| Capitulo 10 |
| Tarde de comida con Taehyung, Más sueños destruidos y Una promesa inquebrantable |
Desde aquella noche, me había acostumbrado a tener a Yoongi entre mis brazos, abrazándolo, dándole caricias, o inclusive tomarlo de la mano, pero principalmente, no podía dejar de abrazarlo, y era así como había amanecido con él, estábamos en la misma cama, me gustaba dormir sin algo que cubriera mi pecho y torso, me desperté temprano y miraba como Yoongi estaba acurrucado de frente contra mi pecho desnudo, sentía su respiración chocar con mi piel, además de las pequeñas cosquillas que provocaban sus cabellos que estaban en su frente.
Sonreí al ver cómo se removía algo incomodo y queriéndose dar la vuelta, pero mi brazo alrededor de su cintura se lo estaba impidiendo del todo, apretó levemente los parpados, y le di unas suaves caricias para que se relajará.
Sus ojos se abrieron un poco, apenas dejándome ver parte de su iris marrón, y me miro a los ojos por apenas una rendija.
—¿Dormiste bien, pequeño gato? —Yoongi se asemejaba mucho a un gato, sus ojos y algunas de sus expresiones me recordaban a cuando veía a un gato de apenas algunos meses de nacido.
—Suéltame, quiero voltearme —su voz había salido rasposa, parpadeo levemente e intento de nuevo zafarse de mi agarre.
—¿Debería? —pregunte mientras la comisura de mis labios se levantaba levemente—. Porque sinceramente, es muy cómodo estar así contigo —pase mi mano por sus cabellos despeinándolo un poco más—, dame un beso.
—Lo haré si me sueltas.
No le obedecí, terminé robándoselo y él soltó un suave jadeo complacido, cuando nos separamos lo atraje más hacia mí, restregó su cabeza sobre mi pecho, pude sentir la suavidad de sus cabellos sobre mi piel, y esas cosquillas que me hacían sus hebras al pasar por mi piel desnuda, sonreí ante aquello, mi vista fue a dar hacia el reloj de la mesita de noche, faltaba una hora para que me fuera para ir al trabajo, me tocaba abrir la cafetería está vez, así que debía darme prisa, aparte mi mano de Yoongi y decidí levantarme.
—¿Tan tarde es? —pregunto Yoongi, al ver que me quitaba las cobijas y me incorporaba para dirigirme hacia mi propia habitación.
—Tengo que abrir la cafetería, no tardaré en venir, sabes que tengo el turno diurno.
Soltó un suspiro, y mire como se incorporaba sentándose y recargando su espalda en el respaldo de la cama.
—Me gustaría que te quedarás más tiempo.
Miré sus ojos, se veía algo triste, tal vez quería que me quedará con él más de lo que pensé, y podía comprenderlo, hace tiempo que estaba solo y eso que tiene a un vecino de locura para pasar el rato, pero Taehyung se la pasa casi siempre encerrado escuchando música de distintos artistas mientras sigue con sus trabajos extravagantes, en ese caso, Yoongi se encontraba prácticamente solo.
—Conseguiré otro empleo —le digo, su mirada deja de estar sobre las cobijas y me ve—, tomaré un medio tiempo en la tarde en otro lugar, y así podremos estar en la mañana juntos.
—Ni se te ocurra hacer eso —mire como sonrió—, está bien que creas que así voy a estar feliz, pero no lo estaré, es mejor tenerte el resto de la tarde y noche conmigo, es más duradero que una simple mañana, así que no lo hagas.
—Bien, no lo haré —la felicidad inundaba mi pecho, me agradaba saber que mi compañía no era para nada estorbosa para él—, pero prométeme que dejarás esa actitud triste por irme en las mañanas.
Era algo que en verdad quería que parara de hacer, no me gustaba ver como la curvatura de sus labios dejaba ver aquella expresión de tristeza y disgusto porque me iba, quería verlo sonriendo y dejando aquella actitud, prefería verlo sonriéndome, me encantaba ver aquella sonrisa.
—¿Qué obtendré a cambio? —me pregunto.
—¿No te basta con que me tengas prácticamente a tus pies, Min Yoongi?
Pude ver esa media sonrisa en sus labios y aquel leve sonrojo en sus mejillas, amaba causar una y mil sensaciones en aquel chico, Yoongi era especial a mi vista, y quería tratarlo como alguien sumamente especial, demostrarle lo valioso que es ante mis ojos, no podía evitarlo, el amor que tenía por él, era demasiado, y estaba seguro de lo que estaba sintiendo por aquel chico de piel pálida.
—En ese acaso, te lo prometo.
Asentí una vez con mi cabeza y salí de su habitación, era una promesa, por la expresión de Yoongi sabía que no la rompería.
...
Cuando regrese del trabajo, no esperaba encontrar en el departamento a Yoongi junto a Taehyung, el chico tenía una gorra cubriendo sus cabellos mientras se la pasaba inspeccionando las figuras que el mismo había creado, las miraba con parsimonia y parecía que nada, ni nadie podría impedir aquella concentración que tenía sobre aquellas figuras, pero el cerrar la puerta, había sido suficiente para que él dejase de mirar sus creaciones.
