《❀》17 《❀》
Frente a una gran residencia se encontraba un joven omega acompañado de sus padres, el chico les había contando de sus síntomas, por lo que sus padres comprendieron lo que sucedía y preferían arriesgarse que perder lo que más querían. El omega estaba asustado, ya conocía la residencia Minamoto esta no había sido su primera vez en este lugar, había venido con anterioridad junto a su padre, pues este buscaba una forma de juntar las acciones de los Minamoto con las de él, pero siempre terminaban en malos tratos, pues el señor Minamoto no confiaba en que un omega fuera heredero de un cargo tan importante, como lo era dirigir negocios, creía que un omega solo servía para satisfacer a los alfas, que eran débiles y poco inteligentes, eso le molestaba mucho al padre de Akane pero trataba de ocultarlo para poder hacer aquel trato, pero luego de los mismos rechazos y no poder hacer entender a aquel hombre sobre el concepto que un omega también puede hacer actividades como los alfas, decidió no volver a insistir y enfocarse en sus propias prioridades.
Akane aun recordaba con claridad como fue su primer encuentro con el padre de Teru; fue en una cena de negocios, la familia Minamoto, Aoi y una tal familia Nanamine, estaban presentes ese día, Teru y Akane tenía casi dos semanas de haberse visto luego de ese accidente, pero preferían no hablarse por pena y miedo a que los regañaran por su "descuido", esa noche Ao y Akane estaban juntos como de costumbre, los adultos hablaban entre ellos, los menores claro que preferían no meterse a las conversaciones y por eso estaban lejos de ahí, la chica beta estaba contándole a su compañero como había estado su día en la escuela, este ponía atención a cada palabra, por que, aun sabiendo quien era su pareja destinada, aun tenía sentimientos más fuertes por la beta. La chica estaba muy feliz hablando cuando noto algo a lo lejos y esa era la mirada de un chico rubio, ella estaba muy confundida por la mirada del chico, pues era la primera vez que lo veía, aun que eso le llenaba de curiosidad por que no todos los día un guapo alfa te ve de una forma tan intensa, la chica estaba muy atraída por aquel chico, era como un amor a primera vista y eso le emocionaba, el pelirrojo noto esto en su amiga y decidió indagar haber si descubría algo.
—¿Estas bien Ao-chan? ¿Pareces preocupada?
—se sobresalta un poco— pe-perdón Akane-kun...
—ve de reojo al alfa— ¿Lo conoces?
—niega— no lo había visto, creo que es el hijo del señor Minamoto....—en un susurro— aun que me gustaría conocerlo
Esto ultimo creyó la chica que su amigo no lo había escuchado, pero el pelirrojo lo escucho muy claro, obvio no diría nada, pues quería saber que más sentía la chica.
—Ao-chan...¿Crees en las parejas destinadas?
—lo mira— ¿eh? No Akane-kun, eso ya no existe—suelta una risita—.
El chico suspiro por lo dicho de la de cabellos índigo y se retiro, excusándose que iría al tocador, la chica solo asintió y se quedo sentada esperando a que volviera.
Mientras tanto con los mayores, la platica estaba un poco tensa, pues el señor Akane había dicho que su hijo omega iba a ser encargado de sus empresas cuando tuviera la edad legal, provocando un ligero descontento en la familia Minamoto y Aoi, esta ultima aun sabiendo que su hija Akane iba a casarse con el chico, no creían que el omega fuera la mejor elección para el cargo, tenían más en mente que su hija se encargara, una beta tenía más capacidad que un omega, aun si este era un chico. La familia Minamoto también estaba en descontento por eso, por lo tanto decidieron no involucrarse y por ultimo, la familia Nanamine, que recién ingresaba al área de negocios en Japón, estaban neutrales en su decisión, pero aun así apoyaban al señor Akane, sus propuestas eran muy buenas y de buen beneficio, que importaba si un omega dirigía una empresa, si sus padres le tenían confianza, significaba que no había problemas.
Unos minutos despues estaba culminando la reunión y los invitados estaban despidiéndose, sin saber que ahí iniciaría un problema.
—le extiende la mano— fue un gusto conocerlo señor Minamoto
El hombre vio con asco al chico pelirrojo y solo se limito a darle una mirada de molestia.
—baja la mano avergonzado—.
—pone su mano sobre su hombro— descuida hijo, la gente a veces no esta bien educada
El alfa tras escuchar esas palabras vio al hombre con molestia y se acerco amenazante.
—¿Disculpe? El que no tiene educación es su hijo, ¿Cómo se atreve a decir eso de mi? ¿No ve que ese omega me ha hablado como si fuéramos cercanos? Ese chico para lo único que servirá será para complacer alfas, debería tomar en cuenta eso
Lo dicho por el alfa rubio sorprendió a todos los presentes y el hombre pelirrojo aparto a su hijo para encarar al contrario sin dañar al omega.
