Después de su covta y extraña charla, a Sero le resultó un poquito más fácil concentrarse en el proyecto. La tensión incómoda prácticamente desapareció, lo cual fue asombroso. No sabía si podría haber soportado un minuto más de Iida y él evitando torpemente el contacto visual. La única razón por la que todavía le resultaba difícil concentrarse era porque los pómulos de Iida lo distraían ridículamente. En realidad, no solo eso. Todo sobre Iida lo distraía. Su cabello, sus ojos, sus lentes, su personalidad, su voz, sus pómulos, todo.

-Sero, ¿Cuál dice que fue la inspiración para el disfraz de heroína de Medusa en ese artículo? -La profunda voz de Iida sacó a Sero de sus pensamientos.

-Uh... -Bajó la mirada de esos pómulos impecables al artículo que se suponía que estaba leyendo- ¿Aquí dice que se basa en algo llamado quitón?

Iida asintió y anotó algo en su cuaderno.

-¿Tú sabes qué es un quitón? Porque yo no -Preguntó Sero, obviamente porque estaba interesado, no solo porque quería escuchar la voz suave como la seda de Iida.

-Era una prenda de vestir comúnmente usada por los antiguos griegos, similar a una túnica, en cierto modo. Tiene mucho sentido, considerando su nombre de heroína, que proviene de la mitología griega.

-¿Quién llamaría a su hija Medusa?

-Hay que tener en cuenta que era una época muy diferente en ese entonces, y que Medusa era un monstruo que surgía de un mito. Una vez fue una hermosa doncella que fue transformada en una horrible bestia por Atenea, una diosa de la mitología griega, por hacer... Cosas desagradables, en su templo. Y además de eso, a menudo se colocaba una escultura del rostro de Medusa en los templos de Atenea. Como una especie de recordatorio. Un mal para protegerse del mal.

-Oh, claro. Eso tiene sentido -Contestó Sero, sin haber entendido nada de lo que dijo.

Pero no necesitaba entender lo que estaba diciendo Iida, porque podía ver cuánto significaba para el chico de cabello azul con solo mirarlo.

Tenía el pecho inflado, las manos cortando el aire suavemente, las comisuras de los ojos se arrugaron hacia arriba y sus cejas en zigzag estaban sorprendentemente relajadas. El brillo en sus ojos era algo que Sero rara vez veía: pura fascinación y amor por el conocimiento. Era la misma mirada que tenía Midoriya cuando le preguntaban sobre uno de sus héroes favoritos, o cuando Mina se ponía a bailar. Era... refrescante, para ser honesto. Ver al presidente de la clase tan relajado, tan feliz, tan libre, Sero no pudo describirlo correctamente, pero era increíble. Iida era increíble.

Hablando de eso, Iida terminó de hablar y dejó que la suave sonrisa desapareciera de su rostro mientras se apartaba un mechón de cabello de la cara.

-¿Hay otras notas sobre su disfraz de heroína? -Preguntó, tomando un bolígrafo, aparentemente no afectado por el hecho de que Sero lo había estado mirando como si fuera la cosa más hermosa del mundo.

Los ojos oscuros volvieron a bajar al artículo, pasando por encima de la ridícula cantidad de palabras dedicadas a un solo disfraz- Todo está construido para retener el calor, lo cual tiene sentido, con todo el asunto de sangre fría -Sero saltó la página un poco- Y el patrón de la tela se basa en las víboras de los arbustos. Vaya, Eso es genial.

-¿Víboras de los arbustos?

-¡Si! ¡Son súper geniales! Sus escamas son un poco puntiagudas y parecen hojas si entrecierras los ojos y giras un poco la cabeza. Las diferentes subespecies viven en toda África, lo que hace que sea un poco extraño que un héroe como Medusa, que aparentemente se basa en la mitología griega, las use en su diseño, porque Grecia y África tienen todo un Mar Mediterráneo en el medio. O al menos así lo recuerdo. No soy tan bueno en geografía.

Sero hizo una pausa para tomar un respiro, todavía mirando el artículo.

