Encuentro . . .
Personajes y las imágenes utilizadas en la historia no son de mi propiedad. Todos los derechos a sus creadores.
Lenguaje y contenido fuerte y explícito.
Agradezco las portadas de yan_skiblue y de Mónica tadakatsue.
Una disculpa por la redacción.
©® Historia con derecho de autor.
No se permite, copiar, adaptar ni tomar prestada.
<<>>, " ": Son pensamientos del personaje.
🚫 Aviso de Lemon.
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" Te ví soltarme . . . y me dolió hasta el alma."
La nieve no cesaba hacía bastante frío pero ella estaba helada en su interior, cuánto más tendría que satisfacer a su padre? Cuánto más tendría que apuñalar su corazón.
Pensando y pensando no supo cómo llego a la casa, hacia tres meses que no pisaba su hogar pero desde tres días atrás que habló con Midoriko, no dejaba de sufrir y llorar. Realmente se encontraba frente a la casa no recordaba haber enfilado hacia ella tal vez fué la desesperación después de discutir con su padre, se negaba rotundamente a qué tuviera que hablar con él puto bastardo, debía recindir su contrato no lo quería en ninguno de sus negocios, bastante les había robado. Sabía que estaba equivocado, estaba desesperada pues amaba a su padre apesar de todo, supo que él acercamiento que había tenido con él fué gracias a Midoriko e irónicamente también Sesshomaru, quien la incito a tener más platicas con su padre, pero . . . Lo hacía todo tan difícil.
Entró en silencio la sala iluminada por la chimenea encendida, daba calor a la estancia. En cuanto dejó el abrigo y elevó la mirada, lo vió . . . Ahí, perfecto como siempre, quizás un poco demacrado . . . Pero hermoso. Y el conocido choque de electricidad que le recorría por toda espalda y le llegaba hasta el vientre . . . Apareció. Llenándole de un deseo abrazador, mordió su labio y junto sus manos temblorosas mientras él bajaba las escaleras, descalzo, sin apartar la mirada de los ojos enrojecidos pero preciosos de kagome. El corazón de Sesshomaru latía desbocado bajo la aparente fachada de calma. « "No lo heches a perder, ella está aquí ya es algo sólo . . . Has que recuerde por qué está contigo, por qué está aquí."»
Los pensamientos de Sesshomaru bullian en su mente mientras su cuerpo despertaba al contemplarla, al volverla a ver.« "Por dios!! Está más bella aunque sus ojos muestran su dolor. No quiero perderla, no quiero que sufra pero . . . si he de jugar sucio para que ella se quede, lo haré. La haré recordar por qué se encuentra aquí . . . que me deseé más que a nadie, luego . . . Luego ya veré."»
Con cada paso que daba acercandose a ella, más nerviosa se ponía. Al estar más cerca, se detuvo y metió las manos en los bolsillos delanteros del pantalón.
— Qué se te ofrece, kagome.
Mi voz sonó con sarcasmo, quería que supiera cuanto me hirió por todo lo que dijo en la discusión, sé que todo fué producto de los ánimos por lo dicho por su padre, no la culpaba . . . Yo la amaba . Pero su padre era un maldito cabron, egoista y mentiroso, habló de honestidad y descensia, nos insulto llamandonos putos , cómo si el no se hubiera enredado con un montón de mujeres igual o más putas sólo que "descentes". Además el hecho de que la madre de kagome lo abandonara por ser una zorra y a él lo convirtiera en un desgraciado resentido, no quería decir que todas fueran iguales. Él, podía ser un puto, pero no podía calificar a kagome cómo tal, kagome se entregó por amor, únicamente a él.
— Quiero . . . Hablar contigo.
Tragó saliva pues tenía la garganta seca, el estar tan cerca . . . La tenía conmocionada y vergonzosamente, deseosa. Por Dios!! Acaso su padre tenía razón y era una zorra, por desear el cuerpo, el amor y las caricias de Sesshomaru que se habían convertido en su razón de ser y su obsesión.
Sesshomaru la rodeó, y se fué a sentar a uno de los sillones cruzando las pierna y extendiendo los brazos en el respaldo del mismo, con la mirada la instó a sentarse.
— Dime, kagome . . . Qué es lo que deseas?
Kagome entendió la sutil referencia al ambiente cargado que los rodeaba, y por supuesto a la tensión sexual que cási se palpaba cuando se encontraban juntos.
— Necesito . . . que dejes . . . la casa. Mi, padre la pondrá en venta y . . .
Lo dijo casi terminando en un murmullo pero, Sesshomaru la interrumpió.
— No,no,no. Pregunté qué es lo que deseas tú . . . Kagome, no lo que quiere tu padre.
