Cap 17: Esta fue una mala idea

Por más que a Sero le gustara UA, tenía algunos huesos para elegir con la prestigiosa academia. Tener un hueso para elegir era una expresión, ¿Verdad? Bueno, incluso si no lo era, todavía tenía algunos problemas con la forma en que manejaban las cosas.

Ponen a sus estudiantes en peligro inminente, la única disciplina que se ha mostrado hasta ahora es la expulsión, no hay consejero o terapeuta ni nadie que ayudara con el estrés de estar en una escuela tan prestigiosa, ¡Sin mencionar la capacitación! ¿De dónde sacaron el dinero para construir todas estas ciudades simuladas que serían destruidas en cuestión de minutos?

Honestamente, no era lo mejor.

Pero la parte más molesta de la escuela era que nunca podías estar solo. Claro, el edificio era grande, pero eso era porque hay muchísimos alumnos. Y nunca poder alejarse un momento de los otros estudiantes, significaba que nunca podía estar solo con Iida. Eso era un gran contra.

Y debido a la tensión entre sus grupos de amigos y la relación secreta (¿Eran novios ahora? Realmente necesitaba preguntarle a Iida sobre lo que ellos dos eran), Sero no pudo charlar con Iida durante la clase. Doble contra.

Pero su mamá no lo crió para que fuera un abandonado oprimido, así que mirando el lado bueno, al menos podían pasar unos minutos juntos durante el día.

Desafortunadamente, hoy no fue uno de esos días. Los presidentes de las clases A y B habían sido llamados a la sala de profesores por algún motivo, por lo que no pudieron hablar antes de la clase. Uraraka y Midoriya habían estado prácticamente pegados a Iida durante todo el entrenamiento, y Kaminari había estado hablando con Sero en el vestuario, oscureciendo por completo su vista de los gloriosos músculos de la espalda de Iida.

En el lado positivo, las clases estaban por terminar, por lo que Sero iba a poder regresar a casa y estar molesto por su mal día en paz. Bueno, tan en paz como se podía en su casa. Lo cual no es mucho, especialmente teniendo en cuenta el hecho de que Haruka todavía estaba enojada con él.

Suspirando levemente, Sero colocó su cabeza en su mano y comenzó a tachar notas con su mano libre.

Los minutos pasaban de forma lenta e insoportable, y mientras los ojos de Sero vagaban por la habitación, notó el hecho de que Aoyama estaba escribiendo con un bolígrafo de gel brillante, y que el hilo de baba que se escapaba de la comisura de la boca de Kaminari se acumulaba en un pequeño charco en su escritorio.

El pelinegro se rió disimuladamente al verlo antes de volver su atención hacia el tablero y la voz de barítono de Cementoss, aunque claro luego se sorprendió a si mismo mirado a Iida.

Podía hacer cualquier cosa con el poder y el cuidado de ese corte de pelo de su lado. Incluso superar una de las terriblemente aburridas clases de Cementoss. Las muy largas y muy aburridas clases de Cementoss. 

-Sero, ¿Por qué estás de mal humor? -Preguntó Mina, apareciendo en su línea de visión y agitando su mano frente a su nariz.

-No estoy de mal humor -Dijo automáticamente, poniéndose firme.

-¡Sí que lo estás! ¡Estás caído! 

-Uh, gracias?

Ella rió- Tenemos que levantarte el ánimo, ¿No es así, Kami?

Kaminari miró hacia arriba, una mirada aturdida en su rostro- Si estoy de acuerdo, ¿Recibiré comida gratis?

-Sí.

Él sonrió atontado- ¡Entonces cuenten conmigo!

Mina aplaudió emocionada- ¡Oh! ¡Deberíamos invitar a Kiri y Baku también! 

-Bakugo no estará de acuerdo en pasar el rato solo para ayudarme a sentirme mejor -Dijo Sero, con una expresión poco impresionada en su rostro.

Frunció el ceño y golpeó pensativamente con el pie- Eso es cierto... Pero si conseguimos que Kirishima y Jiro vengan con nosotros, no hay forma de que diga que no.

-Estoy totalmente seguro de que dirá que no.

-Probablemente, pero vale la pena intentarlo. Un día, ¡Nos comunicaremos con él usando el poder de la amistad! ¡Lo sé! 

