Veintiseis
Maratón 3/3
Al oír los gritos de Minato, Kushina asustada corrió para ver qué estaba sucediendo, pero al ver que Minato parecía tener el control de la situación, se escondió. Escuchó las palabras de Kakashi y su corazón se desgarró por completo. Le agradecía tanto a Kakashi por tantas cosas... que quería estar para él. Sin embargo, en aquel momento estaba segura que Kakashi se sentiría avergonzado porque lo vieran así, por lo que decidió volver con los niños quienes se habían quedado con Gai "jugando" a hacer flexiones.
Se divertía al ver cómo Naruto intentaba seguir lo que hacía Gai aunque sin éxito, mientras Menma estaba sentado en el suelo viendo a los dos con cara extraña, como pensando que eran un par de locos; pero aún se preocupaba por Kakashi.
Fue entonces cuando el timbre sonó. Menos mal que hacía unos minutos había terminado de recoger el desayuno de los pequeños, así que corrió a abrir la puerta. Varios ANBU, acompañados por un Shikaku ojeroso y Fugaku aparecieron tras ella, sorprendiéndola. Lo que más le sorprendió fue la cantidad tan exagerada de papeles que traían.
—Oh... ¿Tanto papeleo se le ha acumulado a Minato, 'ttebane?
Shikaku intentó esconder una pequeña risa de su parte. Si eso fuera papeleo normal de la aldea, estaba seguro de que Minato renunciaría por completo a su puesto de Hokage.
—Todo esto lo ha pedido él, si se queja es solo culpa suya. ¿Podemos entrar?
—Claro. Podéis dejar todo eso en su oficina... Aunque no sé si cabrá—sonrió inquieta.
Así fue cómo todos ellos se ocuparon de llevar todo el papeleo misterioso al despacho de Minato. Después de eso, todos los ANBU se marcharon, quedándose Fugaku y Shikaku.
—¿Podemos hablar con Minato?
—¿Ah? Esto...
—Claro que sí — dijo el rubio por detrás, sorprendiéndola. Al no ver al Hatake se preocupó.
—¿Y Kakashi?
— Lo he dejado en el dormitorio, necesitaba descansar.
Kushina asintió, así que decidió dejarlos que hablaran sobre trabajo no sin antes despedirse de ellos. Volvió con Gai y los niños, nerviosa porque llegara la hora en la que vendrían todos los niños que se habían enfermado. Después de que Naruto llorara insistiendo que los niños no querían jugar con él porque pensaban que era un monstruo, ya no confiaba tanto en la aldea.
Entonces, escuchó la puerta. Supo entonces por su chakra que Fugaku y Shikaku se habían ido y que Minato se dirigía hacia ellos. Al verlo, su rostro no era muy alegre.
—¿Qué ocurre?
—¿Hm? Ah, no. Es que Kakashi... no está bien.
—Yo... escuché lo último que dijo. Estoy preocupada por él. Lo pasó tan mal en la otra dimensión que...
—Te entiendo. Demos gracias a nuestro hijo por hacer todo lo posible para que no ocurriera.
Kushina lo miró y asintió con una sonrisa alegre aunque nostálgica. Juntos, observaron a sus hijos jugando con Gai, quien no parecía que tuviera enfermo ya que en todo momento estaba haciendo su ejercicio para compensar los dos días que había estado en cama.
Una hora después comenzaron a llegar los niños de la aldea. Algunos venían con sus madres, otros con sus padres, otros con los dos, y algunos acompañados por shinobi ya que sus padres estaban ingresados en el hospital. Poco a poco, el salón se fue llenando de niños, y Minato y Kushina se sintieron aún más nerviosos.
