Apenas iniciaba el día y ya ellos estaba en las instalaciones del nuevo edificio, faltaban detalles así que aún había trabajadores por el lugar, pero los primeros pisos ya estaban habilitados, tenían celdas que restringian quirks, un gimnasio muy equipado, un patio enorme para entrenamiento, el estacionamiento, oficinas, muchos módulos para atender llamadas e ir a la acción.

Todo perfectamente bien instalados según los especificaciones del rubio líder y gruñón.

Que se encontraba revisando minuciosamente el edificio entero, gritando para que se apuraran y empezar a trabajar, afortunadamente ya habían cumplido con los requisitos en cuanto a papelería y podían empezar a tomar pequeños casos que la policía les enviaba.

Eso solo era el primer paso para ir incrementando su popularidad y su importancia iría en aumento, ya cuando estubiera bien estipulado en la cima podría iniciar su verdadero plan de cambiar la industria, al fin ya había empezado al ser la primera empresa con más omegas contratados,  mientas otras empresas solo tenian uno o dos omegas héroes, ellos tendrían un 10% en todo el personal, ya con eso estaban en la mira de muchos.

Algunos esperaban su fracaso y otros más esperaban su triunfo.

Mientas Katsuki estaba ocupado en eso, Deku saludaba a todos, maravillado por la gran arquitectura del lugar y disfrutando de una probadita de lo que sería su vida, solo algunos de sus compañeros ya hacían misiones y eso lo ponía muy feliz.

Todoroki era por el momento el encargado de administrar todo ya que  su pareja había estado ocupado con el asunto de sus padres, su oficina era enorme y claro muy a su estilo, la oficina de Bakugo era aún más grande abarcando casi un piso entero e incluso tenía un cuarto de descanso que parecía toda una habitación, para los días que el trabajo fuerte tanto que debiera dormir en la oficina.

Aunque no se quejaba, su oficina parecía un museo de figuras de All Migth, muy espaciosa, un sillón que podía hacer cama muy cómodo, una salita, un escritorio y un baño propio muy completo, los beneficios de ser la pareja del jefe, los otros tenían que compartir oficina y el baño era uno compartido en el pasillo.

Alguien que también tenía oficina era Masaru, con una vista hermosa de la ciudad, que devia estar cerrada, pero al pasar la encontró abierta y decidió entrar.

Ahí parado en el ventana estaba ese hombre con una una mirada perdida, no sabía si en su pensamiento o en la hermosa vista frente él.

- es una vista maravillosa, la oficina entera fue echa con extremo cuidado en cada detalle.

- oh - regreso su vista al chico - si eso me imaginé - recibió el abrazo que el peliverde se acercó a darle.

- Kachan estubo muy pendiente de esta oficina - lo abrazo liberando algunas feromonas.

- ¿qué está pasando aquí? - pregunto fingiendo molesta, amaba ver a sus dos omegas de ese modo, dió algunos pasos y se detuvo de pronto al notar la incomodidad de su padre.

- gracias - dijo el mayor y lo decía por todo, por no acercarse, por el abrazo fuerte de Izuku, por comprender - tu madre y yo decidimos arreglar unas cosas en la oficina, al menos una semana atenderemos esos asuntos, reelegaremos responsabilidades y tomaremos un tiempo para entender esto ...por ahora no vendré, pero pueden llamarme si ocupan algo.

- está bien - acepto de mala gana, pero no podía hacer nada, ya que con la marca recién echa estaban más susceptibles a aromas externos y el echo de Katsuki fuera un alfa, lo ponía nervioso, sabía que a pesar se ser el cachorro de ambos, ya era técnicamente un alfa adulto y aún con pareja, ningún alfa quiere cerca de su omega, a otro alfa.

- gracias en verdad - apretó más el abrazo ya que el chico no lo había soltado y ya que gracias a eso al menos podía no notar y aceptar un poco las feromonas de su hijo camufladas con el olor a omega y gracias a eso podía no estar tan nervioso.

- lo llevo a la salida - se separó un poco, sabiendo que debió ser difícil caminar por los pasillos con tantas personas llendo y viniendo por todos lados

- yo me encargaré de todo aquí, solo cuídate - se hizo a un lado - llámame - finalizó para irse por el pasillo.

- gracias Izuku - acepto ser llevado a la salida donde Mitsuki un tanto nerviosa esperaba en el coche.

Ellos dos aún tenían un largo camino por recorrer si querían salvar al menos sus vidas, tal vez su matrimonio ya no, pero al menos podían empezar a conocerse y perdonarse por el pasado.

Deku regreso luego de despedirse de los adultos y entro a la empresa que pronto sería su vida entera, pero antes había otras cosas que hacer.

- se fue - no era pregunta si no una afirmación dolorosa.

- amor hoy vamos a tener una linda cena, quiero cocinar yo, tengo ganas de curry picante.

- a ti no te gusta el curry picante, yo cocino y te haré katsudon - miro sus ojitos brillar.

- solo porque tú cocina es mejor - acepto tratando de ocultar su felicidad.

- Katsuki, jefe, Katsuki - gritaba un chico con unos papeles en mano, que corría en su dirección.

- he dejado de tomar anticonceptivos -  dijo casual como si no importará.

- espera que....

- señor, tiene ...que... revisar...

- espera - apartó al tipo que parecía corrió un maratón.

- hablemos más tarde en casa - se despidió y huyó del lugar.

- tiene que revisar esto - lo detuvo el hombre al ver que este trataba de irse.

- carajo - murmuró al ya no ver al peliverde y solo tomo los papeles - más te vale que sea importante jodido extra.

-¿extra? - se quedó perplejo y asustado de su jefe.

Katsuki empezó a leer esos papeles y se dirijo a la oficina del todo/uke porque ya confirmo que ese tipo era el muerde almohadas, tenían que revisar una tontería que les estaban pidiendo sobre el registro de empresas y se supone ya tenia esos papeles en orden.

Y esto solo eran trabas que otras agencias ponían a las nuevas agencias y obviamente querían dejan en mal a los novatos, que estúpidos ya que no sabían que tenían los mejores asesoramiento que podían desear.

Ya hablaría en la noche con su amado.

Era hora de dejar en mal a los bastardos ancianos que querían burlase de su agencia, solo por tener omegas, el haría de sus putrefactas vidas un infierno.

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Gracias por leer...