-Voy a morir, me seco en este puesto lady Tsunade, después de los exámenes chunin mandaré a Sasuke y algunas cuadrillas anbu a buscar a Naruto, no puedo esperarlo más tiempo, ya le di demasiado -la rubia volteó los ojos con fastidio -deja de hacer escándalo Kakashi, no seas dramático, vine aquí por un motivo, recibí una carta -Kakashi levantó el rostro con sorpresa -tengo la autorización del Daimyo para la sucesión del puesto kage a Naruto -ambos sonrieron felices -en cuanto los exámenes terminen lo buscaremos, regaremos el rumor de su toma de poder para el año que entra, le daremos tiempo para que regrese, mandaremos anbus a buscarlo, si en el camino salen opositores, nos dará tiempo a limpiarle el camino, le prometí a él y a Jiraiya darle ese puesto y no descansaré hasta dárselo, ¿entiendes? -el peliplata asintió -es la mejor noticia que he escuchado en años, los chicos se pondrán felices. Shikamaru ha encontrado algunas pruebas sólidas contra los ancianos, estoy seguro que con esto sacarán las garras y estaremos listos para limpiarlos -la rubia sonrió con maldad -malditos bastardos por fin caerán-

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-Chicos, cuando lleguemos tendrán que usar los sellos de chakra, no quiero problemas ttebayo -los pequeños asintieron -Narumi-nee, es mi turno de ir sobre papá, no seas envidiosa ttebane -Itami sonrió victoriosa -la espalda de papá es muy cómoda Itami-nee -Itachi sonreía divertido, abrió los brazos, los ojos de Itami brillaron de emoción, se lanzó a los brazos de su papá haciéndose bolita, Itachi la cargaba de las piernas mientras en su espalda llevaba a su otra rubia adoración Narumi -papi, es imposible que encontremos un hombre como papá, nos quedaremos solteras, eres muy afortunado ttebane -Itachi endureció el ceño -no encontrarán a nadie, son mis princesas y se quedarán conmigo -ambas rieron con diversión -están muy chiquitas para pensar en hombres, tienen diez años -las pequeñas se abrazaban mimosas a su padre.

-Tsuki-chan -Naruto veía con un brillo a su hijo mayor, sus ojos enormes ponían nervioso al pequeño -no -el rubio entró en depresión -te cargo Tsuki, no seas así, estoy chiquito pero fuerte, me da envidia tu papá -Itachi y las rubias reían divertidas por la depresión de Naruto -bien, no te cargaré, ya que no hay abrazo para papi, sacaré mis dulces y me los comeré egoístamente solo ttebayo -el rubio sacó una bolsita con dangos, todos giraron de inmediato su vista con un brillo de emoción, las pequeñas escurrían saliva, Tsuki tragaba pesado poniéndose nervioso, Itachi lamía sus labios -¿estás seguro que no quieres compartir cariño? -Naruto había metido una bolita en su boca, negó con maldad masticándolo lentamente -es mi momento de venganza cariño -guardó los dulces.

-Ita, ya estamos cerca -el azabache asintió, cambio su imagen por un chico de cabello blanco y largo con sus mismas facciones, pero sin las ojeras características de él, sus ojos adquirieron un marrón oscuro -papá se ve tan guapo hasta con henge -Naruto e Itachi rieron divertidos, el rubio hizo lo mismo, su cabello ahora negro, sus marquitas desaparecieron, sus ojos ahora eran verdes -papi también se ve bonito -el rubio sonrió divertido a Tsuki que era el más serio, sabía que buscaba con ser salamero, era muy inteligente como su padre -es verdad, muy bonito papi -Itachi asintió a las rubias -mi naru rubio es hermoso, pero este es bonito también -el rubio los vio con sospecha, volteó los ojos, sacó la bolsita de dangos -salameros, me ganaron con sus halagos, aquí tienen, coman -

Los cuatro sonrieron victoriosos, comenzaron a comer su bolita de masa cada uno -sus identificaciones por favor -el rubio entregó cinco pases, Tsuki hizo girar su sharingan para envolver a los guardias y que obviaran el nombre de sus padres, Itachi sobó sus cabellos orgulloso -pasen, la academia ninja está cerca de la torre Hokage, deben dar vuelta a la derecha al llegar a ella, deben registrarse para los exámenes, aún tienen tiempo, mucha suerte-

La familia sonrió, entraron al lugar, caminaron con cuidado, Naruto veía con ilusión todo, principalmente el monte Hokage -estoy seguro que cuando se enteren que volviste tu cabeza brillara en ese monte Naru -sus hijos lo vieron con emoción -¿la cuarta cabeza es la del abuelito Minato? -el rubio sonrió emocionado -así es, la siguiente es de la abuela Tsunade, la de mi sensei Kakashi y la siguiente será la mía si las cosas salen bien -la familia vio con orgullo al rubio, llegaron a la academia a las inscripciones -nombre- los pequeños asintieron, Itachi respondió -Narumi, Itami y Tsuki, mandamos la solicitud de inscripción hace un mes -el shinobi asintió -estan registrados, aunque la edad -Itachi con velocidad giró su sharingan -aquí están sus pases, pueden pasar, el examen escrito es en el cuarto piso, son el equipo ochenta y cuatro-

La edad era un limitante sino conocían sus habilidades, pero nada que el sharingan de Itachi no pudiera arreglar, su hijo era alto de tes blanca, cabello azabache y ojos azules, con él no había problema, pero sus hijas eran pequeñas y llamaban mucho la atención, ambas usaban una coleta alta, eran idénticas, su tes blanca como la suya y los ojos azules, Tsuki tenía un parecido a su abuela Mikoto, se había formado en una bolsa distinta a sus hermanas quienes compartieron bolsa, eran gemelas iguales, bastante parecidas a su abuelo Minato, su mirada afilada y penetrante llamaba mucho la atención, más que nada porque muchos adultos recordaban al cuarto.

-Tsuki -el azabache vio a su padre, asintió al saber sus intenciones -las cuidaré papá, no te preocupes -los tres chicos eran poderosos, por eso decidieron llevarlos a los exámenes, la pareja los veía con cuidado y emoción -será mejor buscar la casa de tus padres Naru, el barrio Uchiha ya no existe -ambos asintieron, podía observar lo enorme que era Konoha ahora, vieron el tren pasar por el centro de la aldea, estaban maravillados -Kakashi ha hecho un excelente trabajo -el pequeño asintió -ya calentó bastante mi lugar Ita -ambos rieron, al llegar detrás del monte Hokage encontraron la casa estilo oriental de un piso, con varias habitaciones, se encontraba tras una barrera invisible al mundo. El rubio invocó cientos de clones para limpiar, arreglar y desempacar, poner bonito el jardín y todo lo necesario para poder habitar la casa -vayamos a comer cariño, se hace tarde, quiero probar ese ramen de Ichiraku del que tanto hablas -el rubio sonrió con emoción, asintió con velocidad.