| Capitulo 19 |

| La promesa de nunca perderte, Un beso en la ciudad sin sueños y El regresar es la opción perfecta |




No faltaba mucho para mi partida de Daegu, terminé de empacar algunas cosas más, todo estaba en orden, o eso era lo que creía, pero la realidad era, que me sentía preocupado, y era por Yoongi, mis pies me guiaron hacia la puerta de mi habitación y me dispuse a abrirla de inmediato.

Camine hacia la estancia, allí estaba Yoongi, sentado en el sofá, con una taza de té en sus manos, sus piernas estaban encogidas, casi sobre su pecho, mantenía la taza cerca de sus labios y miraba la pantalla apagada del televisor, solté un suspiro y camine hacia su dirección, me senté al otro lado para poder estar juntos, pero la poca distancia que nos separaba me impedía sentir su calor cerca de mí.

—¿No te llevarás eso? —pregunto Yoongi, mi mirada fue a dar a su rostro, él miraba hacia el frente, y fue allí cuando comprendí a lo que se refería, llevarme aquella figura que representa la oscuridad del alma, Vilchis.

—No —respondí de inmediato, Yoongi al fin me miro, en sus ojos podía ver que todavía seguía molesto, por más que le había insistido en que no debería sentirse de aquella forma, le prometí que regresaría, y era así como lo iba a cumplir, quería que dejase de tener el pensamiento pesimista de que no regresaría para poder estar juntos.

Jamás rompo una promesa, y menos cuando se la hago a una persona que considero que es muy valiosa en todos los aspectos para mí, porque no deberían de romperse las promesas que consideras de ese modo, he logrado que los pedazos y sueños rotos de Yoongi pudieran resurgir como aves fénix, y se convirtieran en algo mejor, la promesa de regresar le haría ver que en verdad hablaba en serio con cada una de mis acciones hacia él, no miento, y jamás mentiré hacia él, no puedo permitírmelo.

—No me mal entiendas, quiero dejarla para que veas que no es para siempre mi partida.

Él me sonrió ladino, podía expresar en cada uno de sus poros, que no me creía en lo absoluto, pero se lo demostraría.

—¿Cómo puedo estar tan seguro de que tus palabras pueden decirme la verdad? —soltó el aire que estaba reteniendo, coloco la taza en la mesa de centro, dejando de doblar sus piernas contra su cuerpo y pasando su mirada hacia mí—. Jimin, es comprensible el que quieras escapar de todo, pero hay veces en que al primer escape sabes que obtuviste lo que quieres y lo que quisiste durante todo el tiempo.

—¿Por eso te quedaste aquí? —él negó con la cabeza un par de veces.

—Nací aquí en Daegu —dijo por fin—, después de eso me fui a Busan al descubrir que podía darme la oportunidad de hacer un viaje, y ese viaje se convirtió en año y medio de mi vida allí —hizo una pausa.

No esperaba aquella confesión, de haber sabido que él estaba allí, en Busan, lo hubiera conocido, y hubiera estado con él, sin duda alguna me habría atraído a la primera y por supuesto que no me negaría a dejar a un lado aquella atracción, inclusive tal vez las cosas hubieran sido muy distintas.

—Perdí muchas cosas aquí en Daegu —prosiguió con sus palabras—, perdí la oportunidad de estudiar lo que quería desde un principio, perdí un buen amor al que habría considerado eterno, perdí el cariño de mis padres —negó lentamente con la cabeza mientras sonreía.

—Y, de todas formas, ¿quieres seguir aquí?

Asintió, de nueva cuenta aparto su mirada de la mía para concentrarse en algún punto enfrente, y no podía dejar de mirarlo.

—No te lo dije porque pensaba que no era importante, allí fue cuando conocí a Jungkook, él vivía en Busan, y allí fue cuando nos conocimos, por mi pequeño viaje tuve que tomar un trabajo allí y todo paso, viví allí por un tiempo, hasta que había decidido irme, y él decidió que quería estar conmigo, estuvimos juntos aquí, en Daegu, y luego... —escuche claramente cuando paso saliva—, él hizo algo que me hizo ver que lo nuestro no era del todo amor.... lo demás es historia antigua.

—Entonces no deberías quedarte aquí, esta ciudad ya no debería significar nada para ti entonces, ¿por qué no escapar de nuevo? —le pregunte mientras trataba de evitar morderme el labio inferior.

