| Capitulo 05 |

| Su secreto revelado, Una invitación aceptada y El primer beso robado |




—Exactamente, ¿cuándo será la boda de tu ex novio?

Vi como sus hombros se habían tensado por mi pregunta, no sabía si estaba haciendo lo correcto, pero tenía una idea, si es que ese tal Jungkook quería ver a Yoongi sólo para compararlo, lo cual todavía sonaba más razonable en mi mente, sería buena idea ir, pero iré con él, ni loco lo dejaría solo, sería el momento más incómodo en toda su vida si es que solamente va él.

—¿P-por qué? —me miro de inmediato.

Debo admitir que en toda la noche no deje de pensar en lo que había pasado, verlo así, tan débil y depresivo por haberse enterado de algo como eso, había hecho que sintiera demasiada compasión por él, y además de eso quería demostrarle que no estaba solo, que podía ser un buen amigo con respecto en apoyarlo, sé que apenas llevamos poco tiempo en conocernos, pero quiero ayudarlo.

—No es necesario —dijo de inmediato al no obtener respuesta de mi parte—. No iré de todas formas.

—Irás, mejor dicho, ambos iremos.

Sus hermosas mejillas blancas comenzaron a tornarse en un ligero color carmín, amaría hacerlo sonrojar más, era una experiencia única hacerlo.

—No —esa había sido su respuesta, a largos pasos se dirigió hacia la cocina, seguramente ya estaría comenzando a morder sus uñas por la ansiedad y el nerviosismo—. Jimin, no creo que sea una buena idea, además ¿por qué quieres ir?

—Quiero que le demuestres que lo has superado y que ahora me tienes a mí.

La curvatura de sus labios se había hecho presente en aquel momento, mostrando algo de sus blancos dientes, era una sonrisa burlona al igual que su mirada, relamió sus labios y después me miro a los ojos.

—Ni siquiera somos algo.

—¿Y es necesario serlo?

—Lo es —soltó por lo bajo—, Jungkook no va a creerme si ve que estoy contigo, y, es decir, sólo mírate —estiro su mano, y me señalo con su mano extendida, de arriba hacia abajo—, eres... muy apuesto y pensará que es una mentira, no tienes nada de mi tipo ideal.

Algo que casi siempre llegaba a molestarme era eso de "mi tipo ideal" ¿Qué carajos es eso? No lo entiendo, puedo pedir que alguien sea alto, con cabellos pelirrojos y ojos cafés y estoy seguro de que no lo encontraría por ninguna maldita parte, a veces la mente sólo quiere engañarse con imágenes que simplemente te hacen sentir satisfecho, Yoongi tampoco tenía algo de mi tipo ideal, quizás la piel además de la altura, pero de ahí en fuera, nada. Y aun así lo consideraría para tener una relación estable.

Para mi perspectiva, "mi tipo ideal" quedaba fuera de la realidad, podrá ser que sólo en un cero punto uno por ciento de mi tipo ideal exista en el mundo, y eso es una probabilidad demasiado baja, es mejor concentrarse en las personas que están alrededor, algunas te pueden decepcionar, otras inclusive te pueden encantar más que tu tipo ideal, y eso es lo que lograba Min Yoongi en mí.

Solté el aire que estaba reteniendo y me acerqué a él.

—Yoongi, no es necesario que sea un super modelo de robot parecido a tu tipo ideal como para salir contigo, mírame... estoy seguro que él te creerá.

—¿Por qué? No lo hará, Jungkook me conoce bien, sabrá que estoy mintiendo y que me he conseguido a alguien de reserva sólo para acompañarme y pensará que sigo obsesionado con él, y...

Coloque mi mano para cubrir sus labios, ¿acaso no sabía cuándo debía cerrar su boca? Yoongi casi no era tan seguro de sí mismo, pensaba demasiado las cosas en lugar de actuar al instante, eso se podía considerar inclusive malo en una pelea, sólo el imaginar que le dan un golpe y lo insultan y él no responda solamente porque está pensando en que hacer y decirle, me dejaba con algo de burla, pero sabía que Yoongi era de esa forma y debía de cambiarlo, no podía permanecer de esa forma todo el maldito tiempo, tenía que actuar, porque en algunas circunstancias, el actuar rápido es necesario.

