Capítulo 3.- Debilidades
"Las debilidades son hermanas que luchan por permanecer escondidas y es que los enemigos las buscan para darle una estocada a la vida"
Yo sé que no puedo llorar, pero ahora mismo me siento muy mal. Ojalá fuera clima y así podría reflejar mis sentimientos en la lluvia, o quizás con una fuerte tormenta, pero qué digo, el clima es tan cutripolar, pobre de ella. Ésta ha sido una larga madrugada ¿no creo que mi persona favorita del mundo y su canino no vayan a volver? Son la pareja perfecta, quisiera despertar al mugriento de Destino y decirle que haga su trabajo.
Aunque ya lo hice. En cuanto Haydee dejó a Eric después de aquella discusión, corrí a sacar a Destino de su lugar de confort, si hay alguien bueno para nada en éste mundo ese es él. Les hablé de que odio a aquellos que van por ésta vida como dormidos, pues él es uno de esos "yo sé amanerado niñito sifrino que nadie cree en ti, lo sé. Pero levántate y has tu trabajo" Él muy idiota cree que todo el mundo debe echarle flores ¿acaso alguien me tiene presente a mí? Se dé buena fuente que muchos me odia, pero aquí estoy haciendo lo mío... ¿Qué dices? Habla más alto. Deja de estar susurrando como una mamita, dímelo y punto. Oh bien ¿tú crees que eso es lo único que hago?.. "Tan solo existes Ti, lo único que haces es existir" no es lo único que hago. Mi trabajo requiere muchas cosas, de las que tú no estarías ni por poco capacitado para hacer. No digas que soy descarada... sí, yo he hablado mal de ti y en frente tuyo. Ya deja de discutir conmigo. ¿Sabes algo maldito Destino? vuelve a tu cama de blancas nubes, cierra la boca y cuando hables como un hombre, me entendiste, cuando hables como un hombre entonces ven y discute conmigo, hasta ese entonces tan solo calla.
Todos estos con los que convivo ya me tienen harta, por si no se han dado cuenta mi número de amigos es cero, y es que Amistad es mi peor enemiga. Ahí me dio un discurso de lo malo que es que me crea un humano, se le unió Conciencia, Cupido y hasta Muerte. Para resumirles todo, dijeron que yo nunca sería como Haydee, si existiera en carne y hueso en el mundo real sería como Ana del 43 a la que todos odian por bocona e insoportable. Yo misma odio a Ana, pero no soy Ana, no me importa lo que esos piensen. Toda esa discusión vino cuando fui a atacar a Destino y todo el mundo salió en su defensa. Ahora ésta el imbécil ese aquí refunfuñando y que ahora sí va a trabajar. Pues Hazlo!!!!! Trabaja!!!! Que gran falta que te hace.
Pero qué horror, discúlpenme y es que es inevitable que todos estos seres no me acompañen, quiero buscar un lugar tranquilo en donde contarles todo lo que pasa, pero aquí llega uno y otro, y otro. No entienden lo que es querer privacidad. Les prometo que ya no los agobiaré más con mis problemas sociales. Son las 8 de la mañana y Haydee no con el mejor de los ánimos ya está con aquel conjunto de falda de tubo y saco entallado tomándose un café en el piso 35 de Mongomeri.
—¡¿Qué terminaste con Eric?! –grita Mónica.
—Baja la voz –alarmada ve a su alrededor, esperando que nadie haya escuchado a su amiga.
—Por fin te enteraste de los besazos que se dio con Sherlyn.
—¡Sherlyn la del piso 2! –Haydee se lleva las manos a la cabeza y veo que se está poniendo roja, pobre son muchas las cosas de la que nos estamos enterando y ninguna es buena –si hasta la semana pasada tenía un herpes en la boca, oh por Dios que asco –de inmediato comienza a limpiarse la boca, aunque Haydee si se te pegó ya no hay marcha atrás. Lo siento, no sé porque todo me da risa.
—Si deberías cuidarte, me enteré justo el viernes pasado, pero al parecer fue algo viejo de cuando fueron a la fiesta esa en el departamento de Muñeco de Perro.
