pequeña felicidad
La construcción del edificio empezó rápidamente al tener el terreno en regla, la ubicación era perfecta, fácil acceso y todos estaban ayudando en algo, ya sea arreglar documentación o cargar el material, todos apoyaban y por si fuera poco, todos en la U.A. estaban orgullosos del emprendimiento de sus nuevas generaciones y apoyaron en todo, desde la construcción hasta asesoramiento en cuanto a ser reconocidos oficialmente como una agencia de héroes.
En la agencia quedaron como dueños Bakugo y Todoroki ya que no podían aparecer los nombres de todos los involucrados, además que fueron quienes más apoyaron económicamente, los demás tomaron roles de accionistas y socios de la empresa, la construcción fue enorme, tenían que tener oficinas cada uno, un gym especial para entrenar, vestidores con regaderas para luego de sus patrullas, baños, una recepción, un área grande para atención telefónica, un salón grande para archivar sus casos, un comedor grande y un cuarto de atención médica, uno más de camillas para descanso en caso de quedarse a investigar algún caso que no les permitiera ir a casa, un sótano para interrogar de manera violenta a la escoria.
Está última si fue rechazada por todos, Bakugo fue el de la idea pero no iban a permitir la conducta violenta de este chico, así quedó como una prisión preventiva en lo que podían trasladar al criminal con la policía y a su juicio correspondiente.
Y por su puesto un sistema de vigilancia en todo el recinto.
Empezarían un camino difícil pero prometedor.
Se encontraba en su oficina verificando contratos y discrepancias en varios archivos, cuando recibo una llamada que no podía ser ignorada y esto le planteo una pequeña pero muy notoria sonrisa.
-- aló -- dijo un tanto felíz.
-- ¿qué haces justo ahora? -- demando saber una voz autoritaria.
-- estoy trabajando -- respondió tranquilo.
-- paso por ti en una hora -- y colgó la llamada.
Vio su reloj y justo en una hora era su salida a comer, decidió apurarse con su trabajo para salir a tiempo.
Aviso a la secretaria que no iba a regresar y que si quedaba trabajo lo dejara en su oficina y lo revisaría después, normalmente no era de dejar su trabajo para otras después pero está vez decidió hacerlo.
Fue a la oficina de su esposa pero sin entrar solo aviso con la secretaria que iba a salir a comer fuera y que no era necesario molestar a Mistuki que estaba en una reunión.
De salida evitó toparse con Inko y sus preguntas, él tampoco sabía nada de los chicos y hablar con ella le tomaría mucho tiempo y no quería llegar tarde.
Camino afuera de la empresa y camino un poco en busca de ese osado hombre que le exija verse, de un auto que no conocía vio unas señas y al acercarse lo reconoció y subió al auto sin pensarlo.
Mitsuki tenía mal genio y molestarla era posiblemente el error que le costaría su trabajo, pero no avisarle sobre la salida del esposo, le costaría probablemente el trabajo, respiro hondo y le envío un mensaje a su jefa, rogando no perder su trabajo por la interrupción, Mitsuki salió rápido de la sala de juntas e interrogó a la pobre secretaria que solo le contó lo sucedido, está se asomo por el ventanal de su oficina pero no vio nada, solo personas ir y venir, no había rastro de su esposo, sintió una opresión en su pecho, dolía.
- ¿está bien si voy adelante? - pregunto al notar al otro pasajero en la parte de atrás del carro.
- si está bien - murmuro jugando con sus dedos.
- ¿de quién es el auto? - se abrocho su cinturón y empezaron a andar.
- de unos imbéciles - respondió gruñón como siempre.
- no les digas así, son tus mejores amigos - le corrijo Deku, aún jugando con sus dedos.
- tsk - chasqueo la lengua con molestia - da igual.
- fueron muy amables - recordó como el rubio solo le exijo las llaves y casi se las arrebato de la mano al pelirojo, ni explicación dió ni nada, ni siquiera el sabía que este podía conducir y tampoco sabía a dónde iban, al llegar se dió una idea y cambio de lugar al aciento trasero sin decir nada.
Los llevo a las instalaciones de la agencia que aún estaba en construcción, Masaru al bajar del coche tomo del brazo a su hijo, este solo se veía arrogante al caminar.
Le mostraron sus planos y que harían a continuación, el punto de esto era que Masaru tenía experiencia en contratos, aún sin ser abogado, experiencia en organización de datos monetarios, sin ser contador , experiencia en juntas y presentaciones, sin ser orador o presentador de nuevos proyectos, el hombre estaba capacitado para desempeñar cualquier trabajo donde lo pusieran.
Querían contar con su experiencia en la nueva agencia. A cualquier precio.
Aunque esté no ocupará dinero, podría ser una manera de alejarse...
