Capítulo 13: Un refugio en el tiempo.
"A veces no conoces el verdadero valor de un momento hasta que se convierte en memoria" -Dr. Seuss.
Me encontraba sentado en el techo de la base del Sonic Team, dejando que la brisa nocturna revolviera mis pensamientos. Miraba la luna, esa misma luna que tantas veces contemplamos juntos.
No pude evitar recordar aquel poema que escribiste cuando aún me temías, cuando pasabas las noches observándome en secreto, tratando de entenderme. «¿Qué eres realmente?» te preguntabas una y otra vez, creyendo que éramos iguales. Pero yo... siempre me esforzaba en contradecirte.
Ahora solo quedan tus recuerdos.
Desde el tiempo de mi infancia no he sido
como otros eran, no he visto
como otros veían, no pude traer
mis pasiones de una simple primavera.
Cerré los ojos.
La melancolía se enredaba en mi pecho como una sombra persistente.
De la misma fuente no he tomado
mi pesar, no podría despertar
mi corazón al júbilo con el mismo tono;
Y todo lo que amé, lo amé Solo.
Tu voz resonaba en mi cabeza, como un eco del pasado.
Del torrente, o la fuente,
Del risco rojo de la montaña,
Del sol que giraba a mi alrededor
en su otoño teñido de oro.
Me pregunté si en algún rincón del universo aún podías verme, si de alguna manera sabías que seguía aquí, hablándote en el silencio de la noche.
—Espero que pronto podamos mirarnos el uno al otro... y puedas dedicarme una de tus increíbles sonrisas.
Sonreí con amargura, seguramente cualquiera que me viera ahora pensaría que estaba loco, hablándole a alguien que ya no está pero nadie puede escucharme.
—¿Sonic?
Una voz dulce rompió el silencio, levanté la mirada y vi a Amy, parada en el borde del tejado con su característico resplandor de calidez.
—Hola, Amy... ¿Por qué estás despierta tan tarde? —le pregunté, intentando sonar despreocupado—. ¡Oh! Lo siento... ¿Te desperté con tanto ruido?
—No es eso —negó con una leve sonrisa—. No haces ningún ruido, Sonic. Solo... no puedo dormir.
Fruncí el ceño con curiosidad.
—¿Por qué?
Amy suspiró, abrazándose las rodillas.
—Ojalá lo supiera —dijo con una sonrisa triste—. ¿Puedo acompañarte?
Asentí.
—¿Por qué no?
Se sentó a mi lado, en completo silencio. Durante unos minutos, solo nos dedicamos a mirar el cielo estrellado. Entonces, Amy habló en un tono melancólico:
—La luna está hermosa esta noche... Me recuerda a mi familia.
Giré el rostro para observarla.
—¿A tu familia?
—Sí... —sus ojos reflejaban una tristeza oculta—. Hace tiempo vivía con ellos, pero mi padre tuvo que marcharse. Mamá siempre decía que era un héroe. Y yo la creí... pero con el tiempo entendí lo que realmente hacía.
Permanecí en silencio, esperando a que continuara.
—Luchó en la guerra contra el ejército de la Edad Oscura... Aunque no sé mucho sobre ello.
Mi cuerpo se tensó. El ejército de la Edad Oscura... Aquello despertó memorias enterradas en lo más profundo de mi ser.
Amy pareció notarlo.
—Lo siento... Creo que te estoy aburriendo.
Sacudí la cabeza rápidamente.
—No, claro que no. Es sorprendente que me hables de tu familia. ¿Qué pasó después?
Bajó la mirada.
—Mi padre... nunca volvió.
Vi una lágrima resbalar por su mejilla esmeralda el pecho me dolió de una forma inexplicable.
—Amy... lo siento. No debí preguntar.
—No importa —susurró, limpiándose la lágrima—. A veces necesitamos contar lo que sentimos. Si lo guardamos por mucho tiempo... solo nos hace daño.
Sus palabras me atravesaron como un puñal yo también tenía muchas cosas guardadas cosas que jamás había dicho en voz alta cosas que tal vez... no debería decir. Pero por alguna razón, esta vez las palabras escaparon de mis labios sin que pudiera detenerlas.
—Yo también... perdí a alguien importante.
Amy me miró con sorpresa.
—¿Quién?
—Luna.