Sero se rió entre dientes- No voy a mentir, eso suena genial.

-¡Si! ¡Y todos nos tomaríamos de la mano y saltaríamos hacia el atardecer! -Kaminari vitoreó, levantando su puño en el aire con entusiasmo.

Desde el otro lado de la habitación, Dark Shadow sacudió la cabeza con desaprobación mientras Tokoyami les lanzaba una mirada poco impresionada, antes de girar sobre sus talones y dirigirse hacia la puerta, Shoji justo a su lado.

El rostro de Mina se rompió en una sonrisa ante esto, y comenzó a murmurar algo sobre argumentos para ships. Oh no.

Poniéndose de pie, Sero metió sin ceremonias todos sus papeles en su bolso y se lo echó al hombro- ¿Qué tal si nos vamos? No podremos convencer a Bakugo de que venga con nosotros si ya se ha ido.

Mina asintió con entusiasmo mientras Kaminari se limpiaba la baba restante de su rostro, ambas expresiones de intensa determinación. Los tres salieron del aula en una cacería de hombres. Necesitaban encontrar al resto de su escuadrón.

Primero encontraron a Jiro, y después de que Mina explicara su búsqueda, Kaminari le miró con ojos de cachorro, y Sero le prometió comida gratis. Ella se apartó de mala gana de su conversación con Yaoyorozu y accedió a unirse a ellos.

Después de buscar un poco más, encontraron a Kirishima hablando a los susurros con Bakugo, con un brazo sobre los hombros del rubio mientras lo guiaba hacia la puerta de la escuela.

-¡Kirishima! -Mina llamó, trotando hacia adelante- ¡Ahí estás!

Su rostro se iluminó con una sonrisa mientras el resto del escuadrón trotaba a su lado- ¿Chicos? ¿Que esta pasando?-

-¡Vamos a tener un buen tiempo de calidad con la squad a la antigua! 

Kirishima vitoreó cuando Bakugo frunció el ceño y apartó el brazo del pelirrojo de su hombro.

-No, no vamos a hacer esa mierda.

Mina gritó de celebración y aplaudió emocionada- ¡Así que admites que eres parte del equipo! ¡Esto nos da más razones para celebrar! 

-¡No admití nada y no estoy celebrando tampoco! ¡Que te follen! 

-Solo si tú miras

Kaminari y Mina chocaron los cinco cuando Kirishima se rió nerviosamente y Jiro negó con la cabeza con desaprobación, aunque se podía ver una pequeña sonrisa en su rostro.

Bakugo, por otro lado, no parecía tan divertido. Su rostro estaba rojo brillante, sus dientes estaban apretados violentamente, y si su quirk fuera diferente, Sero estaba 74% seguro de que vapor habría comenzado a salir de sus oídos.

El pelinegro se rió entre dientes- Vamos amigo, sabes que no nos iremos tan facilmente. No sirve de nada intentar escapar de nosotros.

El rubio resopló- Puedo deshacerme de ustedes perdedores cuando quiera.

-No, renunciaste a tu libertad en el momento en que accediste a salir con estos idiotas.

-Dices eso como si no fueras uno de esos idiotas, Orejas raras.

-Solo soy un miembro honorario. Le pusieron tu apllido al squad.

Bakugo resopló de nuevo- Lo que digas, Orejitas. ¿Entonces ustedes, perdedores, no me van a dejar en paz?

-¡No! -Kirishima, Mina y Kaminari respondieron al unísono.

El rubio se metió las manos en los bolsillos y dio un paso hacia adelante, refunfuñando algo en voz baja sobre los "putos extras"

Kaminari y Mina compartieron otros choque de manos cuando Kirishima trotó hacia adelante y pasó su brazo sobre los hombros de Bakugo una vez más, y una vez más, Bakugo no se apartó. Interesante.

Jiro desaceleró un poco su paso para estar en línea con Sero, y le dio un leve asentimiento antes de enchufar uno de sus earjacks en su teléfono y desconectarse del mundo exterior.

El grupo iba detrás de Bakugo como una manada de cachorros perdidos y, por primera vez, no parecía tener ganas de deshacerse de ellos. Sin embargo, después de unos minutos, los idiotas residentes del grupo decidieron que el delicado silencio no era lo suficientemente interesante.

