Cap 23: ¡Instintos de hermano mayor: Activados!

Sero suspiró y pasó una mano a través de su cabello, golpeteando el pie contra el piso ansiosamente mientras forzaba sus ojos abiertos. El salón de clases se sentía demasiado apretado. A pesar de que las ventanas habían sido abiertas y todos estaban dispersos, todo se sentía muy pequeño. Pero no se les permitió salir de la escuela. Y sólo se les permitió salir del salón para ir al baño o para llamar a sus padres.

Ugh. Ya no podía con esto. Tal vez rompería las reglas y daría un paseo por la escuela. Y tal vez visitaría a Midoriya en enfermería. Esperen. Tachen eso. Era una mala idea. Bakugo lo volaría al cielo. Esa era una forma de decir, ¿Verdad? Doble ugh. No es el punto. Ahora no era el momento de preocuparse por eso.

Cada vez que cerraba los ojos, dejando que la oscuridad envolviera su mundo, podía ver esos ojos amarillos brillantes mirándolo, sentir esa niebla fría llenando sus pulmones...

No. No debía pensar en eso. Vamos, todos los demás la habían pasado mucho peor. No era momento para sentir pena por sí mismo.

Sólo necesitaba mantenerse ocupado. Sí. Eso era lo que ecesitaba.

Sero miró a su alrededor, su mirada cansada pasaba de estudiante a estudiante antes de parar en Kaminari. El rubio estaba sentado solo, jugando con sus pulgares y rebotando su pie frenéticamente tal y como él lo estaba haciendo hacía unos segundos, un ceño fruncido en su rostro. No. Esto no se quedaría así.

De pie, Sero se acercó al escritorio de Kaminari y se aclaró la garganta- Oye amigo -Dijo, rascándose la nuca torpemente- ¿Cómo estás con todo esto?

Kaminari sonrió desequilibradamente y sacudió la cabeza- Estoy bien bro. ¿Y tú?

Sero entrecerró los ojos, sospechando. Kaminari estaba mintiendo. No sacudes la cabeza cuando quieres decir que sí. Así no es como funciona.

El chico de pelo negro se sentó junto a su amigo- ¿Seguro de que estás bien?

-¿De qué estás hablando? ¡Por supuesto que estoy seguro! -Kaminari anotó su declaración con una sonrisa y un pulgar hacia arriba.

Sero se encogió de hombros con indiferencia. Tenía que ir lento pero seguro. No quería que Kaminari se asustara y no quisiera contarle lo que pasó- No es nada amigo, es sólo... No creo que nadie pueda estar bien después de todo eso -Hizo un gesto vago- Y tipo, "Estoy bien" es una respuesta muy estándar, ¿Me entiendes?

Kaminari asintió con la cabeza- Así que eh, ¿Dónde terminaste?

-No me teletransportaron.

El chico rubio silbó como respuesta- Vaya suerte.

-¿Tú?

-Zona de montaña con Yaoyorozu y Jiro -Explicó antes de agacharse la cabeza con angustia- Aunque yo no hice mucho más que meterme en el camino.

Oh no. Ahí vino la duda en sí mismo- Hey, estoy seguro de que no fue así. Eres un tipo increíble.

Kaminari sacudió la cabeza- Tú no estaba allí hombre... Acabé en medio. Yo fui la razón por la que casi las matan.

Sero podía sentir sus instintos de hermano mayor despertándose en su protectora mente. ¿Eso estaba bien dicho? ¡Como sea! Kaminari estaba molesto y decaído y necesitaba consuelo. Sero le iba a dar dicha comodidad.

-Kami, escucha, todo va a estar bien. Todos estamos bien.

-Lo sé, pero siento que podría haber hecho más -Murmuró Kaminari, descansando la cabeza sobre sus manos- Yo sólo... No sé.

-Sí, entiendo lo que quieres decir -Murmuró Sero- No hay buenas vibras.

Kaminari mostró una pequeña sonrisa- Las buenas vibras están al mínimo.

Sero asintió con la cabeza- Pero podemos tratar de subir las buenas vibras superando esto, ¿Verdad? Pasar a pastos más verdes y demás -¿Eso era un dicho o algo? Espera que lo fuera.

-Estos pastos están más secos que mi autoestima.

Sero resopló- Así que pasamos a los más verdes y resucitamos esa confianza. No puede ser muy difícil, ¿O no?

-Pero, ¿Cómo hacemos eso?

-No estoy seguro.

El rubio suspiró y murmuró algo bajo su aliento.

-¿Qué dijiste? -Preguntó Sero, las cejas bajaron. Esto no podría ser bueno. El noventa por ciento de las veces, murmurar significaba dudas, y la duda no era buena.

