69 - La luz de la verdad

Nami - Estás para comerte.

La joven rió un poco por el comentario de su amiga mientras que Robin la imitaba con una risa amigable.

Robin - Ese vestido te queda hermoso, (Tn).

Nami - La espalda descubierta le da un toque sensual.

(Tn) - ¿No es demasiado para una reunión con personas tan importantes?. -preguntó viéndose a la pantalla del ordenador en aquella videollamada.

Nami - Con más motivo tienes que ir como una diosa llegada del Olimpo. -dijo levantando su dedo. - Será la cuna de los multimollarios.

(Tn) - Nami...

Robin - Igualmente llevarás una americana que podrás ponerte para cubrirte si deseas.

Nami - Pero eso fuera, dentro te la quitas para lucir tu figura.

Robin - ¿Al final Katakuri te acompañará?.

(Tn) - Si, acepto venir conmigo. -respondió con una ligera sonrisa.

Nami - En la salida que hicimos se notaba lo que sentía por ti, (Tn).

Robin - Demasiado diría yo, de hecho por ese motivo Ace ya se rindió. -confesó sorprendiendo a su amiga.

Nami - Si, dijo que parecía que vivieras en un mundo distinto al suyo, que los hombres que se te acercaban eran mucho mejores que él... -dijo en tono bajo y apenado.

Robin - Estuvo deprimido por varios días tras tu partida.

(Tn) - No... no tenía idea... -susurró recordando que apenas ya el pecoso le hablaba en el chat privado. - Me siento mal por él.

Nami - Tranquila, ya se le pasará.

Robin - Anima esa cara, (Tn). -dijo con una ligera sonrisa. - Piensa en esta reunión tan prestigiosa que te abrirá nuevas oportunidades.

(Tn) suspiró un poco asintiendo y se volvió a mirar al espejo que había ante ella.

(Tn) - ¿Seguro que está bien este?.

Robin - Si, me gusta más ese que el rojo.

Nami - Me encanta como te queda el que llevas.

(Tn) - Confío en vuestra palabra. -respondió con una sonrisa.

Robin - ¿Estás nerviosa por la invitación?.

(Tn) - Atacada... -dijo con una sonrisa nerviosa. - Llevo días preguntándome si realmente merezco esta oportunidad...

Nami - ¿Estás loca?. -preguntó con ligera molestia. - ¡Has trabajado durísimo para llegar ahí!

Robin - Exacto. Hasta tu abuela lleva presumiendo días en el hospital tu invitación. -dijo riendo.

Nami - Y Sanji en el restaurante, tiene que saber ya toda la ciudad que su mejor amiga es una científica de élite.

(Tn) - No soy de élite... -dijo apenada con una ligera sonrisa al imaginar a sus dos personas más importantes hablar así de ella.

Robin - Estás cerca de serlo. -sonrió. - Hasta tu abuela le restregó a Trafalgar tu éxito.

(Tn) - Oh... Law. -susurró. - ¿Qué fue de él? Lo bloquee de todas partes y en mis visitas nunca lo vi.

Nami - Porque vive en el hospital... sigue igual de amargado.

Robin - En su línea. -rió un poco.

(Tn) - Ya veo... a pesar de todos los malentendidos que he tenido con él, espero que le vaya bien.

Nami - Yo deseo que se le rompa el pi...

Robin - Y muera desangrado en agonía.

Nami - Eso mismo.

(Tn) - Chicas...

Las tres empezaron a reír por aquello hasta que la joven tomó su móvil por la señal de un mensaje entrante.

Nami - Mira como sonríe... -dijo pegando su ojo a la cámara.

Robin - ¿Es él?.

(Tn) - Me ha dicho de ir a cenar hoy para contarme todo acerca de la reunión de mañana. -dijo sonriendo. - Estoy muy nerviosa...

Nami - ¿Por Katakuri o por la reunión?. - preguntó con picardía.

(Tn) - La reunión de mañana... obvio.

Robin - Todas las relaciones empiezan así.

Nami - Mi amiga es un imán para los hombres con dinero. -dijo secándose unas lágrimas ficticias.

