El cielo en una mirada.
Los personajes y las imágenes utilizadas en la historia no son de mi propiedad. Todos los derechos a sus creadores.
Lenguaje y contenido fuerte.
Agradezco las portadas de yan_skiblue y de Mónica tadakatsu.
Una disculpa por la redacción.
Historia con derecho de autor.
<<>>, " ": Son pensamientos del personaje.
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"Dame, tan sólo una mirada . . . Y tendrás, mi mundo a tus pies"
La cena con su padre fue . . . Bastante extraña, su padre la había tratado con bastante, cariño? Si, se podía decir así, pues pregunto como estaba, como le había ido y sí estaba contenta, la verdad bastante extraño. Noto a su padre nostálgico y solitario, algo muy peculiar comparado a todas las cenas y comidas que compartía con él en la mansión, Kagome le pregunto si se encontraba bien y si ya había tenido su cita con el cardiólogo, a lo que su padre suspiró y le pidió que lo acompañará a su próxima cita que sería en un mes. Esto tenía preocupada a Kagome no sabía que le pasaba pero, no se atrevió a preguntar nada más por miedo a que se rompiera el ambiente cálido que, por una vez pudo percibir en su padre. Procuraría tener más comunicación con él y visitarlo seguido. Aún no sabía que tenía un invitado viviendo con ella, pero presentía que no le agradaría.
Sus pensamientos la tenían alejada del trabajo y, se encontraba mirando a la nada frente al ventanal de su oficina.
De pronto sonó el teléfono, y reconoció el número de Sango, tenía bastante trabajo y lo dejo sonar, en cuanto dejo de hacerlo Kikio entro por la puerta, Kagome levantó la vista de los papeles que revisaba en espera de lo que quería Kikio.
- Kagome, Sango no para de llamar y dice que la llames ahora , ya!!!
Kagome frunció el ceño y finalmente le pidió a Kikio que la comunicara.
- Gracias a Dios!!!
Grito su amiga antes de que Kagome pudiera pronunciar palabra.
- Mueve el culo hasta aquí y llévate a tu novio a tu casa. ¡ Ahora mismo!!!!
- No es mi novio! Es . . .
- Vaya, ¿Quieres saber lo que es?
Le pregunto Sango con un tono histérico.
- ¡ Es un puto iman de estrógenos, eso es lo que es! En este mismo momento estoy rodeada por un montón de mujeres cachondas, listas para violar al que se deje. Jack está muy divertido pero histérico, una gran publicidad gratuita, déjame decirte, lo que te vas a ahorrar en ella. E intentado llevármelo, pero no hay manera de salír de este caos. Te lo juro, cualquiera que lo viera pensaría que está un famoso aquí, no he visto nada parecido en toda mi vida, sólo en las galas del Oscar, y ahora ¡¡ Mueve tu trasero y ven a ayudarnos!!
La línea se cortó.
Kagome maldijo en voz baja y no le quedó más que pedirle a Kikio por la línea que cancelara todo lo que tenía para el resto del día.
Tan pronto como Kagome llegó al lugar, entendió lo que Sango había querido decir. Había un tumulto de mujeres al rededor de Sesshomaru y unas docenas más, se quedaban con la boca abierta al pasar por el lugar y verle. Las que se encontraban más cerca se daban de codazos para acercarse y llamar su atención.
Lo más increíble de todo, fue ver a tres mujeres que no le quitaban las manos de enzima, la mirada casi asesina de Sesshomaru al tratar de alejarlas, mientras una cuarta mujer le tomaba una foto.
- Gracias.
Le dijo con voz sensual una de ellas a Sesshomaru, antes de arrebatarle el celular a la que había tomado la foto.
Enseguida se inclinó para que apreciará su generoso escote, en un intento por atraer su atención, pero Sesshomaru la ignoraba de manera olímpica.
- Esto es algo maravilloso! Estoy impaciente por llegar a casa y enseñarle a mis amigas la foto, jamás creerán que me he encontrado con un modelo de portada de novela romántica, en el centro de Londres.
Algo en la postura rígida de Sesshomaru alertó a Kagome, que, no le gustaba la atención que tenía, era como un volcán a punto de hacer erupción. Sin embargo no se portaba de manera grosera y eso, era un logro.
De cualquier modo, bajo la aparente calma, se veía que estaba perdiendo la paciencia.