—Escapar ya no es una opción para mí, por más que intente quedarme en Busan, era como si mi ciudad natal me llamará, me pedía que regresará, no podía dormir bien en las noches, casi siempre cualquier mínimo ruido me lograba despertar al instante y me quedaba allí, con los ojos abiertos en la oscuridad, no podía conciliar el sueño que me hubiera gustado, tenía que regresar aquí a como dé lugar, y así lo hice —su mirada de nueva cuenta estaba sobre mí—, por eso no puedo ir contigo, porque a pesar de los malos momentos que he pasado aquí, me quedaré porque es mi hogar y amo mi hogar, mi ciudad.

—Comprendo eso —solté en un largo suspiro, me acerque de manera lenta hacia él para poder atraerlo a mi cuerpo y brindarle un abrazo, sentía que lo necesitaba—, pero en verdad me gustaría que te alejarás de lo malo.

—No todo es malo —pude notar la pequeña curvatura que habían formado sus labios, mostrando una pequeña sonrisa, casi traviesa como la de un niño que acaba de hacer su primera travesura del año—, si en verdad me hubiera alejado, no te habría conocido.

Su cabeza se recargo por completo sobre mi hombro, aprecie sus cabellos caídos sobre su frente, además de esa hermosa piel que resaltaba bajo la poca luz de la luna que se encontraba en la estancia, y no resistí más, pase mi mano dándole caricias a su mejilla, su piel tan suave como el terciopelo, tan cálida y radiante, dejo de recargar su cabeza sobre mi hombro para mirarme a los ojos, la poca distancia que había entre nosotros me hacía sentir tan nervioso.

Yoongi me hacía sentir casi un inexperto, me sentía como la primera vez que había dado un primer beso, tan cohibido y tímido, que sentía que estaría cometiendo demasiados errores en un sólo momento, pero no debía de ser así, Yoongi parecía que siempre me hacía viajar en el tiempo o retroceder, me hubiera gustado que él se hubiera robado todas mis primeras veces en toda mi maldita y corta vida, y me hubiera gustado hacer lo mismo con él.

Sentía sus suaves exhalaciones cerca de mi barbilla, podía ver aquellos marrones ojos brillar ante mí, podía ver que quería lo mismo que yo en ese preciso momento, y no lo haría esperar por nada en el mundo, tome su mentón con delicadeza y acerque con cuidado su rostro en dirección al mío, acortando los escasos centímetros que nos separaban para por fin juntar nuestros labios en un suave vaivén entre nuestros labios que poco a poco iba tomando forma.

Sus labios contra los míos, tan suaves, podía quedarme toda una eternidad besándolo y para nada me cansaría de hacerlo, seguí con los movimientos, sentí como se removía gustoso por obtener más contacto entre nuestras bocas, mis manos viajaron por su cuerpo hasta agarrarlo por la cintura y acercarlo más hacia mí, sentándolo casi sobre mis piernas.

Odie que el aire en nuestros pulmones ya no fuera el necesario y nos separamos en busca del preciado oxígeno, nuestras respiraciones se mezclaban entre ellas, todavía la distancia corta del principio estaba con nosotros, pero permitiéndonos apreciar al otro por unos momentos, acaricie suavemente su espalda y sus costados para darle a entender que podía tranquilizarse, quería mandarle el cariño que pocas veces ha obtenido para que pudiera sentirse mejor.

—¿Sabes que te amo? —le pregunte mientras le brindaba una sonrisa.

—Siempre me lo dices —correspondió a mi sonrisa, ame cuando lo hizo, amo todos los gestos que hace Yoongi, no puedo evitarlo.

—Lo digo muy en serio, Min Yoongi, te amo.

No recibí una respuesta de su parte, pero en cambio había obtenido un nuevo beso sobre los labios, y con eso me bastaba, las acciones pueden decir mucho más que las palabras, y las palabras pueden ser más potentes que las mismas acciones.

En este caso, sabía perfectamente que él tiene los mismos sentimientos al igual que yo los tengo por él, por más que ya lo había comprobado, creía que podía perder a Yoongi, pero debía de tener confianza, no lo perdería, y él no me perdería a mí.

Nada de eso sucedería.

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