-Entonces Bakugo, eres muy inteligente, ¿No? -Preguntó Kaminari- Espera, en realidad no respondas eso porque ya sabemos la respuesta.

Mina asintió con la cabeza- Y como eres tan inteligente, realmente creo que no deberías estar obligado a usar esa inteligencia y elegir adónde vamos. Ya sabes, solo para que puedas guardar todas esas neuronas para algo más importante.

Bakugo resopló y pateó una pequeña piedra que había en el camino con la punta del pie- Sí, claro, lo que sea. Simplemente no hagas de esto otra mierda aburrida. No voy a pasar una hora sentado sobre mi trasero y comiendo helado.

-¡Eso fue una vez!

-Y fue muy aburrido, Ojos de mapache, así que aprende de tus errores o los vas a repetir.

-¡Mi nombre es Mina! -Chilló la chica rosa.

-Suenas como mi mamá, amigo -comentó Kaminari mientras Sero le daba a Mina una palmadita en el hombro para calmarla- Pero, con más malas palabras.

-Cállate, Pikachu barato.

Kaminari asintió para sí mismo, aparentemente contento con su nuevo apodo.

-¡No hay nada de malo en sonar como una mamá, bro! ¡Las mamás son súper varoniles! 

Bakugo apretó los dientes y golpeó la piedra con especial fuerza, haciendo que esta deslice por la acera y fuera de la vista- Cállate, Pelos de Mierda. No estoy de humor para esto.

-Kirishima, la única razón por la que dices eso es porque no tienes un padre con quien comparar.

-Eso es cierto, pero las mamás siguen siendo las mejores.

Bakugo gruñó de nuevo- ¡Cállate idiota!

-¡Lo siento bro!- Kirishima se disculpó, todavía luciendo tan alegre como siempre.

-¿Podemos volver al punto? -Sugirió Sero, rascándose la nuca torpemente y mirando a Jiro, quien todavía estaba absorta en su música, evitando la conversación en su totalidad. Movimiento inteligente.

-¿Teníamos razón?

-Sí, Kami, teníamos

-¿En qué la teníamos?

-En que necesitábamos elegir lo que íbamos a hacer.

-Oh, cierto -Kaminari se tocó la barbilla pensativamente- Se, no se me ocurre nada.

Mina aplaudió con entusiasmo y se volvió hacia Kirishima, con una mirada encantada en sus ojos- Oye Kiri, ¿Recuerdas ese lugar al que solíamos ir con tu mamá? ¡El de esa ferretería! 

-¿La ferretería que siempre olía a masculinidad?

-¡Si! ¡Ese es!-

-¡Por ​​supuesto que recuerdo ese lugar! ¡Casi me cortas un dedo! 

-¡Eso no fue mi culpa!-

-¡Wow wow wow wow, esperen! -Kaminari dijo, interponiéndose entre los dos- Tú ... -Señaló a Mina- casi le cortaste el... -Señaló a Kirishima- el dedo.

Ambos asintieron.

Kaminari agarró una de las manos de Kirishima y entrecerró los ojos, inspeccionándola en busca de signos de daño.

-¿Cómo pasó eso? ¿Qué estaban haciendo ustedes? ¿Por qué tenían objetos afilados? -Preguntó Sero, agarrando la otra mano de Kirishima y mirándola.

La pelirroja se rió con torpeza- Bueno, es una historia un poco divertida porque estábamos-

Mina lo interrumpió dándole una palmada en la boca con la mano, con una expresión de enfado en el rostro- ¡No puedes simplemente decirles! Arruinará la sorpresa de adónde vamos, ¡Y tenemos que ir allí ahora! 

Kirishima asintió e hizo que Kaminari soltara su mano, usándola ahora para quitar la mano de Mina de su cara.

-Sería divertido, sí, pero necesitamos que un adulto venga con nosotros.

La sonrisa desapareció de su rostro, dejando un ceño fruncido en su lugar- Oh. Cierto.

-Pero oye, podríamos intentar que mi madre venga con nosotros. Por lo general, ahora mismo está en casa, y si ha terminado todos sus informes, estoy bastante seguro de que estará dispuesta a hacerlo. Ella es así de varonil.

