Cap 22: Correr
-Hola a todos, los estaba esperando -Dijo Thirteen, un tono alegre se distinguía en su voz.
Iida podía oír a Midoriya y Uraraka murmurando con emoción a su derecha, eso no le extrañaba para nada.
-Un naufragio, un terremoto, un incendio, una tormenta de viento, etcétera- Thirteen señaló las instalaciones con los brazos- Es un campo de entrenamiento equipado con diferentes tipos de accidentes y desastres. Se llama la "Unforeseen Simulation Joint", ¡O USJ para abreviar!
Aizawa se acercó a Thirteen y los dos tuvieron una breve conversación. Iida no podía oír mucho, Pero era algo sobre, ¿All Might?
Thirteen se aclaró la garganta y se volvió hacia el grupo- Veamos... Antes de empezar, permítanme decir una cosa... O dos, o tres, o cuatro... O cinco, seis, siete...
Oh, vaya. ¿Cuánto tiempo iba a tarda esto?
Thirteen sacudió la cabeza- Escuchen todos, estoy segura de que usted son conscientes de mi quirk, Agujero Negro. Puedo absorber cualquier cosa y convertirla en polvo.
-Usted ha sido capaz de utilizar esa quirk para salvar a la gente de todo tipo de desastres, ¿Verdad? -Midoriya preguntó, Uraraka asintiendo con la cabeza con entusiasmo a su lado.
-Sí, pero es un poder que puede matar fácilmente. Algunos de ustedes tienen quirks de este tipo, ¿Verdad? -Thirteen hizo una pausa corta antes de continuar- En una sociedad sobrehumana, los quirks han sido estrictamente regulados, por lo que no parece ser un problema a primera vista. Sin embargo, por favor no olviden que hay muchas quirks que pueden ser muy peligrosos fácilmente con un movimiento en falso.
-Con la prueba de aptitud física de Aizawa, descubrieron su propio potencial oculto, y con el entrenamiento de combate de persona a persona de All Might, creo que experimentaron el peligro de usar ese potencial contra los demás.
-Esta clase es un nuevo comienzo. Aprenderán a usar sus quirks para salvar la vida de la gente. No tienen poderes para poder dañar a los demás. Espero que se vayan de aquí entendiendo que sus poderes deben ser usados para el bien de los ciudadanos.
Thirteen hizo una pequeña reverencia- Eso es todo. Gracias por escuchar.
La clase estalló en aplausos, sonrisas por todas partes.
Aizawa rodó los ojos, pero Iida pudo ver la sonrisa cariñosa que ocultaba detrás de su bufanda-Muy bien, entonces, primero-
Antes de que pudiera terminar, el sonido de la electricidad crepitante se disparó por encima de ellos, las luces que bordean la cúpula comenzaron a hacer cortocircuito, algunas de ellas rompiéndose y dejando varios vidrios en el suelo.
¿Qué estaba pasando?
En el centro de la USJ, la fuente comenzó a hacer ruidos extraños antes de que un vórtice púrpura se arremolinara frente a ella, nubes de humo violeta saliendo de ella.
-¡Reúnanse y no se muevan! -Aizawa ordenó- ¡Thirteen, protege a los estudiantes!
Todos estaban notoriamente confundidos. ¿Qué estaba pasando?
-¿Qué es eso? -Kirishima preguntó, voz unas cuantas notas más altas de lo habitual.
Junto a la fuente, gente empezaba a salir del humo, arrastrándose hacia las escaleras que conducen a la clase lentamente.
-¿Esto es como el examen de admisión donde la lección ya ha comenzado? -Kirishima intentó adivinar.
Iida deseaba que ese fuera el caso. Pero no había posibilidad. No había forma de que esto fuera una prueba. Conocía a Shouta desde que era un bebé, y no era un buen actor. Ese shock había sido genuino.
-¡No te muevas! -Aizawa exclamó mientras se ponía las gafas- Esos son villanos.
A pesar de que lo esperaba, la confirmación de la situación no le hizo sentir mejor. Eran verdaderos villanos. Villanos que estaban ahí, muy probablemente, para matarlos.
-¿Qué? ¿Villanos? ¡No hay forma de que pudieran haber entrado en una escuela de héroes! -Kirishima exclamó, sudando nerviosamente.
