una triste realidad
Cómo omega deseaba estar con su cachorro y alentarlo, pero espero a que Mitsuki se fuera a su habitación para hablar más privadamente.
- se que algo te pasa cariño - hablo dulce desde el marco de la habitación.
- nada.
- confía en mí, dime qué les dijo el doctor que te tiene tan pensativo.
- es seguro un charlatán - se sentó en la cama como dándole a entender que se acercará.
- cuéntame - se acercó cerrando la puerta - dime - se sentó a su lado.
- dice que somos destinados - recargo su cabeza en el brazo de su padre.
- oh vaya eso es .....
- una estupidez, no podemos serlo, tuvimos sexo porque estubimos en celo juntos, pero él piensa que no fue casualidad que pasó porque somos destinados y que eso hizo que entraramos en celo casi un año antes del promedio, que también por eso su omega y mi alfa son tan fuertes que toman control completo de nuestros cuerpos, dice que va a pasar cada que estemos en celo porque no nos aceptamos completamente, es una jodida mierda...
- tranquilo respira - notaba sus ganas de llorar pero no lo hacía ni lo haría, Mitsuki lo educó para no mostrar sus emociones, por lo menos no frente a ella.
- y si tiene razón y me rechaza - hablo más bajo.
- y si tiene razón y son destinados y solo tienen que madurar un poco, los dos son aún unos niños, que tienen toda una vida por delante.
- ¿qué lo podría detener de irse?, he sido una mierda con él tantas veces.
- él te ama, yo lo sé, su madre lo sabe, los supimos todos siempre, desde que eran tan jóvenes.
- ¿a ti que te hizo quedarte?, mamá fue una completa mierda contigo tantas veces....
- Katsuki - lo miro sorprendido no esperaba que su bebé recordara eso - eran otros tiempos y....
- ¿aún la amas?
- no - fue sincero por una vez en su vida, hacía mucho que su matrimonio no se basaba en amor, ese sentimiento se fue hacia tantos años, que ya solo estaba ahí por costumbre.
- solo no seas como ella y te prometo que Izuku nunca te dejará de amar - susurro bajito con miedo de ser escuchado, se levantó para irse.
- debiste irte - le dijo aunque sabía no iba a recibir respuesta y simplemente su padre se fue seguramente a esa habitación que compartía con Mitsuki pese a todo eran un matrimonio.
Intento dormir, ahora con un consejo de ser un mejor alfa, mucho tiempo odio a su padre por permitir todo lo pasado y después se dió cuenta que a quien devia odiar era a su madre ya que ella nunca fue una buena alfa, ella los lastimo y él no iba a ser como ella y tampoco iba a obligar a su Deku a vivir ese infierno.
No, él iba a ser un héroe e iba a salvar personas, no destruirlas.
.
.
.
Salió temprano para ir por su omega, le gustaba como sonaba eso, pero no lo diría en voz alta.
A una calle de su casa a lo alcanzó su madre.
- él no puede dejarte lo que tienes que hacer es....
- cállate, no pienso hacer ni una mierda de lo que me digas, no quiero perder lo.
- a caso yo lo perdí, escuchame...
- para que, para que me odie toda su vida, para que mis hijos me odien y solo esperen ser mayores para irse de mi lado, ya lo he jodido lo suficiente con él.
- hijo yo...
- que mierda vas a decirme, se toda la verdad yo recuerdo bien todo...
- hize lo mejor por ustedes.
- eres una mierda, te odio tanto, que te juro que solo esperaba poder trabajar y llevarme a mi padre de tu lado, no lo mereces, nunca lo mereciste.
- yo di todo por ustedes, los recibí después de que se fueron...
- nos fuimos por una maldita razón o es que se te olvidan las golpizas que le dabas, rompiste sus huesos, destrozaste su matriz, jamás pudo volver a tener más hijos, todo porque fuiste una bastarda, te aprovechaste del echo de ser una alfa para cerrarle las puertas, te centraste hacer su vida tan mierda que tuviera que aceptar estar a tu lado de nuevo, no te ama y no se quedó a tu lado por respeto sino por miedo y definitivamente yo no seré esa clase de basura con mi omega.
- tú no entiendes yo lo amo....
- no, solo no querías quedarte sola, o que dijeran que tú Omega te abandono, solo eres una maldita que destruyó su vida...
