III

Un día, un olor muy extraño se esparció por nuestra parcela y un humo negro nos nubló la vista hasta quedar totalmente ciegos.
Al oeste de los prados Girasol hubo un incendio que avanzaba a nuestro territorio, y a pesar de que el fuego cesó tiempo después, incinerando millones de hortalizas y demás cultivos, el fuego no llegó a mis seres queridos. Todos estábamos bien.

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