Cap 14: Haciendo sapitos

Iida miró su reloj y tragó saliva con nerviosismo. Se suponía que hoy iba a ser un buen día, pero empezó bastante horriblemente y no parecía que fuera a mejorar pronto.

Para empezar, estaba tan estresado que se despertó una hora antes de la alarma y pasó esa hora mirando ansiosamente su armario, bebiendo cuatro tazas de té calmante (En vano) y caminando al menos mil pasos de un lado a otro de su habitación.

Una vez que se decidió por un atuendo decente y se dio una charla de ánimo en el espejo, Iida salió de la casa y llegó a donde estaba ahora, parado en la esquina de una calle, solo. Estaba solo porque Sero aún no se había presentado, a pesar de que ya habían pasado quince minutos desde que se suponía que se encontraran.

Teniendo en cuenta todo eso, no estaba siendo un buen día.

Iida vuelve a mirar nerviosamente su reloj. Quizás Sero estaba bromeando sobre la cita. Una broma muy cruel y sin gracia, cabía aclarar. Debería volver a casa, tal vez podría salir a correr y ahogar su decepción en jugo de naranja.

Esa sonaba como la mejor opción, considerando que evitaría que se avergonzara más de lo que ya lo había hecho.

Haciendo todo lo posible por ocultar su decepción, Iida se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia su casa, con la cabeza gacha.

-¡Espera! ¡No te vayas! 

Como si hubiera venido directamente del set de una comedia romántica adolescente de mala calidad, Sero irrumpió en escena con un caso serio de cansancio y una expresión de culpa en su rostro.

Girándose, la mandíbula de Iida se abrió, en parte por la conmoción, en parte por lo bonito que se veía Sero con el pelo despeinado.

-Lo siento, Iida, realmente lo siento mucho por la demora. No era mi intención dejarte solo pero mi hermanita había perdido a Mirko y se puso loca por eso y no podía dejarla, así que tuve que ayudarla a encontrarla, y para cuando me dí cuenta ya estaba tarde. De vuelta lo siento mucho.

-Yo, eh, no te preocupes por eso. Me alegro de que estés aquí.

La postura del joven se desplomó, toda la preocupación y la tensión desaparecieron de ella-Gracias, Iida. Lamento todo esto.

-¡Está totalmente bien, Sero! ¡No es necesario que te disculpes! -Iida frunció el ceño ligeramente. -¿Dijiste que tu hermana perdió a Mirko? ¿Como la heroína profesional, Mirko?

-Oh, eh, algo así. Mirko es su conejo de peluche y le puso el nombre de la heroína profesional.

-Entiendo. ¿Podrías responderme otra pregunta?

-Claro, ¿Qué quieres saber?

-¿A dónde vamos para nuestra cita, exactamente? No me lo dijiste.

Los labios de Sero se curvaron en una sonrisa- Ya vas a ver.

Esa sonrisa hizo que el estómago de Iida diera un vuelco, pero no iba a dejar el tema- Me gustaría saberlo ahora para poder estimar cuánto tiempo estaré fuera de casa.

-Vamos a tener un día lleno de diversión -Iida sintió que su rostro se sonrojaba ligeramente. Dios, ¿Por qué Sero tuvo que decirlo así? -Bueno, casi un día entero. No estaremos fuera tanto tiempo.

-Realmente me gustaría saber qué estamos haciendo.

-¡Lo sabrás cuando lleguemos!

Como su táctica actual no estaba funcionando, el chico de cabello azul decidió sacar una página del libro de Sero. (Algo puramente metafórico, por supuesto. Iida nunca dañaría un libro)

-¿Por favor? -Preguntó, sacando el labio inferior mientras hacía todo lo posible por transformar su expresión de tal manera que se parecía a un cachorro triste. Con suerte, sus lentes no oscurecerían demasiado los ojos suplicantes.

Al instante, Iida vio la duda y el arrepentimiento escrito en el rostro de Sero. Eso era bueno. Eso significaba que iba a desistir y revelar la ubicación.

Desafortunadamente, Sero fue lo suficientemente inteligente como para apartarse de los ojos de cachorro cuando le negaba algo a alguien. Aunque ahora que lo piensa, tenía sentido, considerando que tiene una hermana menor- Te prometo que te lo diré, pero ¿Quieres ir a comer algo? Digamos que me perdí el desayuno.