-¿Qué hay de los sensores intrusos? -Yaoyorozu preguntó.
Thirteen miró hacia atrás en la clase- Los tenemos, por supuesto, pero...
-¿Sólo aparecieron aquí, o alrededor de toda la escuela? -Todoroki preguntó, voz tan inexpresiva como siempre- De cualquier manera, los sensores no están respondiendo, eso significa que tienen a alguien con un quirk que puede hacer eso. Un área aislada, separada del campus principal, justo en el momento en que clase está aquí. Pueden ser villanos tontos, pero no son estúpidos. Este ataque sorpresa fue cuidadosamente planeado con algún tipo de meta en mente.
-Thirteen, comienza la evacuación. Intenta llamar a la escuela. Estos villanos incluso tenían algo para contrarrestar los sensores. Es posible que alguien con poderes de tipo onda de radio esté interfiriendo -Aizawa dio un paso adelante- Kaminari, intenta contactar a la escuela con tu quirk.
-¡Sí señor! -Dijo Kaminari, levantando una mano al transmisor en su oreja e intentando hacer lo que su profesor le había ordenado.
-¿Qué hay de usted, señor? ¿Peleará solo? Con tantos, incluso si puede borrar sus quirks, su estilo de lucha consiste en capturar luego de borrar el quirk del enemigo -Midoriya miró hacia abajo- Una batalla de este tipo...
Aizawa sonrió- No puedes ser un héroe con un solo truco -Dio un paso al frente- Te lo dejo a ti, Thirteen.
Con esas últimas palabras, saltó hasta las escaleras, agarrando su bufanda que revoloteaba alrededor de su cabeza listo para empezar a luchar. Pero ahora no era momento de expectar la pelea. Tenían que salir de ahí.
Con un grito de Thirteen, la clase comenzó a abrirse camino hacia las puertas. Todos excepto Midoriya, cabe aclarar.
-¡Este no es momento para el análisis! ¡Apúrate y refugiarte! -Iida gritó, deteniéndose y mirando por encima del hombro a Midoriya, que no se había movido.
A regañadientes, el niño de pelo verde comenzó a moverse, uniéndose al resto de la clase mientras corrían hacia las puertas.
-No te dejaré.
La clase no había avanzado casi nada cuando Thirteen se congeló, una columna de púrpura tan oscuro que casi parecía negro estalló frente a ellos, un par de ojos amarillos brillantes mirándolos a través de la neblina.
-Es bueno conocerla. Somos la Liga de los Villanos -Dijo la nube, con voz baja, suave y grave- Puede ser presuntuoso de nuestra parte, pero nos hemos tomado la molestia de invitarnos a la casa de los héroes, la escuela secundaria de la UA, para que All might, el símbolo de la paz, tome su último respiro.
¿Qué? ¿Los villanos estaban ahí para matar a All Might? Pero ni siquiera estaba con ellos, sólo Thirteen y Aizawa los habían acompañado.
A la derecha, Iida registró vagamente a Midoriya exhalar un confundido "¿Eh?" A su izquierda, Uraraka temblaba ligeramente, pálida como un fantasma.
-Tenía entendido que All Might estaría aquí -Continuó el villano- ¿Ha habido algún tipo de cambio?
-Bueno, eso no importa. Yo debo encargarme de otra cosa -El humo del vilano se expandía, y los ojos de Iida se centraron en Thirteen, que había destapado uno de los dedos de su traje, señalando con este al villano.
Pero no activó su quirk.
Porque Bakugo y Kirishima saltaron a atacar al villano.
¿Qué estaban haciendo?
Instintivamente, los brazos de Iida volaron para cubrirse la cara mientras Bakugo desataba una gran explosión, sonriendo maníacamente.
-¿Consideraste que te venceríamos antes de que lo hicieras? -La voz de Kirishima preguntó, casi burlonamente. ¿Qué estaba haciendo? ¡Necesitaban dejar esto a los profesionales! Si Thirteen no se hubiera detenido, habría-
-Oh, cielos, que peligro -Dijo el villano- Así es. Incluso si son solo estudiantes, ustedes tienen un potencial valioso.
-¡No! ¡Aléjense, ustedes dos! –Thirteen exclamó, todavía lista para atacar.
-¡Mi trabajo es dispersarlos a todos y torturarlos hasta la muerte!