Y con una sonrisa torcida puso la mano sobre su miembro, haciendo un movimiento como si lo acariciara. Kagome abrió los ojos horrorizada por la descarada muestra de ego masculino hacia su miembro, trago grueso con la garganta seca.
— Es . . . Lo que yo quiero. Por si no le han notificado su departamento está listo, además tiene un trabajo en España que durará dos meses por lo menos así que . . . dentro de una semana se irá, y para evitarle molestias se trasladará antes de irse.
Kagome temblaba de pies a cabeza por eso todo le salió como una vervorrea que ni ella supo cómo no tartamudeo. La mirada de Sesshomaru se entorno y la sonrisa se hizo más ancha, cómo la del gato sonriente de Alicia.
— Gracias por el informe señorita, no debió molestarse, para eso tiene un séquito de sirvientes que pudo haber enviado, pero . . . me siento . . . Honrado, de que la heredera Vanderbilt se dignaran a traerlo en persona.
— Yo no . . . No, necesito de sirvientes y no soy la heredera de nada, nunca e utilizado ni utilizaré mi condición para avergonzar a otros por su condición o su pasado . . .
Se detuvo al escucharse, eso había sido exactamente lo que había hecho a él en su discusión después de que su padre la pusiera al tanto de su "pasado" y humillarlo insultandolo frente a ella.
Sesshomaru alzó una ceja mirándola de manera sarcástica.
— Lo siento . . .en verdad lo siento, no quería que terminara así, pero . . . mi padre me importa, entiende . . . es mi padre, y tú . . .
— Yo . . . Qué Kagome?
La interrumpió levantándose para acercarse a ella acuclillandose para quedar a su altura y tomarla de las manos.
— Te avergüenzas de mí, kagome? Ahora? En éste momento en que tú padre no te mira ni te presiona? Dime . . . Qué sientes por mí kagome? O es que eres tan mezquina como tú padre, también sabes mentir cómo él? DÍMELO!!!
Su último comentario salió cómo un gruñido doloroso y grave.
Kagome se quedó helada al escucharlo hablar así, se notaba el dolor que sentía, en su voz. Había aprendido a leerlo cómo un libro habierto, igual que él a ella. De pronto, toda la tensión ganada y guardada se desbordó, haciéndola flaquear. No quería de ningún modo que él se sintiera como antes, no quería dañarlo. Y si ella tenía que sacrificarse para que quienes amaba fueran felices . . . Hiba a tener que mentir y engañar, no tenía otra salida.
Respiró profundo aguantando las ganas de gritar y de llorar.
— No se crea tan importante señor Sesshomaru, o, sí, lo olvidaba es el más grande modelo de la historia, un artista. No lo recordaba tan egocéntrico, se le han subido los humos, quizás intenta competir con el ego de Inuyasha?
Al darse cuenta de que aún tenía sostenidas las manos por las grandes manos de Sesshomaru, intento apartarlas, pero Sesshomaru se las tomó con más fuerza, sin dejar de mirárla a los ojos con su mirada penetrante se acercó hasta que a sus rostros los separaba tan sólo un suspiro.
— Es éso lo que piensas? No lo creo . . . Mejor dime . . . Qué es lo que realmente quieres tú?
Kagome respiraba con agitación y entrecortadamente al sentir el cálido aliento de Sesshomaru.
— Dime . . . Qué es lo que quieres?
Y aproximó su boca hasta que su aliento acariciaba sus labios, kagome cerró los ojos jadeando con desesperación, su vagina palpitaba de necesidad, deseándolo . . . Todos estos días separados, lo peor fueron las noches, noches interminables plagadas de sueños eróticos . . . Con él. Dónde despertaba bañada en sudor y mojada . . . Muy mojada, dónde llegaba a los orgasmos más gloriosos en brazos de este hombre hermoso, su gran amor. Y ahora, lo tenía frente a ella, aquí, y sólo quería arrancarle la ropa, olvidarse de todo y de todos. Suplicarle que la tomara de todas las maneras posibles, él era un gran amante, lo había comprobado de primera mano y o! Lo juraba por lo más sagrado, este hombre sabía cómo hacerla tocar el cielo, y mantenerla ahí por noches y días enteros. Sí, la tentación era muy grande. De pronto su voz la hizo regresar de dónde estaba, le escuchó murmurarle una pregunta muy cerca del oído mientras lamía el lóbulo, haciéndola temblar.
— Dime, kagome . . . Qué es lo que quieres?
Mirándola con deseo, le beso la palma de la mano y siguió con pequeños besos a lo largo del brazo, las piernas de kagome parecían de gelatina de no ser por que se encontraban sentada, hubiera caído derretida a sus pies. Su parte íntima se humedeció de ansiedad y anticipación.
— Dime, kagome.