Kaminari olfateó y trató de evitar su mirada- Dios, yo no pertenezco aquí. No pertenezco a este pasto, y mucho menos a uno más verde. No soy inteligente, la única razón por la que entré en la UA fue porque de alguna forma destruí varios robots en una cadena. Adiviné la mayoría de las preguntas del examen escrito. Es un milagro que haya llegado aquí.

-Oye. No hables así -Dijo Sero, dirigiéndose hacia Kaminari- Te ganaste tu lugar aquí, así de simple. Estás aquí, como el resto de nosotros.

-Pero-

-Nada de peros. Estás aquí. Pasaste la prueba de aptitud de Aizawa, y lo hiciste muy bien en el entrenamiento de All Might. Tienes habilidad, Kaminari, y sumando a eso tienes una gran personalidad. Mantienes la clase unida y siempre llevas tu bien humor a donde quiera que vayas. ¡Te las arreglaste para hacerte amigo de Bakugo, por Dios!

Kaminari sonrió suavemente- Gracias amigo. En serio necesitaba eso.

Sero se encogió de hombros- Sólo digo la verdad hermano.

Kaminari rodó los ojos y golpeó a Sero en el brazo juguetonamente- Da igual, gracias. Las buenas vibras han vuelto.

-Sólo estoy haciendo mi trabajo como tu mejor amigo hombre.

Un cómodo silencio cayó sobre los dos mientras Sero miraba a la habitación.

Mina, Hagakure, Tsu y Jiro se acurrucaron juntas en una esquina, susurrándose unas a otras. Iida y Uraraka no estaban allí, probablemente estaban en la enfermería con Midoriya. Koda, Sato, Ojiro y Mineta estaban sentados en un grupo grande, hablando en una voz muy baja. Tokoyami y Shoji estaban sentados uno al lado del otro, completamente silenciosos mientras Aoyama se encontraba tirado en el suelo. Parece que ni siquiera estaba de humor para hacer drama. Eso sí que era nuevo. Bakugo estaba en su escritorio, tirando dagas por la ventana. Eso no era de extrañar. Todoroki estaba sentado en su escritorio, mirando fijamente hacia adelante. Hacía eso muy seguido. Yaoyorozu estaba mirando fijamente sus manos, que se aferraban a una muñeca redonda de color rojo brillante.

Soltó un respiro. Todos estaban bien. Bueno, probablemente "bien" no era la palabra correcta. "Vivos" parecía una mejor descripción. Thirteen estaba estable. Aizawa estaba estable. Midoriya estaba sanando. All Might también se estaba curando.

Sero se estremeció. All Might estaba herido. All Might. Ese villano... ¿Cómo se llamaba? ¿Nomu? Bueno, sea lo que sea, era horrible. Y mejor ni hablar de ese tipo de las manos. Casi mata a Aizawa. All Might apenas lo pudo controlar. Casi vuelve polvo a Tsu.

¿Y ese tipo de la niebla? Dios, sólo pensar en él hizo que la sangre de Sero se enfríe, y un escalofrío corriera por su columna vertebral. Prácticamente podía sentir todo ese smog sobre él, llenando sus pulmones y-

No. Ahora no era el momento de pensar en eso.

Al levantarse, sacó un trozo de cinta de su codo y lo arrancó, ganando algunas miradas sorprendidas de sus compañeros. Ups.

Giró la cinta sobre sí misma y conectó los extremos antes de jugar con ella pegándola entre sus dedos y dejando que todo pensamiento coherente se derrita y sus ojos se deslicen cerrados mientras jugueteaba con ella. Todo iba a estar bien.

Sero no sabía cuánto tiempo pasó, pero registró vagamente el abrir y cerrar de la puerta, probablemente Uraraka e Iida regresando de la enfermería. La siguiente vez que se abrió la puerta, Ectoplasm estaba metiendo la cabeza en el aula y anunciando que eran libres de volver a casa.

Metiendo la pequeña cinta en su bolsillo, Sero se puso de pie y se colgó su bolso sobre su hombro para luego salió de la habitación, Kaminari trotando a su lado.

Al atravesar una puerta que Shoji mantenía abierta salió de la escuela, Kaminari sacó su teléfono y vio un par de cosas en este.

-Lo siento amigo, tengo que irme -Dijo, volviendo a poner su teléfono en el bolsillo- Si no puedo llegar a la estación en los próximos cinco minutos voy a tener que esperar otra hora, y si eso sucede mis padres me van a matar

-No hagas nada tonto mientras me voy.

-No es posible.

-Te daré la única neurona.

-Todavía no hay promesas.

Sero le achacó la lengua y suspiró- Bien. ¿Puedes al menos prometerme que no vas a, no sé, meter un tenedor en una toma de corriente?

Kaminari se llevó una mano a la barbilla- ¿Puedo lamer uno?

-¿Qué? ¡No!

El rubio suspiró- Ugh. Bien.