De mala gana, el chico de cabello azul asintió y dejó caer la expresión de cachorro suplicante. Sin embargo, era bueno saber que fue efectivo en Sero, por lo que el intento no fue un completo desastre- Como tú digas. ¿Tiene alguna preferencia sobre adónde ir? 

-Hay un café no muy lejos de aquí que vende bollos realmente buenos, y estoy de humor para un bollo.

-Buena idea, guia el camino.

Sero sonrió torcidamente- ¡Claro! -Con eso, agarró a Iida por la muñeca y comenzó a brincar por la acera.

Doblaron algunas esquinas, dirigieron a una señorita perdida hacia una estación de metro, y casi chocan con un hombre de negocios que estaba discutiendo con alguien en voz muy alta por teléfono, pero llegaron a la cafetería sin problemas.

Sero soltó la muñeca de Iida mientras empujaba la puerta para abrirla, la campana unida a ella tintineó alegremente.

-Los bollos aquí son increíbles, pero los muffins también son buenos. Las bebidas son deliciosas y mi hermana siempre me grita para que pruebe los chai con leche, aunque sabe que no me gusta el chai -Sero rió nerviosamente- Lo siento, solo estoy divagando sobre cualquier cosa.

-No, no, está bien -Iida tragó con dificultad- Me gusta escuchar lo que tienes para decir.

El chico de cabello negro desvió la mirada, sus mejillas se sonrojaron levemente- Gracias.

Iida echó un vistazo al menú que colgaba sobre la barra. Pasteles, bebidas y precios escritos con una elegante caligrafía y un arco iris de colores.

Llegaron al frente de la fila en un período de tiempo sorprendentemente corto y fueron recibidos por una barista con rizos apretados de cabello verde lima, una sonrisa brillante y una mirada muerta en sus ojos.

-¡Buenos días! -Chilló con una voz demasiado dulce- ¿Qué puedo ofrecerles a ustedes dos en esta hermosa mañana?

-Tomaré un té cítrico con miel pequeño y un muffin de plátano.

-¿Y para tí?

-Un frappuccino de caramelo grande y un bollo de naranja con miel, por favor y gracias.

La barista asintió- ¿Podrían darme un nombre para el pedido?

-Sero

Ella asintió de nuevo- Te llamaré por tu nombre cuando todo esté listo.

-Gracias.

Los dos se alejaron y se pararon en una esquina del café, Sero balanceándose hacia adelante y hacia atrás sobre sus talones, Iida tirando del dobladillo de su camisa con ansiedad mientras un incómodo silencio los envolvía a ambos.

Unos minutos y muchas miradas incómodas después, la barista llamó a la orden y fueron a recoger su desayuno improvisado, el muffin y el bollo colocados delicadamente en una bolsa de papel con el logo de la cafetería.

Después de salir del café y tomar un largo sorbo de su té, Iida se volvió para mirar a Sero- ¿Ahora vas a decirme a dónde vamos?

-La estación de tren.

Iida frunció el ceño- Bueno, me di cuenta de eso. ¿Pero a dónde iremos después de eso?

Sero solo sonrió y tomó un sorbo de su café.

Los labios del chico de cabello azul se curvaron en un ceño más profundo- No me lo vas a decir, ¿Verdad?

-¡No!

Él frunció el ceño- ¡Dijiste que me lo ibas a decir después de comer!

-No dije eso, solo dije que te lo diría. No dije cuándo -Explicó Sero y se llevó un poco de crema batida de la parte superior de su bebida a la boca- Además, es un secreto.

Iida frunció el ceño- ¿Pero por qué?

-Porque pasé los últimos dos días planificando todo, y nunca plaifico nada, así que nos apegarémos al plan.

-No puedo apegarme al plan si no sé cual es

-¡Ese es el punto! Que no sepas cual es el plan es parte del plan ¡Así vas a estar emocionado y te vas a ver lindo y esas cosas! Aunque bueno, siempre te ves lindo, eso es obvio -Dijo Sero, guiñando un ojo.

Iida se sonrojó y se dio la vuelta, tomando un sorbo de su té para intentar distraerse. No funcionó muy bien.

-Está bien, como ya me dijiste tu color y flor favoritos, voy a decirte los míos -Dijo Sero mientras doblaban una esquina, la estación de metro ahora a la vista.