Sesshomaru incado , se acarició con descaro acomodándose el paquete hinchado para que ella lo viera, kagome se humedeció los labios con la ansiedad dibujada en su rostro, el sonrojo en sus mejillas denotaba su deseo. Le tomó la mano para que sintiera su erección, frotó la palma por encima del pantalón de mezclilla, su pene se apretaba contra la tela, ansioso por sentir la mano de kagome . . . Desnudo. La tomó por el cuello deslizando sus manos en una suave caricia mientras le lamía los labios haciendo que kagome jadeara y los entreabriera.
— Te deseo . . .
Le dijo en un susurro pegado a sus labios.
— No te escuché, dime lo que quieres kagome.
— Sesshomaru . . . Por favor . . .
Kagome jadeaba mientras Sesshomaru mordisqueaba sus labios, chupándolos.
— Por favor . . . Qué, kagome . . . Dime lo que quieres.
Su respiración entrecortada le impedía pronunciar una palabra coherente.
— Yo te . . . Deseo . . . Te necesito . . .por favor . . .Sesshomaru.
Sesshomaru con una sonrisa de lado la levanto y con una mano hizo que envolviera sus piernas al rededor de su cintura . . . Dándole un profundo beso, se encaminó al cuarto subiendo las escaleras.
— Vez? No fué tan difícil. Yo también te necesito, kagome. Voy a hacer que no deseas nunca, a nadie . . . Más que a mí!!
Pesaba cómo una pluma para él, la sostenía con una mano en el trasero para que no se resbalara, entonces cayó en cuenta que se aferraba a él con los brazos alrededor de su cuello mientras llegaba a la habitación de él. Estaba a orcajadas sobre sus caderas, con la erección entre sus piernas, botando contra su centro, con la respiración entrecortada por los besos la dejó en el borde de la cama, retrocedió sin dejar de mirárla a los ojos, se desabrochó los botones del pantalón y lo dejo caer. Se arrancó la camisa con una sonrisa rompiendo todos los botones en el proceso y la tiró a un lado mientras esperaba que lo volviera a mirar, sabía que lo había mirado de reojo, pero él la desafiaba a qué lo mirara sin esconderse. Lo miró al fin, bajó la mirada y su cuerpo reaccionó cómo si lo hubiera acariciado. El miembro se endureció aún más, pero lo mejor fué, que no vió rechazo ni asco en sus preciosos ojos. Cuando dejó de mirarle el pene y lo miró a la cara, sonrió, el deseo se reflejaba en sus ojos. Le retiró la blusa y el pantalón, las botas y la ropa interior siguieron el mismo camino que todo lo demás, el piso. Cuando ya estaba completamente desnuda, lentamente, la recostó en la cama, la besó cómo saboreándola mientras una de sus manos le acariciaba las piernas en forma ascendente hasta llegar a la unión entre sus muslos. Hizo una leve pausa para que ella tuviera oportunidad de arrepentirse . . . entonces . . metió los dedos en su centro, la encontró húmeda y ardiente. Ella alargó los brazos apoyándose en él, jadeando mientras acariciaba los sensibles pliegues de su vagina, pero lo mejor eran, esos pequeños gemidos que acompañaban a todas y cada una de las caricias y cómo se arqueba. Su miembro quería entrar ahí, ya, pero espero. Antes la complacería, acariciaria y besaría todos los rincones de su precioso cuerpo que provocaban esos suspiros. Volvió a tomar sus labios sin dejar de acariciarla, una henorme satisfacción lo embargó, de ser él y sólo él, quien la pusiera en ese transe. Y entonces la sintió humedecerse más. Le recorrió el cuello con los labios, bajó por las curvas de sus pechos, no se detuvo hasta que llegó a los rosados y erectos pezones que pedían a gritos ser chupados. Los gemidos se convirtieron en jadeos, cuando los tomó uno tras otro, los chupaba con dientes y lengua, ella con desesperación lo tomó del rostro para que no se separara.
— Tranquila.
Susurro mientras dejaba rastros de saliba en sus deliciosos pezones. Se apartó, todo su cuerpo le pedía más cada vez que se detenía y se arqueaba por sus caricias, su vientre se tensó mientras lamía y besaba el camino hacia sus piernas sobre sus rizos que cubrían el clítoris. Se quedó quieta y sólo se extremecio cuando su boca la acariciaba, ella entrehabrio los ojos esperando, llenos de pasión. El la acarició primero con sus expertos dedos y luego con la boca. Ella se lamió los labios con anticipación, su pene palpitó al ver el sensual gesto de kagome. Ya no espero más, le separó las piernas y puso la cabeza entre ellas, su jadeo cási fué un grito al sentirlo lamer sus pliegues y buscar su centro que la llevaría al primer orgasmo de muchos, que pensaba brindarle esa noche . . .
❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️
CONTINUARÁ . . .
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