Con esas palabras, la niebla que se desprendía del villano se duplicó, triplicó, cuadruplicó, hasta que todo lo que Iida podía ver era esa espesa niebla negra que lo rodeaba, asfixiándolo a él y a sus compañeros de clase.
No. No podía quedarse ahí. No podía solo ahogarse y morir, quedándose paralizado a la primera señal de peligro.
Apretando los dientes, Iida abrió los brazos y corrió a la izquierda, envolviendo a dos personas en sus brazos, saliendo de la niebla.
Golpeó el suelo y rodó, liberando a las personas que había agarrado mientras volvía al smog. Pudo ver de reojo a quienes había agarrado: Uraraka y Sato. Eso significaba que diecisiete de sus compañeros seguían allí, dieciocho personas contando a su maestro.
Mientras observaba, la niebla se volvía más espesa y densa, y desde su posición a pocos metros de distancia, Iida podía oír gritos de sorpresa y dolor provenientes de ella. ¿Qué les estaba haciendo?
Pero entonces, casi tan rápido como había aparecido, la niebla se disipó, revelando.
Shoji. Ashido. Thirteen...
Hanta.
Todos los demás se habían ido. Teletransportado lejos por la niebla.
-Shoji, ¿Están todos aquí dentro? -Iida se encontró diciendo al ver como los ojos y las orejas brotaban de los brazos de Shoji, temblando- ¿Puedes comprobar?
-Están dispersos, pero todos están en este edificio -respondió, provocando un suspiro de alivio de todos.
-Maldición, los ataques físicos no pueden golpearlo, y él puede teletransportar cosas y personas. ¡Su quirk es lo peor! -Sero dijo, sin duda rechinando sus dientes en agravio.
Thirteen estaba con la cabeza gacha- Presidente de clase -Su voz estaba nivelada. Baja. Calma.
-¿Sí?
-Le encomiendo este deber -Dijo- Corre a la escuela y adviérteles de lo que está pasando aquí
¿Qué? ¿Quería que sólo... Abandonara a sus compañeros de clase? ¿Sus amigos? ¿Su novio?
-Las alarmas no suenan, y nuestros teléfonos no tienen señal. El sistema de alarma se basa en rayos infrarrojos. A pesar de que Eraser Head está borrando las quirks de la gente a diestra y siniestra, no está funcionando, lo que significa que deben tener a alguien con un quirk de interferencia que se escondió cuando llegaron. Sería más práctico que tú corras a que nosotros intentemos encontrar a esa persona.
Iida apretó los dientes y dio un paso adelante. No iba a huir. No iba a huir y dejar a todos atrás, peleando y haciéndose daño- Pero sería una vergüenza como presidente de clase dejar a todos atrás.
-¡Vamos, salida de emergencia!
¿Sato? ¿Qué estaba-
-Si puedes salir, hay alarmas. Es por eso que estos tipos sólo están haciendo esto dentro, ¿Verdad? -Razonó, caminando hacia adelante y tomando una postura de lucha.
-¡Si sales, no te seguirán! -Sero agregó, viniendo por detrás de Sato, una determinación feroz en sus ojos- ¡Sopla esta niebla con tus piernas! -Sus palabras por sí solas calmaron el corazón de Iida.
-¡Usa tu quirk para salvar a los demás! -Thirteen exclamó.
Claro. No estaría huyendo. Estaría buscando refuerzos. Dos cosas diferentes. ¿Cómo pudo ser tan tonto?
-¡Puedo quitarte la gravedad como lo hice en la cafetería! -Uraraka dijo, puños apretados mostrando determinación- ¡Lo haré! ¡Por favor, presidente de clase!
Iida apretó la boca en una línea delgada. Tenían razón. Estaban bien. Tenía que hacer esto.
-Incluso si no tienen otra opción, ¿En serio son tan idiotas que hablan de sus planes frente al enemigo? -Exclamó el villano, disparando más humo negro que se dirigía directamente hacia ellos.
Thirteen apuntó con su dedo al villano- ¡Lo hicimos porque no importa que lo sepas! -Su quirk se activó, aspirando toda la niebla en un instante.