-¡Oh! No puedo olvidar que son arborícolas, que es solo una forma elegante de decir que viven en los árboles, pero probablemente lo sabías porque eres súper inteligente y realmente lindo y esa es una combinación peligrosa de la que me enamoré perdidamente. Además, su veneno es hemotóxico, por lo que causa problemas con la coagulación de la sangre, la hinchazón y todo ese tipo de cosas.

Sero se interrumpió, y de repente se dio cuenta de que estaba divagando peor que Midoriya, sobre una serpiente tonta, con su crush. Sintió que su rostro se calentaba mientras enviaba una oración en silencio a cualquier dios que estuviera allí, para que por favor lo matara por ser tan desastroso.

Lentamente, los ojos color ónix se elevaron hacia Iida, quien tenía la cabeza apoyada en una mano, una sonrisa tonta en su rostro mientras miraba a Sero con adoración a través de sus espesas pestañas.

Sus ojos se encontraron, y Sero vio como el rosa claro que cubría los pómulos de Iida se convertía en un violento rojo cereza que rivalizaba con el color del cabello de Kirishima.

Iida bajó la mirada hacia sus notas y garabateó la información.

Cuando miró hacia arriba, sus mejillas estaban considerablemente menos rojas, aunque todavía estaban muy ruborizadas.

Sero tomó una foto mental de esa cara. Fue una de las cosas más adorables que había visto en su vida.

Los ojos de Iida se dirigieron hacia el reloj que colgaba en una pared cercana, y su expresión cambió. Las cejas se juntaron, los labios presionando juntos y sus ojos volviéndose hacia el chico sentado frente a él.

-Creo que nuestro tiempo está llegando a su fin. Deberíamos reunir al resto de nuestros compañeros y regresar a clase antes de que suene la campana - dijo Iida, moviendo las manos para limpiar el desorden que habían hecho en la mesa.

Sero dejó que su labio inferior sobresaliera en un puchero. ¿Ya tenían que irse? ¡Ni siquiera había descubierto el color favorito de Iida! Pero bueno, no iba a ser un inútil solo porque estaba deprimido. Su abuela le azotaría el trasero con su mejor par de chanclas si alguna vez se enterara. Así que ayudó a Iida a recoger sus papeles, que el presidente de la clase metió cuidadosamente en su bolso, junto a sus elegantes bolígrafos con los que parecía que sería muy divertido jugar con ellos.

Poniéndose de pie, Sero se avergonzó ante la cantidad de estallidos y crujidos que emitían sus articulaciones- Dios, sueno como una barra luminosa -Murmuró, pasando una mano por su cabello. Haciendo estallar su cuello. Miró a Iida, quien lo miraba con una mezcla de confusión y miedo.

-¿P-perdón?

Oh. Dijo eso en voz alta, ¿No?

-Eh, ya sabes, ¿Una barra luminosa?

-Soy consciente de lo que es una barra luminosa, simplemente no comprendo bien cómo una persona puede sonar como tal.

-Como cuando te dan una barra luminosa y tienes que doblarla para que comienze a brillar. Hace todos esos ruidos extraños.

Una mirada de comprensión pasó por el rostro de Iida- Oh ya veo

-Lo creas o no, hay algo de lógica detrás de mi locura -Sero miró a su alrededor- Ahora, por mucho que no quiera, creo que deberíamos ir a buscar a todos los demás. No quiero llegar tarde.

-¿No quieres? ¿Por qué?

-Quería charlar contigo un poco más. Tu voz es agradable -Dijo Sero sin pensar.

Hacía eso muy seguido.

—Yo, Bueno -Iida se aclaró la garganta y jugueteó con la correa de su bolso- Me alegra que pienses eso -Compartieron sonrisas tímidas y Sero juró que su corazón iba a latir directamente fuera de su pecho.

Sin embargo, después de unos segundos, Iida insistió en que se pusieran en movimiento y encontraran a sus compañeros de clase. Sero sabía que ya debían irse, pero eso no lo hizo sentir mejor.

Primero encontraron a Tokoyami y Aoyama, quienes se llevaban sorprendentemente bien, considerando sus paletas de colores contrastantes. Ojiro y Hagakure ya estaban empacados, aunque por alguna extraña razón la chica invisible se reía incontrolablemente. Sin embargo ella hacía mucho eso, así que no había necesidad de preocuparse.

