| Capitulo 18 |

| Es difícil querer despedirse, Las explicaciones deben ser sinceras y Un beso no es considerado como último |




—Yoongi.

Ha sido difícil, Yoongi quiere evitar a toda costa tener una conversación conmigo, pero estoy harto, quiero hablar con él, y no me va importar tener que acorralarlo contra la pared si es necesario, necesitamos hablar, y él lo sabe.

—Por favor, Yoongi —volví a insistir.

—Jimin, estoy ocupado —camino de nuevo por el pasillo, estaba dirigiéndose hacia su habitación, no iba a permitir que se encerrará como ha estado haciéndolo durante estos días, así que de inmediato apresure el paso y en cuanto llegue a su habitación, coloque la mano entra la puerta y el marco de esta misma, pensaba que la cerraría y terminaría lastimado, pero no lo hizo, sentí el suave toque de la puerta, y mire como la apartaba para dejarme entrar.

De inmediato aparte la puerta por completo y entre, su habitación estaba en orden, como siempre, aquel chico no era el típico desordenado que yo era, él siempre tenía todo como debía de estar, camine hacia él, coloque mis manos en su cintura, pero él de inmediato las aparto para mirarme a los ojos.

—No lo hagas más difícil —esas habían sido sus palabras, fruncí el ceño, no comprendiendo del todo lo que había dicho.

—¿Difícil? Estoy tratando de arreglarlo —dije.

—No, no lo haces —soltó un leve bufido—, solamente... lo empeoras, quiero apartarme de ti, ¿acaso no lo entiendes?

Eso no era lo que en realidad él quería, y yo tampoco, no quería apartarme de él quería besarlo y decirle que me quedaría con él, pero la verdad era que no podía hacerlo, por más que quisiera hacerlo, también quería cumplir uno de mis sueños y no dejarlo vagar por completo, aunque de cierto modo sería estúpido abandonarlo solamente por cumplir algo que inclusive podría hacer a su lado. Me sentía un completo idiota.

—No es lo que en verdad quieres —pase mi lengua por mi labio inferior y fije mi vista en sus ojos marrones—, debemos estar juntos.

—Jimin —rodo los ojos en cuanto dijo mi nombre—, ¿hasta cuándo te darás cuenta de que con lo que me dijiste hace dos días, me rompiste por completo el corazón?

—Entonces déjame repararlo —mi mano izquierda viajo hacia su mejilla acariciándola, y está vez él no me aparto—, ven conmigo.

—Te he dicho que no puedo.

—Nada te lo impide.

—Jimin —soltó un suspiro—, lo dijiste, es uno de tus sueños, y estás en una ciudad en dónde yo los he perdido todos, y ahora... —hizo una breve pausa antes de continuar con sus palabras—, las nuevas ilusiones que lograste crear en mí, parecen burbujas reventadas, tal vez fue una mala idea que esto —me señalo a mí y luego a él un par de veces—, sucediera.

—No estoy arrepentido de lo que sucedió entre nosotros.

No mentía, no lo estaba, es más quería saber que más ocurriría entre nosotros si seguíamos en esto, no me cansaría para nada de estar con él, y lo decía en serio, amo a Yoongi, ¿cómo iba a dejar pasar estos días como si nada? No sería capaz de hacerlo, él no era un buen polvo, él era una vida completa, quería tener una vida completa a su lado, maldecía al destino por no haberlo conocido en una mejor época, una en dónde apenas estuviéramos experimentado la nueva experiencia de amar, y una en dónde ambos no tuviéramos razones para odiar enamorarnos de nuevo.

—De todas formas, diga lo que diga, te irás —susurro.

—Sí, lo haré, pero —su mirada se clavó en la mía—, prometo que volveré, inclusive antes de lo que te imaginas, Yoongi.

—No sé si puedo creerte, Jimin —me respondió mientras negaba lentamente con la cabeza—, todo esto... los te amos, las veces en que nos hemos entregado uno al otro, esos besos, los consejos y apoyo mutuo —casi podía sentir su propio nudo en la garganta al decir aquello—, ¿por qué siento que solamente es un juego cuando en realidad sé que no lo es?

