Otro grandioso día, era viernes por la mañana y contrario a todos los estudiantes Izuku no está feliz porque fuera viernes y se acercará el fin de semana donde la jóvenes van a divertirse con los amigos.

Él estaba feliz porque ese día iría a clases, todo un nerd, adoraba estudiar, leer e ir al instituto, amaba sus clases y a sus profesores, más nerd no podía ser.

Muchos se lo decían e incluso él estaba de acuerdo.

Pero no quien no amaría ir a clases cuando en la prestigiosa UA les enseñanban a ser héroes.

Y su sueño era ser el mejor héroe del mundo, o por lo menos de Japón.

El día era hermoso y aunque sentía un ligero malestar no faltaría un día de preciadas claesas donde los maestros les enseñarían cosas nuevas para convertirlos en futuros héroes.

Solo era un pequeño calor, tal vez temperatura, seguramente una gripa, pero eso se podía ser curado descansando ese fin de semana.

No iba a faltar por algo tan simple.

Tomo una pastilla para la fiebre y bajo como si nada a desayunar sin decirle nada a su madre o seguramente lo regresaría a la cama.

Y a él no le gustaba faltar a clases.

Luego de tomar su desayuno y despedirse de su madre con las mismas indicaciones de tener cuidado, llevar su medicamento, no hablar con extraños, no ir por callejones oscuros, cuidarse de ladrones, llevar dinero para comer algo y llamarla si algo pasaba, lo típico que las madres siempre dicen a sus hijos, grandes o pequeños, porque siempre se preocupan por sus hijos.

Camino sin mucha distracción hasta su muy amada escuela, dónde sus amigos lo esparban, platicaron de alguna noticia poco importante de ladrones siendo enfrentados por los héroes profesionales, comenzaron las clases y todo estubo muy normal, al salir a almorzar todo fue tranquilo, algunos gritos de cierto chico ya que su comida no tenía el suficiente picante, pero todo relativamente normal, más clases y una hora para correr por las canchas y no es que el profesor estubiera dormido y solo los puso a hacer lo primero que se le ocurrió, sino que quería que todos tuvieron un buen rendimiento y ser rápidos era fundamental para rescatar a las personas.

O tal vez el veía a todo con optimismo un optimismo demaciado bueno para el mundo.

Porque todos sus compañeros se quejaban de que eso era injusto y una tarea bastante sencilla para los que tenían quirk ideales para eso, los demás tendrían que empezar por ejercitarse o quedarían atrás.

Luego de algunas amenazas de perder sus lugares en la clase "A" si no lograban un satisfactorio tiempo, las clases continuaron un poco más, hasta sonar el timbre y todos empezaron a irse del lugar.

Deku hablo poco con sus amigos y se despidió rápido, tenía que ir a la biblioteca para sacar un libro, ese fin de semana quería leer, si de todos modos iba a pasar el tiempo en cama por la fiebre, bien podía aprovechar, el calor no se iba a impedir.

Además un simple resfriado no lo iba a llevar a pedir ayuda a la enfermera, Chiyo se encargaba de heridas grabes no de simples resfriados.

La biblioteca no contaba con alguien a cargo, pero a él le gustaba hacer el registro en el libro asignado por si alguien querían sacar algún libro, pocos lo hacían, ya que muy pocos iban a ese lugar, pese a ser grande y con muchos libros, la mayoría de los alumnos se interesaban más en sus músculos o en sus habilidades más que en el conocimiento.

Luego de dejar su mochila en una mesas cerca de la entrada, empezó a buscar el libro que quería justo hasta el fondo del gran lugar.

Apenas vio el libro, alzó el brazo para alcanzarlo, cuando un agudo dolor en su abdomen lo hizo caer al piso, algunos libros cayeron sobre él, quería recogerlos pero el dolor sé hacía más fuerte.

Un pequeño pensamiento cruzo por su mente, tomando más fuerza hasta que lo entendió.

El calor en su cuerpo que la medicina normal no calmo, bastante sudor, lo cual el pensó se devia a la clase en que le tocó correr, ese dolor y esa sensación un tanto humeda en su parte tracera.

Estaba entrando en celo.

Pero bueno era la primera vez que le pasaba, era su primer celo y aunque sabía de antemano que era un Omega y lo que eso conlleva, no presto total atención a sus síntomas.

Pero si era precavido y tenía inivosores en su mochila, pero caminar o arrastrarse esos pocos metros iba a ser un verdadero calvario.