Iida esperó unos segundos, pero su cita no dio más detalles.

-¿Vas a decirme cuáles son?

-Perdón, perdón, la espera dramática se hizo demasiado larga ¿No?

-Solo un poco

-Sip. Pero te decía, mi color favorito es el naranja, y los girasoles siempre han sido mis favoritos, no sé bien por qué. Creo que es porque las semillas de girasol saben muy bien. O porque siempre miran hacia el sol, y eso es insipirador ¿Verdad?

Iida asintió con la cabeza mientras bajaban las escaleras hacia la estación y Sero los guió hacia una plataforma, sonriendo de oreja a oreja.

-Ya que tenemos unos minutos antes de que llegue el tren, ¡Es hora de más preguntas! -El rostro de Sero se iluminó con una sonrisa y, por enésima vez, Iida sintió que se le derretía el interior.

...

-¿Un lago?

Sero sonrió- ¡Sip!

Iida asintió levemente mientras miraba el lago, que reflejaba el cielo en su totalidad, desde las hinchadas nubes blancas hasta la bandada de cuervos en la distancia- Es bastante pintoresco, debo admitir. Tienes buen gusto.

-Gracias -Sero miró al suelo tímidamente- Ahora pongámonos en movimiento, porque tengo un bollo a mi nombre, y aún más preguntas listas.

Con eso, los dos comenzaron a caminar por el sendero que serpenteaba alrededor del lago, Sero abriendo la bolsa de papel y entregándole a Iida su panecillo, mirando su bollo con un brillo travieso en sus ojos.

-¿Cuál es tu comida favorita?-Preguntó con la boca llena de bollo.

-Me siento obligado a decir que estofado de ternera. Siempre ha sido una comida reconfortante y tengo buenos recuerdos vinculados a ella -Iida se tocó la barbilla- Aunque el jugo de naranja siempre será importante para mí, considerando que mi peculiaridad depende de él. 

-¡Eso es genial! ¿Cuál es la peor comida que has comido?

-Una vez cometí el error de comer sushi estropeado cuando era niño. Tenía un sabor horrible, pero las consecuencias fueron mucho peores -El se estremeció- Ni siquiera sabía que era posible que una persona vomitara su propio ácido estomacal.

El rostro del chico de cabello negro se torció en una mueca- Oh, eso es asqueroso.

-Tú fuiste quien preguntó -Dijo Iida, riendo- ¿Cuál sería su respuesta?

El rostro de Sero palideció- Te lo dire, pero solo si antes de que te lo diga, prometes que no estarás completamente disgustado conmigo como persona una vez que descubras que comí esa cosa.

-No creo que nada pueda cambiar tan drásticamente mi idea sobre ti, mucho menos un alimento.

-Está bien, no me juzgues tanto, pero he comido... -Sero respiró hondo y cerró los ojos con fuerza, casi con vergüenza- Queso de gusanos.

El rostro de Iida se contrajo en una mezcla de disgusto e incredulidad- ¿Eso existe?

-Se. Creo que se llama, ¿Casu marzu, o algo así? -Sero ladeó la cabeza y frunció el ceño levemente- Esa parte realmente no importa, pero lo que sí sé es que hay gusanos en el queso, y yo lo comí, estoy bastante seguro de que es ilegal, y he pasado los últimos siete años tratando de quitarme el sabor de la boca mientras debato formas de vengarme de mi hermana por dármelo.

-Tu hermana suena como una persona bastante traviesa.

Sero asintió- Es un rasgo familiar -Miró el bollo que tenía en la mano- Perdón por mencionar cosas asquerosas mientras comemos.

-Esta bien, no me molestó en lo absoluto.

-¿Estas seguro?

-¿Lo diría si no lo dijera en serio?

-Tal vez. Me das como una onda de que eres el tipo de persona que quiere "complacer a la gente" ¿Sabes? Como si siempre tuvieras que ayudar a los demás, incluso si puede terminar mal para ti.

-Yo... Supongo que eso puede ser cierto para mí. Pero puedo asegurarte que ese no es el caso en este momento.

-Gracias -Sero tomó un bocado de su bollo y masticó pensativamente- ¿Te gusta más el verano o el invierno? Y tienes que decirme por qué.

-Invierno -Respondió Iida instantáneamente, tomando un bocado de su muffin.