Sus ojos estaban comenzando a soltar pequeñas lágrimas, de inmediato acorte la distancia entre ambos y lo envolví entre mis brazos, reconfortándolo con un abrazo del cual no se apartó, escuchaba sus sollozos que eran bloqueados casi totalmente por su rostro que estaba muy cerca de mi pecho, levantaba sus hombros y sus respiraciones eran erráticas, comencé a darle caricias en su espalda, era doloroso tener que ser la causa de su llanto, me quería golpear en ese mismo momento por haber causado que las lágrimas comenzasen a caer por sus hermosos ojos y bajar por sus mejillas, me odiaba haber causado tanto dolor en su corazón.

—Yoongi, no estoy jugando contigo, me enfadaría conmigo mismo si eso fuese una realidad, pensarás que soy un idiota por querer dejarte, así como si nada hubiera pasado entre nosotros, y créeme que me considero uno en estos momentos —lo aparte un poco, tome su mentón y lo hice que levantase el rostro—, pero te amo, no quiero dejarte, pero necesito que comprendas que no quiero dejar pasar la oportunidad de escapar un poco más del Jimin de antes.

—¿No es suficiente escape para ti el que yo esté contigo? —me pregunto, y parecía que las palabras se habían borrado por completo de mi cabeza—. ¿Por qué no simplemente me dices la verdad? Sólo hiciste esto por juego, sólo dímelo... ya estoy lo suficientemente herido como para acept... —no deje que terminará, uní nuestros labios como aquella vez que le había besado, sin nada de desesperación, quería transmitirle por medio de aquel toque entre nuestros belfos, que no estaba jugando, que en verdad me sentía completamente enamorado de él, que no planeaba soltarlo, aunque él me lo estuviera pidiendo, que no era un juego para mí, todo lo que siento es real y no una cruel y asquerosa mentira.

Me separe con mucho cuidado de él, pude ver sus ojos fuertemente cerrados, mis dedos viajaron a sus mejillas blancas, luego a su frente, despejándola un poco de las hebras de su cabello que tenía allí, los pase por detrás, en su nuca acariciando su cuello, abrió despacio sus ojos y me miro, mire el reflejo de mi rostro en sus pupilas, podía mirarme, y me veía completamente perdido, preocupado, un semblante que solamente una vez pude ver antes, y ahora lo veía de nuevo, estaba triste por no quedarme con Yoongi cuando eso era lo que más quería.

—Todos necesitamos escapar, Yoongi —su mirada cambio en dirección al suelo—, pero... si de verdad confías en mí, quiero que recuerdes que regresaré, porque es una promesa que jamás voy a romper, por favor, confía en mí, regresaré y la única razón de mi regreso será poder volver a verte a ti —trague saliva, mi garganta se sentía pesada, como si algo me impidiera tragar en ese momento—, ¿podrás esperarme?

—No creo poder tener la fuerza suficiente para hacerlo, siento que cuando te vayas, iré detrás de ti...

Mire mis muñecas, no era mucho de llevar pulseras, pero había una que mi padre me había regalado, era especial, despoje aquella pulsera de tela de color negro con cuentas de madera de mi muñeca y tome la mano izquierda de Yoongi para colocársela.

—No irás tras de mí, te quedarás aquí porque sabes que regresaré, y la razón de mi regreso será porque quiero venir a verte y estar juntos de nuevo —tome su mano con ambas de mis propias manos, apretándolas levemente sobre la suya—, te doy esto, sé que no es mucho, pero con esto te doy a entender que regresaré, que no quiero apartarme de ti, en verdad me duele decirte que me iré, Yoongi, como no tienes idea.

—Y a mí de duele saber que así será —dio un leve asentimiento mientras miraba mis manos sostener con desesperación su mano—, ¿prometes regresar?

—Jamás rompo mis promesas, Min Yoongi.

Vi como una pequeña sonrisa asomo por sus labiosy pude sonreírle en respuesta, con sólo una mirada, pude percatarme queconfiaba en mis palabras, las cumpliría, porque estoy enamorado de él y nosería capaz de romper una promesa con él, porque lo amo, y eso es lo que másimporta.

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