Antes de empezar a arrastrar sintió algo, el ambiente cambiando, un aroma, alzo la mirada y ahí estaba su salvación.

Un amigo, bueno amigo de la infancia, ahora rival y compañero, un alfa, tal vez era su perdición.

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Una mañana típica y aburrida, ganándole al despertador, liquidando las bacterias de su boca, escuchando los gritos de su madre y la pasividad de su padre, caminado a la escuela que era lo único que le movía el corazón o casi lo único.

Escuchar las idioteces de sus auntonombrados amigos, como si le importaran esos extras.

Clases aburridas, la comida sin sabor y sin picante, la única clase fuera del salón y les toca correr mientras el profesor se dormía, jodido aprovechado.

Aunque su buen físico y quirk le ayudo a ser de los mejores, pero no el primero y se moría de rabia, está muy enojado y solo quería llegar a su casa y tal vez romper algo.

Estaba muy enojado más que otras veces y está vez no tenía razón alguna para estarlo.

Al final de las clases sus  supuestos amigos querían invitarlo alguna mierda que no le importaba y solo los mando a la mierda, fue al baño para mojarse la cara, espero unos minutos, hasta que todos se fueran a sus casas o a donde mierda quisieran.

Al ser viernes todos, tanto alumnos como maestros salen lo más rápido posible para irse con sus familias y descansar.

Él también pero está vez había algo diferente, algo más.

Estaba enojado y percibía los aromas aún más fuerte de lo normal, estaba algo mareado y sentía un poco de calor, no era tonto tenía idea de lo que le pasaba.

Escucho aún risas de alumnos y salió del baño, debía encontar un lugar apartado y solo, un lugar donde nadie lo viera, un lugar abonado, como la biblioteca, porque nadie iría a pedir libros para leer un fin de semana sin tarea.

Camino tan rápido como pudo, escuchando a lo lejos pisadas y plática, tal vez eran alumnos saliendo para irse a sus casas pero él solo pensaba en que no quería que nadie lo viera así.

Se tragaría su orgullo y llamaría a su madre....no esa bruja seguro se burlaba, mejor a su padre y que lo sacará de ahí, pues el no cargaba inivosores, era su primer celo después de todo, solo tendría uno al año y solo por un día.

Los omegas si sufrían ya que sus celos eran comúnmente cada tres meses y por tres días.

Así que él no le veía sentido a cargar con esas cosas, pero como tampoco pensaba salir así a al calle, era mejor llamar por ayuda a quien no se burlaría de él, su padre.

Llegó a la biblioteca y cerro con seguro, intento respirar y concentrarse en su celular para hacer la llamada, pero un aroma lo llamaba y dejando caer su mochila camino a dónde su instinto lo guiaba.

Un omega muy tentador en el piso arrastrándose, apenas conectaron miradas y todo se fue al carajo.

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Despertó con el sol en su rostro, estaba comodo y calientito, abrió de poco sus ojos y los cerros de nuevo, el sol entraba fuerte, se movió un poco y escucho ruidos de....como si alguien se moviera a su lado.... tontería.... abrió los ojos lentamente para ver qué Kacchan a su lado lo mirba totalmente descompuesto.

- ¿Qué mierda....? - gruño molestó levantándose completamente desnudo.

- ¿Qué..... qué.... cómo...? - no sabía ni que preguntar, intento ponerse de pie, pero no pudo ni sentarse por el repentino dolor en su parte bajá.

- oye... - regreso su mirada al chico al escucharlo quejarse de dolor, miro con detenimiento su cuerpo.

Habían estado acostados en el piso sobre algunas prendas de ambos, vio el desastre que era Deku y fue por su mochila donde siempre tenía toallitas limpiadoras para emergencias, se las dió para que se limpiará ese líquido que salía de su entrepierna.

Mientas él se colocaba su uniforme, era algo obvio lo que había pasado y los dos estaban igual de confundidos y nerviosos.

La posición del sol les daba a entender que era muy tarde.

Cuando Izuku al fin se limpio y pudo cambiarse, aguantando el dolor, si bien podía aguantar romper sus huesos, podía aguantar el ardor en sus posaderas.

Al fin decidieron salir de ahí.

Caminaron lento, sin hablase, pero entendiendo lo que habían echo, tomaron el tren y caminaron más hasta llegar a dónde dividan sus caminos, pero Katsuki no se detuvo siguió derecho a la casa del peliverde.

