Se limpió las mejillas con su antebrazo y siguió preparando aquellos bocadillos mientas sentía la ropa húmeda pegarse a su cuerpo.

Dispuso la comida en unos platos, sirvió zumo y caminó con cuidado hacia la habitación de Sanji.

Al entrar vio al pequeño sentado al borde de su cama, este alzó la mirada a la pequeña y abrió sus enrojecidos ojos viéndola.

Sanji - (Tn)... estás empapada... -dijo preocupado.-  ¿Por qué lloras...?

La pequeña le dio la comida y Sanji puso esta a un lado levantándose y tomando sus manos.

Sanji - Te vas a resfriar... ve y date una ducha, yo te dejo ropa.

(Tn) - Con el ventilador me puedo secar rápido...

Sanji - Así te vas a resfriar... dime qué te pasa, ¿a donde fuiste que vienes llorando?.

La niña bajó su mirada tratando de calmar sus ganas de llorar, no quería que Sanji la consolara, y menos aquel día que él sufrió una perdida tan dolorosa.

(Tn) - Ichiji... me pidió verme. -comenzó.  - Se ha despedido de mi, se va a París.

Sanji - ¿Se van...? -la pequeña asintió. - No sabía nada...no me dicen nada...

(Tn) lo miró sintiéndose apenada. - Lo siento Sanji... yo acabo de enterarme de esa noticia...

Sanji negó y volvió a mirar a su amiga. - ¿Cómo estás...? Sé que le tenías aprecio...

(Tn) - Me duele... -confesó en un susurró. - Me duele mucho...

Sanji la abrazó.

Sanji la abrazó sin importarle que estuviese húmeda por la lluvia, la pegó a él con intención de consolarla, con intención de consolarse mutuamente.

Ambos habían perdido a alguien ese día.

Ambos sintieron su corazón romperse ese día.

Sanji - Siempre estaré junto a ti... -susurró.

La pequeña sonrió abrazando con más fuerza a su amigo.

(Tn) - Y yo junto a ti...

Pasaron varias semanas y Sanji ya se atrevía poco a poco a salir de casa y volver al restaurante. Su amiga no lo había dejado solo ni un solo segundo y sus palabras de apoyo y cariño fueron tan importantes para el rubio que sintió como la compañía de la niña lo llenaba de paz y felicidad. Sentía que todo se podía lograr a su lado, y se sentía infinitamente agradecido de haber conocido a alguien como ella.

Un día, la pequeña estaba sentada en el restaurante con su cabeza apoyada sobre la mesa mientras escuchaba a un camarero atender a varios clientes.

Sus ojos estaban posados en el chat de Ichiji, leyendo antiguos mensajes mientras sentía como su pequeño corazón se comprimía al leer los del pelirrojo.

Ace - Qué cara más triste... -dijo llegando a su lado.

La niña apagó la pantalla y miró a su amigo enderezándose.

(Tn) - Hola.

Ace sonrió sentándose a su lado y la miró. - ¿Es por él?. -preguntó cómo si pudiera leerle la mente.

La pequeña bajó su mirada y el pecoso suspiró.

Ace - Ya te dije que olvidarás a ese estúpido.

(Tn) - No hables así de él.

Ace - Alguien a quien le importas no desaparece para siempre sin darte la oportunidad de mantener contacto. -continuó.

(Tn) - No digas eso...

Ace - No volverás a verlo, tienes que aceptar que solo fue alguien pasajero.

(Tn) - Eres cruel con tus palabras...

Ace iba a seguir hablando pero la pequeña se levantó y se fue del restaurante impidiendo al niño continuar.

Sabo - Hola (T... -habló entrando al restaurante sin poder terminar, pues la joven salió a toda prisa de allí. - ¿Qué le has hecho? -miró a su hermano que iba en dirección hacia donde él estaba. - Tenía cara de pocos ami...

No pudo volver a continuar debido a que Ace salió también del restaurante.

Sabo - Serán... -musitó. - ¡Hey Lu! -gritó viendo a su hermanito entrar. - Hay hoy pastel de choco... -volvió a dejar la frase en el aire debido a que Luffy corrió hacia el mostrador. - ¿¡QUE OS PASA HOY CONMIGO!?

Mientras tanto...

Ace - (Tn)... -la llamó acercándose a ella. - Oye... -dijo tomándola del brazo impidiendo que se fuera. - Disculpa por mis formas de antes...

(Tn) - Eres idiota...-susurró apartando su mano y mirando a otro lado para que su amigo no viera sus ojos cristalizados.

Ace - Tan solo quiero que seas capaz de entender que esa acción no estuvo bien, no esperes algo que nunca llegará.

(Tn) - ¡Eso no lo sabes!.