—¿Por qué no me dijiste nada?
—Haydee tu sabes que entre novios no me meto, y mucho menos con esa relación rara que tenían Eric y tú. Pero si no fue lo de Sherlyn ¿de qué trastada te enteraste? –más emocionada acercaba su silla más a la mesa.
—Ni te imaginas amiga, ni te imaginas. Literalmente le caí a golpes, me dijo algo tan cínico que... mira tengo los nudillos de los dedos morados ¡mira! –en efecto la mano de Haydee está morada y es que he de decir, ayer cuando le dio aquel gancho derecho me quedé en shock, fue de lujo. La cara desorientada de Eric me hizo reír tanto que de tener lágrimas las habría botado, ayer fue una noche comitrágica para mí, es decir, cómica pero a la vez trágica ¿acaso no soy un genio? Ya no diré más estupideces lo juro.
—¡Le pegaste! –Mónica sonreía y casi botó el café en sus manos de la sorpresa –pero ¿qué hizo?
—No puedo contarte –suspiraba.
—No mujer, no me hagas esto –de inmediato la zarandeaba –para qué vienes a darme todos esos adelantos si a la final me vas a decir "no puedo contarte" –hablaba con voz tonta. Concuerdo con Mónica yo también la estaría zarandeando, pero tengo la suerte de saberlo todo –¿no somos las mejores amigas?
—Lo somos, pero por lo buenas amigas que somos sé que no pasará un solo minuto hasta que todo Mongomeri sepa los detalles de mi rompimiento con Eric.
—¿Y crees que ese canija no va a contar todo?
—No lo hará por su propio bien, además juro contarte pero no hasta que hable con Andrew.
—¿Por qué debes hablar con Andrew? –en su cabeza sumaba dos más dos –oh picarona ya entiendo. Algo le descubriste a Eric, pero antes él descubrió que Andrew y tú tienen una cosa rara, te dijo que eres una perra maldita y por eso lo golpeaste, entonces todas las verdades salieron a relucir –victoriosa le daba el último trago a su café como si se bebiera un trago de Vodka. Debo decir que la pequeña morena tiene imaginación.
—¡Andrew y yo con una cosa rara! ¿Qué te ocurre? Andrew es mi jefe y amigo.
—Ustedes son más que jefes. Bueno quizás sean amigos, con eso de que se conocen desde la secundaria, pero siempre he creído que hay cierta tensión sexual entre ustedes. ¿Vas a negarlo? ¿Nunca te ha gustado?
—Claro que no –dice tajante y hasta indignada.
—Oh por Dios ¿nunca le has visto el trasero? Si me dices que no, hasta aquí llegó nuestra amistad.
—Si le he visto el trasero –ríe. Quien no vería ese bien formado trasero, otra vez me babeo –pero no es de esa forma, es decir, es lindo pero siempre ha sido solo un amigo, en la secundaria era el novio de aquella amiga que me metió en su mundo de sociedad. En la universidad ni lo vi, y ahora es mi jefe. No hay corazón, hombres lindos hay por montones, hombres que te deleitan la pupila y ya.
—Los hombres que te deleitan la pupila, son los hombres con los que te imaginas en la cama. No tapes el sol con un dedo –jaja esa Mónica me cae bien por eso es nuestra mejor amiga –¿nunca has soñado con Andrew y tú haciéndolo?
—Dos veces –dice bajo. Aunque la risa escandalosa de Mónica hace que ella se ponga un poco sonrojada –pero el cerebro crea estupideces, nunca le di importancia a esos sueños raros. En mi mente y corazón solo está James Cooper –amo la forma en como pronuncia su nombre, siempre lo hace con una voz seductora.
—Hablando de James Cooper supe que está en apuros con sus finanzas.
—¡No! Pero que le pasa que venga a pedir mi ayuda y yo le trabajo a cambio de favores sexuales –bromea.
—Yo lo vi paseándose con una rubia explotada. Muy bonita la condenada.
—Ahgg que fastidio. Voy a tener que darme un retoque por la ciencia, a ver si así llamo la atención de James Cooper, ya odio a esa rubia –yo también la odio y eso que ellas no saben la historia que yo sí sé, y que sigo en conjunto con la de Haydee, pero esa se las contaré otro día.