- eso no es verdad.
- a no, dime ¿cuando fue la última vez que lo viste reír, o por lo menos su sonrisa?
- yo....no...
- no puedes ni responder eso porque ya has olvidado su risa, igual que yo - camino unos pasas y luego se detuvo - ya una vez me equivoqué, después del suceso con el villano de lodo algunos extras fueron a la casa, planeaban ir a buscar a Deku para mostrarle su lugar como omega y no compararse con un alfa en cuanto resistencia y poder - rio sin ganas - yo tal vez lo molestaba y queme algunos de sus cuadernos, quería alejarlo, de la idea de ser un héroe pero no llege a lo físico y no lo haría ese día y solo los mandé a la mierda, pero al entrar a la casa lo escuché llorar, había escuchado todo y fui hacia su habitación, estaba ahí haciendo una maleta, lo había escuchado todo y entendió mal, lloraba solo repitiendo que había fallado y que me estaba volviendo igual a tí - güiro, la miro con rabia - lo ví en sus ojos, la maleta era para disimular una huída, lo que realmente quería era seguramente quitarse la vida y como no, luego de aguantar toda tu mierda y pensaba que yo sería igual a tí, que otra opción le quedaba sin lugar al que ir, sin apoyo y sin nada que la atará, ya ni siquiera yo era lo que lo mantenía cuerdo - dejo de mírala y miro al frente sin soltar una sola lágrima, no frente a ella - le suplique que se quedará y que yo no volvería a verlos y que no lastimaria a nadie, menos a un omega en desventaja, al parecer quiso confiar en mí, pero nunca saco la ropa de esa maleta, aún la mantiene intacta, seguramente no confiaba mucho en mi palabra....con Deku yo solo quería alejarlo del mundo de los héroes y villanos, lo quería a salvó, que viviera una vida normal, todo cambio cuando empezamos a ir a U.A. y aún con esa promesa decidí no acercarme a él, dejar que tuviera su grupo de amigos e ignóralo tanto cómo podía, no imaginaba que todo iba a tomar este rumbo - dió un paso pero volvió a detenerse - puedes comprobarlo si quieres, la maleta sigue en un rincón del armario y bajo la cama tiene una bolsa donde tiene algo de dinero guardado, si fuera a quitaste la vida no no haría en casa, se iría lo más lejos posible, dónde no pudiésemos encontar un cuerpo para velar o enterrar, si eso es lo que él haría - está vez si empezó a caminar alejándose más y más de su madre que se quedó callada solo escuchándolo.
Mitsuki regreso a su casa, mientras se inundaba de recuerdos.
Fue en la universidad que lo conoció, un omega intentado hacerse pasar por un beta para estudiar, pues no era común que estos estudiarán por su bajo rango.
Masaru era especial lo supo al verlo, un omega de gran corazón y una luz extraordinaria, su sonrisa brillaba y aunque ninguno lograba su atención ella igual se acercó al chico, supo cosas de él como que era de una familia de bajos recursos y que trabajaba de mesero en una cafetería y algunos fines de semana era niñero, todo para pagarse sus estudios ya que su familia no podía apoyarlo.
Era extraordinario.
Uno de los pocos omegas que quería superarse y no solo ser visto como incubadora, tenía sueños y era muy inteligente.
Ella no tardó en enamorase e hizo todo lo que estubo a su alcanzar para conquistarlo y lo consigo en su último año, eran una pareja muy bella.
Pero justo luego de la graduación fue que lo presionó para ser suyo, pues en todo ese tiempo siempre lo respeto, pero le tenía miedo a que su chico tan lindo al encontrar trabajo y un nuevo mundo con muchos alfas, la dejara, por eso tenía prisa en marcarlo y casarse.
Con la marca echa fue a presentarse con la familia del chico y prácticamente se lo entregaron, para muchos era una carga cuidar de un omega, ellos tuvieron suerte de que nadie lo mancillara, y que una alfa lo escogiera para casarse los hacía felices y dejaron que fueran a vivir juntos.
La ceremonia fue pequeña pues el omega no tenía muchos amigos, siempre empeñado en cumplir sus sueños, eso y que la alfa empezó a alejar a todos una vez empezaron a salir.
