Capítulo 19: No hay esperanza.
"Solo porque no hay lágrimas no significa que no hay dolor"
El cielo se teñía de un gris opaco y pesado, cubriendo el mundo con un velo de desesperanza. Las nubes danzaban sombrías, absorbiendo los últimos rastros de luz, mientras la niebla ascendía como espectros hambrientos entre los oscuros bosques y cordilleras. Lo que antes era un lugar vibrante y lleno de vida, ahora no era más que un paraje helado y desolado, reflejo de la tragedia inminente.
—Escuchen, habitantes de este insignificante poblado de Aaru —tronó la voz de Minos, resonando como un eco infernal entre las calles de piedra—. Hoy serán testigos de la muerte de su héroe y con ello, el nacimiento de una nueva Edad Oscura.
Su sonrisa era pura malicia. Con un movimiento cruel, aplastó el pecho del erizo caído bajo su bota, provocando un desgarrador grito de dolor. Sonic, el veloz, el intrépido, el imparable... ahora no era más que un alma herida, un guerrero quebrado cuyo cuerpo ya no respondía. La sangre goteaba de sus labios, su respiración era irregular, y sus ojos, antes llenos de determinación, reflejaban un deseo callado de que todo terminara de una vez.
Un escalofrío recorrió mi cuerpo al ver a Sonic así. No me importaba el miedo ni el riesgo; no iba a quedarme de brazos cruzados.
—¡Basta! ¡Suéltalo, por favor!— grité, apretando con fuerza mi martillo mientras el fuego de la desesperación quemaba mi pecho.
Minos alzó la mirada hacia mí con una frialdad que me heló hasta los huesos. Su expresión de burla se torció en algo más profundo, más oscuro.
—Patético— susurró con desprecio. —Una simple eriza tratando de desafiarme, de desafiar a un dios. ¡Qué decepción!
Sin previo aviso, su puño descendió con la fuerza de un rayo. Apenas tuve tiempo de alzar mi martillo en un intento de bloquear el golpe, pero su poder era demasiado. Con un simple gesto, lo arrebató de mis manos y me lanzó con brutalidad contra el suelo. Un dolor punzante recorrió mi espalda mientras mis amigos intentaban acudir en mi ayuda, solo para ser detenidos por un chasquido de los dedos de Minos. Estábamos a su merced.
—¡A ella no la involucres en esto!— La voz de Sonic sonó ahogada, pero aún llena de rabia. Con dificultad, intentó incorporarse, tambaleándose como si cada movimiento fuera una tortura.
Minos soltó una carcajada áspera.
—Dime, Dark Sonic... ¿quién es ahora el que suplica?
Pero entonces, en medio de aquella pesadilla, algo cambió. Sonic inclinó levemente la cabeza y su expresión se tornó sombría, impenetrable.
—No todo lo que ves es todo lo que soy— murmuró. —Y te lo demostraré.
Con un solo toque en el suelo, la oscuridad emergió en espesas olas. El aire se volvió pesado y paralizó a Minos, su cuerpo temblaba de ira y sorpresa. La sonrisa de Sonic se curvó de una manera que nunca antes había visto; no era una sonrisa de alegría, sino de alguien que ha abrazado la sombra dentro de sí.
Con un simple gesto, extendió su mano hacia el pecho de Minos. Un grito desgarrador llenó el aire, una mezcla de dolor y horror. Minos se retorció, incapaz de liberarse del poder que lo consumía. Y entonces, ocurrió lo impensable: Sonic estaba disfrutando aquel sufrimiento.
Minutos después, Minos cayó de rodillas, jadeando y herido. Pero no fue el único afectado. Sonic también tambaleó, una tos profunda desgarró su garganta y la sangre manchó sus guantes blancos. Sus heridas se abrieron aún más, su cuerpo se debilitaba, y entonces, una luz cegadora nos envolvió. En un parpadeo, ambos desaparecieron.
Caminaba sin rumbo, arrastrando un cuerpo que apenas sentía como propio. Las montañas, los valles, los bosques... todo pasaba a mi alrededor como un espejismo, como si mi existencia estuviera atrapada en un ciclo eterno de penumbra. La oscuridad me abrazaba, susurrándome promesas vacías, y el dolor... el dolor nunca me abandonó.
La sangre marcaba mi sendero, una cicatriz roja sobre la tierra. Mis espinas, otrora firmes y erguidas, ahora parecían pesar toneladas, anclándome a un pasado del que no podía escapar. Mi alma estaba vacía, sin hogar, sin propósito. La vida... ya no significaba nada.
"¿Hasta cuándo tendré que soportar esta absurda existencia?"
Miré a la luna, la única testigo de mi agonía.
"Para protegerte, Amy... tuve que sacrificarlo todo. Alejarme de ti. Hacer que me odies."
Las palabras de quienes intentaron consolarme resonaban en mi mente: "Con el tiempo, olvidarás el pasado y su dolor." Pero estaban equivocados. Porque entre más tiempo pasaba, más profundo se volvía el tormento.
—Pobre, pobre Sonic— una voz familiar interrumpió mi pensamiento. —Siempre intentando salvar a otros mientras te desmoronas en silencio.
Mephiles.
—Mírate. Tus heridas no han sanado desde tu enfrentamiento con Minos. Estás al borde del abismo. Acepta lo inevitable. Ven conmigo, juntos podemos crear una nueva era de oscuridad.
—¡Tú fuiste quien me traicionó!— escupí con rabia. —Todo lo que soy ahora es por tu culpa.
Mephiles sonrió con sorna.
—Tenías que aceptar las consecuencias de tus actos. Pero te daré otra oportunidad. No volveré a traicionarte, Sonic. Esta vez, te ofrezco mi palabra.
—No necesito tu oferta— respondí con desdén.
—Oh, claro... —se burló—. Puedes seguir engañándote. Fingiendo que todo está bien. Pero dime, ¿vale la pena romperte en mil pedazos solo para mantener una farsa? ¿O acaso olvidaste a Luna? ¿Olvidaste lo que la humanidad te hizo?
Sus palabras eran veneno, pero también verdad.
—Vamos, Sonic... solo sé libre. Muéstrale al mundo el error que cometió...
Han pasado más de siete días y aún no hay señales de Sonic. El pueblo sigue su rutina habitual, aunque hay quienes gritan por las calles, advirtiendo que el mundo pronto caerá en la oscuridad. Dicen que Dark Sonic y los otros volverán.
No sé qué creer. Solo sé que debo encontrarlo.
Cada noche, miro el cielo, esperando verlo una vez más. Recordando cada momento que compartimos, cada sonrisa, cada caricia, cada vez que nuestros labios se rozaron. Siempre supe que él no me amaba de la misma manera, pero nunca pensé que amarlo doliera tanto.
Entonces, los gritos irrumpieron la calma. Salí corriendo, el miedo helándome la sangre. Y lo que vi fue peor de lo que jamás imaginé...
Quizás... la peor traición es aquella que proviene de quien más amamos.
Hola!!!!!! X3
como prometí aquí esta su capitulo, perdonen es algo corto ;-; no me gusto mucho... pero comenten que les pareció a ustedes y no olviden votar
Si llega a 20 estrellitas comienzo a hacer mas largos los capítulos :3.
Capitulo dedicado a: ElGatoVol4dor
Te quiero ❤ gracias por el apoyo!!
Hasta pronto!!!
By:chimuelo78
27 de Enero 2018
Edición: 09/02/2025
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