- Satisfechas?
El grito que se escuchó después del comentario sarcástico, al escuchar su profunda y ronca voz. Le puso a Kagome los pelos de punta, << Por favor mujeres, un poco más de dignidad.>> Pensó, pero, ¿cómo podía culparlas por comportarse como un grupo de adolescentes al ver a su cantante favorito?
De pronto, Sesshomaru miró más haya del mar de admiradoras en orgía hormonal, y la vió.
Kagome enarcó una ceja para indicarle que encontraba la situación, bastante divertida.
Inmediatamente, su semblante osco cambio. Clavando su dorada mirada en ella cómo un hambriento depredador que acababa de descubrir su próxima víctima.
- Con permiso.
Les dijo mientras se habría paso entre la multitud para dirigirse a Kagome.
Ella se dió cuenta de la inmediata hostilidad de las mujeres que la miraban con odio en masa, sin embargo, lo malo de todo fue el supremo deseo que la invadió he hizo que su corazón, comenzará a latir de manera rápida. Con cada paso que daba Sesshomaru, la sensación aumentaba al mil.
- Que bueno que llegaste.
La saludo Sesshomaru antes, de tomar su mano y darle un beso en el dorso, Kagome sintió una descarga eléctrica por toda la columna y antes de saber lo que pretendía Sesshomaru, la estrecho en sus brazos dándole un beso devastador en la comisura de la boca, muy cerca de los labios.
Ella cerró los ojos por el súbito mareo saboreando la calidez de sus labios, su aliento y su perfume. La sensación de los brazos que la envolvían con fuerza contra su pecho duro, comenzó a darle vueltas la cabeza.
¡Por el amor de Dios! Este hombre sabía cómo sacarla de control, no había forma de explicar todo lo que la hacía sentir en sus brazos, y su cuerpo . . . Kagome no había sentido nada parecido a esos músculos firmes y duros que la envolvían.
Una de las admiradoras susurro,
" lagarta" audible para todos, que rompió el encanto.
- Sesshomaru por favor . . . Nos están mirando.
Le murmuró.
- ¿Crees que me importa?
- Pues a mi sí!!!
Sesshomaru lanzó un gruñido y le dió un beso en la frente antes de ponerla en el suelo. Fue en ese momento que se dió cuenta que se había apoyado en él, y que la había levantado sin siquiera sentirlo.
Roja de vergüenza, Kagome fue conciente de las miradas de envidia de las mujeres, mientras las dispersaban y se hiban de mala gana.
Con la molestia dibujada en el rostro de Sesshomaru, la soltó, y se alejo un paso de ella.
- Por fin!
Dijo Sango con un suspiro.
- Casi puedo oír con normalidad. De haber sabido, que algo así funcionaria, yo misma lo habría abrazado y besado.
Kagome la miró con una sonrisa.
- Bueno, tu tienes la culpa de todo.
- Yo, por qué?
Kagome señaló el lugar donde se estaba realizando la sesión.
- No puedes mostrar a alguien como él, con sólo unos shorts y playeras en público, por dios Sango, ¿en que pensaban tú y Jack al traerlo aquí?
- Pues en que el lugar es genial, y se verían fenomenales las fotos con él aquí.
Jack entonces intervino.
- Haber señoritas, por favor estamos a -10 grados hace frío para ponerse a discutir en medio de la calle, además hay que vestir un poco a Sesshomaru.
Alguien tráigale una frazada!!
Y mientras Sesshomaru se ponía unos zapatos más cálidos, Kagome y Sango estaban distraídas con el aspecto de Sesshomaru, quien aún, con poca ropa, estaba para comercelo. Sango se fijó en Kagome, quien se mordía el labio viéndolo.
- Crees que todas sentimos lo mismo?
Le pregunto. Kagome volteó a verla y parpadeo.
- El qué?
- El magnetismo. Es cómo sí fuera el flautista de Hamelin y nosotras las ratas, hipnotizadas por su música.
Kagome se dió la vuelta y observo el modo en que las mujeres babeaban suspirando por él, incluso se detenían en mitad de la calle estirando el cuello para poder verlo.
- Qué es lo que tiene, que nos hace perder los sentidos?
Le pregunto a Sango.
Sesshomaru se acercó, y enarcó una ceja interrogante, mirando directamente a Kagome.