—¡Hola, Jimin! —me saludo de inmediato a lo que yo le devolví el gesto—. ¿Te ha gustado tu regalo?
¿Qué responder?
Me parecía una total locura ver mi regalo, un Vilchis, ni siquiera sabía qué demonios significaba aquello, y aun así el arte que hacía Taehyung me parecía demasiado extraño, y pensaba que algunos artistas que solamente se la pasaban haciendo un tiradero de pintura que no tenía nada de sentido, era una locura, ¿en verdad algo como eso podía venderse? Ni siquiera podía creerlo.
Taehyung era esa clase de chico que podía hacer que las cosas se vieran de esa manera, tan alocada que dirías que no comprendes lo que estás mirando en aquellos momentos, y era así como me encontraba, no entendía aquellas figuras, y eso me dejaba con dudas en mi cabeza.
—¿Sí? —quería golpearme por mi respuesta.
—Me alegra escuchar eso —Taehyung era o demasiado idiota para comprenderme o demasiado inocente para saber cómo distinguir un tono de voz.
—Jiminie —mi vista fue hacia Yoongi—, he invitado a Taehyung a comer.
Por unos instantes la decepción quería abundar en mis pensamientos, no quería que Taehyung se quedará, mis planes eran tener a Yoongi entre mis brazos mientras le daba besos y comíamos en la estancia, eso era lo que quería, pero bueno, muchas veces la vida da giros que pueden ser demasiado inesperados, como en estos momentos.
—¿Qué preparaste para comer? —le pregunto Taehyung.
Yoongi se encargaba de cocinar, era extraño que lo llamaran para algún trabajo, pero me decía que él a veces lo colocaban en el área de periodismo para editar inclusive los errores en las columnas del periódico, esa era la razón por la que a veces lograba encontrarlo realizando algunas de sus ediciones, su trabajo lo hacía desde casa, y eso era muy práctico, me gustaría trabajar igual que él lo hace, sería mucho mejor, hasta podría estar en pijama todo el día.
—Prepare onigiris, espero que les gusten, aunque no sé si los hice bien.
—Me gusta todo lo que cocinas —menciono Taehyung.
—Concuerdo con él —me hice presente con mi comentario—, cocinas excelente pequeño gato.
Taehyung se vio extrañado por lo que dije, su mirada iba de mí a Yoongi y viceversa, frunció levemente el ceño, parecía que estaba analizando la situación.
—¿Están en una relación? —pregunto mientras seguía pasando su mirada de Yoongi hacia mí.
—No podría llamarlo de esa forma —esa había sido la respuesta de Yoongi.
Ahora era yo quien fruncía levemente el ceño, no comprendía la razón por la que Yoongi seguía de ese modo.
—Estamos en una relación —respondí, a lo que Yoongi me miro con su boca levemente abierta.
Tenía que demostrarle que en verdad no era un juego, que en verdad estaba interesado en él, no estaba solamente coqueteando y teniendo cosas intimas con él por nada.
—¡Eso es fabuloso! Felicidades a ambos —Taehyung miro a Yoongi—, es bueno que hayas decidió esto, Yoongi, verás que no será como antes.
¿Cómo antes?
Mire hacia Yoongi, y sólo le dedico una media sonrisa a Taehyung para desaparecer por la cocina, en ese preciso momento, me acerque hacia Taehyung.
—Gracias —dije para dedicarle una sonrisa, pero su mirada se quedó en mí por unos momentos, su mirada era profunda, parecía que intentaba ver tu alma.
—Espero no le hagas algo que lo decepcione, ha pasado por tanto que no creo que quiera volver a enamorarse.
—¿Lo dices por ese tal Jungkook?
—No sólo fue Jungkook —aparto la mirada hacia un punto en la cocina—, Yoongi tuvo otros intentos de relaciones después de Jungkook, casi no habla de eso con nadie, todos han sido un fracaso, y casi siempre quien termina lastimado es él, me había dicho que al parecer enamorarse no estaba más en su contexto de vida, ha perdido un poco las esperanzas al respecto, y puedo comprenderlo, quien tiene más de una decepción amorosa, no quiere volver a repetir la misma fórmula.
Mire hacia la cocina, ¿así qué eso era lo que tenía? Miedo a enamorarse de nuevo, miedo a que le rompan el corazón en mil pedazos, pero no le haría aquello, no podría ver que él de nuevo se encuentre decepcionado por alguna estupidez que llegue a cometer, haría que Yoongi dejará de pensar en el amor de esa forma, debía entregarle lo que él siempre ha buscado, me prometí en aquel momento que no lo dejaría decepcionado.
—Lo haré feliz —dije.
—Y eso espero —me dedico una sonrisa después de aquellas palabras.
—¡Chicos, hay que comer!
Y ambos nos dirigimos hacia la cocina, y debodecir que aquellos onigiri, estuvieron deliciosos.
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