soy serio
Despertó muy temprano por una pesadilla, o eso pensaba que era, un sueño recurrente desde hacía algunos años atrás, un Deku muerto en sus brazos.
Lo miro asustado y se relajo al verlo respirando muy tranquilamente.
Apenas iba a ponerse a su lado para abrazarlo y dormir un poco más, cuando una ruidosa alarma empezó a sonar.
E inmediatamente el peliverde se despertó para apagar dicha alarma y aún somnoliento le dió los buenos días y se levantó.
Medio confundido se levantó igual, pero el pecoso insistía en que siguiera durmiendo, pero no, el quería ver su rutina.
Luego de despertarse, se daba un baño, se cambiaba por ropa casual, llevaba un maletín con papeles y una laptop con todo lo relacionado a sus alumnos, tomaba media taza de café y salía a caminar hasta llegar a la escuela.
Nada del otro mundo pero el rubio veía todo encantado, cada cosa le gustaba.
A penas dió algunos tragos a su café y lo acompañó en su caminata.
- no te he visto con tu uniforme - comento el peliverde al saber que lo acompañaría.
- quieres verme con mi traje de oficial, tal vez quieras que te espose a la cama también - respondió coqueto.
- que...no..no..no es eso yo, yo solo lo digo porque no lo has usado - ahora tenía miedo de lo que pasaría si lo veía en su traje de oficial.
- estoy en una misión en cubierto.
- en serio - su emoción era reflejada en sus ojos.
- si - tomo su mano - ay alguien, no sabemos su sexo, pero alguien se está llevando niños, de escuelas, parques, centros comerciales, aún es pronto para saber con qué fines, secuestro para venta, o venta de órganos en el mercado negro y por eso investigo por mi cuenta en esos lugares.
- eso es espantoso, no puedo ni pensar que alguien haga eso, yo...
- tranquilo yo atraparé a esa persona no es mi primera vez, llevo a muchos desgraciados a la cárcel y me encargo de que tengan su merecido.
- eres increíble.
- más vale que lo pienses.
- si.
Al llegar a se despidieron, claro que con besos subidos de tono, porque Katsuki quería recalcar que Deku era suyo.
Algo abochornado se fue, agradeciendo que fuera temprano y pocas personas estubieran cerca, también aprovecharía para terminar de preparar su clase.
Katsuki lo vio entrar y se quedó unos minutos más viéndolo.
- que mierda quieres bastardo - le hablo a quien se ocultaba tras un poste.
- tranquilo bro, solo quiero hablar, te busque en tu departamento y no te encontré, lo cual fue raro y no respondes mis llamadas, eso no es raro, pero no estuviste en tu depa todo el fin de semana - se quejo su amigo pelirojo.
- que mierda te importa - camino alejándose.
- espera - lo alcanzó - vamos a tomar un café yo invito - ofreció.
- solo porque me hace falta cafeína en mi sistema - ya que no se había terminado el que le dió el peliverde.
- hay uno cerca - lo guío a la cafetería que habría temprano ya que algunos profesores pasaban por ese lugar y compraban regularmente.
Llegaron al lugar e hicieron su pedido y fueron a una mesa para sentarse.
- de que mierda quieres hablar.
- emm no se han dado cuenta que falta ese archivo, lo cual es bueno porque aún actúas por tu cuenta....
- cállate y di algo que valga la pena o me largo, eso no es lo quieres decirme.
- no, yo quiero hablar del profesor, lo conozco poco pero es muy amable y muy bueno, no me gustaría que jugaras con él.
- y a ti quien mierda te ha dicho que quiero jugar.
- ¿entonces vas a ir en serio?
- alguna vez me has visto jugando con alguien.
- no, ni siquiera te visto interesado en nadie - pensó un poco - solo dijiste una vez que había alguien y nunca más hablaste del tema.
- Deku - dió un trago a su café - lo conocí cuando éramos niños, su madre se acababa de mudar y con mi vieja se hicieron amigas y el y yo solíamos jugar juntos, todo el tiempo, incluso dormía en mi casa cuando su mamá se iba a trabajar y no tenía quien la ayudará a cuidarlo.