Jiro y Todoroki estaban tan inexpresivos como siempre, mientras que Midoriya y Uraraka parecían incluso más emocionados de lo que solían estar, aunque había un aire de incomodidad a su alrededor. Sero no necesitaba poderes fantásticos para saber que algo estaba pasando entre ellos, incluso si ellos mismos no lo sabían.

Una vez que los dos vieron a Iida, se animaron de inmediato, Uraraka saltó alegremente y lo arrastró lejos tirandole del brazo, Midoriya la siguió tímidamente. El chico de cabello azul lanzó una mirada de disculpa hacia Sero, quien le ofreció una sonrisa y un leve saludo de despedida.

Todos regresaron a clase a tiempo, y cuando Midnight se echó el pelo por encima del hombro y se despidió de la clase, Sero juró que la vio guiñar un ojo a Iida.

...

-¡Sero, enséñame tus secretos! -Kaminari dijo, corriendo hacia el chico de cabello negro y sacudiendo sus hombros con rudeza.

Sero podía sentirse pálido. ¿Kaminari lo sabía? Sabía que él e Iida no eran los más sutiles en sus miradas desesperadas, pero Kaminari no se daría cuenta de eso. ¿O sí?

-Amigo, ¿Me estás escuchando? -Preguntó el rubio antes mencionado, agitando una mano salvajemente para tratar de llamar su atención.

-No creo que lo esté -Respondió Mina, chasqueando los dedos frente a su nariz.

-Lo siento, hombre -Dijo Sero, haciendo todo lo posible por recuperar la compostura y la actitud tranquila a pesar de los gritos internos ¿Qué necesitas?

-¡Tienes que contarme tus secretos!-

-¿Q-qué se supone que significa eso?

-¿Cómo fue trabajar con Iida? ¿Fue agradable? ¿De que hablaban?

-Eh...

Mina estaba saltando sobre las puntas de sus pies con entusiasmo -¡Sí, tienes que contarnos!

-¿P-por qué?

-¡Porque tenemos que saber si vale la pena hacernos amigos de él!

-Haces que parezca que estamos haciendo un trato comercial, Kami.

-Bueno, podría ser. Estamos hablando de Iida

-¡No digas eso! ¡No sabemos cómo es!

-Es que, es el presidente de la clase, y está ligado con todo el tema de Ingenium. Así que creo que tengo razón.

-Pero él no es solo el presidente de la clase. Es como si tus padres fueran sola y únicamente tus padres

-¿Por qué estamos hablando de padres? -Preguntó una voz alegre.

-¡Oh! ¡Kiri, tienes una sincronización increíble! -Mina corrió hacia él y le sacudió los hombros.

-¡Tienes que ayudarnos a interrogar a Sero!

-Pero interrogar a tus amigos no es varonil... -Protestó Kirishima.

-¡Igualmente, lo estamos haciendo por una causa justa! -Kaminari explicó- ¡Necesitamos que nos diga cómo es Iida!

Kirishima se tocó la barbilla pensativamente- Esa es una razón bastante buena... Pero, ¿Qué quieren saber sobre él exactamente?

-¡Si es un tipo genial! -Mina chilló.

-Porque por ahora, para nosotros, es solo el presidente y el papá de la clase, ¡Y queremos saber qué más es! -Kaminari agregó, sonriendo descaradamente.

-¿No podrían simplemente averiguarlo ustedes?-Sugirió Kirishima, jugueteando con una de las puntas de su cabello.

-Osea, sí... ¡Pero es tan intimidante! -Kaminari dijo.

-¡Aunque en el buen sentido! ¡Como si fuera un apasionado de las cosas! -Mina asintió con la cabeza de acuerdo con su propia declaración.

-Entonces, si saben esto... ¿Por qué no van y hablan con él?-Preguntó Kirishima.

-Bueno...

-Eh...

Mina y Kaminari intercambiaron miradas nerviosas. Obviamente, no habían pensado en que la lógica entrara en juego- Solo queremos saber cómo fue trabajar con él -Aclaró Mina.

-¿Hizo todo el trabajo?

-¿De que hablaron?