Al instante, la sonrisa de Mina volvió- ¡Si! ¡Y le encantaría conocer a la squad! 

-¡No quiero a la madre de mierda de Pelos de Mierda merodeando a nuestro alrededor!

-A ver, en primer lugar, no insultes a Kirishima Aratani, ella es una diosa. Y en segundo lugar, ¡No es una madre sobreprotectora! Ella simplemente se sentará a un lado, se hará amiga de los empleados, les dará magdalenas que creó en su bolso gigante, y una vez que nos queden como cinco minutos, ¡Vendrá y nos pateará el culo a todos! 

El rubio se burló, obviamente no impresionado.

-Amigo, vamos. Desde mi punto de vista, puedes pasar cinco minutos hablando con la mamá de Kirishima, o puedes perder la opción de jugar con objetos afilados -Dijo Sero, encogiéndose de hombros con indiferencia.

Bakugo lo contempló durante aproximadamente un segundo y medio, antes de que una sonrisa siniestra se apoderara de su rostro- Pelos de Mierda, llama a tu mamá y dile lo que necesite escuchar para conseguirnos la entrada a este lugar.

El rostro de Kirishima se iluminó con una sonrisa- ¡Ya mistmo bro!

...

El viaje en tren a Chiba fue extrañamente silencioso, pero eso se debió principalmente a que Mina y Kaminari estaban absortos en algún video tonto de YouTube, al que se reían cada pocos segundos, dándose codazos en las costillas durante estos ataques de risa.

Una vez que se bajaron del tren, Kirishima y Mina comenzaron a guiarlos por las calles, señalando las tiendas y lugares que solían frecuentar cuando estaban en la secundaria. La historia de Mina sobre cómo la expulsaron de una sala de juegos local por derramar un batido de mantequilla de maní sobre una de las máquinas fue interrumpida por una voz dulce que gritaba- ¡Eiji!

Todos se quedaron paralizados, buscando a la dueña de la voz.

-¡Mamá! ¡Hola! -Kirishima se apresuró hacia adelante y abrazó a alguien.

La mujer se apartó y sonrió al grupo de adolescentes frente a ella. Tenía grandes ojos azules, cabello anaranjado hasta la barbilla, mandíbula cuadrada y una alegre sonrisa en su rostro- ¡Eiji me ha contado tanto sobre ustedes, niños, es maravilloso conocerlos finalmente!

-¡Oiga Sra. K, mucho tiempo sin vernos! Bueno, ya sabes quién soy yo, este es Kaminari, ella es Jiro,él es Sero, ¡Y este es Bakugo! -Mina chirrió, señalando a cada persona mientras enumeraba sus nombres.

Todos saludaron con torpeza cuando la sonrisa de Aratani se hizo aún más amplia- Ya es suficiente charla, amores, ¡Vamos! -Con eso, abrió la puerta e hizo un gesto para que todos entraran.

Ellos obedecieron, y cuando entraron al edificio, se impresionaron con el olor a aserrín y sudor. De alguna forma, no era una mala combinación.

-Amigo, solo conozco a tu mamá desde hace dos minutos, pero si algo le sucediera, mataría a todos en esta habitación y luego a mí mismo -Dijo Kaminari, ganándose un bufido de Jiro.

-Solo espera a probar uno de sus pastelitos de terciopelo rojo. Esas cosas fueron mi primer amor verdadero.

Bakugo puso los ojos en blanco- Cierra la cara, Pinky

Mina se encoge de hombros- Te estoy diciendo la verdad amigo. Pero si el terciopelo rojo no es lo tuyo, ella tiene los de pimienta de cayán que me dieron ganas de morir.

-¡Muy bien niños! ¡Estamos todos listos! Hay algunas reglas que deben aprender, pero aparte de eso, ¡Estamos perfectamente! -Aratani anunció como un trabajador salió por la parte de atrás.

-¡Genial!

El trabajador hizo un gesto para que el grupo lo siguiera, guiándolos hacia un rango de algún tipo y ordenándoles que se sentaran en la barra. Mirando por encima de la barra, Sero palideció ante lo que vio al otro lado. Hachas.

Miró hacia el objetivo de madera y tragó saliva. Llevaron a Bakugo a lanzar hachas. Bakugou está por lanzar un hacha.

Todos iban a morir.