—¿Cómo se atreve a hablar de esa forma de mi hijo? ¡Frente a mi!—habló de forma firme—.
—Solo digo la verdad
El omega pelirrojo salió de atrás de su padre, colocándose en medio de ambos alfas y viendo directamente al mayor rubio habló con firmeza.
—su insulto fue tan vació que se nota su inteligencia, oh señor alfa ¿Yo? Yo seré un gran triunfador ¿Acaso no lo ve? No, ni eso puede hacer bien
Las palabras del chico, sorprendieron a todos los presentes y esa acción sería recordada por el alfa rubio para siempre, provocando un odio hacía el menor y su familia.
[ .... ]
El joven pelirrojo aun seguía afuera junto a sus padres esperando, pero unos minutos despues apareció una beta que trabajaba ahí, invitándolos a pasar, sin saber las consecuencias que podría traer.
La pareja y chico estaban esperando a ser recibidos por el señor Minamoto, pues la sirvienta había dicho que anunciaría su llegada al señor de la casa.
Mientras tanto, un chico rubio, estaba acostado en su cama, no había logrado dormir desde que murió su mamá, estaba cansado y creído que el sueño iba a vencerlo, comenzó a inquietarse, sentía el aroma de su omega, algo imposible pero enserio rogaba que fuera verdad. Con pesar se levantó de su cama y camino torpemente a hacía la sala de estar de la casa, pero antes de bajar las escaleras escucho como su padre gritaba alterado.
—¡ESA ES UNA FALTA DE RESPETO! ¡Llegar a dar su lastima a una casa donde recién falleció una persona!
—Señor Minamoto, nosotros no tenemos esa intención usted está mal inter-
—¡Cierre la boca! ¡Usted y su maldito omega solo me causan problemas!
El chico rubio que observaba todo, estaba anonado por las palabras que salían de la boca de su padre, sus ojos llenos de coraje se cruzaron con los del omega pelirrojo que se mantenía callado viendo la pelea. Cuando conectaron miradas el omega pasó de lado al alfa mayor que gritaba, el mayor cuando vio la acción de este, dejo de gritar y se dirigió hacía el menor.
—¡Detente maldito omega!
Esas fueron las palabras que sacaron de su trance al ojiazul y al fin pudiera decir algo.
—¡Tu cállate! ¡No tienes permitido gritarle de esa forma a mi omega! ¡Él es mi destinado!
El chico pelirrojo que subía las escaleras se quedó quieto, estaba en shock, en serio que lo había sorprendido el alfa, nunca creyó que diría eso sobre él, el ojiazul iba a acercarse hacía el menor pero antes de poder llegar a él, el Alfa mayor jalo al omega hacía atrás, sin darle tiempo a ninguno de los dos de poder tocarse y provocando una fuerte caída en el ojirojo.
[ .... ]
En la puerta de un cuarto de hospital, se encontraba un chico de cabello rubio, viendo al omega que estaba sentado en la camilla con unas vendas alrededor de su cabeza, la caída que tuvo lo había dejado inconsiente, nada grave, según el informe médico, el problema que le lastimaba el alma al alfa, era que el chico había perdido la memoria, tenía vagos recuerdos, si, pero no del todo, pronto los recuperaría pero era un proceso lento y que tenía que realizarse con cuidado, cuando la madre informó de esto al alfa, se le partió el corazón al chico, pues al parecer el omega había olvidado por completo todo acerca del alfa.
El chico rubio se sentía culpable por lo que le había pasado y sin pensarlo más, tomo la decisión de alejarse por completo, era lo mejor, así...protegería a su omega.
[ .... ]
Actualmente una joven de cabellos índigo estaba muy sonriente, tomando de una taza de té junto a su amiga y acompañante, un chico pelirosa que últimamente estaba junto a la omega de cabello bicolor. Ambos omegas estaban algo asustados por la sonrisa de la beta, no tenían nada en contra de que la gente fuera feliz y sonriera, pero esa sonrisa de la beta les daba una mala señal.
—Ao-chan...¿Esta todo bien?
—la mira— ¿Uhm?
—¿nos estabas ignorando?...jum—se cruza de brazos haciendo un puchero—.
—ríe nerviosa— no creo que sea eso Mitsuya-kun, seguro es otra cosa ¿Verdad?
—le sonrie— si Nene-chan, son cosas buenas...—sonrie y levanta su taza para tomar té— cosas buenas...
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#Próximo capítulo, explicó algo, ahorita estoy cansada por escribir el capítulo.
Esperando sea de su agrado, me despido y no lo olviden, si tienen preguntas, pueden hacerlas.
Bye! <3
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