-¿Cómo es su voz tranquila?

Sero se rió entre dientes, una cálida sensación se extendió por su pecho. Tal vez no debería haber estado tan preocupado de que se enteraran- Solo hablamos sobre el proyecto, y es como su voz normal, supongo.

-¿De qué diablos están hablando idiotas? -Gruñó una nueva voz, tan enojada como siempre.

-Nada importante -Mintió Sero suavemente.

-Oh, sí. Nada. -Asintió Kaminari, asintiendo torpemente con la cabeza.

Los ojos de Bakugo se entrecerraron- Están mintiendo. Estaban hablando de anteojos.

-¿Cómo es eso mentir? Dijimos que no estábamos hablando de nada importante. Y eso es exacto lo que hacíamos -Dijo Sero, ignorando la punzada en su estómago mientras hablaba. Solo estaba mintiendo para mantener su secreto a salvo.

Bakugo frunció el ceño- ¿Por qué hablaban de él en primer lugar?

-¡Estábamos preguntando como fué hacer el proyecto con él! -Kaminari se quejó.

-¡Ya hablamos de los compañeros de todos los demás, y ahora era el turno de Sero! -Mina explicó.

-¡Te perdiste la parte en la que les dije a todos cómo me echaron de la biblioteca!

Bakugo puso los ojos en blanco- ¿Por qué están hablando de él? Anteojos es uno de los amigos de mierda de Deku. Eso es todo lo que importa.

-No es tan malo -Defendió Sero, evitando el contacto visual.

-¿Estás bromeando? Es un hijo de puta se que cree mucho por ser el puto presidente de la clase, además se pasa el día parloteando idioteces. 

Sero miró a Kaminari, quien de repente se había callado. Luego volteó a la izquierda. Mina estaba evitando el contacto visual. Miró más allá de ella, donde estaba Kirishima, quien se encontraba enderezándose más el pelo (Aunque estaba perfectamente puntiagudo).

Parece que estaba solo en esto.

-Cállate si sabes lo que es bueno para tí, salsa se soja.

-Oye, yo solo decía. Una vez que lo conozcas...

-Hablaste con él durante una hora como máximo. Ahora cállate.

-No tienes que ser tan duro.

-¿No te dije que te callaras? -Bakugo gruñó.

-Bro, déjalo. Necesitamos un poco de tiempo para ganarnos su confianza y después ayudar  aque Bakugou sea una mejor persona -Le susurró Kaminari.

Sero negó con la cabeza y suspiró- Sólo digo que te equivocas sobre él, Bakugou.

-Cierra el puto pi, salsa de soja

...

Hanta estaba de pie en la entrada de su casa, encogiéndose levemente ante el fuerte viento que corría en la calle y golpeaba con fiereza las ventanas. Bien podría morder la bala y terminar con esto.

Eso es lo que significaba morder la bala, ¿Verdad? Las analogías eran difíciles.

Sacudiendo la cabeza, el segundo hijo de la familia Sero abrió la puerta principal y entró en el caos.

Haruka y Raizo estaban en la sala de estar, lanzando insultos y maldiciones al aire mientras discutían en voz relalmente alta. Excelente. Justo lo que necesitaba.

Yukari y Kaichi no se veían por ningún lado, aunque Hanta sabía que estaban ahí.

Probablemente se estaban escondiendo en un intento inútil de mantenerse al margen de la discusión.

Hanta necesitaba poner fin a esta pelea antes de que estallara otra guerra civil a gran escala en la casa Sero. La última vez que eso sucedió, mamá los castigó a todos durante un mes y los hizo fregar la madera hasta que pudieran "ver todos sus errores reflejados en las tablas del piso" En resumen, no fue un lindo mes.

Dejando su bolso junto a la puerta y quitándose los zapatos, Hanta enderezó su espalda e hizo todo lo posible por canalizar toda su autoridad de hermano mayor. No era mucho, pero necesitaba toda la ayuda que pudiera conseguir.