Quedó en cinta rápidamente y pospuso el buscar trabajo para encargarse del embarazo, del parto y luego de unos meses si le gustaría trabajar, había buenas guarderías cerca de esa casa.
Mitsuki al ser alfa y de buena familia recibió un muy buen apoyo con lo que empezó su empresa, este proyecto le absorbía mucho de su tiempo y era normal que empezará a sentirse intranquila y ansiosa.
Pero el niño era una réplica suya, así que no había nada de que preocuparse, hasta que Masaru empezó a hablar de trabajar.
Comenzaron a discutir pues ella quería que cuidara del bebé y no confiaba en las guardias, él quería trabajar para eso estudio tanto.
Todo comenzó con palabras hirientes, luego un empujón, tirar cosas al piso e irse molesta, después gritos acompañados de empujones y luego fueron los golpes.
Sabía que a su marido no le gustaban las flores por eso luego de cada discusión a modo de disculpa le regala libros que bien sabía le gustaría leer.
Y esa era su rutina, pero una vez desperada por el llanto del niño lo trato de golpear y él lo defendió y recibió los golpes en su lugar.
Él solo espero paciente esa noche pues al día siguiente cuando ella fue a trabajar este tomo una maleta y se fue a casa de sus padres y les pidió ayuda.
Una mala elección ya que ellos llamaron a la alfa, eran tan pobres que apenas podían viviera ellos mismos, no podrían ayudar y menos si era un omega dejado y con un hijo, nadie lo aceptraía y era mejor que regreses con su alfa, le dieron la espalda.
Mitsuki estaba tan enfadada que de nueva cuenta se desquitó con él, rompiendole algunas costillas, lo dejo en tan mal estado que tubo que llevarlo al médico y estos al ver lo sucedido solo lo ignoraron e hicieron su trabajo, fueron un par de días en los que Katsuki aprendió que no devia llorar o se ganaba un fuerte golpe de ella, mientras Masaru se recuperaba en el hospital.
No era el primero y seguramente no sería el último omega maltrato por su pareja, los médicos se centraban solo en curar sus heridas.
Regreso a casa más sumiso que antes e intentaba no hacerla enojar y que Katsuki fuera un niño bien portado.
Después de un tiempo él estaba otra vez en cinta pero ella en su afán de celos y pensando que no era buen momento ya que su negocio estaba en problemas y no tenía las ganancias que deseaba, desquitó su ira en él, fue tan violenta que lo hizo perder al bebé y dejo tan dañada su matriz que tuvieron que extirparla.
Él no podría tener más hijos, en cambio ella, podía tener alguna aventura y tener más decendecia, no era justo y por primera vez decidió actuar.
Tomo a su hijo y se fue, tan lejos como pudo, tan apartado de la sociedad como logro llegar, en un pueblo apartado de las ciudades, dónde incluso encontrar un teléfono era un lujo.
Vivió cerca de un año en ese lugar haciéndose pasar por un beta, se hizo maestro ya que al ser un pueblo pequeño no se tenían escuelas cercanas.
Katsuki a sus tres años era bastante elogiado por ser más listo que los niños que incluso ya tenían más de 5 años, caminaba perfectamente, se mantenía aceado y limpio y sobre todo no lloraba con facilidad a comparación de otros niños.
Mitsuki paso todo ese tiempo buscándolos, cuando al fin los encontró fue por ellos.
Se disculpo y prometió no fallarles nunca más.
Masaru acepto regresar con un par de condiciones primero no más golpes ni para él ni para su hijo, también le exijo poder trabajar, aún si era en su empresa donde ella viera que le era fiel pero que pudiera tener la oportunidad de trabajar y salir a la calle sin miedo a que ella se enfadar, que dejara de celarlo aún si solo iba a la tienda.
Pero no acepto solo por eso, sino por su hijo, en ese pueblo no había ni recursos ni estudios ni una manera en que su hijo pudiera convertirse en un alfa de rango, como era su derecho, pues por su actitud él lo sabía, su hijo sería un alfa.
Además que su mentira de ser beta estaba casi por ser descubierta y ya había un par de alfas, que además eran casados, que solían míralo más de la cuenta e incluso uno llegó a inbitarlo a tomar alguna noche, aunque se negara, era muy obvio que no iban a detenerse hasta que alguno lo logrará y estaba un poco asustado de lo que podía pasar si se entrarán que era un omega.