-¡Eww! ¿Por qué? ¡El invierno es tan blando y asqueroso!

-Bueno, creo que la nieve puede ser bastante pintoresca y el frío es beneficioso para mi peculiaridad.

-¿En serio?

-Si. Ayuda a enfriar mis motores más rápido.

-Oh, eso hace que muchos sen--

Iida agradeció en silencio todos sus años de entrenamiento de héroe y sus reflejos ultrarrápidos. Fue gracias a ellos que ni siquiera necesitó pensar mientras su brazo se lanzaba y se enganchaba alrededor de la cintura de Sero, evitando que aterrizara de cara al asfalto.

También les debía que él y Sero terminaran en la posición en la que estaban ahora, sus narices casi tocándose, los ojos ónix muy abiertos por la sorpresa mientras ambos respiraban profundamente.

-Parece que caí por tus encantos -Bromeó Sero, esbozando una sonrisa y guiñando un ojo juguetonamente.

-Supongo que sí -Respondió Iida.

Sero se rió con ese hermoso sonido jadeante, pero de inmediato pareció arrepentirse, tapándose la boca con una mano y apartando la mirada tímidamente.

Iida lo levantó y retiró la mano de la cintura de Sero. 

-Para que lo sepas, ahora eres mi héroe favorito -Comentó el chico de cabello negro, con los ojos oscuros brillando con picardía.

-¿Q-qué?

-Sip. Me salvaste de hacer esta cita aún más incómoda rompiéndome la nariz, así que ahora eres mi favorito -Sero rió- Sabes, debo darte una recompensa.

Iida se congeló. Ese tono de voz era demasiado burlón, e hizo que sus rodillas temblaran levemente ¿Qué estaba planeando Sero? Estaban en un lugar público, ¡Así que mejor no sea nada demasiado escandaloso! ¿Consideraría siquiera hacer algo así? ¿Qué se suponía que esperara de él?

-Dijiste que te gustaban las naranjas, ¿Verdad? Así que como recompensa, come un poco de mi bollo.

-¡No podría aceptar eso! -Dijo Iida, cortando el aire con nerviosismo.

-Sí puedes, y lo harás. Te lo mereces y te encantará. Al menos eso espero -Sero se encogió de hombros.

-¡No querría quitártelo!

-¡Es solo un bocado! ¡Vamos, te lo estoy ofreciendo! -Sero rompió un pedazo de su bollo y lo agitó tentadoramente frente a la nariz de Iida- Te prometo que te gustará.

El chico de cabello azul suspiró, pero pudo sentir que su resolución se desmoronaba cuando el olor del bollo invadió sus sentidos- Supongo que un bocado no podría hacer ningun daño.

Sero sonrió y metió el trozo de bollo en la boca de su cita, mirándolo expectante.

-Entonces, ¿Qué tal? -Preguntó, batiendo sus pestañas.

Iida tragó y miró a su cita- Es casi tan asombroso como tú -Se maldijo internamente. ¿Por qué tenía que decir algo tan cursi?

Sero se sonrojó y miró hacia otro lado, frotándose la nuca con timidez- Yo, eh, gracias.

-Solamente digo la verdad.

Este comentario solo hizo que Sero se sonrojara más, lo cual era ridículamente bonito. Tal vez decir cosas cursis estaba bien.

De repente, levantó la cabeza y su vergüenza se olvidó cuando su rostro estalló en una sonrisa- ¡Oh! ¡Ya llegamos!

-¿Eh?

-El verdadero lugar de la cita -Sero se rió entre dientes- Pasé mucho, tal vez demasiado tiempo buscando el lugar perfecto.

-No tenías que hacerlo.

-¡Deja de decir eso! Sí, no tenía que hacerlo, pero quería hacerlo -El pelinegro agarró la mano de Iida y entrelazó sus dedos- ¡Vamos, no quiero perder más tiempo!

Sero apretó su agarre en la mano de Iida y lo arrastró hacia adelante, saltando por un conjunto de escaleras hasta un pequeño y pintoresco rincón ubicado en el lado del lago. Flotando sobre el agua transparente cerca de la costa había docenas de flores de loto en una deslumbrante variedad de colores.

-Esto es... Deslumbrante -Dijo Iida en voz baja- Veo que recordaste mi flor favorita.