Jiro lo golpeó con uno de sus jacks, enviándole una mirada que gritaba "Presta atención, idiota"

Así que Sero dejó de preocuparse por cuánto más le quedaba de vida y centró su atención en el trabajador, que ahora estaba explicando la forma correcta de sostener un hacha.

Después de algunas reglas más y algunas demostraciones, el trabajador les sonrió- ¡Háganme saber si hay algo que necesiten, estaré por allá! -Se despidió con la mano y caminó hacia otro carril, con una sonrisa de servicio al cliente plasmada en su rostro.

-Muy bien, los dejo niños para que se diviertan un poco. Avísenme si necesitan que les derribe algunas clavijas -Aratani le guiñó un ojo mientras tomaba un hacha y la arrojaba al objetivo.

El hacha se hundió en la madera con un fuerte golpe justo en la diana.

Mina levantó el puño en el aire- ¡Así se hace! ¡La Sra. K sigue invicta! 

Aratani se rió y despeinó el cabello de Mina, asegurándose de mantenerse alejada de sus cuernos- Eres una ternura

-Me declaro culpable

-Deja de halagar a esta anciana y diviértete con tus amigos -Le ordenó, caminando por el sendero y sacando su hacha fuera del blanco para entregársela a su hijo.

Mina asintió con la cabeza cuando Kaminari agarró un hacha y la arrojó por el camino, solo para que el mango golpeara la esquina derecha de la madera y cayera al suelo lastimosamente.

-Es más difícil de lo que parece, ¿No? -Mina se burló, tomó un hacha y la lanzó, la hoja se hundió en el anillo exterior del objetivo.

-Epa, conque más difícil -Kaminari se rió de su propia broma cuando Jiro lo apuñaló con su earjack, con una expresión poco impresionada en su rostro.

-Dios Pikachu, ¿Siquiera prestaste atención a las instrucciones? No podrías haber hecho eso peor

-¡Eso no es cierto!

-¿En serio? Por favor, ilumíname, ojos de mapache.

-Podría haber agarrado el hacha del lado equivocado

Jiro resopló- Honestamente, me sorprende que no lo hiciera.

Kaminari hizo un puchero y agarró dos hachas, poniéndolas en las manos de sus "bullys"-¡Intenten ustedes! ¡Esto es realmente difícil! 

Bakugo sonrió y se acercó a la línea- Te mostraré cómo se hace, Chispitas -En un movimiento fluido, se llevó el hacha hacia la oreja y la lanzó hacia adelante.

El hacha voló por el aire, acercándose al objetivo con una velocidad y precisión letales. Se dirigía directamente a la diana.

Sero suspiró internamente. Una vez más, Bakugo iba a ser increíble en todo en el primer intento. Se preguntó cómo se sentía eso.

Pero justo antes de que la hoja golpeara la madera, el mango giró y golpeó la diana en su lugar, haciendo que el hacha golpeara el suelo con estrépito.

Pasaron unos segundos de silencio, salvo por los otros clientes riendo en los otros carriles.

Pero entonces, un solo bufido cortó el silencio, y el silencio colectivo cuidadosamente construido se hizo añicos. Kaminari y Sero se echaron a reír, aferrándose el uno al otro para apoyarse mientras Mina se reía y golpeaba a Kirishima en el brazo repetidamente. Jiro puso los ojos en blanco y resopló de nuevo, haciendo todo lo posible por contener la risa.

Se rieron y rieron, felizmente ignorantes de la muerte muy dolorosa y altamente explosiva que les sobrevendría por reírse de Bakugo.

De repente, hubo tres ruidos sordos más cuando tres hachas más cayeron al suelo, dejando a Bakugo aún más enojado que antes.

Apretó los dientes y se acercó al objetivo, recogiendo todas las hachas y tirándolas sobre la barra, levantando una y arrojándola por el carril, donde golpeó el anillo exterior y cayó al suelo, casi burlonamente.

Soplando un aire muy violento por la nariz, Bakugo agarró otra hacha y la arrojó al objetivo, que el mango golpeó con un crujido repugnante.

Se dio la vuelta, listo para agarrar otra hacha, pero se encontró con Kirishima colocándolas de vuelta en el estante, con una expresión avergonzada en su rostro- Bro, estás tirándolas demasiado fuerte. ¡Si estás enojado con el hacha, no hay forma de que lo logres! 