(Tn) - ¡Dejad eso!. -se quejó apenada.

Nami - Va, va... -dijo riendo. - Venga dile que si.

La joven tomó aire y comenzó a escribir mientras que sus amigas sonreían un poco al verla nuevamente así.

Sin embargo una de ellas parecía tener una duda dentro de ella que no pudo evitar contener para no romper ese momento.

Nami - ¿Cómo te sientes tras ver a Ichiji tras tanto tiempo?. -preguntó cuando parecía que su amiga había enviado ya el mensaje.

Robin apretó un poco los labios por esa pregunta y miró con cuidado a su amiga.

(Tn) alzó su mirada hacia la pantalla del ordenador pudiendo ver los ojos de sus amigas observarla.

Nami - Dijiste que lo encontraste en la facultad el día en el que te dieron la noticia pero no quisiste decirnos más... ¿cómo estás?.

(Tn) - ¿Cómo quieres que esté?. -preguntó con un tono más apagado.

La pelirroja se mordió el interior de la mejilla tratando de encontrar una respuesta a aquella pregunta, pues el cambio de tono y el cambio de expresión en el rostro de su amiga la hicieron titubear.

Robin - Creo que a lo que se refiere Nami es si quieres contarnos como te sientes, desahogarte...

Nami - Si... -susurró.

(Tn) - Me sentí mal, nerviosa... supongo que es normal. -respondió tras unos segundos en silencio. - Pero sobretodo me sentí estúpida.

Robin - ¿Estúpida?.

La joven asintió sintiendo un nudo en su garganta.

(Tn) - Al fin y al cabo... fui a la que le hicieron creer que la querían. -sonrió un poco. - Me sentí así por creer que era un amor correspondido correspondido... me sentí estúpida por pensar que era bonito una relación así, una relación donde las dos personas se conocen de pequeños... pero viví en una ilusión.

Nami - (Tn)... -susurró apenada arrepintiéndose de su pregunta.

(Tn) - Quizás lo que más me duele es la conexión que creía que había entre él y yo, pensé que él también la sentía pero... - suspiró un poco y rió levemente intentando mitigar el calor que se comenzó a extender por sus ojos. - Estaré bien.

Robin - Lo estarás, eres una mujer increíble.

Nami - Y él un payaso.

(Tn) sonrió un poco, está vez de forma más apagada mientras volvía a bajar la mirada a su móvil, leyendo nuevamente el mensaje de Katakuri mientras oía a sus amigas sacar un nuevo tema de conversación.

Aquel día se hizo largo, en especial las horas prevías a la llegada de Katakuri a su apartamento para recogerla.

La joven se sentía hecha un torbellino de emociones, no solo por el hecho de haber recibido una invitación a una prestigiosa reunión cientifica, si no por todo lo que eso conllevaba: mayor responsabilidad de cara al futuro, la casi obligatoria necesidad de sacar nuevas investigaciones que sean igual de exitosas para que su carrera no se quede solo en "el primer y único golpe de suerte", el sentir muchos ojos encima de ella, no solo de sus seres queridos, si no también de aquellos peces gordos que estarían pendientes de sus pasos; el sentir que le quedaban escasos días de sus estudios en la úniversidad; y por supuesto, la situación de su corazón.

Tuvo que tomarse un momento en silencio para poder aplacar aquellas emociones y prepararse para la cena con Katakuri, quería estar bien para poder absorver todos los consejos que el mayor tenía por ofrecerle de aquel encuentro.

El tiempo transcurrió y el mayor llegó conduciendo un deportivo negro impoluto, lucía un traje del mismo color y una corbata de tono turquesa. Realmente era un hombre apuesto y elegante que imponía grandeza con tan solo entrar a una habitación.

La joven al abrir la puerta del copiloto se quedó helada al ver lo que encima de este había.

Katakuri - Un regalo por tu éxito. - dijo con una ligera sonrisa. - Oí que eran tus flores favoritas y encargué el ramo más grande del que disponieran.

(Tn) - Katakuri... - susurró apenada por aquel gesto tomando las flores. 

Katakuri - Mereces más. - sonrió. - Tras la cena me gustaría llevarte a otro lugar para continuar la celebración.

