Los personajes y las imágenes utilizadas en la historia no son de mi propiedad.

Lenguaje y contenido fuerte.

Agradezco las portadas de yan_skiblue y de Mónica tadaksu.

Historia con derecho de autor.

<<>>, " ": Son pensamientos del personaje.

Capítulo con alto contenido sexual.

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" No todo lo que piensan que es perfecto . . . Lo es"

El viaje a Londres estaba programado para el sábado, se habían sacado los pasaportes y el Jet de su padre ya se encontraba en un área exclusiva del aeropuerto, Kagome viajaría sólo con Sesshomaru, Bankotsu los alcanzaria una semana después. Sesshomaru platicando con Bankotsu le planteo el irse a otro país y que aceptaría la propuesta de trabajo de la señorita Vanderbilt.

- Crees que aún nos busquen? .

- No lo dudo.

- Y . . . Ya le avisaste a la señora? Que has sabido de ella.

- Nada, ya debe estar entererada.

- Estás seguro que es bueno el ponernos en un lugar donde todo mundo nos vera, lo as pensado bien, no es que cuestione tus decisiones sabes que nunca he dudado de tus razones a la hora de saber que nos conviene, pero esto nos pondrá en la mira.

- Es una ventaja, si somos tan conocidos todo se sabrá si intentan algo.

- Tienes razón, como siempre no se arriesgarán, no habiendo tanto en juego, y así tampoco nadie sabrá sobre nosotros, eres un genio Sesshomaru, pero y si investigan. . .

- Nadie sabrá . . . Piensan que somos pareja.

- No !!!!!!

De pronto la cara de Bankotsu cambio a una de total ingenuidad, poniendo en alerta a Sesshomaru que cruzándose de brazos le lanzó una mirada de clara advertencia. < No lo hagas>

- Que pena, pero lo nuestro no podrá ser, no eres mi tipo. Aunque si te operas las tetas y te quitas el pene . . .

Al ver que Sesshomaru se lanzaba hacia él, Bankotsu corrió como alma que lleva el diablo, no sin antes gritar,

- Por favor no me odies por ser bonito!!

La mañana del viernes ,Kagome hablaba con kikio , le había mandado ya los pasaportes sin ningún problema.

- Por favor necesito un auto en cuanto llegue al aeropuerto te avisara la hora el piloto, dime cómo vas con lo del alojamiento.

- La verdad no hay nada como lo que pides todo está en zonas no muy vigiladas y los demás son compartidos, lo siento, algo más que necesites? A donde lo vas a llevar.

- No te preocupes yo me encargo, todo ya está listo para los eventos próximos? No has tenido ningún problema con los diseñadores o con los modelos?.

- Sólo lo usual, pero Sango hace muy buen trabajo ya sabes todo marcha.

- Bien nos vemos el próximo lunes o martes depende que tan cansada regrese. Cualquier cosa avísame.

El sábado a medio día, Sesshomaru se encontraba abordando el Jet junto a Kagome, le había dejado el pasaporte junto con el boleto de avión en primera clase a Bankotsu para que lo alcanzará en cuanto terminará con los pendientes. Llevaba una pequeña maleta y una mochila de cuero , no sabía que pasaría de ahí en delante pero esperaba que las pesadillas que habían empezado a acosarlo desde hace unos días, no fuesen el augurio de un mal presagio.
Kagome se acomodó en uno de los amplios sillones y le ofreció algo de tomar y comida, él nego, se abrochó el cinturón mientras cruzaba los brazos sobre el pecho y cerró los ojos. No supo en qué momento comenzó a dormitar, estaba cansado no dormía muy bien en las últimas noches.

Sueño de Sesshomaru en la casa de citas, star black.

Se vio ser llevado al salón privado de una abitación, ella se puso de pie al entrar el muchacho, con un ademán de su mano ordenó retirarse al hombre que lo llevo  mientras al muchacho le instaba a pasar.

- Desnúdate.

Fue una orden proferida por esa bella mujer.
Ella lo vio fruncir el seño y después apretar los labios, en una pose por demás desafiante para seguidamente despojarse de la camisa y desabrochar los pantalones dejándolos caer al piso.  Perdió el hilo de sus pensamientos al verlo desnudo. Era mucho más apuesto de lo que había sospechado, el tono entre bronceado y lechoso de su piel resultaba tentador. Su cuerpo era atlético y fuerte, su mirada descendió hacia la parte más masculina de su anatomía. Estaba muy bien dotado y mientras lo evaluaba, se percató de cómo su miembro reaccionaba y se agrandaba a medida que se ponía erecto, sus testículos se tensaron.

Nunca había visto a un hombre mientras se exitaba de esa manera, el observarlo de causaba cosquillas en el vientre, era un joven muy descarado y desinhibido, la mayoría le tenían miedo.
Mientras lo miraba se acercó, acortando la distancia que los separaba.

- No quieres tocarme?