Accedió de inmediato en colaborar pero sin ser realmente del equipo, tener un contrato abierto, tampoco quería dejar su trabajo, mucha gente ocupaba de su ayuda en la empresa de Mitsuki y no podía ir a renunciar de un día para otro, tal vez poco a poco mientras encontraba quien lo reemplazara en su trabajo por ahora solo sería un consultor.
Con esta respuesta los llevo de regreso al auto está vez los omegas fueron en la parte de atrás, dónde Masaru le dijo bajito que su hijo era algo arrogante y que al salir lo tomara del brazo para que viera su reacción, un abochornado peliverde acepto, el rubio los llevo a comer a un restaurante muy lindo.
Al bajar del auto ambos lo tomaron del brazo, Katsuki entro al lugar con la cara muy en alto y el ego por los cielos, solo bajando la mirada para ver la envidia de los extras, y es que Deku era una lindura andando y Masaru no reflejaba su edad y aún mantenía curvas en los lugares correctos, cualquiera se sentiría como el puto amo con dos omegas así a su lado.
Comieron tranquilos pero los que más hablan eran los omegas, Kachan era reservado la mayoría del tiempo con la mayoría de las personas.
Al finalizar su comida fueron a la casa de los padres del rubio, Mitsuki ocupaba su computador para ayudar a su hijo en su trabajo, el menor aprovecho de sacar algunas cosas más en maletas y echarlas en el auto.
No quería admitirlo pero tendría que tener uno propio pero con lo de la agencia solo quedaba en su cuenta lo suficiente para sostenerse un par de meses, tenía que trabajar rápido para no tener que pedir nada, otra razón para tener la agencia funcionando lo más pronto posible.
El Omega mayor reviso con entusiasmo el nuevo hogar de la pareja, para luego empezar en su computador a investigar de agencias y también a redactar contratos de ayuda con otras empresas, grandes de ser posible, contaban con el apoyo de U.A. pero todos eran novatos, tendían que tener a algunos héroes mayores y con experiencia para ser tomados en cuenta y no como a niños jugando.
Se perdió tanto en el trabajo que no escucho su celular sonar una y otra vez, los chicos empezaron a hacer la cena hasta que el rubio candado de la insistencia, tomo el celular de su padre y respondió.
-- deja de joder - fue lo primero que dijo alejándose de la sala donde el mayor seguía muy concentrado.
-- ¿dónde está mi esposo? -- pregunto la mujer al otro lado de la línea.
-- jajaja -- se burló -- demaciado ocupado para atenderte.
-- dejo el trabajo a medias... --
-- que no es reemplazable, no es vicepresidente, ni tu mano derecha, tiene oficina pero pero cuál es su trabajo, tu abogado no es, tu contador no es, de esos ya tienes, así que otro puede hacer su trabajo...--
-- Katsuki pásamelo -- exijo.
-- porque el apuro, solo han pasado algunas horas, no es como que...ahh ya viste el armario -- se asomo y su padre seguía en su computador y su pareja en la cosina, escucho el rudo de su madre revisando toda la habitación.
-- su ropa -- murmuro.
-- si, ya no está obligado a regresar...--
-- tu no entiendes....-- le interrumpió.
-- revisa bajo la cama -- colgó.
Reviso la habitación, faltaba ropa de su esposo, y lo más importante la maleta que se encontraba escondida en el cuarto de su hijo, esa que contenía el pasaporte y documentos de su esposo junto a una buena suma que podían ser usados para despreciar del mapa y su hijo sería un aleado ideal para ese echo.
Podía ser el final.
Podría ser esa mañana la última vez que viera a su esposo.
Podría hacer algo en esta situación.
Realmente había algo que hacer...
No se había disculpado apropiadamente y tal vez ya no podría.
En la casa de Bakugo ya habían cenado, compartido algunos recuerdos y finalmente se fueron a la cama, Masaru en su nueva habitación, dándose cuenta que su hijo había llevado su ropa y cierta maleta, de manera silenciosa le daba apoyo y ánimo para dejar su antigua vida.
- nerd te noto raro, ¿celoso? - le pregunto al estar a solas
- no, se que es tu padre - negó, pero no conocía toda la historia y eso era lo que le molestaba.
- solo quiero salvarlo - dijo bajito.
- bien - respondió al escuchar, teniendo otra pieza de ese rompecabezas.
- pero tú eres mío - se lanzó a besarlo no quería que este desconfiara de él, no ahora.
- está, cerca, no.....podría escuchar - trato de negarse.
- está en una habitación alejada, no escuchará a menos que grites muy fuerte Deku - tomo sus brazos y los sujeto sobre su cabeza, y empezó a besar su cuello y bajando.
- no, no...que tal si escucha....no quiero que escuche ahhhhh ahhhhh - empezó a gemir cuando sus pezones fueron mordisqueados y chupados...
%%%
Gracias por seguir la historia....
😍😍😍😍
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top