Ella lo miró con una ligera sonrisa y se sentó en el asiento poniendo el ramo sobre su regazo, permitiéndole a él poder observarla mejor. Para su sorpresa, iba vestida de negro, llevando unos pantalones elegantes, una americana de corte estilizado y un fino corsé con ligeras transparencias que lucia elegante.

Una imagen que sorprendió al mayor y que ella notó en su mirada.

(Tn) - ¿Voy mal...? - preguntó apenada por su mirada.

Katakuri - Oh no, no... al contrario. Estás increible. - dijo con asombro. - Normalmente en la mayoría de los eventos a los que asistí las mujeres no se visten con traje... solo vi a unas pocas y tú... te ves preciosa.

(Tn) lo miró a los ojos y sonrió complacida por sus palabras.

Katakuri - Lamento si soné fuera de lugar, estás hermosa. - corrigió.

(Tn) - No lo hiciste, gracias por tus palabras. - dijo sin borrar su sonrisa. - Y gracias por las flores, huelen increíble.

Él sonrió sintiendo una ligera presión cálida expandirse por su pecho y recorrer cada tramo de su cuerpo, sintiendo esa sensación que para él era tan desconocida y que a la vez molestaba.

Katakuri - ¿Nos vamos? - propuso tratando de apartar su mirada de ella.

La chica asintió sonriendo y se puso el cinturón de seguridad mientras el mayor comenzaba a arrancar el coche.

El trayecto hacia aquel lujoso restaurante fue tranquilo y silencioso. Un trayecto en el que ninguno de los dos habló, pero si lo hicieron las miradas que se dedicaron por breves instantes, unas miradas que siempre terminaban en sus ojos encontrándose sacando una tímida sonrisa de sus labios.

(Tn) cerró los ojos sintiendo el ligero movimiento del coche por las calles parisinas, sintiendo el movimiento rápido de las luces de la ciudad através de sus párpados y la ligera y penetrante sensación de paz.

Una sensación aue se permitió saborear, pues era lo que más sentía que necesitaba en esos momentos. 

Abrió los ojos y bajó la mirada a su ramo de flores, las llevó a su rostro y las olió con cuidado impregándose de su fresco y dulce aroma. Una acción que provocó en su acompañante una sonrisa acompañada de una sensación de satisfacción por que su regalo haya sido exitoso.

Katakuri - ¿Te gustaron? - preguntó con tono de voz suave.

(Tn) - Lo amé... - dijo imitando su tono. - Ojalá sean eternas. 

Katakuri - Me encargaré de que nunca te falten de tus flores favoritas.

La chica abrió los ojos y lo miró sorprendida por sus palabras.

(Tn) - N-No quise decir q-que...

Katakuri - Lo sé. - la interrumpió sonriendo. - Pero si algo te gusta, me encargaré de que no te falte. 

Lo miró a los ojos, pudiendo ver un brillo en ellos que solo era característico en aquellas miradas que reflejan afecto.

Tomó aire de manera profunda, una respiración que para su sorpresa fue agitada, algo que él notó y disfrutó al ver que la logró poner nerviosa.

Katakuri - ¿Te pusiste nerviosa por unas flores? - preguntó divertido.

(Tn) - Claro que no... 

Katakuri - ¿No?.

(Tn) - No. -volvió a responder mirándolo intentando aparentar seriedad. - Tan solo... me sorprende que hagas tanto por mi...

Katakuri - Creí haberte dejado claro el motivo por el que lo hago, (Tn). - dijo llamando su atención.

(Tn) - Pero... 

Katakuri - Déjame complacerte, de todas las maneras que lo necesites. -dijo esta vez en tono bajo.

Ella abrió un poco la boca por aquel comentario, una mueca que provocó una ligera risa ronca en él.

Katakuri - No te pusiste nerviosa pero apenas notaste que lleguemos hace un rato. - dijo sin borrar su sonrisa divertida.

La joven abrió los ojos por aquello y alzó su mirada, viendo que en efecto el coche estaba aparcado en un parking al lado del lujoso hotel restaurante.