Fue cuando llegó Mikoto con Itachi y Sasuke que Kushina se sintió un poco más apoyada. No significaba que Minato no la hiciera sentir así, sino que cuanta más gente adulta conociera, mejor; y Mikoto era aquella persona en la que confiaba la vida de sus hijos si Minato y ella no llegaran a estar. Entonces, junto a Minato y Mikoto, repasaban los nombres de los niños, como si una lista de alumnos se tratara para ver que llegaban todos. Entre ellos estaban: Un miembro del clan Inuzuka con un pequeño Kiba en sus brazos, Torune Aburame en calidad de "hermano" del pequeño Shino, Shikaku Nara junto a su hijo Shikamaru, Inoichi Yamanaka junto a su hija Ino y una familiar del pequeño Chôji Akimichi. Sakura Haruno, Tenten y Rock Lee vinieron con un shinobi cada uno, mientras que el resto de los niños vinieron según sus familiares o del orfanato de la aldea.
Ya estaban casi todos, solo les faltaba esperar por la pequeña Hinata Hyuga. Sin embargo, un ANBU vino a visitar a Minato para notificarle de un problema que estaban teniendo en el complejo Hyuga. Kushina lo observó mientras hablaban y la cara seria del rubio la preocupó. Sin demorarse mucho tiempo, Minato se acercó a ellos y suspiró.
—Tengo que irme, es un asunto grave. Kushina, confío en que lo harás bien. Solo tienes que observarlos, ver sus comportamientos y apuntar las cosas que digan durante la reunión. Si es posible, que las familias de los niños y los shinobi encargados del resto salgan al jardín, aquí no cabemos tantos. Shikaku e Inoichi estarán aquí con vosotras, ¿de acuerdo?
La pelirroja asintió preocupada, mientras Minato y el ANBU se marcharon rápidamente para resolver aquel problema. Respiró hondo y miró al salón.
—Está bien. Ahora, a los familiares de los niños, se les atenderá en el jardín. Si quieren algo de beber o algo de picar mientras esperan, no duden en pedírmelo. Y... ¡espero que este año nuevo podamos solucionar esta situación! Gracias a todos.
Poco a poco, los padres, familiares y shinobi salieron por la puerta trasera, dejando allí a sus hijos, quienes algunos lloraban al ver que los dejaban solos con otros niños desconocidos. Aún no había llamado a Naruto, pero podía verlo desde el marco de la puerta del dormitorio principal observando a todos esos niños con temor. Finalmente, al ver que Hinata Hyuga no aparecería, Kushina decidió comenzar la reunión infantil. Con una sonrisa, les trajo los juguetes de Naruto y Menma por si querían jugar y les dejó pequeños bocadillos sobre la mesa y algunos batidos para que comieran un poco mientras se conocían.
Por fin había comenzado.
************************
Los niños se miraban entre sí, algo desconfiados. Sin embargo, los que ya habían jugado juntos en el parque habían formado pequeños grupos al conocer a sus amigos. Estos cogían los juguetes de la caja y comenzaban a combatir con los muñecos que les había tocado. Entre ellos estaban algunos grupos mayores y otros pequeños, como lo eran Kiba, Shikamaru y Chôji.
Sasuke estaba sentado con su hermano, mientras miraba a los niños, cuando vio a una niña pelirrosa con otras niñas haciéndose peinados juntas. Entre ellas había también una niña rubia. Al ver que lo estaba pasando bien, decidió no ir. Tampoco sabía a donde ir porque el único amigo que había hecho en aquellos tres años de vida era Naruto y él no se encontraba allí.
— ¿Y Naruto?
Kushina lo escuchó y, viendo que más o menos todos los niños ya estaban cómodos y jugando entre ellos, sacudió su cabello y sonrió.
— Lo llamo para que venga, ¿vale?
Sasuke asintió y la pelirroja se levantó dejándole el testigo a Mikoto y Shikaku, aunque por el momento solo estaban jugando. Solo esperaba que todo aquello siguiera bien cuando llegara Naruto. Se acercó a la puerta y vio al rubio mirando de reojo a todos los niños.
— ¿Vienes? Sasuke te está esperando.
Al saber de Sasuke, Naruto cambió su semblante a uno más alegre, antes de salir corriendo en busca de su amigo Uchiha. No tardó mucho en encontrarlo, pero en el camino un grupo de niños más mayores gritaron asustados.