El villano se rió- Agujero Negro, aspira todo y lo convierte en polvo. Ya veo. Ese es un quirk asombroso -Admitió- Sin embargo, Thirteen, eres una heroína que trabaja para rescatar a la gente de los desastres. Como era de esperar, tu experiencia en batallas es menos de la mitad de la de un héroe normal.
Un extraño portal apareció frente al villano. Parecía un espiral.
Otro se materializó detrás de Thirteen.
No.
Soltaron un grito, una mezcla de sorpresa y dolor cuando el portal entró en acción, su propio quirk arrancando la parte posterior de su traje.
-Te convertiste en polvo.
Thirteen desactivó su quirk, pero ya era demasiado tarde. La mitad posterior de su traje se había ido por completo, partículas de polvo flotando en el aire.
-M-me venció... -Se las arregló para decir, antes de colapsar.
Una profesora caída.
Ashido gritó algo a su derecha, e Iida registró vagamente a Sato diciéndole que corriera, pero ahora mismo todo su enfoque estaba en el traje vacío de Thirteen. ¿Estaba muerta? Era imposible saberlo ahora mismo, y no había tiempo para comprobarlo.
Pero si aún estaba viva, sólo había una cosa que podía hacer. Necesitaba ayuda.
-Uno de los niños que no estaba disperso -Dijo el villano, e Iida podía sentir sus penetrantes y resplandecientes ojos en la parte posterior de su cabeza- Sólo estamos esperando a All might. Si los otros maestros son llamados aquí, será difícil para nosotros.
Justo delante de él, un vórtice púrpura arremolinado. No. No podía fallar. No podía dejar morir a Thirteen. No podía defraudar a todo el mundo.
Iida intentó frenar a pocos metros del portal, pero todavía estaba deslizándose, su impulso seguía empujándolo hacia adelante.
Todos confiaban en él. No podía defraudarlos. Toda la clase... Su hermano... Su tío Hizashi... La señora Midoriya... Konomi. Todos ellos contaban con él para conseguir ayuda, para asegurarse de que sus seres queridos estuvieran a salvo.
Pero entonces Shoji se interpuso entre él y el vórtice, envolviéndolo con todos sus brazos- ¡Vamos! -Gritó una boca de uno de sus brazos duplicados- ¡Apúrate!
Iida no necesitaba que se lo dijeran dos veces.
Activando sus motores, comenzó a correr hacia las puertas, cada golpe de los pasos resonando en sus oídos.
El villano gruñó- Niño impertinente. ¡No voy a permitir que salgas!
Iida lo ignoró. Lo único que importaba ahora mismo era llegar a esa puerta.
Era automática. ¿Debería derribarla? ¿Era lo suficientemente delgada como para que pudiera hacerlo?
-Eres imprudente, cuatro ojos.
Un escalofrío corrió por la columna vertebral de Iida mientras una cascada de niebla fría le picaba los talones. El villano. El villano estaba justo detrás de él.
-¡Desaparece!
La neblina se descargó sobre Iida, gruesa y fría, y francamente sofocante.
¿Qué pasaría cuando lo atraparan y lo mataran? ¿Alguien saldría sano y salvo, o el resto de sus compañeros serían cazados y recogidos como animales? ¿Sobreviviría Aizawa?
¿Cómo se enteraría Tensei? ¿Recibiría una llamada de la escuela o lo vería en las noticias primero? ¿Cuánto tiempo lloraría?
¿Konomi se enteraría mientras estaba en el hospital? Otro hijo atacado por villanos, sólo que esta vez, no habría ninguna posibilidad de que se despertara o mejorara.
¿Cómo se enteraría la dulce señora Midoriya? ¿Se derrumbaría de rodillas, con lágrimas saliendo de sus ojos y corriendo por su rostro mientras se entregaba la noticia? ¿O se quedaría quieta, adormecida por el shock?
Pero entonces la niebla se había ido, se había ido... Hacia arriba.
-No sé la teoría detrás de esto, pero si está vestido, ¡Entonces debe significar que tiene un cuerpo físico! -Uraraka declaró mientras arrojaba al villano al aire- ¡Vamos, Iida!
Así que lo hizo. Corrió la distancia restante entre él y las puertas y agarró los bordes donde se unían. Era ahora o nunca.
Las puertas crujieron y chirriaron mientras las obligaba a abrirse lentamente, su corazón latiendo tan fuerte que hasta podía escucharlo, y la adrenalina bombeando a través de sus venas.