- Yo te hago sentir así?
Kagome suspiro antes de contestar.
- Sí, y no me siento a gusto.
- Qué es lo que sientes?
- Me haces sentir . . . Sexy.
- Cómo si fueras una diosa?
- Pues . . . Si.
Se acercó, pero no la tocó, aunque no hizo falta, su sóla presencia la abrumaba y la mareaba el ver esos profundos ojos dorados clavarse en sus labios y cuello. Kagome podía casi sentir el calor de su boca en el hueco de su garganta, pero ni siquiera se le había acercado.
- Yo puedo decirte de que se trata.
Le dijo de manera ronca y sensual.
- Es . . . Por qué eres muy guapo?
Sesshomaru negó con la cabeza, al mismo tiempo que le pasaba el dorso de la mano por la mejilla, Kagome cerró los ojos, disfrutando de la caricia y del intenso calor que se apoderaba de ella. Sesshomaru se inclinó más, para recargar su frente en la de Kagome.
- Se trata del hecho de que yo veo cosas en tí, que los demás hombres que te rodean no aprecian.
- Se trata del hecho de que tienes las nalgas más firmes, que he visto en mi vida!!!
Intervino Ayame, rompiendo el momento.
- Por no mencionar una voz y un acento que son . . . ¡Para morirse!
Me gustaría que me dijeran alguna de las dos, donde puedo conseguir alguien cómo él.
Sango lanzó una carcajada ante el sarcástico comentario de Ayame. A Sesshomaru no le hacía gracia el comentario y se giró para encararla.
- Míralo!!
dijo Sango señalando a Sesshomaru.
- Es un hombre! Y tú eres la persona más gay que conozco.
- Buen punto, pero bueno puedo apreciar sus atributos. Dime, ¿ Cuando fue la última vez que te topaste con un hombre que tiene un cuerpo tan marcado, con tantos músculos, y modestia aparte con un graaan "paquete".
Él es . . . Haber . . . Está buenísimo!!! Claro me gustaría más con unas buenas tetas . . .
Sesshomaru se acercó a Kagome y la tomó de la mano dispuesto a ignorarlas.
- Vamos a casa Kagome.
Le susurró, Kagome cerró los ojos ante el embriagante olor a cuero y hombre limpio, de Sesshomaru que le nublaban los sentidos, su aliento le acariciaba el cuello, lo tenía tan cerca, que vió cómo el iris de sus ojos se dilataban, era un hombre . . . que lo más seguro debía ser, espléndido en la cama, sin ningúna duda. Y resistiéndose para no abrazarlo, se dirigió a Jack.
- Vamos, hay que organizar otra sesión, pero, en un lugar cerrado.
Jack protestó.
- Qué sugieres? No contabas con todo este alboroto, además, les diste carta blanca a Sango y Ayame, por si no lo recuerdas.
- ok ya entendí, ahora lo dejo en tus manos y las de Koga, llevaré a Sesshomaru a calentarse y si necesitas algo estaré en mi casa.
- Muy bien, pero tengan cuidado.
- Por qué?
- Si hay una estampida de mujeres al verlo, apártate de su camino. Desde que llegaron las mujeres, no siento el pie derecho.
Kagome sonrió al imaginarse al grupo de mujeres posteando a sus colaboradores.
Se despidió de todos dándoles las últimas instrucciones. Comenzó a andar por la avenida sabedora de que Sesshomaru la seguía de cerca, le habían proporcionado ya una gabardina.
- Creo que debemos comprarte algo de ropa, ¿que tipo de ropa te gusta? Le pregunto mientras se detenía frente a una tienda de jeans.
- Para lo que tengo en mente, estar desnudos sería lo mejor.
Kagome puso los ojos en blanco.
- Tratas de escandalizarme, ¿verdad?
- Tal vez, debo admitir que me encanta verte sonrojar.
Y se acercó a ella. Kagome inmediatamente se alejo de él y siguió caminando.
- Será mejor llevarte a la casa para que te bañes y te cambies, no quiero que te enfermes.
Sesshomaru sonrió al verla temblar por su cercanía, y la siguió. Quizás en casa podría al fin, hacerla cambiar de parecer.
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Capitulo largo!!!
Gracias por votar espero sus comentarios, me ayudan mucho.
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