-¡Por ​​supuesto que sí! Ahora, sé que probablemente quieras pasar unos veinte minutos admirando esta vista, ¡Pero debemos empezar con la aprte divertida! -Sero gorjeó, soltando la mano de Iida mientras señalaba el hermoso lugar.

-¿Qué es?

-Bueno, vi esta actividad en internet en la que tenías que caminar alrededor de un río o un lago y tratar de encontrar rocas que se parezcan a los ojos del otro, y pensé que era una buena idea, así que aquí estamos -El se encogió de hombros- No tenemos que hacerlo si no quieres.

El chico de cabello azul negó con la cabeza- No, es una idea asombrosa. Empecemos.

Sero resopló- ¡Primero tengo que echar un buen vistazo a tus ojos!

La respiración de Iida se detuvo cuando Sero dio un paso adelante, ahuecando su mejilla con una mano, la sonrisa descarada en su rostro se volvió borrosa mientras usaba su mano libre para quitarle las gafas de la nariz a Iida.

La respiración del chico de cabello azul se detuvo por completo cuando Sero se inclinó aún más cerca, mirando a los ojos de Iida con curiosa intensidad.

Sero jadeó, frotando su pulgar sobre el pómulo de Iida- Guau, tus ojos son... -Suspiró con adoración- Maravillosos

-Y-yo, eh, g-gracias -Fue todo lo que Iida logró decir antes de que su lengua se negara a cooperar y se congelara.

El chico de cabello negro resopló, antes de darse cuenta de repente de que tenía la cara de Iida ahuecada en su mano y tirándola hacia atrás, sonrojándose furiosamente.

-L-lo siento -Tartamudeó, cubriéndose la cara con las manos- No era mi... Perdón.

-Está bien -Dijo Iida, dejando escapar un suspiro lento, deseando desesperadamente tener sus lentes, aunque solo fuera para ver la expresión sin duda adorable de Sero.

-¿Me puedes devolver mis lentes?

-No, creo que me los quedaré -Le contestó el otro chico, sin duda sonriendo con picardía.

-Sero, espero que te des cuenta de que no puedo ver sin ellos.

-Si, lo se. Haru siempre se enoja cuando le robo las gafas porque las necesita. Me pregunto si tu receta es tan mala como la de ella... -Se preguntó en voz alta.

Para probar su teoría, Sero se colocó los anteojos en la nariz y parpadeó un par de veces, con la cara arrugada- ¡Oh Dios, no puedo ver nada!

-Tampoco yo -Iida se rió entre dientes- ¿Puedo tener mis lentes de vuelta ahora?

-Solo porque lo preguntaste muy amablemente -Canturreó Sero, sacándoselos de la cara y entregándoselos, asegurándose de hacer el mayor contacto físico posible mientras lo hacía.

Una vez que sus lentes estuvieron colocados de nuevo en su nariz donde pertenecían, Iida volvió a mirar a Sero, inspeccionando sus ojos cuidadosamente. Obviamente por la actividad de las piedras, y no porque solo le gustara mirar a los ojos de Sero.

-¿Empezamos? -Preguntó, con los ojos heterocromáticos aún fijos en los negros.

-Sí, sí, deberíamos... -Murmuró Sero, apartando la mirada y devorando el resto de su bollo.

Iida se dio la vuelta y se dirigió hacia la orilla del lago, que estaba lleno de rocas de todos los colores que podía imaginar. Nunca antes había visto el feldespato tan de cerca. Bueno, probablemente no era feldespato, pero ese era el único mineral rosa en el que podía pensar en ese momento.

Se agachó y comenzó a sacar roca por roca, buscando una que tuviera un color similar a los hermosos ojos de Sero. Todo lo que necesitaba era una piedra negra que de alguna manera trajera una actitud relajada a una habitación y felicidad al corazón de Iida.

Sería un poco difícil de hacer, sí, pero al menos podría intentarlo.

Esa era demasiado aburrida, esa era demasiado tosca, el brillo en ese hizo que a Iida le dolieran los ojos, había demasiadas manchas grises en ese.

¿Quién sabía que sería tan difícil para un perfeccionista tomar una decisión?

Negando con la cabeza, Iida reanudó su búsqueda, acercándose cada vez más a donde Sero estaba buscando. Una vez volcando una roca gris de tamaño mediano, encontró una que se parecía a la forma del ojo de Sero, y era de un color bastante similar.

