El viento acariciaba la arrugada cara de (Tn) su cabello canoso ondeaba con el viento y suspiraba tranquilamente, sentada en una silla, conectada con su entorno, y a pesar de haber pasado por muchas dificultades en su juventud, se sentía bien, en paz consigo misma y con lo que la rodeaba.

No era una anciana común, pues simplemente el hecho de que no se quejaba de todo, no era gruñona y no se molestaba con nada, era un gran milagro para Celeste. Ella era su enfermera, que a una edad muy joven de tan solo quince años había empezado a trabajar con personas de la tercera edad.

Y hasta sus veintitrés años, Celeste se había topado con muchos tipos de abuelitos, pero (Tn) la había sorprendido lo suficiente como para que ella disfrutara cada vez más de la compañía de la señora.

La observó, y como siempre se preguntaba, ¿Como le habría hecho esa señora para no ser amargada?.

Hoy sería el día que le preguntaría, ya era suficiente de hacerse la misma pregunta y nunca tener respuesta, caminó hasta estar frente a la viejesita, y se sentó en el suelo cruzando las piernas, pero antes de hablarle a la mayor, esta preguntó con su voz ronca.

-¿Que es lo que te intriga linda?-la miró con sus cansados ojos viejos, arrugados por el tiempo y una sonrisa dulce.

-Uh...Bueno, no es para molestarle señora (Tn), pero, me intriga como es que usted a esta edad, es tan tranquila-dijo la más joven, apoyando su cabeza en la palma de sus mano.

-Eso mi querida, es estar contento y enamorado-respondió la mayor, llenando de más curiosidades a la joven-pero, el amor de mi vida, lo veré en mi próxima vida-dijo ella ensanchando más su sonrisa.

-¿Quien es él?-preguntó Celeste-O bueno...¿era?, ¿Como se conocieron?-estaba llena de curiosidad en ese mismo instante.

A (Tn) se le iluminaron sus cansados ojos, eh instantáneamente parecía como si tantos años hubiesen retrocedido en su mirada, así invitando a la joven a escuchar.

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La historia comienza con un intrépido viaje a la India, ella tenía sus veintiún años recien cumplidos, pero a veces tenía una forma de comportarse, que simplemente a veces las personas se preguntaban si era una niña dentro de una mujer.

Iba a visitar a su prima, pues esta se había mudado a la India por cuestión de estudios, de vez en cuando no era malo visitar a la familia ¿no?.

Llegando llamó a su prima, esta la fue a buscarle, ambas entusiasmadas de volver a verse. En el camino hablaban animadamente, entre recuerdos y anécdotas de la niñez y juventud, entre tanto y tanto, su prima le contó que estaba tomando clases de meditación con un monje budista.

(Tn) la miró incrédula, ¿un monje?, por lo poco que sabía,los monjes budistas casi no salían de sus templos, que eran personas calladas, serias y reservadas.

Su prima le explicó que aquel monje daba clases a ella porque era un monje viajero, y bien, ella también quería aprender la tranquilidad y la conexión con su entorno, así que tras rogarle muchas veces al monje, este por fin aceptó.

Cuando llegaron (Tn) se instaló en su habitación, según su prima, aquel monje vendría ese día entre las nueve y diez de la noche, seguramente la (C/C) estaría despierta a esa hora, pues tenía la mala maña de acostarse mega tarde.

Y así pasó el día con su prima, que la había llevado a ver varios lugares, pararon cerca de un templo, un lugar turístico, muy lindo, las personas iban y venían, (Tn) paró cerca de un puente, mientras su prima compraba algunos dulces, mirando la pureza del agua con pequeñas flores de loto, era placentero que lugares así no estuviesen afectados por la contaminación que producen los seres humanos.

Cerró los ojos y disfrutó del aire que se respiraba, olvidándose de su entorno, olvidandose que las personas existían, conectándose consigo misma y con su propio universo.