Pero entonces esa sensación volvió. El villano estaba regresando. Y estaba a punto de arremeter contra Iida.
-¡No te dejaré!
Esa voz...
Hanta.
El villano gruñó mientras el sonido de la cinta cortándose resonaba en los oídos de Iida.
Alguien se quejaba de esfuerzo mientras levantaba al villano y lo tiraba a lo lejos. ¿Era Sato acaso?
Con un gruñido tenso, Iida hizo un último esfuerzo para abrir las puertas.
Había salido.
Todo iba a estar bien.
Lo había logrado.
Ahora sólo tenía que hacer una cosa.
Lo que él hace mejor.
Correr.
Correría por Tensei y sus historias vergonzosas. Por la tía Nemuri y sus bromas inapropiadas. Por la actitud optimista del tío Hizashi. Por la determinación de Midoriya y sus murmullos constantes. Para las historias de los vecinos de Uraraka. Por los comentarios directos de Tsu. Por la hermosa risa de Hanta. Por las lágrimas llenas de orgullo de la señora Midoriya. Por los ojos traviesos de Konomi.
Por todos ellos, corrió.
Pasó a All Might en el camino, quien tan pronto como vio a Iida corriendo hacia él, comenzó a correr aún más rápido hacia USJ, una expresión absolutamente aterradora en su rostro. Iida nunca había visto a All Might tan serio antes. Fue inquietante, para ser honesto.
Pero eso no era importante en este momento. Sólo necesitaba huir.
Inhala, exhala.
Sigue corriendo. Aléjate de los villanos.
Inhala, exhala.
Sigue corriendo. Busca ayuda.
Inhala, exhala.
En poco tiempo se encontró corriendo a través de los pasillos, dirigiéndose a la sala de maestros. No podía perder el tiempo para tratar de abrir la puerta, especialmente teniendo en cuenta que no estaba seguro de que estuviera abierta.
Así que lo hizo.
Sin molestarse en bajar la velocidad, Iida levantó la pierna y pateó la puerta con todas sus fuerzas, haciéndola volar y rompiendo hasta las bisagras.
Esta se golpeó contra un escritorio al mismo tiempo que varios gritos de sorpresa llenaron el ambiente.
-¿Tenya? ¿Qué haces aquí? ¿Por qué pateaste la puerta? -La voz de Midnight. Sorprendida. Preocupada.
Tomando unas grandes bocanadas de aire, Iida apretó los puños- Reúne a tantos profesionales como puedas.
Midnight estaba justo a su lado, una mano en su hombro la otra en su látigo- ¿Qué? ¿Por qué?
-La USJ está siendo atacada por villanos, Y-y Thirteen ya está fuera de servicio -Iida tragó saliva con dificultad- No sé cuánto tiempo más Aizawa pueda detenerlos.
Present Mic se levantó bruscamente de su escritorio, apretando la madíbula.
El resto de los profesores se pusieron de pie y corrieron hacia la puerta.
-¡Alguien busque a Nezu Y póngase en contacto con el resto de la facultad! Necesitamos a todos los que podamos conseguir en USJ, ¡Ahora! -Alguien gritó mientras Midnight apretó su agarre en el hombro de Iida, sus uñas cavando en su brazo.
-Vamos chico. Tenemos que volver al USJ. Tenemos que asegurarnos de que Shouta esté bien.
Iida asintió con la cabeza mientras le quitaba la mano de su hombro, los dos pisaron la puerta destruida y se lanzaron a la carrera. Ahora sólo tenían que llegar a tiempo. Sólo tenían que esperar que Aizawa estuviera bien. Que el resto de la clase pudiera defenderse de los villanos el tiempo suficiente.
USJ estaba a sólo unas pocas millas de distancia.
Inhala, exhala.
Sólo un poco más. Sólo unas pocas millas.
Escuchó un gruñido a su izquierda. Hound Dog. Pasos fuertes a su derecha. Vlad King. Present Mic estaba por delante de todos ellos y cada vez corría más rápido.
Un poco más. Sus compañeros tenían que aguantar un poco más. Por favor. Sólo un poco más.
Entonces llegaron a las puertas, por las que pasaron empujándose y corriendo.