Extrañado pero sin decir nada igual camino en silencio, al llegar a su puerta espero a que su acompañante se fuera o diera la vuelta pero no ocurrió y decido llamar a la puerta, al menos no estaba solo, porque aun que tenía llave y era su casa, se sentía extraño y no estar solo le daba un poco de valentía.

La mujer rápidamente abrio la puerta y lo abrazo preocupada, ella era beta y no notaba el cambio de aroma de su hijo, sin saber bien lo ocurrido los dejo pasar, ella pensaba que el retraso se devia a alguna actividad de la escuela.

Bakugo le pidió prestado su teléfono y ella acepto un tanto intrigada por sus caras tan extrañas, pero fue a prepara unas botanas para la visita.

-- hola, Inko has sabido algo del mocoso o de tu ángel -- fue lo primero que escucho el rubio al llamar a su casa.

-- mamá -- al otro lado de la línea hubo silencio, hace cuanto su hijo no la llamaba así -- puedes venir, trae a papá -- y colgó dejado a su madre preocupada.

Sabía que no tardaría en llegar y no se equivocó.

Apenas Inko les había dejado galletas y té, cuando llamaron a la puerta y se apresuro a abrir.

No hubo tiempo de saludo o cortesías, los padres del rubio entran directo a la sala.

- que significa esto.... - guardo silencio al sentir el aroma de los niños.

- mamá - hablo bajito, sin gritos y con miedo reflejado en sus ojos - no se, no lo se.... - bajo la mirada, aún pensando en sus palabras.

- ¿Qué hicieron? - cuestión el padre está vez.

- no lo recuerdo - está vez hablo Deku - entre en celo y trataba de ir por mi mochila para tomar las pastillas y luego...nada...ví a Kacchan frente a mi, pensé que me iba a ayudar, cerrer mis ojos y todo se volvió oscuridad ya no recuerdo que pasó - les dijo con sinceridad.

Los adultos se sentaron pues estaban sin palabra.

- al final de las clases entre en celo, no cargo esas mierdas de pastillas, pensé en ocultarme donde nadie fuera a molestarme y llamarles para que fueran por mi, no quería exponerme a salir asi a la calle, todos se estaban llendo a sus casas, no pensé que Deku estubiera ahí, solo se que lo ví y me lancé sobre él - en sus recuerdos estaba un beso muy apasionado, pero eso no lo diría - luego no supe más, hasta hace un rato que despertamos y ya lo había marcado.

Todos hicieron silencio.

Incluso el peliverde se llevo su mano a sus nuca y efectivamente había una herida circular de dientes, estaba marcado.

- no, no mi bebé - murmuró la mamá de Deku llorando.

- son un par de mocosos - Mitsuki tomó de los hombros a la mujer.

- aún son unos niños, están estudiando, esto puede acabar con sus carreras, sus sueños, ¿en qué estaban pensando? - regaño el padre.

- no estaban pensando - aseveró la rubia soltando a su amiga y acusándolos con la mirada - cómo está eso de que no recuerdan, dos malditos días sin saber nada.

- como que dos días mi celo devia durar solo un día - Katsuki pensaba que solo había pasado un día.

- amor, pero me mandaste un mensaje, decía que estabas bien y que pronto llegarías a casa - hablo la mujer regordeta con el celular en la mano, mano que temblaba.

- después de ver a Kacchan no recuerdo nada, como pude mandar algo así - como acto reflejo miro su celular pero este estaba apagado sin batería.

- pensamos que era alguna actividad de la escuela por eso no dimos parte a la policía - hablo el castaño - es tan extraño sus partes alfa y omega, respectivamente debieron tomar el control pero es extraño que no recuerde nada.

- claro por la maldita calentura - dijo molesta la madre del rubio.

- ahh - suspiro la madre de Deku y fue a la cosina donde hizo una llamada y regreso con más vasos de té.

- que haremos con estos insensatos - le cuestión la rubia a su amiga.

- voy a tomar la responsabilidad - hablo fuerte el rubio - ya lo marque no voy a echarme para atrás y dejarlo solo.

- son unos niños - miro la mujer regordeta a los dos y solo veía a de par de inquietos amigos que jugaban en la plaza.

- aún quiero ser un héroe y no pienso dejar que esto sea un obstáculo....