-Vale, así que, ¿No tienes un tren para alcanzar?

-¡Oh mierda que tienes razón! -Los ojos de Kaminari se llenaron de pánico mientras miraba hacia abajo a su teléfono- ¡Tengo que irme! ¡Hasta luego! -Con eso, el rubio salió corriendo, casi tropezando con sus propios cordones desatados al salir de la puerta y haciendo una peligrosamente pronunciada curva a la izquierda, desapareciendo de la vista.

Bueno, todo está bien, supone.

Sacudiendo la cabeza, Sero siguió caminando hacia adelante, sacando de su bolsillo el extraño bucle de cinta y empezando a jugar con ella. ¿Todavía había trenes hacia el hospital? Debería haber. Si no, podía usar su cinta y balancearse entre algunos edificios. En realidad no, probablemente se iría directamente a casa, se cambiaría, iría a buscar a los gemelos y Yukari de la escuela, y luego iría al hospital. Espera, no. Ya estarían en casa. Eran como las cinco de la tarde.

Mordiendo el interior de su mejilla, Sero siguió los pasos de Kaminari y comenzó a caminar hacia las puertas. Pero al acercarse, se encontró disminuyendo la velocidad, entrecerrando los ojos y clavando su mirada en un auto al otro lado de la calle. ¿Era el auto de Kirumi?

Había alguien parado justo al lado, tomando una taza reciclable de café. Sí. Definitivamente Kirumi. Nadie más se atrevería a usar pendientes tan escandalosos y combinarlos con esa chaqueta.

Sonriendo a sí mismo, el chico de pelo negro comenzó a correr de nuevo, dirigiéndose ahora hacia el auto. A medida que se acercaba, Kirumi aplastaba su taza de café vacía y la tiraba en un tacho de basura cercano

Ella caminó hacia adelante y se encontraron en el medio de la vereda, ella le dio un fuerte y apretado abrazo. Hanta podía sentirse temblar mientras trataba de contener sus sollozos. Tenía que admitir que ese abrazo lo había hecho sentir de maravilla.

Después de unos segundos, se separó, limpiándose los ojos con la parte posterior de la mano y sollozando- Dios mío, Hanta, ¿Estás tratando de darme un ataque al corazón? -Preguntó, parpadeando rápidamente- Porque creo que lo estás.

-Lo siento, Kiki -Se disculpó Hanta, sonriendo desequilibradamente.

-No, no lo sientas -Dijo, tirando de su hermanito para otro abrazo, éste mucho más corto y mucho menos dañino para sus huesos- Vamos campeón. Tenemos que irnos.

Hanta se alejó y caminó hacia el otro lado del coche y se sentó, tirando su bolso en el asiento trasero, fuera de la vista y fuera de la mente. Dios. ¿Por qué todo se sentía tan... Mal? Ugh.

-¿Te sientes bien pequeño? -Kirumi preguntó cuando entró, cerrando la puerta detrás de ella.

Hanta se encogió de hombros- ¿Puede alguien realmente estar bien después de todo esto?

-Probablemente no -Se llevó una mano a la barbilla- En una escala de uno a diez, ¿Qué tan horrible te sientes?

-Uhh, ¿Como un cinco o un seis? No me pasó nada muy malo, pero sigue significando algo ¿Sabes? Y tipo, no ayuda que todos estos problemas se acumulen.

Kirumi asintió con la cabeza- Sí. Es como, te sientes mal porque no hay nada que podrías haber hecho cuando sucedió, y no hay mucho que puedas hacer ahora, a pesar de que sientes que deberías haber hecho más en ese momento, y quieres hacer más ahora -Suspiró- ¿Tiene sentido?

-Sí, en realidad tiene mucho sentido.

Ella asintió con la cabeza de nuevo y comenzó a conducir, ambos cayeron en un silencio cómodo.

-Entonces, ¿Cómo va todo? -Kirumi preguntó, golpeteando en el volante ansiosamente.

-¿En la escuela?

-No sé. Digo en general. ¿Pasa algo interesante? -Sus dedos se congelaron en el manubrio mientras su rostro se transformaba en una mueca- Eso sonó un poco cruel -Kirumi se tragó gruesamente y reajustó el espejo retrovisor- Por favor, olvida que dije eso. Por favor.

Hanta se rió- Nah, está bien. No tenemos muchas otras cosas de las que hablar al fin y al cabo.

Kirumi soltó un suspiro de alivio- Gracias a Dios. Soné muy cortante -Se detuvieron cuando la Sero mayor reanudó su golpeteo en el volante- Entonces, ¿Qué tal con tus amigos?

-Nada demasiado grande, en realidad. Fuimos a lanzar hachas y eso resultó ser un error.

-¿En serio?

Hanta asintió con la cabeza- Sí. Resulta que tomar al tipo con problemas de ira y llevarlo a lanzar hachas no es una buena idea.