—Sólo escucha —dije mientras lo miraba directamente a los ojos—, aceptarás su invitación, no se lo confirmes, estoy seguro que la mayoría de sus conocidos irá a esa boda, y allí estarás, por supuesto a tu lado estaré yo, ¿entiendes? —retire mi mano y él se cruzó de brazos.

Abulto su labio inferior mientras me miraba con el ceño levemente fruncido, si trata de darme algo de miedo, no lo está logrando, ahora con esos gestos lo más que quiero hacer es besarlo.

—¿Y sí nos descubre?

—Por favor —rodé los ojos—, apuesto a que ese idiota no se percata ni siquiera de lo que le regalaran por su boda.

Tamborileo los dedos de su mano derecha sobre uno de sus brazos, su mirada seguía fija en la mía, como si estuviera analizando cada parpadeo que hago, y después suelta un suspiro dándome a entender que estaba pensando mejor mi propuesta.

—Está bien —dijo para después dar un asentimiento con la cabeza—, pero si algo sale mal, te juro que te echaré de mi departamento.

—¿Por qué harías algo como eso? —sonreí ante su comentario, a veces Yoongi podía llegar a ser solamente un poco divertido, pero había logrado que me asustara por unos momentos.

—Por hacerme ir a un lugar al que no quiero ir, y haber aceptado un plan que no funcionará.

—Funcionará.

Yoongi rodó los ojos y camino hacia el refrigerador, me quede mirando su silueta, tan perfecto, ahora sólo me preguntaba si habría alguna oportunidad para saber si acaso ese chico se peina los cabellos, siempre los trae casi despeinados, pero debo admitir que le da un toque adorable a toda su persona, me encanta.

—¿Quieres una cerveza?

—No tomo, pero gracias.

Vi como giraba sobre su propio eje para darme una mirada de sorpresa, su boca estaba entreabierta y formaba un perfecto circulo diminuto, ¿por qué tengo tantas malditas ganas de darle un beso?

—¿No tomas? —su tono de voz se alzó levemente, la sorpresa en su voz era notoria—. ¡Eso sí que es extraño! La mayoría que conozco no le dice que no a una cerveza.

—Bueno, pero yo no soy la mayoría, y no es que no me guste el alcohol, pero puedo quedar totalmente borracho al instante, por eso lo evito.

Todavía recuerdo mi última fiesta, Hoseok había tenido que sacarme prácticamente a rastras de su casa, y eso que solamente había tomado apenas tres latas de cerveza, desde aquel día me había prometido no volver a tomar una maldita cerveza, casi siempre las cervezas que eran light no me causaban eso, en cambio las otras, quedaba completamente tirado y mareado.

—Bueno, en ese caso, evitaré que pruebes cualquier trago en la boda de Jungkook.

—Gracias —mencione de inmediato—, eso es lo más amable que han hecho por mí —y no era sarcasmo, siempre se lo pedía a mis amigos, y terminaba siempre con algún tipo de bebida, ¡que grandiosos amigos!

—No hay de que —se encogió de hombros, me percate de que lo que estaba en sus manos no era una lata de cerveza, sino una de Coca-Cola.

—¿No tomarás cerveza? —le pregunte mientras le sonreía.

Él abrió la lata de aquella bebida y dio un largo sorbo, podía ver como su manzana se movía cada que tragaba aquel liquido burbujeante, y que ganas de lamer aquella piel blanca de su cuello.

—Sino lo haces tú, tampoco lo haré yo.

Esté chico en verdad que es muy extraño, pero me encanta lo diferente.

—Por cierto... —comencé a hablar—, ¿dónde conseguiste ese dildo?

Quería molestarlo, ver el cómo reaccionaba ante tal descubrimiento mío, tal vez reciba un golpe, pero valdrá la pena, casi estuvo a punto de escupir el líquido que apenas iba a tragar, comenzó a toser varias veces inclinándose mientras con su mano en forma de puño se golpeaba levemente el pecho para poder controlar su incesante tos.

Cuando logro recuperarse por completo fue cuando me miro, no podía ver más que sorpresa y aquellas mejillas sonrojadas, se veía tan lindo de esa forma, maldije por no tener una cámara o mi celular para poder tomarle una fotografía.

