Cap 8: Cuento con moraleja

Iida se quitó las gafas y se masajeó el puente de la nariz, mirando hacia arriba y haciendo crujir su cuello. El sonido de los lápices raspando el papel llenaba la sala mientras sus compañeros daban se esforzaban por recordar las respuestas a las preguntas.

Mientras miraba alrededor, Iida vio que algunas otras personas habían terminado con sus pruebas. Yaoyorozu estaba leyendo un libro, Bakugo se estaba mordiendo las uñas y Todoroki miraba al frente sin expresión alguna. No es de extrañar.

Hojeando el resto de los rostros de sus compañeros de clase, vio expresiones que iban desde sonrisas alegres hasta muecas dolorosas. Como de costumbre, Iida se encontró mirando hacia Sero.

En su rostro se podía notar cuan concentrado estaba. Las cejas juntas, la nariz arrugada, el cabello cayendo frente a su rostro mientras los dientes rectos masticaban la punta de su lápiz. Era tan lindo que debería ser ilegal.

Iida suspiró y cerró los ojos con fuerza. ¡Por Dios! Ni siquiera había tenido una conversación adecuada con Sero, sin embargo, aquí estaba, comiéndose con los ojos al chico de cabello negro sin pensarlo dos veces. Aunque, algunas veces, Iida juró que vio a Sero mirándolo con la misma mirada anhelante...

Abriendo los ojos, Iida echó una última mirada a Sero antes de forzar su mirada al reloj que colgaba en el frente del aula. Quedan veinte minutos de clase. Ojalá todos terminaran a tiempo.

Apartando los ojos del reloj, la mirada de Iida se posó en Aizawa, que estaba al frente de la clase. Parecía dormido

Palabra clave: parecía.

Claro, el profesor estaba encorvado contra su escritorio, los ojos inyectados en sangre cerrados, como siempre metido en su bolsa de dormir. Pero si te molestabas en mirar un poco más de cerca, notabas que estaba fingiendo. Por un lado, su mata de grasiento cabello negro estaba detrás de sus orejas, listo para captar el menor susurro. Su saco de dormir ni siquiera estaba cerrado del todo, dejando su arma de captura en pantalla completa. Una amenaza silenciosa.

Iida negó con la cabeza y volvió a colocarse las gafas en la nariz, empujando su examen terminado en la esquina de su escritorio.

Metió la mano en su bolso, sacó un libro y lo abrió.

Tres capítulos y veinte minutos después, sonó la campana y Aizawa recogió todas las pruebas, saliendo de la habitación mientras Cementoss ocupaba su lugar. Fue una clase bastante estándar, aparte de un estallido de risas de la clase cuando Kaminari se quedó dormido en medio de la lección, la cabeza golpeando el centro de su escritorio con un fuerte crujido.

Después de que Iida calmó a todos, la clase continuó sin problemas. Una vez que sonó la campana y Cementoss los despidió con un camión lleno de tareas, la clase se fue alegremente a almorzar.

Midoriya trotó hacia Iida, con una alegre sonrisa en su rostro.

-¡Iida! ¿Cómo crees que te fue en la prueba? -Preguntó, inclinando la cabeza hacia un lado.

-¡Creo que lo hice bien! Nuestra sesión de estudio me ayudó a estar preparado para las preguntas más difíciles.

El chico de cabello verde asintió con la cabeza, tarareando alegremente para sí mismo mientras caminaban por el pasillo. Hubo silencio entre ellos por un momento, e Iida miró a su alrededor, notando el lugar vacío a la izquierda de Midoriya.

-¿Sabes dónde está Uraraka? -Preguntó.

Frunciendo el ceño, Midoriya miró a su alrededor y se dio cuenta de que no los había estado siguiendo- ¿A dónde crees que fue? -Preguntó el chico de cabello verde.

-Quizás se quedó atrás en clase o está hablando con algunos de nuestros otros compañeros

Midoriya asintió y comenzó a hablar con entusiasmo sobre Mt. Lady, quien hacía poco había combatido un villano. Al final la pelea resultó en una pequeña gran cantidad de daños a propiedad privada.

Los dos entraron a la cafetería y, después de tomar sus almuerzos, se sentaron en su mesa habitual.

-¡Oh, ahí estás Uraraka! -Chilló Midoriya, levantando la vista de su cuaderno.

-¿Les preocupé chicos? Lo siento -Dijo mientras se sentaba, colocando su bandeja sobre la mesa con cuidado.

-No lo estés, solo nos preguntábamos adónde habías ido.

-Estaba hablando con Tsu -Explicó, haciendo un gesto a su izquierda. Iida miró hacia arriba, pero no había nadie.

-Uh, Uraraka, ¿Dónde está Asui? -Midoriya preguntó torpemente.