-¿Todavía tienes todos tus dedos? ¿Y tu estabilidad mental sigue bien?

-Sí, y sí.

-Genial.

Kirumi lanzó una risa corta, una sonrisa maníaca pintándose en su rostro. Oh no. Eso no podía ser bueno. Nada bueno empezaba con una sonrisa de esas.

-¿Cómo va todo con ese tal Iida? -Preguntó, todavía sonriendo- Nunca me dijiste lo que terminó sucediendo con él.

Parece que tenía razón. Nada bueno empezaba con una sonrisa maníaca. Nunca. Dios. ¿Qué le iba a decir? Las reglas decían que no podían decírselo a nadie, pero ella ya lo sabía. Bueno, un poco. ¿Estaría bien decirle que estaban saliendo, o se lo diría a alguien más?

-Voy a tomar tu silencio aterrorizado como una buena señal -Ugh. Hanta podía oír la sonrisa en su voz.

Giró su cuerpo y miró por la ventana. No la mires. Intenta negarlo indirectamente- ¿Qué quieres decir? -Dios. No. Oh, carajo. Su voz se quebró. Si no lo había descubierto del todo antes, definitivamente lo había hecho ahora.

-Ya veo, ya veo. Esto se pone interesante.

Si había un Dios ahí arriba, ¿Podrían matarlo ahora mismo? ¿Por favorcito? ¡Haría un pastel para ellos, le pondría una cereza en la cima! Podría tirar un poco de crema batida si así lo querían. La desesperación hacía que todo fuera posible.

Kirumi se rió entre dientes- Entonces, ¿Cuándo podré conocer a este Príncipe Azul?

¿Hola? ¿Dios? ¡Todavía necesita ayuda aquí abajo!

-No hay respuesta, ¿Eh? ¿El gato te comió la lengua acaso?

¡Ahora por favor!

-¿O alguien más lo hizo? ¿Príncipe Azul, tal vez?

La cara de Hanta parecía estar en llamas. Por favor, alguien haga que se calle. Por favor. Ponga fin a su sufrimiento.

Kirumi se rio a carcajadas mientras Hanta se acurrucaba aún más en su lugar. Dios. Por favor. Por favor, haz que se calle. Si ella hacía una broma más, él estaba ochenta por ciento seguro de que iba a explotar. O derretirse. Posiblemente las dos cosas. Probablemente las dos cosas.

Ella continuó cacareando como Hanta enterró su cara en sus rodillas aún más. Ugh. Iba a morir de vergüenza. De alguna manera, después de todo lo que acaba de pasar, su hermana mayor iba a ser su caída. Qué anticlimactico.

Después de unos minutos, Kirumi dejó de reírse y encendió la radio, Hanta a regañadientes poniendo un control sobre su enfurruñado para cantar junto a canciones pop cursi con ella. Fue bastante agradable, si debía ser honesto.

Algunas canciones desafinadas más tarde, estaban en el estacionamiento del hospital.

-Vamos, campeón -Dijo Kirumi, abriendo la puerta y saliendo del auto.

Hanta asintió con la cabeza, agarró su bolso del asiento trasero y se bajó del auto, siguiendo a su hermana mayor hacia las puertas. ¿Estaban allí el resto de sus hermanos? Antes de que pudiera preguntar, Kirumi agarró su mano y saludó a la recepcionista quien la dejó pasar sin chistar, dirigiéndose directamente a las escaleras mientras arrastraba a su hermano detrás de ella.

Unos cuantos tramos de escaleras más tarde, estaban fuera de la habitación del hospital de Haruka.

Y luego estaban entrando en la habitación, uniéndose al resto de la familia.

Tan pronto como lo vio, Konomi salió disparada de su silla y estrujó a su hijo en otro abrazo apretado, con lágrimas que ya corrían por su rostro. Enterró su cara en el hombro de Hanta mientras sus brazos se apretujaban a su alrededor firmemente. Los sollozos no cesaban y las lágrimas ya estaban manchando el uniforme de su hijo mientras ella solo apretaba más el agarre, como si se estuviera asegurándose de que él todavía estuviera allí.

Hanta se abrazó y parpadeó para sacar algunas lágrimas que se estaban acumulando en sus ojos. No iba a empezar a llorar porque si lo hacía entonces todos los demás empezarían a llorar y no habría suficientes pañuelos en el mundo para un festival de llanto de la familia Sero entera.

Pero entonces Kirumi estaba envolviendo sus largos brazos alrededor de ambos y exclamando "¡Abrazo familiar!" mientras los apretaba. Raizo arrastró a Kaichi por el cuello y lo obligó a unirse al abrazo, Daichi sosteniendo a Yukari se unieron juntos.