—¿C-cómo sabes e-e-eso? —tartamudeo.

—Bueno —solté un resoplido mientras hablaba—, era difícil el poder ignorar esa voz tan melodiosa, estabas gimiendo mucho y pensé que estabas teniendo sexo con alguien.

—¿Y por qué demonios me viste? —ahora si estaba molesto, a lo cual relamí mis labios y sonreí.

—¿Y por qué no hacerlo? —sonreí ladino—. Por cierto, te veías precioso, si querías tener una buena sesión de placer, me la hubieras pedido —me encogí de hombros como si el tema no fuera para tanto—, para mí no es ningún problema dártela.

Cubrió con su mano derecha su boca, miré como sus mejillas y sus orejas aumentaban el color carmín, sonreí, había sido el causante de ese sonrojo tan notorio en todo su rostro, y quería algo más.

Llevo varios días allí y este chico me ha estado provocando demasiado con esos labios, odiaba no poder tomarlo de una maldita vez y besarlo tan profundo cuando hacía aquellos pucheros sin que él mismo se percatará de eso, esa sonrisa, quería besarle despacio, quería que nuestras leguas se juntarán en un juego.

Y definitivamente no podía aguantar más aquella tentación de poder juntar mis labios con los suyos.

—¡No debiste ver eso! —su voz había temblado un poco, pero logro controlarse.

—No me molesto verlo, pero... —mis labios se curvaron en una nueva sonrisa—, ¿habías causado tanto en mí en ese momento? Quería entrar a tu habitación y tomarte por sorpresa y cambiar a aquel maldito dildo por mi pene —me aproxime hacia él—. ¿Sabes? He estado controlándome mucho, pero no es fácil, eres demasiado tentador, provocas a cada instante y ni siquiera te percatas de eso.

Logre acorralarlo justo cerca de la encimera, le arrebate la lata que mantenía en sus manos, veía como tenía un ligero temblor en su cuerpo, ¿acaso estaba atemorizado? Me gusto ver aquello, coloqué mi mano izquierda en su cintura y con mi mano derecha comencé a darle caricias a su mejilla.

—¿Q-qué ha-r-rás?

—Algo que debí haber hecho desde un principio...

De inmediato acorte la poca distancia que nos lograba separar y bese esos finos labios que tanto habían estado torturándome desde hace días, no pensé que me correspondería, pero lo hizo, correspondió a los suaves movimientos de mis labios, apreté levemente su cintura logrando que soltará un pequeño jadeo y así pude introducir mi lengua en su cavidad bucal para poder profundizar el beso entre ambos.

Me separaba de vez en cuando causando chasquidos y atraía su lengua para succionarla, podía sentir el temblor de su cuerpo cada que hacía eso, pase mi mano por sus suaves cabellos, él tenía sus manos sobre mi pecho, las abría y cerraba mientras disfrutaba del contacto que estaban haciendo nuestros labios, y entonces fue cuando me separe de él.

Mire sus labios por unos segundos, hinchados y rojos, humedecidos por nuestra saliva mezclada, pase mi pulgar por ellos limpiándolos, nuestras respiraciones eran erráticas y pude ver en sus ojos que había anhelado aquel beso tanto como yo lo había hecho.

—¿Ahora que piensas? ¿Puedo encajar en tu tipo ideal? —le pregunte en voz baja, casi en un susurro.

—No debiste... —corto para tomar aire—, besarme.

—¿Y por qué no? Ya tenía ganas de hacerlo, y no sabes de que más tengo ganas de hacerte, Yoongi... —acaricie levemente su cintura—, ¿es posible que alguna vez me permitas tocarte?

—No...

—Ya veremos después, precioso —le di un casto beso en los labios y me separé de él—, tenemos un plan que llevar a cabo.

—La boda es en dos semanas.

—¡Perfecto! —me aleje más de su cuerpo, no quería que se sofocará por nuestra cercanía, y mucho menos por lo que había pasado—. Descansa, Yoongi... y no juegues con ese dildo.

—¡C-c-cállate!

Sonreí ante su reclamo.

Relamí mis labios, no sé porque, pero sentía que todavía el sabor tan dulce de los de Yoongi permanecía sobre los míos, y era simplemente fascinante.

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