Respiró hondo, entró en la habitación y comenzó a inspeccionar la escena. Estaban parados en el medio de la habitación, cara a cara porque Raizo era ridículamente alto para un niño de siete años. Estaba en los genes. Haruka se veía extrañamente alterada mientras gesticulaba salvajemente, los anteojos octogonales se le resbalaban por la nariz, mientras que Raizo se veía extrañamente enojado mientras pisaba fuerte y le gritaba.

Hanta soltó un suspiro, se paró en frente de ambos y los separó- ¿Que esta pasando aqui? -preguntó en lo que esperaba que fuera un tono calmado y autoritario.

-¿Pues qué te parece? -Haruka se rió, breve y ronca- ¡Estamos peleando, idiota!

Hanta la golpeó levemente en el brazo, con una expresión molesta en su rostro- No digas malas palabras, Haru.

-¡Tú lo haces todo el tiempo!

-No, no lo hago,

-¡Sí, lo haces! -Raizo dijo.

Haruka le dio a su hermano mayor una sonrisa de suficiencia mientras colocaba una mano en su cadera y levantaba una ceja. Su expresión gritaba "Tu turno". La buena noticia es que tenían un enemigo común y ya no peleaban

La mala noticia es que toda su ira reprimida pronto se desataría contra Hanta. Perfecto.

-¿Por qué estaban peleando ustedes dos? -Preguntó, mirando a sus hermanos.

La mirada de suficiencia de Haruka se agrió cuando sus ojos oscuros se deslizaron para mirar a Raizo.

-Alguien decidió que sería una buena idea entrar en mi habitación y destruirla por completo -Escupió, subiendo sus gafas.

Raizo frunció el ceño- Solo estaba buscando mis zapatillas de fútbol.

-¿Por qué estarían tus zapatillas de fútbol en mi habitación?

-¡Porque te los llevaste!

-¿Por qué me llevaría tus zapatillas? ¿Por qué me importarían esas tontas zapatillas?

-¡Porque el otro día estabas gritándome que las guardara! -El exclamó- ¡Así que las recogiste y las escondiste para darme una lección!

-¡Eso es algo que haría Hanta, no yo! ¡No me importa lo suficiente como para quitarte tus estúpidas zapatillas!

-¡Eso es exactamente lo que dirías si me hubieras quitado las zapatillas! ¡Estás desviando la culpa! 

-¡Dame una buena razón por la que me llevaría las zapatillas!

-¡Te acabo de dar uno! ¡Para darme una lección! ¡Aprendí la lección, ahora devuélveme mis zapatillas! 

-Yo. No. Las. Tomé.

-Mentirosa

-¡NO LAS TOMÉ!

-¡MENTIROSA!

Los dos se lanzaron el uno al otro, y Hanta disparó dos tiras de cinta adhesiva, inmovilizándoles los brazos a los costados. Antes de que pudieran caer hacia adelante y golpear cabezas, Hanta retiró la cinta y atrapó a un hermano en cada mano.

-Ustedes están corriendo en círculos.

-No, no lo estamos. Estamos parados.

-Realmente no necesito tus bromas ahora Haruka -Dijo Hanta, entrecerrando los ojos hacia ella.

Ella simplemente puso los ojos en blanco e hizo todo lo posible por hacer un gesto grosero con las manos inmovilizadas junto a la cintura.

-Rai, vamos. Te ayudaré a buscar tus zapatillas. Haru, cálmate y arregla tu habitación.

-¡NO NECESITO CALMARME! -Gritó, agitándose, todavía envuelta en cinta.

-Sí, lo necesitas -Respondió Hanta inexpresivo, retrayendo su cinta y liberándola.

-No me digas qué hacer -Escupió.

Retirando su cinta y liberando a sus hermanos, Hanta siguió a Raizo por el pasillo, moviendo la cabeza de un lado a otro mientras buscaba un par de botines verde neón.

...

Hanta se frotó los ojos y entrecerró los ojos ante la tarea de matemáticas que tenía delante. ¿Por qué las fracciones lo odiaban tanto?

Llevándose una cucharada de arroz a la boca con la mano libre, miró su teléfono que estaba deliberadamente en la mitad de la habitación para no ponerse a usarlo a la mitad de su disección de las partes de las células vegetales y desplazarse por los memes hasta que se desmaye de la risa. 