Katakuri - ¿Vamos? -  preguntó. - ¿O estás muy nerviosa?

(Tn) - No digas tonterías... - musitó con un hilo de voz saliendo del coche.

Él sonrió y salieron del vehículo sintiendo el aire fresco que se podía respirar en aquel lugar alejado de la ciudad.

Las luces doras inundaban toda la elegante fachada gótica de aquel edificio, en cuya entrada estaban entrando y saliendo personas muy elegantemente vestidas.

Katakuri se acercó a ella y le tendió su brazo.

Katakuri - ¿Te gustaría ir de mi brazo? . - propuso con un tono de voz poco común en él, un tono de voz que hechizaría a cualquier mujer.

(Tn) - ¿De tu brazo...?

Katakuri - ¿O te sientes lo suficientemente nerviosa como para tocarme? 

(Tn) - Chs chs... - musitó dándole ligeras palmaditas en el brazo provocando la risa en él. - ¡Estás jugando!.

Katakuri - No juego, pero debo admitir que te ves increíble con tus mejillas rojas.

Ella suspiró un poco y él nuevamente volvió a ofrecer su brazo, siendo esta vez cuando al fin ella aceptó y lo envolvió con el suyo provocando una corriente eléctrica en él que supo disimular.

Caminaron en silencio hacia la entrada, la cual estaba totalmente embellecida con detalles dorados y alfombras rojas que transmitían toda la elegancia parisina del arte barroco. Un lugar que irradiaba lujo por sus cuatro costados.

- Buenas noches, señores. - saludó el hombre que se encontraba al lado de la puerta. - ¿Desea que guarde su chaqueta, madame?.

(Tn) - Si, por favor. - respondió amablemente quitándose la americana.

Katakuri - ¿Tienes calor?. - preguntó divertido cuando el señor llevó la americana para guardarla.

Ella le dedicó una mirada burlona y negó ligeramente con la cabeza.

(Tn) - Voy al baño, señor. - bromeó.

Katakuri - ¿A secarte el sudor?.

(Tn) le sacó rápidamente la lengua antes de irse por el largo pasillo hasta los baños mientras que él se acercaba a la recepción a preguntar por la mesa reservada.

Cuando la joven llegó cerró la puerta tras sus espaldas y, al comporbar que no había nadie allí, suspiró pesadamente dirigiéndose al lavamanos y abrió uno de aquellos grifos dorados en forma de cisne.

(Tn) - ¿Por qué estoy tan nerviosa...? - susurró sintiendo el agua helada enfríar sus manos.

Se miró al espejo mirándose a los ojos. A veces sentía como si poco a poco la esencia de aquel mundo tan selecto se iba impregnando más en ella. Ya no se veía como si hubiese estado jugando a ponerse ropa de channel, ahora sentía que a medida que pasaba el tiempo rodeada de aquel ambiente, aquella ropa se amoldaba mejor a ella.

Pensó que quizás era solo porque se acostumbró, pero ya no se sentía como una niña al sentir que aquel no era su lugar.

Tomó su móvil y sacó una foto de ella ante el espejo y la envió al grupo que tenía con sus amigos.

Chat grupal

Sanji: Bendito sea el día en el que los planetas se alinearon para bendecir a los miserables mortales con semejante divinidad en la tierra.

Chopper: WAAAAAAAAA.

Sabo: Te ves preciosa...

Zoro: ¿Ese grifo tiene forma de cisne?.

Sanji: ¡Estupido peliverde!

Sanji: ¿¿MI DIOSA PASA UNA FOTO DE ELLA Y TE FIJAS EN EL GRIFO??

Luffy: Shishishi se perdió en la foto.

Robin: Coincido con Luffy.

Robin: Eres hermosa, (Tn).

Nami: ¿Ya cazaste a un viejo millonario o te vas a ligar más esta noche al hijo de tu jefa?.

Sanji: ¡NO DIGAS ESAS COSAS NAMI-SWAAAAAM!

(Tn): Sanji tiene razón, no digas esas cosas...

Sanji: El que tiene que estar allí soy yo.

Nami: Uh...

Robin: ¿Celos?

Zoro: ¿Es de marmol el baño?.

