Capítulo 6: Preguntas y Respuestas

Narra Grox:

Sin duda era Él. Nunca nadie había derrotado a un Gorlax. ¡Y mucho menos de esa manera tan original! Me incorporé de mi trono y con una sonrisa de oreja a oreja dije:

- Clockwerk, yo te proclamo oficialmente como el elegido de nuestro grandioso imperio, ¡el de los Grox! - todo el mundo aplaudía y gritaba sin parar, pronunciando el nombre de nuestro elegido.

***

Yo estaba en un lado de la mesa, Clockwerk en el otro, el cual me miraba algo enfadado por lo ocurrido. No sabía por dónde empezar, tenía que contarle tantas cosas...

- ¡¿A qué puñetas ha venido todo eso?! ¡Yo sólo he venido aquí para coger el aparato ese de las narices y volver a mi casa! ¡No ha pelearme con un bicho de cuatro metros de alto que me quería como desayuno! - dijo muy cabreado.

"Vaya manera de empezar a dialogar..." pensé a mis adentros.

- Tranquilo Clockwerk, primeramente, perdona las maneras de traerte hasta aquí, evidentemente nos hemos ahorrado el pedirte que lucharas con Gorlax, porque no ibas a aceptar, así es cómo funciona el protocolo 069.

-¿Protocolo qué? ¿Y porqué yo tenía que luchar contra ese bicho y no otro?

- A eso es a lo que voy. Verás... - le expliqué con detenimiento la profecía, y después me preguntó:

- ¿Porqué queréis destruir ese artefacto? - preguntó, esta vez más tranquilo.

- Ese artefacto tiene un nombre. Se le conoce por toda la galaxia como "Cayado de la Vida", una medicina para algunos, pero para nosotros el arma más peligrosa, ya que es capaz de acabar con nuestra especie con sólo pulsar un botón. - Clockwerk puso un gesto de sorpresa.

- Pero, ¿cómo se supone que el Cayado de la Vida os puede extinguir así como así?

- Nuestra especie es totalmente, digamos, "alérgica", a convivir en un mismo planeta con otra especie diferente, ya sea vegetal o animal, es algo nocivo para nuestro organismo, y es justo el motivo por el cual nuestro imperio rodea todo el núcleo de la galaxia, para proteger el artefacto, y que no caiga en manos equivocadas.

- Vaya...- se hizo un silencio muy incómodo. Supongo que Clockwerk intentaba procesar y reordenar toda esa información en su cabeza.

Tras unos minutos, preguntó:

- ¿Y porqué alguien iba a crear eso? ¿Porqué iban a querer destruiros?

- Por una sencilla razón: la avaricia.

- ¿La avaricia? - preguntó confuso.

- Si, me explico: los planetas que se sitúan más cerca del núcleo, por alguna extraña razón, son los que más materias prima ofrecen. Los demás imperios quieren nuestros territorios para lucrarse de esas materias primas y hacerse ricos. Ese es en realidad el verdadero objetivo de la mayoría de las especies inteligentes que han llegado hasta aquí, llegar hasta el Cayado de la Vida y utilizarlo en contra de nosotros para su propio beneficio.

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