-Estoy aquí, kero

Las cabezas de los grupos se volvieron rápidamente hacia la izquierda de Iida, donde la niña rana había logrado sentarse sin ser vista- Espero que no te importe si me siento aquí, kero -Dijo, con la cabeza ladeada.

-N-no nos importa -Tartamudeó Midoriya, Iida asintió con la cabeza.

Sus labios se arquearon en una pequeña sonrisa, que Iida tomó como una buena señal. Por lo que había visto de ella hasta ahora, Tsu no parecía del tipo que exteriorizaba sus emociones.

-¿Qué creen que tendrá Present Mic planeado para la clase de hoy? -Se preguntó Uraraka mientras comenzaba a comer su arroz.

-¡Ayer dijo que estaríamos trabajando en conjugaciones de verbos irregulares! -Dijo Iida, cortando salvajemente.

-Pensé que había dicho algo sobre un proyecto grupal dentro de poco... -Murmuró Midoriya, rascándose la parte posterior de la cabeza.

-¡No lo recuerdo diciendo nada por el estilo!-

-No creo que haya dicho nada sobre un proyecto...

Midoriya agachó la cabeza y jugueteó con sus palillos- Debo haberlo escuchado mal...

-Eso es porque estás pensando en el maestro equivocado, Midoriya. Fue Midnight quien anunció un proyecto grupal ayer, kero -Tsu dijo inexpresivamente, tomando un bocado de su sushi.

-¿Cómo pude confundir esos dos? -Murmuró el chico de cabello verde, frunciendo las cejas.

-¡Oye, no te desanimes demasiado! ¡Todavía es el comienzo de la escuela y no conocemos tan bien a los maestros! -Uraraka lo tranquilizó.

Iida se estremeció levemente. A veces, deseaba no conocer tan bien a esos dos. Realmente no podías mirar a Midnight a los ojos después de casi ser asfixiado por su... busto, cuando era un niño pequeño. Es algo que se te queda grabado.

-¡Pero ni siquiera se parecen! Enseñan materias completamente diferentes, sus estilos de enseñanza son locamente diferentes, ¡Sin mencionar cuán diferentes son sus apariencias! ¿Cómo pude haberlos confundido? -Midoriya se disolvió en murmullos, sacó su cuaderno y lo abrió, escribiendo notas. Tsu le dio una mirada extraña, pero se encogió de hombros y se volvió hacia su sushi.

-¡Me pregunto cuántas personas podemos tener por grupo! ¿De qué se tratará el proyecto? ¿Cuándo será la fecha de entrega...?

-¡Uraraka! ¡No hay necesidad de preocuparse! ¡Descubriremos las respuestas a tales preguntas dentro de un corto lapso de tiempo!

-Oh, tienes razón

Ella tomó un bocado de camarones tempura, masticó, tragó y comenzó a hablar de todo y nada, Tsu lanzando un comentario seco de vez en cuando.

-Así que estaba a punto de obtener mi tan merecido mochi cuando, cuando... -Se detuvo a mitad de la frase, con la boca abierta.

-Ochako, ¿Qué pasa, kero? -Preguntó Tsu.

Ella solo señaló, una expresión confusa se apoderó de su rostro.

Los otros tres sentados en la mesa siguieron su dedo, que apuntaba hacia un grupo ruidoso de personas que se abrían paso entre las mesas. Fueron Kirishima, Kaminari, Ashido, Sero y... ¿Bakugo? Caminaban por la cafetería, charlando y riendo a carcajadas.

Bueno, todos menos Bakugo. Estaba de pie en el centro de la manada, con el ceño fruncido profundamente en el rostro. Kaminari y Ashido bailaban felices, Kirishima estaba hablando con Bakugo mismo, sonriendo ampliamente mientras Sero los miraba a todos, con una sonrisa de felicidad en su rostro.

-¿C-cómo están hablando con Kacchan sin que les grite? -Tartamudeó Midoriya, con los ojos muy abiertos.

-Ni siquiera está intentando alejarlos -Susurró Uraraka con asombro mientras el grupo se dirigía a una mesa.

-Me pregunto cómo lo hicieron, kero

-Sé que la mayoría de ellos son bastante buenos para hacer amigos, pero nunca hubiera esperado que de todas las personas se hicieran amigos de Bakugo.

-Estoy de acuerdo, kero. No pensé que ninguno de ellos elegiría amigarse con alguien tan violento, kero.

Iida continuó mirando al grupo mientras sus amigos seguían hablando. Bueno, solo estaba mirando a Sero, pero nadie necesitaba saber eso.

El chico de cabello negro estaba sentado al lado de Kaminari, con una pequeña sonrisa en sus labios mientras miraba alrededor de la mesa, saltando de persona a persona mientras recorría toda la cafetería, y aterrizando sobre el mismo Iida.