Nami: Y sigue...

Luffy: Shishishi si así es el baño a saber la carne.

Chopper: ¡LOS DULCES!

Sabo: El licor...

La chica iba a seguir escribiendo pero la puerta de aquel baño se abrió, provocando que de manera casi automática apagara la pantalla de su móvil.

Abrió sus ojos sorprendida, al igual que la persona que entró en aquel lugar.

Pudding - ¡(Tn)! - saludó con una sonrisa. - ¡Que bien encontrate aquí!.

(Tn) - Pudding. - saludó sonriendo. - No sabía que vendrías.

Pudding - Vine a cenar con mi prometido, aproveché en venir al baño cuando lo llamaron al telefono y tuvo que ausentarse un momento. - dijo sin borrar su sonrisa. - ¿Viniste con mi hermano?.

(Tn) - Si, me invitó hoy en venir a cenar.

Pudding - Que sepas que vas hermosa. - le dijo con una sonrisa coqueta. - Aunque seguro que él también te lo ha dicho.

(Tn)- Pudding... - riñió apenada provocando una risa en su amiga.

Pudding - Si quereís podeís uniros a nosotros, así también te presento al fin a mi prometido.

(Tn) - Me parece una buena idea.

Pudding sonrió feliz y ambas salieron del baño hablando animadamente por aquel encuentro.

Pero a medida de que se acercaban al punto en el que debían girar al comedor, el paso de la joven se detuvo al hacer contacto visual con unos ojos que la venían observando durante todo aquel trayecto.

Unos ojos en los que se podía ver el terror y los nervios.

Pudding - Ichiji. - dijo acercándose a él y tomándolo del brazo.

Una acción que provocó el rechazo en el pelirrojo y el inicio de lo que sería una crisis de ansiedad en la joven.

Pudding - (Tn), te presento a mi prometido, Ichiji Vinsmoke. - dijo con una sonrisa. - Ichiji, ella es mi amiga (Tn) (Ta), trabaja para mi familia, estoy segura de que has oído hablar de ella, se ha vuelto muy famosa.

El silencio que se hizo presente.

Un silencio tan gélido y penetrante que Pudding se sintió extraña al ver la forma en la que ambos se miraban.

Una forma tan intensa que ella misma se sintió incómoda por estar ahí.

Pasaron segundos que parecieron eternidades, unos segundos en los que ninguno se atrevió a hablar.

En los que ninguno era capaz de hacerlo.

En los que ambos querían desaparecer.

Pudding - ¿Todo bien...? - preguntó consternada al ver la situación.

El pecho de la joven comenzó a doler, sus ojos comenzaron a quemar, un ardor que también sintió bajar por su garganta.

Ichiji pudo percibir el dolor en sus ojos, un dolor que él también empezó a sentir.

Ella separó los labios tratando de hablar, pero las palabras no salían de su garganta.

En ese momento, un movimiento proveniente del salón avanzó con paso rápido hasta ponerse al lado de los tres jovenes, llamando la atención de Pudding.

Katakuri - ¿Todo bien?. - preguntó tomando a (Tn) del brazo, una acción que consiguió sacarla de sus pensamientos y que provocó una punzada de ira en el pelirrojo.

Pudding - Hermano...

Katakuri - No sabía que vendrían aquí. - dijo tratando de adueñarse de la situación. 

Pudding - Le dije a (Tn) de cenar los cuatro juntos. - dijo mirándolo.

Katakuri - Quizás en otra ocasión, quería hablar con (Tn) de temas importantes para la reunión de mañana.

Pudding - Ichiji también va a esa reunión ciéntifica. - dijo sonriendo. - Me habría encantado ir pero tenía otros asuntos que atender...

(Tn) miró a Katakuri llamando la atención de él y de Ichiji. El mayor a su lado pudo ver su expresión y sus manos temblorosas. Una imagen que lo alertó e hizo que la tomara de los brazos. 

Katakuri - ¿Tienes frío? - preguntó tratando de encontrar una via de escape. - La dejaste en el coche creo recordar, ¿vamos a por ella?.