—¡Es el monstruo! ¡Vámonos! ¡Corre!—los niños, uno tras otro, salieron corriendo hacia el jardín, asustados. Otros comenzaron a tirarle juguetes para defenderse antes de irse.
—¡Oye! ¿¡Qué hacéis, 'ttebane!?—gritó Kushina protegiendo a su hijo de los juguetes.
Naruto comenzó a llorar, asustado, y Kushina se dio media vuelta para abrazarlo. Sólo algunos niños se quedaron sin saber qué estaba pasando. Sasuke y el pequeño Shikamaru se acercaron para ver a Naruto, mientras que Chôji y Kiba siguieron a Shikamaru.
—Naruto, ¿estás bien?—preguntó el Uchiha preocupado.
—E-Ellos... quieren pegarme, 'ttebayo...—lloró.
—Si no quieren ser tus amigos, ellos se lo pierden. Pero no tienen por qué pegarte... mendokusai...
Kushina, a pesar de la decepción que se había llevado al ver al resto de niños gritas aterrorizados por la presencia de su hijo, se sorprendió bastante al ver que había otros que lo protegían. Alzó la mirada para ver a Shikaku, quien sonreía orgulloso por su hijo.
Mientras tanto, la mayoría de las niñas que estaban jugando con sus cabellos también se fueron con sus padres, excepto Sakura e Ino, que se acercaron curiosas a mirar, acompañadas de otros niños como Shino o Tenten y Rock Lee quienes eran un año mayor. A pesar de que estaban allí, tampoco hacían un amago de defenderlo. Kushina, dejando de lado los apuntes que le había encargado Minato, cogió en brazos a Naruto y sonrió intentando consolarlo.
— ¿Ves, Naruto? Hay niños muy malos, como los que han ido; y otros que han venido a defenderte, 'ttebane. ¿Por qué no jugáis entre vosotros? El resto de niños ya han aportado lo que tenían que aportar—dijo Kushina, pero en su interior la Inner Kushina estaba gritando improperios sobre todos aquellos niños que habían osado pegar a su hijo porque injustamente no podía darles ni un puñetazo para que vieran lo que se siente.
Mikoto y Shikaku al verla supieron que estaba bastante enfadada pero intentaba no mostrarlo para no asustar a los niños. Naruto se restregó los ojos para secar sus lágrimas y miró a los niños que quedaban. Al ver que no se asustaban al verlo, miró a su madre quien le dedicaba la sonrisa que a él tanto le gustaba. Finalmente, el pequeño Namikaze asintió.
—Me llamo Shikamaru Nara... ¿Y tú?
—Naruto Uzumaki, 'ttebayo—contestó el rubio con la alegría de conocer amigos nuevos.
—¿¡Uzumaki!?—preguntó Kushina sorprendida—. Es decir, si tuvieras mi apellido sería fantástico, pero decidimos ponerte Namikaze...
—Pero me gusta Uzumaki...
Con un suspiro, escuchó como Mikoto, Shikaku e Inoichi reían por la situación.
—Te dejaré por el momento, pero tenemos que hablarlo con papá. ¿Está bien?
Naruto asintió eufórico y entonces animó a los niños que quedaban jugar con sus juguetes. Todavía tenía la carita húmeda de las lágrimas, pero al menos parecía relacionarse bien con ellos. Aliviada, se levantó para informar a los padres que ya podían irse, pero Mikoto decidió encargarse ella, por lo que volvió a sentarse. Entonces, vio a Itachi, quien observaba a los niños jugar.
—¿No quieres ir a jugar con ellos, Itachi?
—Ya soy muy mayor para jugar...
—Nunca se es demasiado mayor para jugar—rió la Uzumaki.
El Uchiha se encogió de hombros, con seriedad. Entonces, Kushina se dio cuenta que el joven Itachi estaba muy pendiente de su hermano, quien jugaba con los demás.
—¿Estás preocupado por Sasuke?