Afortunadamente, nadie más empezó a llorar. Eso era buen. Sólo necesitarían una caja y media de pañuelos para limpiar todos los mocos y lágrimas.

Poco a poco, el abrazo se fue separando, Kaichi primero, luego Raizo, luego Kirumi, luego Daichi, y finalmente Konomi, dejando a Yukari pateándole los pies con tristeza mientras colgaba en el aire, con los brazos envueltos alrededor del cuello de su hermano.

Hanta sonrió mientras Yukari enganchaba sus piernas alrededor de su torso y se limpiaba algunas de sus lágrimas con su manga.

-Eso es. Todo está mejor -Dijo sonriendo triunfantemente.

-Sí. Todo está mejor -Dijo Hanta mientras la bajaba al suelo y se sentaba en una silla junto a la cama de Haruka.

Y hablando de Haruka...

Hanta fijó su mirada en la cama, donde Haruka estaba sentada, con los ojos medios cerrados. Esperen. Estaba sentada. Tenía los ojos abiertos. Estaba despierta. Con el corazón latiéndole como nunca antes, Hanta se acercó a su cama y le tendió una mano. No, aún no. Retirando la mano, se giró y levantó a Yukari, colocándola en su regazo mientras se acomodaba mejor en la silla.

Los ojos de Haruka se deslizaron, mirándolo de reojo, luego giró su cabeza para mirarlo mejor.

La comisura de sus labios se curvó ligeramente.

-Hey... -Su voz era débil. Frágil. Un poco rasposa. Pero allí estaba, tenía voz, podía hablar.

-Hey... -Dios, ¿Tantas cosas que podría haber dicho, y dijo eso? Sonó como un idiota

-¡Heyyy! -Exclamó Yukari riendo. Supongamos que esa fue una buena forma de romper el incómodo silencio.

La pequeña sonrisa de Haruka se convirtió en una sonrisa torcida. No era una sonrisa Sero en todo su esplendor (Era una sonrisa sin hoyuelos), pero estaba allí. Estaba sonriendo. Iba a estar bien. Después de la lluvia, busca un arco iris, ¿Verdad?

Konomi puso una mano en el hombro de su hijo. Como si ella se asegurara de que él todavía estuviera allí. Hanta no podía culparla. Dos niños atacados en el lapso de una semana. No podía imaginarlo.

Kirumi se aclaró la garganta- Voy a ir a pedir comida para llevar. Avísenme si quieren algo en especial, o si necesitan cualquier cosa, ¿De acuerdo?

Todo el mundo asintió con la cabeza, y con un último apretón tranquilizador en el hombro de Hanta, salió de la habitación.

Un silencio sombrío cayó sobre los Seros restante, ya que todo el mundo parecía procesar lo que estaba pasando exactamente. El universo realmente tenía un tema con ellos ¿No?

Pero estaba bien. Sea cual sea la vida que les tocara, volverían a levantarse. Se defenderían.

Siempre lo hacían.

...

Sero bostezó y se frotó los ojos con una mano mientras caminaba por los pasillos, dirigiéndose a clase. El día libre fue sorprendentemente... Pintoresco. Fue agradable dormir al fin, y Kirumi hizo un desayuno egipcio antes de llevar a los gemelos a la escuela (Para disgusto de Kaichi). Y luego fueron al hospital y jugaron algunos juegos de apuestas con algunas de las enfermeras (Kirumi perdiendo algunos yenes en el proceso) y sus padres.

Pero ahora estaba de vuelta en los sinuosos pasillos de la UA, que estaban llenos de grupos de estudiantes. Todo el mundo parecía viajar en grupos ahora, incluso los alumnos de clases mayores. Eso claramente no lo ponía nervioso, para nada. Especialmente cuando estaba caminando solo.

-¡Oye, Sero! -Gritó alguien, sus pasos resonando por todo el pasillo mientras corrían hacia él.

Parece que ya no caminaría solo. ¿Yay?

Kirishima pasó un brazo por los hombros de Sero, mostrando sus dientes de tiburón. Aunque Sero notó que había una ligera tensión en su sonrisa. Eso no podría ser bueno.

-¡Hola amigo!, ¿Qué tal todo? -Preguntó, optando por no preguntar por la sonrisa. Tal vez Kirishima estaba cansado. Sí. Eso tenía sentido.

-Oh, no mucho -Eso fue una mentira. La voz de Kirishima estaba demasiado tensa. Le faltaba su brillo habitual- ¿Cómo estuvo tu día libre, bro?

Sero se encogió de hombros- Bastante relajado. Pasé el día con mi familia. Pude charlar un poco con hermana -Se encogió de hombros otra vez- ¿Tú?

-Dormí un poco, pasé tiempo con mis madres, mi día también fue bastante relajado.

Ya está, no iba a soportarlo más. No iba a soportar la duda en sí mismo. Ok, iba a ir a por ello. Darle al clavo en la cabeza y todo eso.