-¡Si! Solo tienes que concentrar esa energía, y en lugar de simplemente tirarla, debes distribuirla uniformemente para un lanzamiento fluido -Dijo Mina, ahora golpeando a Jiro en el brazo.

-No necesito consejos de ustedes, idiotas -Gruñó Bakugo, tratando de empujar a Kirishima fuera del camino para poder alcanzar las hachas

-Bueno, si sigues tirándolos así, nunca conseguirás que niguna se hunda -Resopló Mina, cruzando los brazos y asomando la nariz en el aire.

-¡Cierra la boca, Pinky!

-Sí amigo, ¿Preferirías ser un perdedor sin nosotros o un ganador con nosotros? -Preguntó Kaminari, levantando una ceja con descaro.

Por segunda vez ese día, Sero deseó que Bakugo tuviera una peculiaridad diferente, aunque solo fuera para ver el vapor saliendo de sus oídos. Eso sería sorprendente.

Kirishima se rió entre dientes y tomó un hacha- ¡Mina tiene razón, bro! ¡Debes estar tranquilo! -Se acercó a la línea y lanzó el hacha, que voló por el aire y se hundió en la esquina izquierda del objetivo.

-¿Ves bro? ¡Sé que puedes hacer eso! 

Bakugo agarró un hacha y dio un paso adelante, respirando sorprendentemente tranquilo antes de lanzar el hacha hacia adelante.

Giró por el aire y golpeó al objetivo en el segundo anillo.

-¿Ver? Eso pasa cuando nos escuchas -Bromeó Mina, sonriendo con descaro.

-Cállate -Escupió Bakugo.

Ella solo se rió en respuesta, saltando al otro lado de la barra y sacando un taburete mientras Sero y Kaminari recogían sus propias hachas.

-Nunca nos dijiste cómo casi le cortas el dedo a Kiri -Kaminari instó a Mina mientras lanzaba su hacha, que rebotó en el objetivo sin causar daño.

-¿No lo hice?

-Nop

-Habría jurado que lo hice -Mina negó con la cabeza- Igualmente, es una larga historia.

-Eh, no realmente -Corrigió Kirishima, rascándose la nuca tímidamente.

-¡No se suponía que les dijeras eso! ¡Se supone que esto es dramático! 

Jiro resopló y tomó un hacha- ¿Por qué no estoy sorprendida?

Mina hizo un puchero- ¡No juzgues a los que tienen talento para lo dramático! Hacemos la vida interesante.

Jiro puso los ojos en blanco juguetonamente y arrojó su hacha, que se hundió en el anillo justo fuera de la diana- Entonces, ¿Te vas a sentar ahí y presumir o realmente nos vas a contar la historia?

-No es todo así de interesante, en realidad. Estábamos jugando con los objetos afilados porque éramos niños tontos.

-Todavía son niños tontos.

-Gracias por tu conocimiento Bakugo, pero realmente no es necesario en este momento -Mina se aclaró la garganta- Así que estábamos siendo niños tontos y esas cosas, y yo estaba jugando con las estrellas ninjas

-¿Hay estrellas ninjas aquí? -Preguntó Jiro, despertado su interés.

-Sip. Me prohibieron usarlas por todo este asunto. Aunque podría usarlos ahora, es posible que me hayan olvidado.

-Mina, no creo que nadie pueda olvidarte. Eres una persona muy... memorable -Dijo Sero, riendo incómodamente.

-¡Sero, Ashido es rosada y tiene ojos son negros! ¡Por supuesto que es memorable! -Kaminari exclamó.

-Se, tal vez tienes razón -Asintió Mina, levantando un hacha- Así que estaba siendo una niña tonta y Kiri casi se lastima por eso. Sin embargo, no voy a cometer el mismo error dos veces, ¡Así que no hay necesidad de que se preocupen! 

-Pinky, cállate y sigue tirando. Tenemos un límite de tiempo aquí.

-¡Sí señor!

..

Sero suspiró. Vagar por los pasillos de la escuela en busca del pelo rosado de Mina no era como quería pasar la mañana. Todavía no sabía cómo alguien cuya existencia misma gritaba la palabra ROSA podía simplemente desaparecer, incluso con lo grande que era UA. Hasta el momento, solo había logrado encontrar a unos pocos estudiantes de negocios, Tokoyami y Dark Shadow discutiendo en un rincón apartado, y un pequeño grupo de alumnos de la clase B.