De la nada sintió a alguien posarse a su lado, y en cuanto abrió uno de sus ojos, notó los hermosos cabellos rubios que ondeaban al aire, era un joven alto, con musculatura poco definida, y también mantenía sus ojos cerrados, el chico vestía unas túnicas, lo que le daba a entender que era un monje.

Ella se impresionó, pues nunca antes había visto a alguien tan bello en su vida, y lucía algo intimidante, no disimuló y en un instante el joven volteó a mirarla, con unos hermosos ojos del color del cielo. Ella sintió que el corazón le daba un salto, eh inmediatamente desvió la mirada.

-Disculpe-.

-No se preocupe-.

Y quedaron en un silencio algo incomodo. Cuando ella estuvo segura de que su cara ya no ardía volteó a donde él estaba, pero, como si de una alucinación se tratase, él ya no estaba, no se había dado cuenta en que momento se fue, pero se estaba arrepintiendo como nunca de haber entablado tan siquiera una pequeña conversación con él.

Siguió en una especie de dilema, mientras comía un bocadillo que su prima le había regalado, ella le hablaba, pero (Tn) estaba más en las nubes que en la tierra misma.

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-Que triste-interrumpió Celeste lamentandose por la señora.

-Si-dijo la viejesita-pero digo que cuando el destino se empeña en juntarte con alguien, no puedes hacer nada-.

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Llegaron a eso de las ocho y media a la casa de la prima de (Tn), ambas exhaustas, pero felices, luego cada una se fue a un baño para acearse.

Más al rato, llegó el maestro de la prima de (Tn), pero cuando esta lo vio, quedó aún más impactada. Era el mismo joven rubio con el que se había cruzado ese día, y este al verla esbozó una sonrisa casi invisible.

Sin haber cruzado palabra, (Tn) decidió sentarse en algún lugar en silencio a ver las clases de meditación de su prima, era curioso, varias poses ni las sabia, se podía decir que a veces era incluso más atenta que su propia prima en la clase.

Luego alumna y maestro se dieron un pequeño receso, en el cual la prima de (Tn) la invitó a que comiera con ellos unos pequeños postres con té, ocasión en la que la prima de (Tn) aprovechó para presentar a su maestro con la (C/C).

(Tn) quería creer que imaginó el tono pícaro de su prima al presentársela a su maestro, y nuevamente como en su primer encuentro Shaka—pues así se hacía llamar—y (Tn) volvieron a quedar en silencio.

Ya el reloj marcaba las diez y media de la noche cuando la joven (C/C) se levantó ignorando la mirada del joven que no se despegaba de ella desde hacía un buen rato.

-Eh...Bueno...creo que iré a pescar-y antes de que su prima argumentara, salio por la puerta principal a la velocidad de la luz.

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-¿Que?-preguntó Celeste extrañada-¿pescar a las diez y media de la noche?-terminó en una risa, extrañada.

-Si, lo sé-(Tn) la había acompañado en su risa de forma juguetona-pero fue lo primero que se me ocurrió en aquella situación-era divertido recordar sus formas masivas de escapar de ese tipo de situaciones.

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Salió y empezó a caminar, ¿que ironía no?, salir a pescar a las diez y media de la noche y sin caña de pescar.

Pasó por un lago cercano, disfrutando de su belleza, de su sincronía con la naturaleza, pero sintió que hojas crujían a sus espaldas, por lo que en un impulso tomo una rama cercana y trató de pegarle a aquello que tenía detrás.

Dandose cuenta que había sido detenida por la firme mano de aquel rubio, que con los ojos cerrados arqueaba una ceja, un tanto impresionado por los reflejos de la joven.

-Lo siento-ahora sí, en esemomento deseaba con toda su alma que en ese momento la tierra se abriera y se la tragara, bajó la mirada esperando un regaño por parte del mayor.