-Hey, ¿Pasa algo malo? -Sero preguntó, rascándose la nuca torpemente.

-¿Eh? –La voz de Kirishima sonaba unas cuantas notas más altas de lo habitual- ¿De qué estás hablando? ¡No hay nada malo!

Sero entrecerró los ojos. Kirishima no era Kaminari. Necesitaba ser contundente. Directo. Esta vez no iba a haber palabras sutiles de aliento. Necesitaba tomar este toro por los cuernos... ¿Tomar al adolescente por los mechones de pelo?

-Estás un poco... Apagado. Es difícil decirlo con palabras, pero algo está pasando, puedo sentirlo -Bien, los cuernos habían sido agarrados. Ahora era el momento del golpe final- Sé que no nos conocemos desde hace mucho tiempo, pero siempre estoy aquí si necesitas hablar.

Sero pudo ver cómo la confianza de Kirishima se desmoronaba cuando la sonrisa cayó de su rostro.

-Es solo que... -Kirishima suspiró- ¿Crees que tal vez si Bakugo y yo no hubiéramos saltado a atacar al tipo de la niebla, podríamos haber salvado a Aizawa? ¿Y a Thirteen? ¿Y evitar que Midoriya se rompiera todos los huesos? -El pelirrojo suspiró de nuevo, pasando una mano por su cabello y aplastando los picos de su pelo.

Oh, vaya. Estaban regresando. Los instintos hermano mayor estaban regresando. Y no iban detenerse- Oye, no-

-No pienses así, ¿Verdad? -Kirishima adivinó, cortando a Sero- Sé que no debería preocuparme por ello, y no es muy masculino de mi parte arrepentirme de las cosas, pero... -Kirishima suspiró por tercera vez- Simplemente no lo sé, hombre.

Sero hizo un sonido con los labios cerrados, asintiendo- Entiendo eso, pero tienes que recordar que no hay nada que podamos hacer al respecto ahora. Sólo tenemos que seguir avanzando. Haz que sus sacrificios valgan la pena.

El pelirrojo volvió a suspirar. Hacía eso mucho últimamente- Lo sé, pero no puedo evitar preguntarme. ¿Alguna vez te sientes así a veces?

-Kirishima, no estoy tratando de sonar dramático, pero tengo que decir que saltar delante de Thirteen así tal vez haya sido lo que nos salvó a todos -Sero hizo muecas- Y aun así soné dramático.

Kirishima parpadeó curiosamente- ¿Qué quieres decir?

-Quiero decir que soné como si fuera un personaje de una película o una novela cursi.

-¿Qué? No no, quiero decir, ¿Nos salvé a todos? ¿Qué se supone que significa eso?

-Oh -Sero se tronó los dedos- Cierto. Eso -Tragó saliva- Después de que ustedes fueron teletransportados, Thirteen le dijo a Iida que tenía que correr e ir a buscar ayuda. Antes de que pudiera, sin embargo, el tipo de la niebla trató de teletransportarnos a todos de nuevo.

Kirishima asintió con la cabeza.

-Así que Thirteen usó Agujero Negro para chupar la niebla, pero el tipo de la niebla abrió una puerta detrás de ella, y así es como Trece se lastimó. Y eso me hizo pensar, si no hubieras saltado por delante de Thirteen antes de que todos los que quedamos nos dispersáramos, ¿Habría el tipo hecho lo mismo, pero con todos nosotros allí? Y si lo hubiera hecho, ¿Cuántas personas habrían resultado heridas? ¿Estaríamos todos muertos? -Sero sacudió la cabeza y se pasó una mano por el pelo- Esa es la forma en que yo lo veo. Tómalo como quieras.

-...Nunca lo había pensado de esa manera.

Sero se encogió de hombros con indiferencia- A veces sólo necesitas a alguien que te muestre una nueva perspectiva.

Kirishima asintió con la cabeza y sonrió, mostrando sus dientes puntiagudos- ¡Gracias Sero!

-Es lo menos que podía hacer amigo -Le dijo Hanta, dándole a Kirishima un ligero golpe en el brazo- Ahora vamos bro, no queremos llegar tarde a clase.

De alguna manera, la sonrisa de Kirishima se extendió aún más- ¡Claro que no!

Corrieron a clase y se sentaron en sus asientos, charlando amistosamente entre ellos mientras más personas entraban al salón de clases.

-Oye, ¿Viste las noticias anoche? -Hagakure preguntó emocionada- ¿Viste cómo todos en clase estuvieron en la pantalla por un segundo? -Su postura se desplomó- No destaqué en absoluto...

-Eso es cierto -Dijo Shoji sin rodeos, encogiéndose ligeramente.

Ojiro se rió torpemente- Es difícil destacar luciendo así, ¿Eh?

