya no podía aguantar más, llegó el orgasmo y, con lo unidos que estaban, él llegó al mismo tiempo. Ella quería gritar en voz alta de pura alegría.
Sesshomaru ahogó su gruñido besándola en aquel momento en que los dos eran uno en el placer.
Se derrumbó a su lado y se quedó muy quieto. Ella se acurrucó contra él yle besó el hombro, entrelazando sus piernas con las de él.
Sesshomaru la rodeó con un brazo y la atrajo hacia sí.

—No debería haber hecho eso, te hice daño.

Dijo Sesshomaru con voz baja y dura.
Ella lo besó.

— No digas eso. Sé que te ha ayudado tanto como a mí.

Sesshomaru levantó la cara del cuello y le dio un beso largo.

—Me ha gustado mucho.

Ella rió y se colocó encima de él.

—Ha sido maravilloso.

Él le acarició la espalda.

—Crees que está bien seguir de amantes, kagome?, tú mereces más, quiero más.

Ella le besó la frente, la nariz, la barbilla…

—¿Por qué no? ¿Por qué privarnos de disfrutar de esto mientras
podamos? Además.

Sintió que la erección de él volvía a crecer.

—  Ya es demasiado tarde, luego veremos hay tiempo.

Él lanzó un gemido y volvió a penetrarla.

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CONTINUARÁ . . .