—Entonces no piensas contarme.
—Te lo contaré, pero en cuanto hable con Andrew. De todas formas debo esperar a que el señor Jo Yung venga y firme, luego de eso. Sí diré todo lo que tengo que decir.
—Eres una maldita mata de intriga. Esperaré a la hora de almuerzo entonces, pero si hablas con Andrew antes, ya sabes que me avisas y nos reunimos en el baño. No me dejes con la intriga, porque de por sí ya no serviré ni un poquito ésta mañana pensando solamente en que carrizo pasó entre Eric y Tú que incluye a Andrew.
—Claro amiga te contaré todo.
Saludando a todos en el camino nos dirigimos hacia los ascensores para subir a nuestro preciado piso 99. Al parecer la noticia de que terminamos con Eric aún no se sabe, porque todas saludan a Haydee le cuentan rápidamente algún chisme de la fiesta y continúan su camino, ya es tarde así que es tiempo de trabajar y no de chismosear. Si todos los jefes pudieran ver lo que yo veo, todas esas secretarias, aquellos hombres de paltón y esos vigilantes ociosos estarían despedidos. Por ley el horario Laboral se compone de 8 horas de las cuales se trabajan en promedio unas 4 y eso es mucho pedir, el otro resto se pierde en hablar, ir al baño, el Facebook, twitter, llamar por teléfono, o simplemente pensar en la inmortalidad del cangrejo. Claro no todos entran en ese grupo.
Ya por fin llegamos a nuestro piso, sé que Haydee estuvo con la cabeza girando como un ventilador para ver si se encontraba con James Cooper por casualidad, pero el hombre no ha aparecido. Lo que más nos extraña es que ya son las 9 y 20 con 35 segundos y 21 milisegundos y Andrew no se encuentra en su oficina. Es normal que luego de una fiesta los jefes lleguen tarde, pero ¿acaso hoy no es la firma con Jo Yung?
—¿En dónde éstas? –pregunta un tanto molesta desde el teléfono.
—Buenos días Haydee –dice sarcástico –estoy en el gimnasio.
—Hoy es la firma con Jo Yung, de por si es raro que no estén ya aquí...
—Es que el señor Yung me llamó. No podrá ir hoy, ayer tuvo un accidente. Un loco borracho lo chocó, no es de gravedad. Pero pospuso todo.
—Esto no está bien Andrew –sé que Haydee está que se arranca los cabellos –algo me suena mal. Debíamos cerrar eso hoy –grita.
—Nada se puede hacer. Respira Haydee, te saldrán arrugas.
—Es tu empresa, son tus millones. Deberías estar preocupado –vuelve a gritar –aunque sea ya fuiste a visitarlo.
—¿Visitarlo? ¿Por qué?
—¿Estás de verdad preguntando eso? –respira agitada sé que está a punto de explotar –quieres, escúchame bien, quieres firmar un contrato multimillonario con él, quieres que te confíe las finanzas de sus empresas, al menos de una parte de ellas. Vas a hacer algo así como su socio, deberás lamerle los pies si él lo quiere con tal de conseguir ese contrato –ahora sí grita mucho más duro –así que claro que debes ir a visitarlo, es una muestra de respeto, de educación, preocupación y amistad. Ahora mismo vístete adecuadamente compra un regalo, no solo para él sino para todo aquel que lo acompañe y ve a verlo donde sea que esté.
—Haydee yo soy el jefe –dice sereno.
—Lo sé, pero estas por arruinarlo todo y lo sabes. McKengsly debe haber estado ayudando al señor Jung cuando aún las ruedas de su carro echaban humo.
—No pensé en eso. Tienes razón iré a verlo. Pero de nuevo Haydee no te extralimites.
—Deja las advertencias y has lo que tienes que hacer.