-Pero hombre, todos los canales lo volvieron la noticia del día -Dijo Kaminari, haciendo gestos.

-Eso me sorprendió un poco -Comentó Kirishima, inclinándose sobre su escritorio para unirse.

-Aunque ¿Podemos culparlos por eso? -Jiro preguntó, jugueteando con uno de sus jacks- El curso de héroes, hecho para formar héroes profesionales, fue atacado por villanos.

-Quién sabe qué habría pasado si los profesores no hubieran venido cuando lo hicieron -Dijo Sero, estremeciéndose un poco al pensar en eso y haciendo una nota mental para agradecer a Iida por haberlos ido a buscar. Tal vez darle un beso de agradecimiento sería una buena idea.

-¡Basta de eso, Sero! -Mineta gritó- Sólo pensar en ello hace que moje mis pantalones.

Ew. No necesitaba saber eso. Ahora definitivamente no estaba de humor para ningún beso.

-¡Cállate! ¡Cállate, escoria! -Bakugo exclamó, haciendo que Mineta gritara y se acobardara debajo de su escritorio con miedo.

-Pero hombre, All Might estuvo genial. Venció a todos esos villanos estúpidamente fuertes -Dijo Sato, lanzando golpes al aire unas cuantas veces para enfatizar.

-Sí, vale la pena preguntarse su fuerza -Aceptó Tokoyami, apretando el puño dramáticamente. En realidad, casi todo lo que Tokoyami hacía, lo hacía dramáticamente. Era algo que tenía en común con Aoyama.

-¡Atención todos! ¡Las clases de la mañana están por comenzar! -Iida anunció, entrando velozmente en el aula y parándose detrás del escritorio al frente de toda la clase- ¡Dejen de hablar y tomen asiento!

Dios mío, prácticamente estaba posando. Sero tuvo que taparse la boca con una mano para evitar que estallara en una sonrisa. Muchas gracias emociones, claro que no se le iba a hacer difícil esconderlas.

-Ya estamos en nuestros asientos -Dijo alguien.

-Eres el único que no lo está -Agregó otra persona, a lo que Iida palideció.

A regañadientes, Iida se acercó a su escritorio y se sentó, Uraraka dándole una palmadita tranquilizadora en la espalda.

En la parte delantera de la habitación, Mina se inclinó hacia atrás en su silla y miró por encima de su hombro a Tsu, quien tuvo que tener su asiento con las manos para evitar ser aplastada- Tsu, ¿Quién va a dar clases hoy?

La chica rana frunció el ceño y posó un dedo en la esquina de su boca- Bueno, se supone que Aizawa está en el hospital recuperándose de sus heridas, kero...

En ese momento, la puerta del aula se deslizó, revelando...

Esperaen. ¿¡Ya había vuelto!?

Ese era Aizawa, ¿Verdad? Osea, la bufanda estaba allí, junto con el pelo (Que estaba mucho menos grasiento de lo habitual), y la altura era la correcta... Pero, ¿Estaría realmente tan loco como para volver a la escuela dos días después de que casi le aplastaran el cerebro?

-Buenos días.

Aparentemente sí.

Y si hubiera habido alguna duda de que la persona que estaba en la puerta era Aizawa, esa duda acababa de ser borrada. Era difícil saberlo con todas las vendas cubriéndose la cara, pero sólo había dos personas que Sero conocía podían sonar tan cansados por la mañana, y estaba bastante seguro de que quien estaba allí no era Kaichi.

-¡Aizawa, volvió demasiado pronto! -Exclamó la clase al unísono.

-¡Usted es demasiado profesional! -Kaminari dijo, tirándose hacia atrás.

-¿Así que estás bien, Aizawa? -Iida preguntó, sorprendentemente tranquilo mientras levantaba la mano con rigidez. Espera, ¿Por qué estaba tan tranquilo? ¿¡Acaso esta no era la primera vez que hacía algo así!?

-¿Realmente puedes llamar a eso "estar bien"? -Uraraka susurró, todavía en estado de shock. Sero estaba de acuerdo con ella.

-Mi bienestar no importa -Dijó Aizawa al subir al podio al frente de la clase- Lo más importante es que la lucha aún no ha terminado.

-¿Lucha? -Bakugo preguntó, con un tono de voz peligrosamente alegre según Sero.

-No me digas que... -Midoriya murmuró, sus mejillas sonrojándose desproporcionadamente.

-¿¡Los villanos otra vez...!? -Mineta chilló, arañando su cara en desdén.

-El festival deportivo de la UA se está acercando -Se limitó a decir Aizawa.

Kirishima dijo- Ese es un evento escolar súper nor-

-Espera un minuto -Interrumpió Kaminari, empujando a Kirishima hacia atrás.