-Buenos reflejos-felicitó él, por lo que la (C/O) levantó la vista confundida, topándose con aquella sonrisa, que hizo a su corazón estremecerse.

-Gracias-soltó aquella rama y desvió la mirada, rascándose la nuca, frunciendo los labios, estaba nerviosa, pues ni sabía que más decir-Bueno, yo creo que debo irme-pero aquel hombre le sujetó la muñeca de forma delicada.

-Espera...-le suplicó, ella volteó a mirarlo y por lo que Shaka soltó su muñeca-se que suena extraño, pero...quisiera conocerte mejor...-se explicó él haciendo una mueca, pues no estaba acostumbrado a querer profundizar con un extraño

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-Así empecé a conocerle y él a conocerme a mi, tras tantas ironías conocí a mi único amor con el único pretexto que el sentía emanar de mi un aura buena-dio una rodilla la mayor.

-Que lindo-Celeste parecía una niña pequeña, si bien había algo que disfrutara de su trabajo, era escuchar las historias de sus mayores.

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Pero entre tanto y tanto, (Tn) empezó a notar más distante a Shaka, ya no venía a la casa de su prima y cada vez que se veían por ahí él trataba de evitarle. Por lo que un día lo confrontó, llevándose una gran sorpresa.

-Estoy siendo perturbado-confesó él-perturbado por ti...cada vez que te me acercas siento que no puedo controlarme, y no porque te odie...no...es porque te estoy empezando a amar-Shaka estaba desesperado, y cerca de ella, sentía que el corazón se le iba a salir del pecho.

(Tn) había quedado muda, pero sin que se lo ordenara a su cuerpo, este empezó a moverse por su cuenta, hasta quedar frente a él, hasta rodearlo con sus brazos y sumirse en un abrazo.

-Al final...yo también te estoy empezando a amar-confezó.

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-¿Por que nunca se casaron?-la más joven preguntó a la mayor.

-Porque el había jurado desde muy pequeño su voto de castidad-respondió la mayor, pero ningún destello de amargura apareció en su voz-respetó su juramento y yo tambien-al decir esto, acarició un pequeño anillo de oro que relucía en su dedo anular.

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Al paso del tiempo los jóvenes cada vez se querían más, pero como todo tiene su final, el romance de ellos no iba a ser la excepción.

Shaka tenía que irse, pues debía congregarse en un templo del que no iba a volver a salir nunca más. Cuando fue a confesarse lo a la (C/C), esta quiso llorar, pero reunió todas las fuerzas para no hacerlo.

En cambio, sacó una pequeña cajita, ahí estaban dos anillos, ya que no podían casarse, al menos harían un juramento.

-Yo volveré a ti en la próxima vida, y nos amaremos hasta el fin de los tiempos-recitó él con las palabras de su corazón.

-Yo te espera en la próxima vida, y me quedaré a tu lado, hasta que mi corazón deje de latir-recitó también ella, con las palabras de su corazón.

Y así tras aquel juramento, aquellas dos almas quedaron selladas para toda una existencia.

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-Que hermoso...y triste-Celeste acarició una lágrima traicionera que bajaba por una de sus mejillas, tan linda historia de amor, pero tan triste.

-Yo no lo concierto así linda-acarició la cabeza de la menor-si puedo decir que fue hermoso, pero jamás triste, el fin de una historia, es el comienzo de otra-Celeste alzó su cabeza, topándose nuevamente con la sonrisa de la mayor, por lo que sin pensarlo dos veces se la regresó.

Ahhhh, eh de decir que este one-shot me encantó, se que debí hacerlo por orden de caballero, pero así es aburrido, yo rompo las reglas xd, además, saben que son 1857 palabras!?!!!? Hacía mucho no escribía así uwu.

Bueno, espero que les haya gustado este primer one-shot de la rayisxpersonaje, vendrán más, esperenlos con paciencia, sin más que decir, me despido uwu/.