Cuelga con impotencia y de inmediato se sumerge en la computadora, está como loca perdida entre acciones que suben y bajan. Por primera vez siento que paso demasiado lento, quiero apurar mi ritmo un poco, pero sé que recibiría buenos regaños por eso, así que mejor como persona normal espero a que mis minutos que se convierten en horas pasen. Sé que la cabeza de Haydee es un enredo, debe decirle a Andrew lo que sabe, aunque ¿Qué tan sensato es eso? Yo siendo Haydee como Mónica me mantendría alejada en cuestiones del amor. Pero creo que Haydee ve de una forma distinta la amistad.
—Por fin llegas –exclama para de inmediato seguir a Andrew a su oficina – ¿qué pasó? ¿Cómo está el señor Jung?
—Bien, bien. Ni un rasguño, solo tiene un collarín en el cuello. Dice que no quiere extender más su estadía en América, sus empresas lo necesitan así que mañana se hará la firma del contrato.
—Ok, eso está bien –como cosa rara en ella lleva sus uñas a su boca.
—¿Te comes las uñas? Nunca te había visto comiéndote las uñas –de inmediato Haydee apenada deja su labor.
—Es que Andrew, no sé si deba decirte esto ahora, pero...
—Ya sé que terminaste con súper novio. Ese tema no me importa, a menos que me necesites como amigo.
—¿Cómo lo sabes?
—Escuché a unas secretarias hablando de eso.
—No es de Eric que quiero hablarte, aunque si tiene que ver. Es que...
—Yo también tengo algo que contarte, te hará muy feliz sabes que...
—No, espera yo empecé.
—Pero estás ahí solo balbuceando cosas, en serio quiero contarte...
—Siempre te escucho por una sola vez escúchame a mí.
—Haydee tú siempre estás hablando y mandando. Yo siempre obedezco y asiento.
—Ok, escúchame de nuevo. París te está engañando –yeahh por fin lo soltó, más bien lo escupió o quizás la palabra correcta sea lo vomitó.
—Haydee más vale que midas tus palabras –pareciera que de pronto ha palidecido un poco.
—Es la verdad, París no es más que una arpía que se está quedando sin dinero y quiere atraparte a ti.
—Se está quedando sin dinero y ayer hicieron aquella mega fiesta.
—Todo es solo una fachada, están endeudados y lo han escondido muy bien. Tú eres el colchón de París. No te quiere, no sabes la forma horrorosa en la que habla de ti.
—No te creo ¿Quién te lo dijo Eric? Porque él solo es un asistente despedido que busca venganza – ahh ya despidieron a Eric, pero eso era de esperarse.
—Te lo advierto porque soy tu amiga, ella es una zorra que ayer se revolcaba con Aron Blackwet.
—¡Cállate Haydee! –grita y aquella vena en su cara a punto de explotar nos espanta a ambas –no hables así de mi futura esposa –las dos gritamos ante aquello.
—Dime que no lo hiciste.
—Ayer le pedí matrimonio. Y era eso lo que quería contarte. Día tras día no hiciste más que hablarme de lo linda que es París que debía casarme con ella, y ahora inventas todas esas cosas sobre ella.
—Tienes chance de echarte para atrás. No tienes por qué casarte, yo me equivoque Paris es una perra, una perra de verdad.
—Cállate.
—No, es que no sabes se ha revolcado con todos los empresarios que se te puedan imaginar, es una maldita zorra, si te casas solo serás un gran cornudo y tonto.
—Te lo advierto –no grita pero sé que se está conteniendo las ganas de no ahorcar a Haydee. Cálmate amiga, mejor bájale dos, no estas logrando nada así.
—No puedes ser tan tonto, ella te dejará en la ruina. Es una PERRA.
—¡Basta! ¡Estas despedida!
Oh, oh. Haydee como yo se ha quedado inmóvil, ve a Andrew con la boca abierta. ¡Esto no puede estar pasando!
¿Son las risas de quien las que oigo? Maldito Destino, eres un maldito. Por qué tuve que con mi bocota meterme con Destino.
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Aquí les dejo un nuevo capi, como no es tan largo quizás publique la continuación el miercoles. Quiero agradecer sus lecturas, espero que les continue gustando. Y bueno al parecer el dúo dinámico tendrá una separación definitiva. Kisses :)
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