(Tn) - ...necesito salir un momento... - dijo en un tono de voz bajo y tembloroso.

Pudding - ¿Estás bien...?

La joven asintió sin mirarla y sin decir nada más rodeó a los chicos y caminó con paso apresurado hacia la salida.

Pudding se giró hacia su hermano confusa, el cual apretaba sus labios viendo a la joven torcer a la derecha una vez fuera.

Pudding - No entiendo que le ha pasado, antes en el baño parecía feliz con la idea... Ichiji... - dijo confundida viendo como el pelirrojo iba también hacia la salida.

Katakuri - Pudding. -la llamó tomándola del brazo impidiendo que lo siga.

La chica miró a su hermano confundida por la situación tan tensa que se estaba produciendo.

Katakuri - Hay algo que no sabes...

Mientras tanto...

(Tn) se alejó todo lo posible de aquel edificio, lejos de la gente, a un lugar donde ya apenas alcanzaba la luz proveniente de aquel lugar y al que el sonido parecía mitigarse.

Llevó sus dedos a sus sienes y comenzó a respirar de forma profunda intentando calmar los nervios que se estaban apoderando de ella.

Sentía rabia.

Sentía tristeza.

Sentía una tremenda necesidad de llorar y gritar.

Unas emociones que provocaron que sus mejillas comenzaran a humedecerse.

Ichiji - (Tn)... - dijo llegando a ella y tratando de tocarla.

(Tn) - ¡No me toques!. -gritó con enojo sorprendiendo al joven.

Ichiji - Escúchame...

(Tn) - Vete.

Ichiji - No me voy a ir hasta que no me escuches.

(Tn) - ¡No quiero escucharte! - gritó mirándolo. - ¡No quiero escucharte, no quiero verte, tan si quiera quiero que estés aquí!. 

Ichiji la miró a los ojos pudiendo ver el dolor que estaba sintiendo, un dolor que también él compartía.

Aquella era la primera vez en mucho tiempo que ambos se dirigían una palabra, aquella era la primera vez tras aquella ruptura forzosa en la que ambos coincidían.

La echaba de menos.

Todos aquellos sentimientos que trataba de ocultar parecían salir a flote una vez estaba ella presente.

Ichiji - Por favor... -musitó en tono bajo.

(Tn) - Eres una persona destestable... eres... miserable y ruín... 

Ichiji - Lo sé...

(Tn) - Te odio... Te odio y ojalá nunca te hubiese conocido.

El pelirrojo apretó sus labios sin poder dejar de mirarla.

(Tn) - Ojalá nunca hubiese sabido de tu existencia... ojalá te hubiese perdido en esta maldita ciudad.

Ichiji - No me digas esto...

(Tn) - ¡He sido un juego para ti! - gritó sintiendo sus ojos emanar lágrimas. - ¡Siempre fui un juego para ti!. Me enamoré de ti y tú solo viste en mi un pasatiempo.

Ichiji - No sabes nada... -dijo comenzando a perder la tranquilidad que le quedaba por ver a la joven así.

(Tn) - ¡Tú mismo me lo dijiste! - volvió a gritar. - ¡Me dijiste que nunca me quisiste! ... me dijiste que solo fui un juego para ti... que yo era la otra mujer... - dijo con un tono de voz más debilitado. - ¿Por qué...?

Ichiji la miró apretando sus puños.

(Tn) - ¿Por qué me hiciste eso...? -murmuró entre lágrimas. 

Estaba cansado, estaba harto de la situación.

Ichiji - Basta...

Sentía que ya no importaba nada.

(Tn) - Yo realmente te amé... y...

Solo ella.

Ichiji - ¡Era todo una mentira!.

La joven abrió los ojos por aquello y alzó la mirada hacía él, pudiendo ver como aquel frío hombre de negocios estaba perdiendo los nervios ante la conversación con una mujer.

Una conversación que podría iniciar una sentencia.

Pero ya no le importaban las consecuencias.

(Tn) - ¿Qué...?

Ichiji - ¡Todo es una trampa que me tendieron! -confesó. - ¡Tuve que dejarte porque de lo contrario te matarían!.

(Tn) - Eres un menti...