- bro, desde entonces...
- cuando íbamos creciendo empezamos a admirar a Toshinori Yagi el mejor bombero y rescatista que de un incendio rescató cientos de personas, era nuestro héroe y queríamos ser cómo el y salvar personas, pero yo era más valiente y a él su madre le prohíbia hacer muchas cosas, de los juegos más simples no conocía las reglas y siempre me seguía, empeze a jugar con niños más grandes y lo despreciaban por ser un Deku, a si surgió el apodo, y en la escuela lo aleje pero seguía a mi lado, me sentía más maduro y listo que los de mi salón y fui un bastardo.
- eso fue cosas de niños.
- no, comenze a burlarme de que ni su padre lo quería por eso estaban solos, la mirada que puso no me gustó, y lo golpe, mientras los extras me alababan.
- eso no...
- lo se, pero no vino a clases al día siguiente ni al siguiente, fui a su casa pero no lo encontré y una noche escuché a mi vieja llorando con el viejo y hablaban de la mamá de Deku, no entendí bien en ese entonces, pero el padre de Deku no era bueno y maltrataba a su esposa y está escapó, la policía la ayudaba a esconderse.
- ahh - suspiró indignado.
- ahora lo entiendo, ese tipo pertenecía a la mafia y hacia cosas ilegales ella lo descubrió y trato de huir, al no lograrlo la golpeaba, hasta que fue con la policía y lo denunció, la metieron a un programa de protección y la cambiaron de ciudad, con diferente nombre y una nueva identidad, cuando ese tipo la localizo, la cambiaron de ubicación con otro nuevo nombre, que se fueran no era mi culpa, pero no pude pedir perdón.
- hasta ahora.
- no, bueno hubo una vez, cuando aún estaba en la academia, me pusieron a contestar llamadas telefónicas, nunca puse real atención hasta la llamada de una mujer, su voz, lo supe al instante, era ella y rogaba por ayuda, apenas dió la dirección y salí corriendo sin decir nada, Aizowa me siguió de cerca sin confiar mucho en mi, por ser un imprudente - miraba su café como si fuera lo más interesante - pero cuando llegue era muy tarde ella estaba muerta tendida en el piso con un charco de sangre a su alrededor.
- y dónde estaba Izuku.
- el tipo estaba sentado muy cómodo, esperado a Deku, seguramente aún estudiando el nerd, no pensó que alguien más iría y me lanze contra él, lo desarme y casi lo mató a golpes, pero llegó Aizowa y me detuvo, el maldito era uno de los más buscados así que lo apresaron y lo llevarían a la cárcel de inmediato.
- fue esa la razón de tu primera suspención - recordaba algo de cuando aún no eran amigos solo rumores.
- no seguí el protocologo establecido al atender una llamada y actúe por mi cuenta, pero no podía quedarme quieto, además no puede llegar a tiempo, Aizowa me retiro y cubrió mi equivocacion ante los altos mandos y solo le dije que el bastardo esperaba a su hijo para igual matarlo, así que se puso a buscar el expediente e iba a esperar a Deku para infórmale lo ocurrido y ayudarlo, pues ahora estaría solo pero al menos ya sería libre.
- ¿no te quedaste?
- y que le iba a decir, llegué tarde y tu madre ya estaba muerta, no, no podía, me fui antes de poder velo y me jure que si tenía la fortuna de volverlo a encontrar esta vez no lo dejaría ir.
- detubiste a su padre y salvaste su vida, si nadie hubiese ido y pudo ser él quien llegara en lugar de ti, estría muerto.
- debí ser más rápido.... - se lamento.
- no podías hacer nada.
- aún así, jure que si tenía una oportunidad más lo iba a hacer tan malditamente feliz que jamás tendía que contarle eso.
- perdóname por dudar de ti - sabía que su amigo era bueno, pero con una fachada tan hostil pocos se daban cuenta de lo buena persona que realmente era.
- ahora déjate de pendejadas y déjame ir a trabajar - pagaron sus cuentas y se fueron por caminos diferentes.
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Perdón por la espera
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