La pequeña abrió la puerta de entrada secándose el sudor que bañaba su frente. Aquel verano estaba siendo demasiado caluroso y la niña necesitaba agua fresca para poder seguir sobreviviendo, pero un aire frío inundó su cuerpo al entrar dentro de la casa.

Cerró la puerta con cuidado y pasó al salón, pudiendo ver a su abuela sentada en el sillón con un libro de medicina en su mano y una botella en la otra.

(Tn) - Abuela. -le dijo sorprendida por verla allí. - ¿Ya saliste del hospital?.

Kureha - Vuelvo esta noche. -le dijo viéndola. - ¿Estuviste con Sanji y tus nuevos amigos?.

La pequeña asintió sonriendo dejando las llaves en la mesa y acercándose a su abuela.

(Tn) - Es bonito llegar a casa y verte. -le dijo en tono bajito y triste. - Siempre estoy sola...

La mayor la miró durante unos segundos y sonrió un poco.

Kureha - Ya mismo estarás en el internado, dejarás de sentirte sola.

La niña se mordió el interior de la mejilla bajando la mirada al escuchar aquello.

Permanecieron unos segundos en silencio hasta que la pequeña se atrevió a hablar.

(Tn) - Abuela... -susurró llamando la atención de la mayor. - ¿Crees que soy una carga...?

Kureha la miró sorprendida por aquella pregunta posando el libro en su regazo.

Kureha - ¿Por qué dices eso?.

(Tn) - Desde que papá y mamá... murieron te hiciste cargo de mi. -le dijo. - ¿Me llevas siempre a internados para no verme...?.

Kureha - El calor te ha achicharrado el pensamiento. -le dijo haciendo un gesto con la mano restándole importancia. - Ve a echarte agua en la cara.

La niña hizo un gesto triste con la boca sintiendo sus ojos empañarse y se separó de su abuela para ir al baño, pero cuando se iba a adentrar en el pasillo la voz de la mayor la detuvo.

Kureha - No eres una carga para mi. -confesó. - Te llevo a internados porque son los que te formarán para tu futuro como médica.

(Tn) la miró. - ¿Seré médica...?

Kureha - Una de las mejores, pero para eso debes estudiar mucho, cuando acabes los estudios trabajarás conmigo.

(Tn) - ¿Y pasaremos más tiempo juntas...?

La mayor asintió y ella sonrió más ampliamente.

Kureha - Anda, ve a lavarte la cara.

Los días pasaron, y la fecha tan esperada por los niños para irse a la playa llegó, y la emoción en ellos se palpaba en el aire al verlos tan entusiasmados esperando la hora de salir.

Zeff - En el maletero llevas varias bolsas de comida. -le dijo cruzándose de brazos viendo al mayor. - Trae a los niños vivos.

Garp - No me los voy a comer. -dijo riendo mientras lucia una camisa hawaiana roja y unos pantalones cortos azules con sandalias.

Luffy - Ace casi se olvida su flotador de pato shishishi.

Sabo - Se pasó inflándolo toda la noche.

(Tn) - Ah no sabes nadar. -lo miró.

Ace - ¡Si sé!.

Sabo - Sólo sabe hundirse.

Ace - ¡Mentira!

Luffy - Shishishi... oh. -exclamó viendo al otro lado de la calle. - Los Sanjis de colores.

Sanji - No uses mi nombre...

(Tn) miró en aquella dirección cruzándose con la mirada de Ichiji, quien parecía observarla a ella. Una mirada que al cruzarse con la de él provocó que el joven bajase la mirada sintiéndose extraño.

Sabo - Mejor subamos ya, abuelo.

Garp - Si, si. -dijo ajeno a todo. - ¿Lleváis todos vuestra mochila con el bañador?.

Todos asintieron al unisono.

Garp - Pues subid, quiero llegar a mi tumbona. -anunció abriendo la puerta. - Luego te devuelvo a Sanji.

Zeff asintió despidiéndose de los niños, quienes se subieron al coche ilusionados por aquel viaje.