-¡Yo, Iida Tenya, presidenta de la clase 1-A, he regresado!
Bien, tal vez eso fue demasiado, pero eso no importaba. Además, tal vez distraería a los villanos. Si podía distraerlos, aunque sea un poco, entonces lo haría.
Mirando desde las escaleras, Iida escaneó a todos los que estaban al descubierto. El tío Aizawa era cargado en la espalda de Shoji, cojeando como una muñeca de trapo. Había charcos carmesí brillante alrededor de los pies de Shoji. Cielos. Sero y Sato sostenían a Thirteen entre ambos. Así que estaba viva. Gracias a Dios.
Iida se estremeció y devolvió su mirada a los héroes que lo rodeaban. Podía sentir la animosidad y el odio irradiando de cada uno de ellos mientras miraban fijamente a los villanos.
Pero el tío Hizashi era el más molesto de todos. Iida podía verlo en sus ojos y mientras avanzaba, una mano jugueteando con las perillas de su altavoz direccional, la otra apretada en un puño a su lado.
Iida podía ver el odio frío en sus ojos. Podía sentir el odio que su tío sentía por esa gente irradiando de él en oleadas. El disgusto y la furia se dirigieron hacia la gente que le hizo esto a su esposo.
Y luego abrió la boca, y gritó.
Los siguientes minutos fueron borrosos. Midoriya fue sacado en camilla. Todos sus compañeros fueron escoltados fuera del edificio. Llegó la policía y los villanos fueron arrestados.
El detective Tsukauchi fue maravillosamente educado, calmando sus preocupaciones y respondiendo a sus preguntas de una manera que sólo un profesional experimentado podía.
Al regresar hacia la UA, la adrenalina se filtró fuera del sistema de Iida, dejando sus brazos pesados y colgando a sus lados. Regresaron a la escuela justo cuando el sol comenzó a ponerse y se cambiaron sus trajes de héroe poco después. Uraraka le dio un abrazo aplastante y comenzó a llorar, mientras que Tsu optó por una palmadita en la espalda y un agradecimiento. Iida no estaba seguro de qué necesitaba más. Esperaron en el aula por un corto tiempo, algunas personas fueron a la enfermería para ver a Midoriya (El mismo Iida incluido).
En su mayor parte, todos se sentaron y esperaron. Algunos alumnos salieron del aula para llamar a sus padres, otros monitoreaban ansiosamente las líneas del tren usando sus teléfonos, esperando el permiso de los maestros para irse a casa.
Finalmente, Ectoplasm entró de improvisto e informó a los estudiantes que eran libres de irse.
Todos abandonaron el aula juntos, un sombrío silencio entre ellos. Uraraka y Tsu se despidieron, la primera dándole un último abrazo antes de correr lejos para charlar con su amiga sobre lo que ambas habían pasado.
Sero sonrió y saludó a Iida mientras caminaba hacia un coche, donde una mujer alta con el pelo negro corto y grandes ojeras bajo sus ojos lo saludó alegremente, abrazándolo fuertemente. Debe ser Kirumi.
Suspirando, Iida se tronó el cuello y se dirigió hacia la salida. El tren de regreso a casa todavía debería estar funcionando, así que no debería haber problemas para llegar a casa.
Pero pronto, Iida encontró su mente vagando. ¿Sabían sus padres lo que pasó? ¿Cuándo se enterarían? ¿Cómo reaccionarían? ¿Tensei lo sabía? ¿Podría él-
-¡Oh, Tenya, estoy tan contenta de que estés aquí!
Iida se detuvo, mirando por encima del hombro para ver a Midnight corriendo hacia él, con su ropa de civil.
-¿Hay algo que pueda hacer por ti, Midnight? -Preguntó con rigidez mientras se detenía.
-Oh, vamos Tenya. Literalmente me has usado el pelo como un pañuelo. Suficiente con las formalidades.
-¡Tenía tres años!
-Eso no cambia nada -Bromeó, con una sonrisa a medias en su rostro- Vamos cariño, quiero que te quedes conmigo.
Iida no necesitaba una explicación. Podía verlo en sus ojos, en su sonrisa tensa- Por supuesto -Dijo, colocando una mano sobre su hombro- ¿A dónde te gustaría ir? ¿La sala de maestros? -Hizo muecas- En realidad, esa es una mala idea. No creo que hayan arreglado la puerta todavía.