También temía por su hijo, podría ser un alfa pero aún era un niño.
Podía irse de nuevo pero tendría que empezar otra vez en otro pueblo y seguir la mentira de ser beta, había unas píldoras que usaba para su suprimer su celo y estás tenían efectos secundarios como dejarlo infértil, pero que más daba él ya no tenía matriz, no le iba a importar ese efecto secundario.
Pero pensó que por el bienestar de su hijo era mejor volver pero está vez con sus condiciones.
Está vez si le dejo trabajar con ella claro estaba y salir más e incluso al ir al parque, dónde conocieron a Inko y a su pequeño con quién Katsuki se hizo amigo y jugaban siempre.
Inko era una beta cullo marido había muerto y estaba buscado trabajo, dejaria a su pequeño en la estancia infantil dónde estaba el pequeño cenizo también ya que sus padres también trabajaban.
Así es que ambos niños empezaron a verse todos los días y a ser amigos.
Mitsuki mostraba un gran interés en la mujer y Masaru solo se quedaba a raya mirando como esta intentaba cortejarla con su aroma pero ella al ser beta no se daba cuenta, él internamente deseaba que se diera cuenta y la aceptará, pera él sería mejor pues se divorciarían en buenos términos y aún Mitsuki devia dales una pensión por el niño que tenían juntos, más aún si este era un alfa, se ser un omega ella podía negarse a dale ese apoyo y las autoridades no harían nada, pero si era un alfa, devia procurarlo y pagarle sus estudios e incluso una carrera, en la escuela de su elección.
Pero nunca sucedió la beta era muy despistada y Mitsuki nunca se atrevió a dar un paso y solo quedaron como muy buenas amigas, de vez en cuando acompañadas por él.
En cuanto a Katsuki al regresar a su casa cambio, también dejo de llamar mamá al omega y lo empezó a llamar papá y a la alfa le dijo mamá, una manera muy sutil de dar a entender su preferencia.
En una sociedad dónde era clara la ventaja entre alfas y omegas, él les daba a entender que de sus padres el omega era más importante que la alfa.
Y hasta la fecha continuo llamandalos así.
Aún sumida en sus recuerdos de intentar recordar la última vez que vio a Masaru reír llegó a casa él preparaba el almuerzo, casi listo para irse a trabajar, lo único que parecía hacerlo medianamente feliz.
Fue a la habitación y efectivamente había una pequeña maleta en el rincón del armario e inmediatamente fue a ver debajo de la cama y reviso la cartera perfectamente escondida, con una buena suma de dinero.
Regreso todo a su lugar sin saber que hacer.
Cuando su hijo se fuera y empezará una nueva vida con su omega ya nada detendría a Masaru de dejarla.
Había escuchado la conversación que tuvieron la noche pasada.
Dónde él confesaba que ya no la amaba.
Dolía, pero sabía que se lo merecía, Masaru quería una familia grande, también un perro , una casa linda y un día muchos nietos.
Ella solo pudo dale una casa linda, porque pisoteo lo demás, solo le dió un hijo y le jodió la oportunidad de más niños y lo de los nietos solo sería cosa de su hijo y aún era joven para eso.
Bajo de nuevo y ahí estaba él, con su típica cara sería fingiendo una mínima sonrisa que parecía más un gesto y que mostraba a todo el mundo.
Este le aviso que sus almuerzos estaban listos y que ya estaba preparando, aún con su mente echa un caos se fueron juntos al trabajo.
Pero ella seguía preguntándose si aún tenía un esperanza o si ya era muy tarde.
No era buena en esas cosas.
Y estaba asustada, solo se sintió así esa vez cuando regreso a casa y las luces estaban apagadas, y ese sentimiento solo empeoró al estar sola en esa casa, y empeoró aún más cuando los busco y no los encontró al siguiente día y empeoró aún más luego de mes tras mes.
No quería volver a pasa por eso de nuevo.
Pero tampoco sabía que hacer.
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No todo puede ser miel sobre hojuelas....
Y aún es una época donde los omegas son mal vistos en la sociedad....
Por eso la U.A. quiere cambiar la mentalidad de las personas al aceptar omegas en las clases, siendo pocos pero de exelentes cualidades no solo para ser héroes, también para ser profesionistas.
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Una muestra de porque Katsuki es como es...
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