Supuso que esa funcionaría.

Se puso de pie y sacudiéndose los pantalones, metió la piedra en su bolsillo para luego caminar hacia un banco cercano y mirar el lago cubierto de lotos mientras esperaba que Sero terminara.

Solo le tomó unos minutos más a Sero sostener una piedra triunfalmente y saltar sobre sus pies, saltando hacia Iida con una sonrisa torcida en su rostro.

-¿Supongo que encontraste la tuya? -Preguntó Iida mientras el pelinegro se unía a él en el banco.

Sero asintió y levantó su piedra, que era gris azulada y salpicada de un naranja óxido profundo.

-Hice lo mejor que pude, pero no enconcontré nada con rojo. Bueno, en realidad sí, pero no se veía bien.

Se acercó y empujó las gafas de Iida hacia la punta de su nariz, sosteniendo la piedra junto a su ojo izquierdo y entrecerró los ojos, evaluando los colores.

-No es una combinación perfecta, pero se ve bastante bien, al menos en mi opinión -Sero infló el pecho con orgullo, empujando las gafas de Iida hacia su nariz- Ahora quiero ver cuál elegiste para mí.

Iida metió la mano en el bolsillo y sacó la piedra, sosteniéndola junto a uno de los ojos de Sero, que brillaban de emoción.

Frunció un poco el ceño- Es del color adecuado, pero no captura la felicidad que contienen tus ojos. Aunque para ser justos, no creo que nada pueda igualar tanta belleza.

El chico de cabello negro se sonrojó y miró hacia otro lado, los ojos ahora fijos en las flores de loto que flotaban sobre el agua quieta- Uh, gracias.

-Simplemente estoy diciendo la verdad -Murmuró Iida, volviendo la mano a su costado y pasando el pulgar por la superficie lisa de la piedra con ansiedad.

Sero se frotó la nuca con torpeza antes de que una sonrisa traviesa se apoderara de su rostro, una luz determinada en sus ojos- Ahora, quiero ver cuan bueno eres para hacer sapitos. 

El rostro de Iida se contorsionó en confusión cuando Sero agarró su mano y lo arrastró hasta el borde del lago, se inclinó, recogió una roca plana y la lanzó sobre el agua, donde saltó cuatro veces antes de desaparecer bajo la superficie con una onda sin ceremonias.

Sero tomó otra piedra y la presionó en la mano de Iida, sonriendo aún más- ¡Tu turno!

-¿Estás seguro de que deberíamos estar haciendo esto con los lotos aquí? -Preguntó Iida con escepticismo, mirando hacia abajo para mirar las flores.

-¡Solo tenemos que asegurarnos de no golpearlos! -Sero sonrió- Aunque eso puede ser un poco difícil cuando estoy tan distraído por lo bonito que eres.

Iida se sonrojó cuando Sero se rió maliciosamente y arrojó otra piedra al agua, logrando ocho saltos esta vez.

Después de recuperar algo de la compostura, Iida colocó la piedra entre sus dedos y la arrojó hacia adelante, logrando siete saltos antes de que la piedra desapareciera.

-Nada mal, nada mal -Sero se inclinó y se acercó con un pequeño puñado de piedras que saltaban- Tengo que decir que esto realmente me da nostalgia.

-¿A qué te refieres?

-Estar en un lago parecido a este, con alguien que me importa y hacer sapitos y esas cosas. -Él resopló- Recuerdo un verano, mi hermana mayor y yo fuimos a visitar a unos parientes en Brasil y mi primo nos llevó a un escondite bajo una cascada, te juro que parecía que venía directamente de un set de película, y simplemente tiramos piedras hasta puesta de sol. Tratando de ver quién podría obtener la mayor cantidad de saltos -Él rió entre dientes- Mi hermana me empujó al agua por haberla golpeado.

-¿Tienes parientes en Brasil?

-Sip. Mi papá es de Río de Janeiro, y conoció a mi mamá cuando ella estaba visitando el lugar para un viaje de escalada.

-¿Es un lugar agradable? Osea, Brasil.

-Oh si. Extremadamente bonito. Tiene una naturaleza realmente hermosa -Sero arrojó otra piedra hacia el lago- Volviendo al tema, ¿Cuál es tu recuerdo favorito relacionado con el agua?