Ace - El tiempo me dará la razón.

La pequeña apretó sus labios llevando sus manos hacia sus ojos bajo la atenta mirada de Ace.

Mientras tanto...

Reiju - No está mal este lugar. -dijo sentándose en un sillón. - Es mucho más grande que la antigua mansión.

Ichiji no dijo nada, se mantuvo en silencio leyendo uno de los libros que su profesor particular les mandó a leer.

Reiju - Ichiji... -canturreó. - ¿Estás ahí?.

Ichiji- Pesada...

Reiju - ¿Qué te pasa? Desde que nos fuimos estás más antipático de lo normal.

Ichiji - No me pasa nada.

Reiju - Si te pasa, vamos cuéntame. -lo animó. - ¿Es por la amiga de San...?

Ichiji - ¡Qué te calles!. -gritó enojado levantándose.

Reiju - No me grites así, solo quiero ayudar...

Ichiji - ¡Ayúdame cerrando la boca!.

La pequeña lo miró sorprendida y el pelirrojo salió de aquella sala con un notable enfado. Tal era su mal humor que los miembros del servicio bajaban la mirada para no encontrarse con la de aquel niño.

Llegó a su habitación y cerró la puerta de un fuerte portazo. Lanzó el libro contra la pared y se sentó de mala gana contra la puerta.

Cerró los ojos y trató de respirar intentando contener su mal humor, un mal humor que comenzó a aflorar en él desde el día en el que su madre murió.

Tras unos minutos, abrió nuevamente sus ojos y miró la hora de su teléfono.

Las 20h.

Apretó sus labios y volvió a entrar en el chat de la pequeña, posando su mirada en aquel "gracias" que le escribió minutos antes de recibir la triste noticia.

Una palabra de agradecimiento que por primera vez salió del pequeño sintiendo realmente aquella gratitud. Una gratitud hacia (Tn), hacia su compañía.

Una compañía que extrañaba cada día que pasaba.

Apagó el móvil y escondió su rostro entre sus rodillas.

Pasaron las semanas y llegó el día que la pequeña ya no podía posponer más.

Su abuela se encontraba sentada en el salón de la casa por primera vez en todo el verano. Era la oportunidad perfecta.

Se armó de valor y se acercó a ella.

(Tn) - Abuela... -dijo en tono bajo llamando la atención de la mayor. - Quiero hacerte una pregunta...

Kureha - Adelante.

(Tn) - El próximo curso hay optativas de laboratorio. -informó. - Me dan a elegir entre las optativas de medicina con las de laboratorio y... le pregunté al director si podía tomar ambas opciones.

La mayor la miró en silencio y la pequeña se tensó más.

(Tn) - Quería preguntarte si puedo tomar todas las asignaturas...

Kureha - ¿No coinciden las horas de clase?.

(Tn) - Sólo algunas... pero podría ponerme al día con apuntes y ejercicios extras...

Kureha - ¿Crees que podrías ir bien sin ir a las clases de esas asignaturas?. -cuestionó. - Porque si o si debes ir a las optativas de medicina.

(Tn) - Si... lo sé...y creo que si sería capaz.

La mayor la miró durante unos segundos y suspiró. - ¿Cuántas asignaturas serían en total?

(Tn) - Dieciséis... sumando las cuatro asignaturas extras de laboratorio.

Kureha - Si sientes que no te quita tiempo de tu meta, está bien. -respondió provocando que la pequeña abriese la boca. - Puedes tomarlas.

La niña chilló de felicidad por primera vez en aquel verano y abrazó a su abuela.

Kureha - Ya, ya... -musitó. - Pero la nota del resto que no baje. -advirtió.

(Tn) - ¡Lo prometo!.

Se separó de la mayor y corrió a su habitación sacando su móvil.

Abrió un nuevo chat y comenzó a teclear sin borrar su sonrisa.

Chat Nuevo

(Tn): ¡Mi abuela dijo que si!

(Tn): ¡Puedo tomar las clases de laboratorio el próximo curso!

(Tn): ¡Qué ilusión!

Se sentó en la cama sin dejar de sonreír y se sorprendió al ver la rapidez en la que esa persona entró al chat y comenzó a escribir la respuesta.

Law: Llevaré unos libros de casa para ti. Te serán útiles.

Law: También le voy a escribir a unos amigos que quieren ser científicos para que te dejen sus apuntes de tercero.

(Tn): Gracias... es un detalle por tu parte.

Law: Eres la mejor amiga de mi hermana.

(Tn) sonrió un poco mientras que Law apagaba la pantalla del móvil y miraba el techo de la habitación sintiendo como los pensamientos atravesaban su mente en un torbellino de ideas.