Suspirando de nuevo, el chico de cabello negro se arrastró hasta la pared más cercana y se apoyó contra ella. Tal vez debería ir a clase y esperar a Mina más tarde.

Miró a su alrededor en un último intento inútil de localizarla, pero encontró algo mucho más interesante.

Con la emoción burbujeando en su pecho, Sero dio unos pasos cautelosos hacia adelante. Iida estaba solo, sin Uraraka contando una historia o Midoriya tachando algo en su cuaderno.

¡Ahora era su oportunidad!

Aclarándose la garganta, Sero se acercó al presidente de la clase, haciendo todo lo posible por poner cara de valiente.

-Hola Presi, que sorpresa verte aquí -Arrulló, antes de encogerse en silencio. Se necesitó toda la fuerza de voluntad de Sero para no golpearse a sí mismo por ser tan idiota. ¿Que sorpresa verte aquí? ¡Van a la misma escuela! ¡Así es como se conocieron!

Iida se puso firme, sus cejas se inclinaron en un ángulo agresivo, la boca se abrió, probablemente preparándose para reprender al chico de cabello negro.

-Está bien, sé que se supone que no debemos hablar entre nosotros mientras estamos en la escuela, pero siempre me ha gustado un poco romper las relglas-

Iida cerró la boca y asintió secamente- Bueno, tendrás que hacerlo rápido antes de que alguien nos vea-

-Está bien, entonces me preguntaba si tal vez querrías estudiar juntos alguna vez. Pensé que sería una buena idea porque podríamos pasar más tiempo juntos y esas cosas, pero no tenemos que hacerlo si no quieres...

-Me encantaría. Avísame cuando te gustaría quedar.

Oh. Bueno, eso fue mucho más fácil de lo que pensaba. Pero era Iida y lo había invitado a estudiar, por lo que supuso que no sería necesario convencer mucho- Uh, genial. Eso haré -Tragó con dificultad.

Oh no. Hizo las cosas incómodas.

-¿Te veré más tarde entonces? -Preguntó Iida, aclarándose la garganta.

-Oh, sí. Te avisaré cuando.

Iida sonrió suavemente- Te veo en clases.

-Nos vemos luego, salida de emergencia -Sero disparó un par de torpes pistolas con los dedos y comenzó a retroceder, rezando a cualquier dios que estuviera allí para que pusiera fin a su desastre.

Pero luego había una gran mano envolviendo su muñeca. ¿Qué? ¿No se suponía que esta conversación había terminado?

-Antes de que te vayas, me gustaría decirte que tengo un plan preparado para nuestra próxima cita.

-¿De verdad? -Sero respiró hondo y trató de calmarse. No había necesidad de asustarse. Absolutamente ninguna razón- Quiero decir, genial. Solo dime cuándo y dónde.

Iida soltó su muñeca- Lo haré.

Los dos compartieron suaves sonrisas antes de que Sero se despidiera y se diera la vuelta, trotando por el pasillo y lanzando una sonrisa alegre sobre su hombro antes de desaparecer en una esquina.

☆.。.†:*・゜☆Final del capítulo☆.。†.:*・゜☆

¡Hola mis rayitos de sol! 

¡Al fin volví de las vacaciones y estoy completamente al pedo de vuelta! Hay una explicación larga, pero la corta es: pasé la mayor parte de Enero sin internet y la primera semana de Febrero estuvo llena de cosas.

Pero acá está la traducción de otro capítulo de CheescakeQueen, del cual mi parte favorita es Bakugou estando frustrado por no saber tirar hachas jsjsjsjs. 

Me gustaría agradecerles muchísimo a todas las personas que han estado leyendo, votando y a veces hasta comentando en esta historia! Me pone muy contenta saber que les gusta :D Y si hay por ahí algún lector fantasma, me gustaría invitarte a votar si te gusta! No es obligatorio obviamente pero me haría muy feliz uwu

Y no quiero hacer esto largo de más, así que ya me voy despidiendo.

¡Chau mis rayitos de sol, cuídense mucho!

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