-¿Está bien tener un festival deportivo tan pronto después de que los villanos nos hubieran atacado? -Jiro preguntó, las cejas surcadas en preocupación.

-¿Y si nos atacan de nuevo o algo así? -El pelaje de cola de Ojiro estaba erizado del miedo, lo cual era un poco raro de ver, honestamente. Genial, pero raro.

-Aparentemente, piensan en ello como la UA mostrando que nuestro sistema de alarmas y alertas es lo suficientemente bueno como para celebrar el evento -Explicó Aizawa- La seguridad también se reforzará a cinco veces a comparación con la de años anteriores.

-Además, nuestro festival deportivo es una gran oportunidad. No es un evento que se cancele debido a algunos villanos.

Mineta temblaba de miedo- Pero sigue siendo una buena razón para no hacerlo, ¿No? Es sólo un festival de deportes.

Midoriya se dio la vuelta para enfrentarse al chico sentado detrás de él- Mineta, ¿Nunca has visto el festival deportivo de la UA?

-¡Por supuesto que sí! -Gritó- Eso no es lo que quise decir

-Nuestro festival deportivo es uno de los eventos más grandes de Japón. En el pasado, los Juegos Olímpicos se llamaban festival de deportes, y todo el país estaba loco por ellos. Como saben, aunque con reducciones de escala y población, ahora son como una réplica de su antigua gloria. Y ahora, para Japón, lo que ha tomado el lugar de esos Juegos Olímpicos es el festival deportivo de la UA -Explicó Aizawa, como si ellos no lo supieran ya. Eh, como sea, se la puede dejar pasar. El tipo probablemente estaba muy drogado con morfina.

-Por supuesto, todos los héroes más importantes del país estarán atentos con fines de exploración -Agregó Yaoyorozu, apretando el puño y mirándolo decididamente.

-Lo sé -Contestó Mineta.

-Después de graduarnos, es típico unirse a una agencia profesional como compañero -Comentó Kaminari.

-Mucha gente pierde la oportunidad de independizarse después de eso y se convierten en eternos compañeros -Dijo Jiro, asintiendo con la cabeza- Kaminari, siento que serías uno de ellos -Agregó, y una sonrisa ladina apareció en su rostro- Ya que eres tonto.

¡Vamos Jiro! ¡Se necesitó mucho poder para recuperar la autoestima de Kaminari después del ataque a la USJ! ¡No estás ayudando!

-Por supuesto, unirse a una famosa agencia de héroes le dará más experiencia y popularidad. El tiempo es limitado. Si esperas ser profesional, entonces el camino hacia tu futuro se abrirá en este evento -Aizawa los miró fijamente, haciendo contacto visual con todos y cada uno de los estudiantes a través de los listones en sus vendajes- Una oportunidad al año, un total de sólo tres oportunidades. Ningún aspirante a héroe puede darse el lujo de perderse este evento. Si entienden eso, entonces ¡No aflojen con los preparativos!

-¡Sí señor! –Exclamaron todos.

-La clase terminó -Anunció Aizawa, dirigiéndose hacia su rincón de siesta antes de congelarse y soltar un pequeño suspiro, optando por salir del aula en su lugar. Pobre tipo. Probablemente no podía dormir en su bolsa de dormir cómodamente debido a su estado momificado.

Esperen. No. Aizawa no debería ser su principal preocupación en este momento. Debía asegurarse de que Haruka se mantuviera en el buen camino hacia su recuperación y preocuparse por la preparación para el festival deportivo.

☆.。.†:*・゜☆Final del capítulo☆.。†.:*・゜☆

¡Hola mis rayitos de sol! 

¡Y como siempre yo agarrando los días en los que tendría que actualizar y tirándolos a la basura! 

Estuve pensando bien y voy a cambiar los miércoles por algún otro día de la semana, porque en serio se me va a hacer muy difícil actualizar. 

Les explico lo más rápido que puedo. Yo voy a un club a jugar al tenis todos los miércoles. Y desde esta semana empecé a ir a clases de canto también, justo la hora antes de ir a tenis. Eso ya me consume básicamente toda la tarde. Además de eso, desde la semana que viene empiezan las clases de inglés, que son los martes y jueves. Así que lo ideal sería que las actualizaciones sean lunes, viernes o domingos (Aunque tampoco me molesta que sean los martes o jueves, es solo que no lo prefiero ya que sería más complicado)

¡Y ya que son los mejores lectores del mundo y siempre me alegran con sus votos y comentarios, los voy a dejar que elijan ustedes! Así que voten por favor así sé qué es lo que prefieren :D 

Lunes ---->

Viernes --->

Domingo ---> 

 ¿Martes, jueves? (Como dije antes, no es preferible, pero igual pongo la opción) --->

¡Muchas gracias por todo mis queridos rayitos de sol, cuídense mucho! 

¡Chau!

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