En los asientos de atrás se subieron (Tn), Sanji, Ace y Luffy; y en el del copiloto se subió Sabo, quien se encargaría de guiar a Garp por la carretera usando el mapa.

Sanji observó a su amiga, quien iba mirando por la ventanilla moviendo sus piernas tiernamente en el aire al no llegar al suelo.

Sanji - Te estaba mirando. -le dijo en tono bajo.

(Tn) - ¿Eh? -musitó mirándolo.

Sanji - Ichiji, te estaba mirando. - aclaró.

(Tn) - Oh... -lo miró en silencio durante unos minutos, sintiendo que su amigo esperaba alguna otra respuesta. - No hablo con el, Sanji. -le dijo. - La última vez fue aquella que te dije.

Sanji - Vale... -susurró.

Ace los miraba en silencio y aquel trayecto to se hizo ameno y divertido, en especial cuando Luffy puso su lista de canciones estrañas y animadas comenzando a cantarlas todas a pleno pulmón.

Una vez llegados a la playa, se bajaron a prisa sacando todas las cosas del maletero y corrieron hacia la orilla.

Sanji - ¡Qué bonito!. -exclamó con una sonrisa viendo el mar.

Sabo - Vamos a ponernos el bañador en las casetas de vestuario de allí para poder entrar al agu... ¡Luffy!

(Tn) se tapó los ojos de forma rápida mientras Sanji y Ace comenzaban a reír viendo al pequeño monito con el pantalón bajado.

Luffy - Aquí puedo ponérmelo. -le dijo tomando su bañador.

Sabo - ¡Aquí no se hace!.

Luffy se puso el bañador y puso una mano a cada lado de su cadera riendo.

Luffy - Ahora vosotros, venga. -dijo animando a sus amigos a desnudarse.

Sabo - ¡Nos vamos a la caseta!.

Sanji - Vamos, (Tn).

La pequeña apartó sus manos de los ojos y asintió mirando a su amigo.

Todos fueron hacia aquellos vestuarios, tras unos minutos salieron de ellos vistiendo la ropa de baño y corrieron a toda prisa hacia el mar.

Una acción que dio origen a (Tn), Sabo y a Sanji comenzando a salvar a Luffy y a Ace, pues no sabían nadar y se hundieron.

Pasaron una tarde tranquila y agradable, en la que los pequeños jugaron a diversos juegos en la orilla del mar mientas Garp tomaba el sol en la tumbona con su bebida fresca en la mano.

Parecía ser uno de esos días en los que deseas que nunca termine, pero la puesta de sol comenzó a hacerse visible en el cielo y los pequeños se acercaron a uno de los puntos ambulantes que vende artículos de decoración y accesorios.

Sanji - ¿Compartimos pulsera? -sugirió viendo varias pulseras iguales.

Sabo - Para recordar este día y nuestra amistad. -dijo mirándolo. - ¡Me gusta!.

(Tn) - ¡Quiero!

Luffy - ¡Así cuando (Tn) se vaya siempre la recordaremos cuando miremos la pulsera!.

La niña lo miró apenada por aquello y sonrió un poco.

Ace - ¿Seguro que tienes que irte...? -le dijo.

(Tn) - Por mi abuela. -respondió mirándolo sin borrar su sonrisa. - No puedo decepcionarla.

Sanji - Pero vendrás cada verano, ¿cierto?. -la niña asintió.

Sabo - Entonces una pulsera veraniega, ya que solo nos juntaremos en esa fecha. -dijo viendo todas las que había. - ¿Os gusta esta?. -preguntó mostrando una pulsera blanca de caracolas de mar.

(Tn) - Oh... que linda es.

Ace vio la expresión de la chica y se cruzó de brazos mirando a otro lado.

Ace - E-está bien esa...

Luffy - ¿Y esa otra?. - preguntó señalando la pulsera de una tortuga amorfa.

Sanji - Parece que sufre...

Sabo rió ante ese comentario y siguió mostrando la suya.