Nemuri sonrió- Eso fue bastante impresionante, tengo que decir.
-Simplemente estaba haciendo mi parte.
-Lo que tú digas, amor.
Iida suspiró- Entonces, ¿Qué vamos a hacer? Tienes un plan, ¿Verdad?
Nemuri sonrió con descaro mientras se ataba el pelo en un rodete- Vamos querido. Hay que ponernos en movimiento.
-¿Adónde vamos?
-No estoy segura exactamente. Sólo... Lejos. He hecho todo el papeleo de hoy, y estoy muy cansada de todo esto, esto -Dijo, gesticulando antes de quitarse las gafas y pellizcarse el puente de la nariz- Sólo... Necesito pensar en otra cosa, eso es todo. Hizashi quiere estar solo ahora, pero sé que dentro de poco eso cambiará y... -Suspiró- Lo siento. Nada de lo que digo tiene sentido, ¿Verdad?
-No, está bien -Iida se tragó saliva- No muchas cosas tienen sentido en este momento.
Nemuri se rió- Tienes razón, cariño -Se ajustó los anteojos y se acomodó el peinado- Ahora vamos, demasiada cháchara para mis gustos -Sin esperar una respuesta, salieron del colegio, sus tacones aguja haciendo ese ruido tan característico en el pavimento.
Iida corrió detrás de ella, y los dos comenzaron a caminar en un cómodo silencio, aunque después de unas cuantas vueltas, Nemuri sacó su teléfono y comenzó a hacer algo, haciendo un sonido frustrado de vez en cuando.
¿Qué estaba planeando?
Iida sacudió la cabeza. No había forma de saberlo, así que tendría que esperar y averiguarlo. Esperemos que no implique alcohol, pero conociéndola, no se podía estar completamente seguro.
-¿Adónde vamos? -Iida preguntó, mirándola nerviosamente.
-No hace falta que te preocupes por eso, querido.
-Eso no es muy tranquilizador.
Sonrió traviesamente- Vamos, amor. Vive un poco.
Iida se estremeció- No creo que eso sea posible. Siento que acabo de perder tres años de vida por lo de hoy.
La sonrisa de Nemuri se desvaneció- Lo siento -Suspiró- Sobre todo esto. Lo siento.
-No es tu culpa.
Nemuri sacudió la cabeza- Yo sólo... Alguien debería haber notado esos informes perdidos. Debimos saberlo -Volvió a suspirar- Pero no lo hicimos, y ustedes niños se vieron obligados a pasar por todo eso.
Se rió secamente- Lo siento por eso. ¿Demasiada data? -Nemuri miró hacia abajo a su teléfono una vez más- Parece que nuestro viaje está aquí.
-¿Perdón?
Nemuri miró hacia adelante, e Iida siguió su mirada, donde alguien corría hacia ellos.
¿Cómo llegó tan rápido?
Como sea. A Iida no le importaba en este momento.
Tensei se adelantó y envolvió a su hermano en un abrazo, con lágrimas que ya corrían por su rostro- Oh, Dios mío Tenya, estás bien.
El menor asintió con la cabeza y envolvió sus brazos alrededor de su hermano, devolviendo el abrazo.
Tensei se separó de él, una mezcla de alivio, miedo, lágrimas y mocos en su rostro- Pensé, con lo de Shouta, el mensaje masivo a todos los profesionales de la zona.
Tenya no dijo nada, asintió con la cabeza y se inclinó hacia otro abrazo, enterrando su rostro en el hombro de Tensei.
-Todo va a estar bien, robotito.
Dios, ese apodo lo hizo sentir como un niño de cuatro.
Pero tal vez eso no era algo tan malo.
☆.。.†:*・゜☆Final del capítulo☆.。†.:*・゜☆
¡Hola mis rayitos de sol!
¿Qué talco el capítulo de hoy che? Intenso ¿No?
Jeje, espero que les haya gustado!
Ah y perdón por no actualizar ayer, me surgió un compromiso y no tuve tiempo :(
Pero bueno, ¡Cuídense! No sé cómo estará el clima donde están ustedes, pero acá el calor está bien heavy, así que ¡No se olviden de tomar agua!
¡Chau mis rayitos de sol!
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