Sin embargo, con estas fracciones impropias burlándose de él, esos memes eran terriblemente tentadores.

Sacudiendo la cabeza, Hanta volvió a mirar la página, volviendo su atención a esas fracciones tortuosas y forzando todo su poder cerebral a comprenderlas. Pero todavía no tenían sentido, no importaba cuánto las mirara.

Quizás podría buscar en Google algunos videos sobre cómo entender las fracciones y no ser tonto. Iida y Bakugo eran muy inteligentes. Tal vez podría conseguir que uno de ellos lo asesorara. Pero tendría que elegir uno u otro, porque, por supuesto, tendría que elegir.

¿Por qué tenía que elegir entre sus amigos e Iida?

Bueno, eso era porque no se llevaban bien. Podían llevarse bien si trataban de conocerse, no había ninguna duda en la mente de Hanta sobre eso, pero eso no iba a suceder pronto.

¿Cómo se suponía que iba a elegir entre ellos? Bueno, en realidad, todavía no lo sabía. Ambos tenían pros y contras. No había una buena respuesta, y si la había, todavía no la había encontrado. Y además de todo eso, tenía que lidiar con estas estúpidas fracciones. Dios, la secundaria apestaba.

Echando un vistazo al problema de matemáticas con el que estaba tropezando, podía sentir que su fuerza de voluntad se desmoronaba.

Hanta se puso de pie, cruzó la habitación y tomó el teléfono. Necesitaba hablar con alguien sobre todo esto. No las matemáticas, sino sus problemas. No todos sus problemas, obviamente, había demasiados de esos para hablarlos en una nochede los que hablar en una noche, solo sus problemas de amistad y amoro. Ninguno de sus amigos era buena opción, obviamente, y su mamá tampoco estaba disponible, porque chismosearía demasiado para sus gustos. Todos sus hermanos eran niños que no podían entender cosas como esta, biológicamente. Sus cerebros aún no estaban lo suficientemente avanzados para esto.

Bueno, eso no era del todo cierto. Había una persona con la que podía hablar.

Entonces abrió la aplicación del teléfono y llamó a su hermana mayor. Con ella había diferencia horaria de siete horas, por lo que podía estar en el trabajo. Ojalá no fuera así.

-Por favor que atienda, por favor que atienda, por favor que adienta.

-¿Hanta? ¿Por qué me llamas? ¿No son como a las diez de la noche allí?

El sonrió descaradamente- ¿Importa qué hora es, Kirumi? ¿No debería lo único importante ser que estás hablando conmigo?

Ella resopló- Lo que digas, hermanito. Ahora, ¿Por qué llamas?

-Directo al grano, ¿Eh?

-Estoy en mi pausa para el almuerzo en este momento, así que tengo el tiempo justo. Supongo que no llamaste para una conversación informal.

-Tienes razón. Hay algo de lo que quería hablar contigo.

-Dispara, pequeño amigo. Tengo veinte minutos y eso es todo.

-Bueno, es un poco complicado, pero intentaré explicarlo lo mejor que pueda. Básicamente lo que pasa es que me gusta una persona y esta persona gusta de mí. Pero están en un grupo de amigos diferente al mío, el grupo de amigos rival mío en realidad. Y eso es lo que lo complica porque a mis amigos no les agradan sus amigos. Y a su grupo de amigos, bueno, no me agradan ni a mí ni a mis amigos. Pero nos gustamos, y lo sabemos, pero nuestros amigos no lo saben. Así que tenemos que elegir entre nosotros o nuestros amigos y no sé qué hacer.

Kirumi guardó silencio en la otra línea por más tiempo de lo que Hanta pensó que era necesario.

-Ese es un gran lío en el que te has metido -Ella se rió entre dientes, y no tenía duda de que estaba sonriendo con picardía.

-Si. Lo sé. Por eso te llamé.

-Y esa fue una buena elección.

-Entonces, ¿Cuál es tu consejo?

-Bueno, dime qué crees que debes hacer.

-¡No sé qué debería hacer! ¡Por eso te lo pregunto!

-Tus amigos te hacen feliz, ¿Verdad?

-Obviamente.

-Y este crush tuyo también te hace feliz, ¿Verdad?