El nombre dejó un vacío en el aire, vi la curiosidad brillar en los ojos de Amy, pero no dejé que viera más allá no le conté quién era realmente. No le dije cómo murió solo le dije que fue mi mejor amiga... aunque en realidad, fue mucho más que eso.
Ella era mi refugio, mi luz en la oscuridad la única que entendía el caos en mi mente y ahora... Amy estaba aquí, mirándome con la misma compasión que Luna solía tener, no sabía cómo describir lo que sentía. Durante un largo rato, nos quedamos ahí, recostados sobre el tejado, mirando las estrellas. Jugamos a formar figuras en el cielo, reímos como si el mundo no tuviera preocupaciones. Reí tanto que me dolió el estómago y Amy se burló de mí por eso y por un momento...por un simple y fugaz momento... olvidé todo el peso que cargaba sobre mis hombros.
Cuando finalmente nos levantamos para ir a nuestras habitaciones, me detuve en el marco de la puerta, mi cuerpo se quedó quieto algo recorrió todo mi ser como una corriente eléctrica no era dolor, no era tristeza era algo más. Algo desconocido.
¿Era... amor?
O tal vez...
Solo otro sentimiento que aún no lograba entender.
(...)
La primera luz del amanecer comenzó a teñir el horizonte de tonos cálidos. Como cada mañana, me preparé para correr y despejar mi mente, pero antes de siquiera dar un paso, sentí una presencia en mi camino.
—¿A dónde crees que vas, erizo?
La voz grave y firme de Shadow resonó en la habitación. Lo encontré sentado en el sofá, su mirada afilada y llena de juicio. No era una simple pregunta... era un desafío.
—A correr, como siempre —respondí con tranquilidad.
Pero Shadow no se movió.
—Sabes que no me refiero a eso.
Se puso de pie, acercándose lentamente yo desvié la mirada, evitando su escrutinio.
—Si no lo entiendes... dime, ¿a dónde piensas llegar con tantas mentiras y secretos?
Su pregunta se clavó en mi mente como un dardo envenenado, no le respondí, no podía hacerlo lo único que hice fue alejarme sin mirarlo. Sabía que Shadow sospechaba algo tal vez incluso sabía la verdad, pero no hablaba de ello solo me observaba, esperando pacientemente el momento en que mis propias palabras me traicionaran.
Desde aquel día, cada vez que se presenta la oportunidad, me cuestiona de la misma manera. Pero nunca logra que diga más de lo que debería.
Muy dentro de él... lo sé, quiere que lo acepte, quiere que confiese pero aún no puedo. Todavía no.
Caminé sin rumbo hasta llegar a un campo de flores aquel lugar tenía historia pues aquí, hace mucho tiempo, solía entrenar bajo la tutela de Sofía y su maestra. Ambas me habían adoptado. Me habían dado un hogar, pero la historia no siempre sigue el curso que queremos, muchas cosas se desvanecieron con el paso de los años. Pero algunas memorias... permanecieron.
El viento comenzó a tornarse más cálido, envolviendo el campo en una brisa reconfortante. Cerré los ojos y dejé que la nostalgia me invadiera. Entonces, una voz familiar me sacó abruptamente de mis pensamientos, mis ojos se abrieron de golpe yo conocía esa voz. No podía ser... y, sin embargo, ahí estaba. Avanzaba lentamente hacia mí, su presencia inconfundible.
—Te ves increíble con esa apariencia, pequeño Sonic.
Mi respiración se entrecortó.
—¿S-Sofía...?
No sabía cómo reaccionar, mi corazón latía con fuerza porque, si ella estaba aquí... Significaba que sabía lo que estaba ocurriendo.
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Hola!!!!
Nota actualizada:
Se puede llegar a interpretar que Sonic tiene la misma historia que Shadow perdiendo a Maria sin embargo aunque si tome el aspecto de la pérdida, no es igual pues aquí hay un tras fondo muy profundo, y más adelante se irá aclarando el porqué.
Espero que se encuentren perfectamente bien uwu
Aquí esta su regalo de navidad atrasado xd pero bueno Feliz año 2018!! Que logren cumplir todos sus propósitos.
Esta vez mi perfil esta de aniversario!! Así es 3 grandes años en esta plataforma :'3 muchas gracias por todo su apoyo!! Próximamente habrá un especial.
Y claro estoy de vacaciones por un largo rato así que actualizaré pronto espero sus votos y comentarios gracias!! :3
By:chimuelo78
2 de Enero 2018
Edición: 09/02/2025
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