Iida se tocó la barbilla pensativamente- Bueno, mis abuelos eran dueños de tierras cerca de un lago no muy diferente a este. Las visitas siempre eran placenteras, aunque si tuviera que elegir un recuerdo específico, tendría que ser cuando crucé el lago y terminé empapado porque mis motores se pararon a cinco metros de la orilla.

-Espera, ¿Cruzaste el lago? ¿Corriste en el agua?

-Si. Si utilizo mi ráfaga recíproca, puedo moverme lo suficientemente rápido como para atravesar el agua. Sin embargo, debo tener cuidado con eso, considerando el hecho de que si mis motores se paran antes de llegar a mi destino, caeré.

Sero se rió- Eso es increíble.

-Si tú lo dices...

-Bueno, yo lo digo -Tiró la última piedra al otro lado del estanque y agarró la mano de Iida- Ahora ven. Tenemos algunas horas más para matar y estoy listo para avergonzarme por completo tratando de impresionarte. Si estás de acuerdo con eso.

-Está bien. Es probable que yo haga lo mismo.

-Ok, genial. Entonces, ¿Quieres sentarte y hablar o algo así? 

Iida se rió entre dientes- Mientras esté contigo, cualquier cosa suena agradable.

Sero se sonrojó y se rascó la nuca con la mano libre- Entonces, eh, ¿Vamos?

-Sí, vamos.

Y con eso, subieron los escalones que salían de la pequeña arboleda, Sero ya chillaba emocionado.

...

-Sabes, realmente no tenías que acompañarme a casa -Sero se rascó la nuca con timidez, evitando el contacto visual.

-Quería hacerlo -Dijo Iida simplemente, un fantasma de una sonrisa arrastrándose hasta sus labios.

-Gracias.

-De nada

-La pasé muy bien hoy -Dijo Sero torpemente, encogiéndose levemente cuando un agudo grito de indignación salió de la casa.

-Yo también

-¿Quieres que lo volvamos a hacer alguna vez?

-Por supuesto. Pero solo si yo puedo planificar la cita.

-Bueno, tampoco puedo estar haciendo todo yo.

-Te prometo que no tendrás que hacerlo.

Sero asintió con la cabeza y respiró hondo, apretando los puños a los costados, como si se estuviera volviendo loco.

Lo siguiente que supo Iida fue que Sero estaba junto a él, y había un par de cálidos labios presionados contra su mejilla.

Sero se apartó, sonrojándose furiosamente y evitando el contacto visual- ¿Te veo en la escuela?

-S-sí.

Asintió y subió al trote los pequeños escalones, mirando hacia atrás por encima del hombro, dándole a Iida una última sonrisa torcida y un pequeño saludo de despedida mientras abría la puerta y desaparecía en la casa.

Con cautela, Iida pasó los dedos por el lugar de su mejilla donde Sero lo besó.

Hoy fue un buen día.

☆.。.†:*・゜☆Final del capítulo☆.。†.:*・゜☆

¡Hola mis rayitos de sol!

Acá está el hermoso, sublime, perfecto capítulo de CheescakeQueen de hoy. Es que man, estos dos no pueden ser más tiernos, son un amor no jodamos.

Lo único que sí es que ¿Cómo hacés para encontrar una piedra con forma de ojo? De ojo, osea, porque hasta donde yo sé las piedras son cosas amorfas grises y algunas con brillitos. Pero bueno, da lo mismo. 

Ah, y Sero tiene sangre latinaaa!!! Vamo carajo!! >:D 

Pero en fin, mañana vienen dos capítulos más para que disfruten, y no tengo más cosas que decir. 

¡Buenas noches mis rayitos de sol!

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Hello my rays of sunshine!

Here's the beautiful, sublime, perfect today's CheescakeQueen's chapter. It's just, c'mon man, these two cannot be cuter. They are a just the perfect couple stop joking.

I only have one question, how do you find an eye-shaped stone? Eye-shaped, like what? Because as far as I know the stones are gray amorphous things and some of them have like this shiny thing I don't know the name of. But it's ok, it doesn't matter, the activity was good anyways.

Oh, and Sero has latin blood!!! Let's-fucking-go!! >:D

But anyway, tomorrow there are two more chapters for you to enjoy, and I have no more things to say.

Good night my rays of sunshine!


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