Hanta frunció el ceño y resopló con irritación- ¡Si! ¡Ese es el problema! ¡No sé cómo elegir!

-¿Cómo te hace feliz cada uno de ellos?

-Kaminari cuenta chistes estúpidos, Kirishima siempre es muy positivo, Mina siempre está alegre y saltando, Bakugo es un poco rudo pero está loco de determinación, y Jiro tiene buen gusto musical y una actitud súper relajada.

-Ajá

-¡Pero Iida, Iida simplemente me hace feliz de una manera diferente! La forma en que habla, su sonrisa, su dedicación a ser un héroe, como logra hacer que cualquier cosa suene interesante, cuánto se preocupa por sus amigos...

-¡Está bien, está bien, entiendo! ¡Este chico es genial!

-Si, lo es.

-Bueno, obviamente todos significan mucho para ti.

-Eso ya qedó claro. Ahora, ¿Me puedes dar algún consejo?

-¡Espera, en eso estoy pensando!

-¿Puedes pensar más rápido?

-Hanta, nunca debes ceder cuando se trata de tu felicidad, especialmente si puedes evitarlo.

-¡Pero no puedo! ¡Tengo que elegir! 

-¿Seguro?

-¡Si! ¡Ya te lo expliqué!

-Como dije Hanta, no debes ceder cuando se trata de tu felicidad. No cuando hay otra opción.

-Pero no hay otra opción, Kirumi.

-¿Estás seguro? Porque estoy bastante segura de que las relaciones secretas existen, Hanta.

-Oh. No había pensado en eso...

-Lo supuse.

-Gracias por el consejo, Kirumi

-No fue tanto un consejo, más bien un recordatorio de que casi siempre hay una tercera opción. Ahora, me encantaría saber más sobre tus problemas de amistades y rivales, pero necesito terminar mi sándwich y volver al trabajo.

-Bueno, ve a ganar dinero.

-Lo haré.

-Te amo.

-También te amo, Hanta. Diles a todos que les dije hola, y que los amo.

-Está bien. Oh, y Kirumi, ¿Sabes cuándo volverás a casa?

-Pronto.

-Dices eso todo el tiempo.

-Lo digo en serio esta vez, lo prometo.

Hanta dejó escapar un gruñido poco impresionado.

-¡Oh, no me vengas con eso! ¡Ya pedí el tiempo de vacaciones! 

-¿De Verdad?

-Y compré un boleto de avión como la adulta responsable que soy.

-Eres muchas cosas, pero una adulta responsable no es una de ellas.

-No te equivocas -Admitió Kirumi- Sin embargo, realmente tengo que irme ahora. Buena suerte con este niño Iida.

-Gracias. ¿Nos vemos en unas pocas semanas?

-Sip.

-Genial. Te amo.

-También te amo. Ciao.

Hanta apartó el teléfono de su oreja mientras Kirumi colgaba.

Esa fue la charla que necesitaba.

☆.。．†：＊・゜☆Final del capítulo☆．。†．：＊・゜☆

¡Hola mis rayitos de sol! 

Acá está el capítulo de CheescakeQueen :D Valió la pena la espera, todo sea por un capítulo largo y la super hermana mayor Kirumi al rescate, una grosa la Kirumi, avivó el drama. Y Hanta e Iida haciendo el proyencto, nanana, son unas ternuritas esos dos, mi corazón no puede con tanto <3

En fin, el segundo capítulo de hoy va a salir a la tarde, más o menos entre las 2:30-4:00 pm (Hora de Argentina, UTC -3) Así que estén atentos ;) 

¡Chau mis rayitos de sol! ¡Cuídense y tomen mucha agua!

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Hello my rays of sunshine!

Here is CheescakeQueen's chapter :D It was worth the wait, everything for a long chapter and the super big sister Kirumi to the rescue, Kirumi's the best, she heightened the drama. And Hanta and Iida doing the project, maaaaan, those two are too cute, my heart can't handle that much <3

Anyway, the second chapter of today is going to be out in the afternoon, probably between 2:30-4:00 pm (Argentina time, UTC -3) So stay tuned ;)

Bye my rays of sunshine! Take care of yourselfs and drink lots of water!