—La noche anterior tuvo mucha fiebre y... antes de morir Takeshi-san me contó algo que... me da miedo que ocurra.
—¿Takeshi? Te refieres a...—Itachi asintió—. Oh, vaya...
Kushina sabía todo lo referente al equipo del futuro pero no sabía hasta qué punto sabía, sin embargo, aquella mirada seria y sus palabras le hicieron entender que el pequeño Itachi sabía que Takeshi venía del futuro y le había contado algo de este. Antes de poder preguntarle qué le contó Takeshi (o Sasuke del futuro), Mikoto volvió con una sonrisa triunfante.
—Qué bien se siente echar a esos desvergonzados...
—¿Qué ha ocurrido?
—Al ver a los niños llorar asustados, se han puesto a reprochar y quejarse. Les he explicado la situación y les he dejado bien claro que pegar y humillar al hijo del Hokage es prácticamente traición. Que se lo piensen dos veces antes de poner alguna queja...
—Eres malvada, 'ttebane...
Lo que Kushina no sabía era que gracias al sharingan de Mikoto, había metido en un terrorífico genjutsu a los niños por haber pegado a Naruto, que seguro ayudaría a que se lo piensen antes de volver a insultarlo.
*************
Entre los niños, la pequeña Sakura se sentía avergonzada de jugar con Sasuke. Quería darle las gracias por cuidarla la vez anterior, pero no sabía cómo. Ino, al verla triste, la animó a darle las gracias, así que la pelirrosa se acercó al Uchiha con timidez.
—P-Perdona...—dijo ella tocando su hombro. Sasuke dejó de jugar y la miró curioso—. G-Gracias por cuidarme la otra vez...
El Uchiha se sonrojó levemente y desvió la mirada. Al ver que no hablaba, Sakura se puso aún más triste, sin embargo, al darse media vuelta, lo escuchó.
—Me alegra que estés bien...
Volvió a girarse y vio a un pequeño Sasuke sonrojado y con una sonrisa. Eso la animó y sonrió también, impulsándose a abrazarlo, lo que provocó que el Uchiha se sonrojara aún más. Sakura se despidió de él y no sabía qué hacer, incluso cuando lo llamaba Naruto.
—¡Sasukeeeee! Estás rojo como un tomate, 'ttebayo... ¿Quién es esa niña?
—E-Ella... ¡N-Nadie!—respondió alterado y con morritos antes de correr a por otro juguete.
Mientras tanto, Shikamaru, Chôji, Kiba, Tenten y Rock Lee jugaban al escondite, dejando que Shino, que no quería jugar, hiciera de juez. Naruto y Sasuke se unieron después de eso mientras Ino y Sakura corrían a la mesa a comer un bocadillo.
Al ver la anterior escena, Mikoto y Kushina comenzaron a cotillear. Ambas sabían que la pequeña pelirrosa era Satsuki del futuro, así que deseaban en todo momento que Sasuke y Sakura pudieran hacerse muy amigos y que, en un futuro cercano, incluso se convirtieran en pareja. Dentro de poco, el equipo se formaría otra vez.
*******************
Tercer capítulo de la maratón con explicaciones, para que se entienda. Hinata no está porque es en su tercer cumpleaños cuando intentan secuestrarla y sucede el desastre del clan Hyuga. Y su tercer cumpleaños fue... cuatro días antes del capítulo actual. Creo que tiempo suficiente para evitar todo el problema.
El resto de niños apenas han soñado más allá de su edad actual. Recordad que en la historia original, Naruto estuvo en un orfanato hasta los 3 años, por lo que no conoce ni a Shikamaru, ni a Chôji, ni a Kiba (para que luego no me digáis que jugaban con Naruto en el parque y entonces Shika no tiene por qué preguntarle su nombre xD).
¿Sasuke sonrojado y sonriendo? Parece el fin del mundo, pero sin masacre no hay odio ni venganza. Disfrutarlo jajaja
Espero tener pronto otros tres capítulos. Saludos!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top