Un adios


Sabes, siempre guardo conmigo una carta la cual nunca me atreví a entregartela, es una carta que escribí ese día tan mágico donde tu hermosa sonrisa y tus bellos ojos me cautivaron, con esa mirada dulce y penetrante... conquistaste mi pobre y solitario corazón... siempre me imagine el día en que te entregara esa carta, justo ese día donde tendría el valor de entregarte aquella carta...

Fue un miércoles, hacía mucho frio pero eso no nos impidió vernos, cuando te vi con tu hermoso rostro rojo por el frio del ambiente, fui lo más rápido contigo asi podía abrazarte... no te mentiré mi cuerpo temblaba no del frio si no del nerviosismo que tenía por darte aquella carta que había escrito en puño y letra, no como estas simples historias que te estoy contando con el corazón, sin más rodeos... te pedí que nos sentáramos y tú me comentastes lo que habías hecho en toda la semana pero en tu bella boca la cual hacia que mi mirada se perdiera en cada parte de tus labios... en ese momento me preguntaste si te estaba escuchando, si me pasaba algo... a lo que en realidad conteste que no, todo estaba bien, cuando terminaste de hablar me preguntaste exactamente porque quería verte con tanta urgencia a lo que solamente...

Solamente te entregué la carta en un sobre en blanco sin nada más que decir me di vuelta y tú me preguntastes que era... a lo que respondi que lo leas mientras yo me fui a otra silla alejándome de ti. Mientras te observaba leerla yo me fui a otra de las sillas de la plaza de los bomberos y por mi mente pasaban las mil y una preguntas, como reaccionarias, como seria, que dirias... al final solamente dejaste la carta y me miraste con cara de tristeza... en ese momento mi corazón se congelo y quebró, por mi mente todo lo malo estaba sucediendo, tú te acercaste y solamente me abrazaste, no te mentire... mi corazón lloraba porque sabía que me dejarías, sabía que si no hacia algo...

Entonces te bese la mejilla, tú te negaste a seguir pero te sujete de la cadera a lo que tú me contestaste que tu novio se va a enojar, yo solamente no te respondí, dirigí mi mirada al suelo y no dije nada ... solo acerque mis labios a los tuyos y al fin, después de tanto tiempo pude sentir ese contacto tuyo, esa sensación ese sabor y esa pasión, era inexplicable e indescriptible la sensación que tenía en ese momento... solo sé que jamás me arrepentí ese día... tú te negaste y me pegaste... te fuiste, sé que estuvo mal de mi parte... sabía que me amabas pero como amigo... lo que si ese día no pude olvidar tu llanto al irte... y como un tonto espere por días y semanas un mensaje tuyo... aun lo espero... lo siento.

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