La descarada pregunta, la sorprendió, si, quería hacerlo, pero no podía moverse, no podía respirar. Percibía el calor y la atracción casi animal que despedía su cuerpo, y al acercarse a su rostro, el roce ardiente de su aliento, por dios!! Era aterradoramente embriagador.
Sesshomaru le tomo la mano y se la coloco sobre el pene, la sujeto mientras se frotaba contra su palma, era suave, pero duro al mismo tiempo, siguió explorando hasta llegar a los testículos, suaves y firmes. Se mordió el labio al sentirlos en la palma. Era realmente muy tentador.
De pronto, apartó la mano de la suya, ella continuó explorando y acariciando la parte inferior de sus testículos con el dorso de los dedos, así, continuó hacia el abdomen y después a su torso. El permaneció quieto, sin el menor intento de tocarla, se limitó a mirarla en silencio, mientras ella seguía acariciándolo. Esos escalofriantes ojos dorados, eran increíbles, nunca había visto tales ojos, tenía la piel tan tersa, pero su espalda estaba cruzada por finas cicatrices, aún así,estaba para comérselo!!

- Quieres que te coja?

La pregunta la extremeció, en vez de ofenderla, tal vez por el tono ronco de su vos, el deseo se apoderaba de ella.

- No, quiero ver cómo me haces venirme sìn, penetrarme.

La tomó de la mano y ella lo guío al interior del dormitorio, hasta la cama. Allí no los molestarían. Ella era la que siempre despertaba el deseo en los hombres, incluso en las mujeres, sin embargo, estaba dejándose seducir por este joven. No entendía el motivo, ni tampoco el deseo y el impulso de estar con él. Lo había traído a su habitación, para evaluarlo,ver en qué condiciones estaba y lo que podía ofrecer a los clientes, pero no imaginaba, con lo que se encontraría. Un hombre muy joven, pero fascinante, en todos los años de su profesión, jamás se había topado con alguien igual, ni siquiera su "protector", que era un hombre muy diestro, la había llevado al estado en que este mucho la había puesto, un deseo desenfrenado, la había recorrido al tocarlo.
Sesshomaru la dejó sobre el colchón, la mujer aunque un poco mayor, era muy hermosa,  su melena peliroja se extendía sobre la almohada, esto le hizo aumentar el deseo por ella. No estaba acostumbrado a sentirse de esa manera, su piel olía a rosas, la besó con delicadeza, mientras deslizaba una mano por sus piernas, alzándole la vaporosa bata, descendió por su cuerpo, ella lo observaba mientras desaparecía entre los pliegues de la bata, sintió el roce áspero de su mejilla mientras la besaba en dirección al lugar de su clítoris, sólo llevaba la bata de seda, estaba totalmente desnuda, en cuanto sus labios y su lengua lamieron y chuparon el botoncito, soltó un gemido. Se llevó una mano a la boca y se mordió el pulgar, mientras se entregaba al placer que le proporcionaba con sus manos y su boca, un placer embriagador. Sabía lo que pasaría cuando llegara al orgasmo, ahí terminaría todo. O eso pensó, hasta que él le provocó orgasmo tras orgasmo, uno tras otro, Sesshomaru gruñó de satisfacción al sentir en sus labios el sabor y escuchar sus gritos y gemidos. Ella no dejaba de retorcerse y aferrarse a las sábanas. De pronto, la sintió golpear el colchón con una mano.

- Tienes que parar!!, por favor no puedo más.

Le pidió con la vos entrecortada y jadeante.

Le dió una última lamida, antes de apartarse de ella. Se tumbó a su lado , respirando de manera rápida, su cuerpo se encontraba tenso, no estaba saciado.

Ella se apoyó en su pecho, se encontraba cansada y más que satisfecha, por dios, quien le había enseñado a este mozalvete a ser tan bueno con los labios.
Se dió cuenta que él respiraba con dificultad, la tenía muy dura y muy grande.

- Te duele?

Lo escucho contener el aliento.

- Sí.
- Puedes satisfacerte, solo?
- Sí.
Mirándola a los ojos, pregunto.

- Quieres mirar mientras lo hago?

No espero que le contestará, tomó la mano con que lo acariciaba y empezó a moverla, sobre su erección, cerrando los ojos.

El sexo no significaba nada par él, lo hacía por que era lo que se esperaba que hiciera, no por que le gustará, se había masturbado delante de tantos clientes, que había perdido la cuenta, por alguna razón que aún no lograba entender, la gente encontraba eso placentero, ver la sodomía y la masturbación de otros, podía ser asqueroso. El ya no sentía el alivio del orgasmo, sólo era un momento de placer que no duraba.

Midoriko,  estaba ahí  por que sentía curiosidad por él, quería saber qué tanto sabía, y está sesión le dió un atisbo del gran amante en qué se había convertido, le habían hablado de él, y no eran mentiras.
Sesshomaru siempre supo que todo dependía de su habilidad para lograr que lo desearan . . . Las horas de sueño, la cantidad de comida . . . La dignidad.

Su padre si se enteraba, que estaba a punto de cambiar de lugar de "trabajo" lo moleria a palos, aquí habría más ganancias, pero su padre no percibiria más pago, era un trueque entre el que los trasladaba a los lugares de trabajo, a él y a Bankotsu y está mujer, dueña del local. La verdad era la primera vez que le agradaba estar con una mujer. Sus caricias eran tiernas y su piel suave. Se imaginó que se sentiría penetrarla lentamente. Aunque le habría gustado más, que lo abrazara, como si de verdad sintiera algo por él. La simple idea de que alguien lo quisiera de verdad aunque fuera un poquito, casi lo hacía sonreír . . . Casi. Pero no era idiota, sabía que en este oficio, los sentimientos no tenían cabida.

( Continuará)
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