Ichiji se sacó el colgante que tenía bajo su blusa provocando que la joven no pudiese terminar de hablar,

Ichiji - ¿Y por qué llevo aún el anillo de compromiso que te di? - cuestionó con molestía. - ¿Por qué ambos seguimos llevando la pulsera roja?.

(Tn) - La pulsera no significa nada...

Ichiji - ¿Y por qué la sigues llevando?. - cuestionó tomándole de la mano que las portaba, una acción que ella quiso impedir pero el agarre de él era más fuerte. - ¿Por qué aún sigues llevando la pulsera que te regalé?.

(Tn) - Suéltame...

Ichiji - Me sigues amando. - le dijo provocando que ella sintiera su garganta arder. - Y yo también te sigo amando.

(Tn) - Estás volviendo a jugar... 

Ichiji - No estoy jugando.

(Tn) - Estás prometido...

Ichiji - Estoy obligado a casarme con ella. - corrigió. - No la amo... te amo a ti.

(Tn) comenzó a negar intentando zafarse del agarre.

Ichiji - Escuchame.

(Tn) - ¿Por qué ahora...?. - preguntó con un hilo de voz. - ¿Por qué tras tanto tiempo?...

Ichiji - No quiero enfrentarme nuevamente a una vida sin ti.

(Tn) - ¿Nuevamente...?.

El pelirrojo apretó sus labios y dio una zancada hacia ella con intención de besarla.

De poder besarla tras tanto tiempo deseando poder hacerlo.

De poder al fin dejar que los sentimientos de su corazón volvieran a salir.

Pero una figura impidió aquello zafando a Ichiji hacía atrás, rompiendo así el agarre que tenía con la joven.

Ichiji - ¿Qué mierda haces...?.

Katakuri - Eso debería preguntar yo. - dijo con clara molestía.

Ichiji - Lo que debería haber hecho hace mucho.

Katakuri - ¿Debo recordarte tú lugar, Vinsmoke?.

(Tn) miró a Katakuri sorprendida por el cambio de actitud que estaba teniendo. Una actitud más dura y fría a la que ella estaba acostumbrada a ver.

Ichiji - ¿Debo recordarte el tuyo, Charlotte?.

Katakuri - Te recuerdo que estás pendiente de un hilo muy fino, Vinsmoke. - le dijo con dureza. - Haz un movimiento y se termina el juego.

El pelirro dio unos pasos hacia Katakuri alarmando a la joven.

Ichiji - Que caiga quien tenga que caer, Charlotte. - dijo con una sonrisa amarga. - Ya no me importa caer.

Katakuri - ¿Ni si quiera ella?. - preguntó con una ligera sonrisa.

Ichiji - Ella ya no lo hará.

Katakuri - ¿Cómo estás tan seguro?.

Ichiji - Ni tú mismo lo permitirías.

El mayor apretó sus labios y desvió su mirada hacia ella, pudiendo verla observarlos atenta sin apenas entender de que hablaban.

Tenía una mirada asustada y triste. Una mirada que despertó en él justo lo que llevó a Ichiji a esbozar una sonrisa a pesar de sentir una oleada de malestar por aquello.

Katakuri - Vámonos. - dijo tomando a la joven del brazo.

(Tn) - Necesito saber que ocurre...

Ichiji tuvo la fuerte necesidad de separarlos, pero las palabras del mayor lo detuvieron.

Katakuri - Ten por seguro que por mi familia, no me temblará el pulso de hacerlo.

Ichiji - Tócala si te atreves. - amenazó.

Katakuri apretó el agarre al brazo de la joven y tiró de ella comenzando a caminar.

(Tn) - Katakuri... - lo llamó a medida que se alejaban. - ¿Katakuri que ocurre...?

Pero él no parecía escucharlo, pues sentía como una batalla interna se estaba librando en su mente y en su corazón.

(Tn) - Me haces daño...

El mayor la soltó una vez se alejaron de aquel lugar, y sin darle tiempo a la joven de poder volver  acuestionar, la abrazó.

Katakuri - Déjame explícartelo todo. - le susurró estrechándola contra su pecho. - Y déjame cuidarte...

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