Sabo - ¿Esta mejor?

Luffy - ¿Ñem...? -musitó. -¿Qué de malo tiene la mia?

Ace - Es fea.

El monito se quejó por el insulto a su tortuga y los chicos asintieron a la propuesta de Sabo, quien posteriormente le pidió al vendedor cinco pulseras como esa.

Todos se pusieron su pulsera emocionados y estiraron su puño hacia delante para que todas se vieran juntas.

Sabo - ¡Nos veremos los cinco cada verano!.

Todos gritaron al unisono emocionados y felices por aquella promesa.

Luffy - ¡Seremos siempre mejores amigos!. -continuó.

Sanji - ¡Si!.

Ace - No te pases... -murmuró mirando a su hermano llamando la atención de los chicos.

Sabo - ¿No quieres?. -le preguntó.

Ace - Son... -comenzó y vio la mirada de la pequeña verlo a él. - Son palabras mayores... -dijo con nerviosismo. - Ya se irá viendo...

(Tn) - Para mí sois mis amigos. -dijo sonriendo. - Gracias por este verano.

Los chicos sonrieron y regresaron con Garp, quien tras un par de minutos puso rumbo nuevamente a casa.

Primero dejó a Sanji en el restaurante y posteriormente se pasó por la casa de la pequeña para dejarla en la puerta.

(Tn) - ¡Hasta mañana!. -gritó bajándose del coche con su mochila, un ligero aroma a sal de mar y un pequeño bronceado.

Todos la despidieron con una sonrisa y el coche marchó mientras la pequeña seguía agitando los brazos en su dirección.

Sacó la llave de su mochila y abrió la verja del jardín, pero una voz la detuvo.

Se giró y vio nuevamente al niño pelirrojo verla, pero esta vez más cerca que la última vez.

(Tn) - Me empiezas a asustar... -dijo viéndolo.

Ichiji - Tsk... ¡Agradece que me tomo la molestia en venir a tu barrio de pobres!.

(Tn) - ¿Qué quieres...?

Ichiji - ¿Te... te gustó el pastel...? -preguntó esta vez en un tono más bajo.

La pequeña asintió emitiendo una sonrisa al recordar aquel dulce tan delicioso y lindo.

(Tn) - ¡Es el mejor pastel que he probado!.

Ichiji - Ya te dije que no había comparación con el tuyo.

La pequeña lo miró y entró al jardín cerrando la verja, poniendo así un obstáculo entre ambos, algo de lo que el pequeño se percató.

(Tn) - ¿Por qué me sigues tanto?. -preguntó curiosa por su nueva aparición.

El pequeño reflexionó sobre aquella pregunta, no supo qué responder, no sabía la respuesta correcta.

Simplemente comenzó a sentir una necesidad de ver a la niña, comenzó a sentir una sensación con ella agradable que desconocía, comenzó a sentir un sentimiento de familiaridad que no sabía porque lo tenía si apenas la conocía.

(Tn) - No podemos ser amigos. -le dijo en tono bajo al ver que no respondía.

Unas palabras que provocaron una presión en el pecho del niño.

(Tn) - Fuiste malo con Sanji... y Sanji es mi mejor amigo.

Ichiji - Ya no le hago nada. -refutó.

(Tn) - Pero lo maltrataste por años... eres malvado.

Ichiji la miró en silencio apretando sus labios por aquellas palabras.

(Tn) - No me sigas más...

Ichiji - ¿Por qué antes si querias ser mi amiga?.

(Tn) - Pensé que podrías haber cambiado pero... no puedo ignorar tus años acosando y maltratando a mi mejor amigo. -le dijo. - No estaría bien...

El pequeño ya no dijo nada más, frunció su ceño viéndola mientras sus puños se cerraban, despertando en él un sentimiento de impotencia por aquellas palabras, una imagen que inquietó a la pequeña y entró de prisa a su casa sin despedirse del niño.

Ichiji apretó sus labios con fuerza y caminó con paso firme y enojado hacia el restaurante de Sanji.