Capítulo 12
Por la mañana nuevamente escuchó su puerta abrirse con sigilo, había pasado algunos días, cada día veía mejor y se sentía mejor, sintió al rubio sentarse a su lado nuevamente, con cariño retiró un cabello de su rostro dejando una suave caricia en él, su mano se coló nuevamente por su playera tocando delicadamente su abdomen, podía sentir esa corriente eléctrica nuevamente, como su cuerpo quería responder a esa suave sensación, su pequeña mano se colocó en su pecho, el calor de nuevo cubrió su cuerpo, podía distinguir una luz amarilla através de sus párpados, lo suaves labios del pequeño besaron nuevamente su frente, esta vez su mano libre acarició su mejilla hasta llegar a sus labios, podía sentir su índice recorrerlos suavemente, su mano se retiró de su rostro.
Naruto se inclinó un poco sobre el mayor, lo observaba con cuidado, su hermoso rostro relajado, pensaba si hacerlo, quería besarlo, podía sentir su respiración chocar con la suya, apretó su puño con frustración, se alejó del azabache balbuceando -Naruto idiota, si lo haces, te despreciará -Itachi estaba seguro que lo besaría, podía sentir su respiración sobre sus labios, en lugar de enojarse, el Uchiha había anhelado ese contacto, se entristeció al sentir que se alejaba, abrió sus onix con sorpresa al escucharlo, a pesar de la oscuridad podía verlo bien, por fin podía distinguirlo y darle un rostro a su imagen mental que diario intentaba formar, deseaba verlo, deseaba conocer su rostro, era pequeño tal como se imaginó, su nariz era respingona, sus labios eran gorditos y pequeños, de un color rosadito, sus ojos, sus ojos eran hermosos, dos grandes lagunas azules derramándose a su lado, podía recordar haber tocado su cabellos en picos, pero ahora lo veía largo como el suyo, en media coleta bastante floja dejando caer algunos cabellos en su rostro, no traía su chamarra, simplemente una playera blanca hogareña y unos pantalones naranjas. La mano de Naruto comenzó a retirarse acariciando su pecho, observó como un sonrojo lo cubrió, el menor cerró sus gemas disfrutando demasiado tocar la piel del azabache.
La piel del Uchiha nuevamente se erizo a su toqué, levantó su mano, atrapó la del pequeño aún en su abdomen en un movimiento rápido. Naruto abrió sus ojos con terror a ser rechazado. Itachi lo veía con cuidado, el rubio veía sus onix con duda, pareciera como si lo estuviera viendo, no se veían perdidos como siempre, la otra mano del azabache se levantó, tomó su cuello por la nuca, jaló del pequeño, robó un beso de sus labios. Naruto abrió sus gemas con sorpresa en un evidente shock, reaccionó, cerró sus ojos disfrutando del contacto entre sus labios y sus cuerpos, la mano de Itachi soltó el agarre sobre la muñeca del pequeño, entrelazó sus dedos suavemente apretando su mano. La lengua del mayor se coló en su pequeña boca con cuidado, comenzó a acariciar la lengua del menor con la suya, sus labios en movimientos suaves reconocían la textura y sabor del otro, la electricidad corría por sus cuerpos con fuerza, su piel se erizaba deseando más del otro, el beso comenzaba a fluir suavemente, la mano en el cuello del pequeño viajó a su pequeño rostro acariciándolo con cariño. El aire comenzó a faltar, tuvieron que separarse, Itachi junto sus frentes suavemente -no puedes intentar darme un beso y huir -el pequeño sonrió feliz frente al mayor -deseaba besarte demasiado -susurró el rubio con cariño.
El Uchiha sonrió, besó suavemente sus esponjosos labios una y otra vez lentamente -gracias pequeño -el Uzumaki lo vio con confusión, giró su rostro con duda, el azabache lo vio con emoción, se veía tierno -gracias por regresarme la vista y mi vida -el pequeño se sonrojó demasiado, sus ojos se pusieron brillosos, un suave puchero se dejó ver, efectivamente, el pequeño era adorable -no quiero que me agradezcas, lo hice egoístamente, no quería que me dejaras, no quería que murieras, te quería a mi lado, no quería que te alejaras de mi -Itachi lo veía detenidamente, acariciaba su rostro con su pulgar suavemente -¿por qué? -el rubio bajó el rostro con vergüenza mordiendo sus labios con inseguridad, levantó sus gemas viendo los onix que no lo perdían de vista, se sintió hipnotizado por su mirada, su boca se movió sola -porque te amo-
Itachi recordó aquel susurro cuando tenía fiebre, sonrió con cariño para él, era evidente lo que le despertaba el menor, se había dado cuenta en estos días, su cuerpo respondía a su suaves toques, a su cercanía, a su aroma, a su respiración, era feliz con él a su lado -también te amo -el rubio abrió sus gemas demasiado, lágrimas comenzaron a salir de sus gemas, una sonrisa hermosa salía de sus labios, el azabache no pudo más con la imagen, jaló nuevamente de su rostro, comenzó a besarlo con cariño, ambos sonreían como bobos entre besos.
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