Sus ojos se encontraron desde el otro lado de la cafetería y todo lo demás pareció desvanecerse. Por una vez en su vida, los pensamientos no daban vueltas en su cabeza, el estrés y la duda rebotaban en las paredes de su cráneo como un protector de pantalla de Windows.

Era solo él y esos hermosos, hermosos ojos.

-¿Qué te parece, Iida?

El presidente de la clase se estremeció y volvió la mirada hacia sus amigos- Yo... Eh... ¡Un grupo así podría ser una muy buena influencia para Bakugo! Sus actitudes alegres y relajadas podrían ayudarlo -Se las arregló, echando una mirada nostálgica sobre su hombro, solo para ver que Sero había regresado con sus amigos.

Uraraka asintió- Eso es Iida para ti. Siempre pensando tan lógicamente

Iida abrió la boca para responder, pero se detuvo al notar la extraña expresión en el rostro de Midoriya. Tenía las cejas muy bajas, los labios apretados en una delgada línea mientras jugaba con los dedos, alternando su mirada entre la mesa de Bakugou y la propia.

-Midoriya, ¿Hay algo que te moleste?

El chico pecoso volvió a ponerse firme, mirando a su alrededor con ansiedad como si lo hubieran sorprendido cometiendo un crimen atroz- ¿Eh? N-no, nada me molesta -Tartamudeó, evitando el contacto visual.

-¿Por qué mientes, kero? -Preguntó Tsu, llevándose un dedo a los labios.

-¡No estoy mintiendo!

-Deku, si está pasando algo malo, puedes decírnoslo

-Yo, bueno... -Midoriya dejó escapar un largo suspiro y miró sus manos- Tienes un buen punto, Iida, pero conozco a Kacchan desde hace mucho tiempo, y desde que éramos pequeños, he notado un patrón

Tragó saliva y miró hacia la mesa de Bakugo.

-Quienquiera que esté cerca, simplemente es arrastrado a su órbita. Los niños del barrio que siempre salían con él cuando éramos pequeños, no eran tan malos al principio, pero después de estar cerca de él por un tiempo, comenzaron a cambiar.

-Eran más malos y crueles, y nunca escuchaban a los adultos. Eventualmente, fueron como él. Uno de ellos se relacionó con el tipo de gente equivocado y desapareció no hace mucho -Midoriya apartó la mirada del explosivo rubio sentado al otro lado de la cafetería y se la devolvió a sus amigos- Yo... Creo que lo que estoy tratando de decir es que no creo que sea una buena idea que ustedes intenten acercarse a ellos. Si el patrón se repite, no quiero que te lastime su ira. Es mejor ir a lo seguro y mantenerse alejado

Iida sintió que su corazón se hundía en su estómago mientras todos los demás alrededor de la mesa asentían solemnemente, concordando totalmente con la declaración de Midoriya.

Tragando saliva, miró su comida y comenzó a comer tranquilamente, aunque ya no tenía mucho apetito.

☆.。.†:*・゜☆Final del capítulo☆.。†.:*・゜☆

¡Hola mis rayitos de sol! 

¡Y de vuelta con las actualizaciones a las solo Dios sabe que puta hora de la madrugada es porque si miro el reloj me tiro a la cama de una!

Este capítulo de la historia de CheescakeQueen es en realidad uno de mis favoritos, no solo tiene muchos momentitos lindos y sutiles si no que también es el pie para dos de los hechos más importantes de la historia. Que no les voy a decir cuales son porque pierde la emoción. 

Y por cierto, también mencionaron los verbos irregulares. Solamente pensar en esas mierdas me enoja. ¿¡Por qué!? ¿¡Por qué era necesario hacer eso cuando se podrían haber quedado con solo una forma de conjugar verbos!? ¿¡Por qué tenían que crear las putas columnas de verbos!? 

Write, wrote o written se convirtió en mi ser o no ser- 

Pero en fin, espero que disfruten este hermoso capítulo. No tengo nada más que decir además de que swim, swam y swum no tendría que existir. ¡Chau mis rayitos de sol, los quiero mucho!

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Hello my rays of sunshine!

And we're back with the updates at God only knows what the fucking hour of the morning is because if I look at the clock I'll throw myself into bed!

This chapter in the history of CheescakeQueen is actually one of my favorites, not only does it have many cute and subtle moments, but it is also the footer for two of the most important events in history. I'm not going to tell you what they are because it would kinda be a spoiler.

And by the way, they also mentioned irregular verbs. Just thinking about that shit makes me mad. Why!? Why was it necessary to do that when they could have only one way to conjugate verbs!? Why did they have to create the fucking verb columns!?

Write, wrote or written became my to be or not to be.

But anyway, I hope you enjoy this beautiful chapter. I have nothing more to say besides that swim, swam and swum should not exist. Bye my rays of sunshine, I love you all very much!

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