- cállate engendro - lo interrumpió su madre - solo son un par de estúpidos mocosos que no saben de la vida, de sus consecuencias de lo que han echo....

- amor - la calmo su marido antes que se lanzará a golpear a su hijo - que les parece si eres el alfa provicional, así estrian juntos, calmarias sus celos y esto sería así hasta que sean mayores y terminé sus estudios y puedan trabajar, vivían como hasta ahora y tendían nuestro apoyo.

- no quiero ser un maldito alfa provicional.... - se quejó.

- algunas familias lo hacen para evitar el sufrimiento de sus hijos omegas - apoyo la idea la rubia.

- aún podrías cumplir tu sueño - miro a su hijo - ambos, creo que es lo mejor verdad - miro a su hijo de ojos verdes.

- no, no quiero ser solo provicional, ya tiene mi marca y no se la va a quitar - dijo molesto.

- entonces comportate como un verdadero alfa y demuestra que puedes ser digno y así Izuku no querrá déjate, pero cagala y seré la primera en sacarte de su vida - su madre le aconsejo o tal vez amenazó, con esa mujer no se sabía.

Midoriya había estado callado analizando y efectivamente era la mejor opción, podrían callar abladurias de otras personas ya que era algo que algunas familias hacían, también eso le permitía seguir estudiando y ser un héroe, por otro lado les daba a los dos la oportunidad de estar en una relación o algo así, antes de decidir si era lo que querían para toda la vida.

De pronto el timbre comenzó a sonar....

Apresurada la más bajita fue a atender la puerta, hizo pase al hombre que llevaba un maletín, hablo con la mujer en un tono muy bajo y ella le pidió esperar.

Llamo a su hijo y pidió disculpas por ausentarse un momento, guiando a su hijo y al que parecía ser un doctor hasta la habitación del menor, dónde lo revisarían.

Katsuki miro con molestia al intruso pero no tenía palabras para inventar una excusa e ir con ellos, además sus padres aún lo veían con ojos acusatorios.

Y esos minutos a solas les sirvieron a los adultos para hacele ver todo lo malo que había echo.

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Luego de un rato salió el hombre acompañado por la mujer regordeta, pero ese sujeto se veía ansioso por irse.

Solo menciono con palabras atropelladas que al ser un lazo recién tanto su omega interno como su alfa iban a nesecitar contactó, pasar tiempo juntos, estar cerca y muestras de afecto.

Los omegas llegaban a deprimirse si su alfa les mostraba algún tipo de rechazó, por lo cual les recomendaba mantener contactó y muestras de afecto los primeros meses, para que su lazo se fortaleciera.

Sin más se fue bastante rápido pues no dijo nada, ni sobre la marca o los cuidados, nada.

- ¿donde está Deku? - pregunto molesto por alguna extraña razón.

- perdón, perdón - miro a los invitados.

- ¿qué demonios le hizo a Deku? ¿quien era ese maldito extra?, no parecía un doctor de verdad.... - estaba perdiendo la paciencia.

- desde que supe que mi hijo era...un omega - le tembló la voz - comenzé a prepárame para lo que pudiera pasar....para cuidarlo...

- que rayos hiciste Inko - está vez fue Mitsuki quien la tomó de los hombros exigiendo una respuesta.

- una compañera de trabajo me pasó el dato ya que también tenía hijos omega y antes había tenido problemas ya que intentaron lastimarlos....yo solo quería ayudar....llevo mucho ahorrando por si alguna vez ocupaba este método...

- ¿qué hiciste? ¿qué le hiciste a tu hijo? - pregunto molesta.

- aquí está prohibido el aborto pero en otros países es bastante común, era un doctor clandestino que con una inyección puede acabar con un feto de menos de un mes de gestación, lo utilizan en otros países en casos de violación, conseguí el contacto por si algún día lo ocupaba.

- Deku..... NO TENÍA NINGÚN DERECHO - grito y corrió hasta la habitación del nerd.

- porque ¿porqué? - sarandeo un poco a la mujer molesta por tomar esa decisión sin consultarselo, ahora todo los involucraba a ellos.

- solo quiero ayudarlo a cumplir su sueño, solo era en caso de...

- de violación, pero ellos decidieron hacerlo no era un error....esto, esto....

- estaban en celo, es más que obvio que iba a quedar en cinta, solo quería ayudar, son unos niños, como van a cuidar a un bebé....

- con nuestra ayuda, los íbamos a ayudar juntos, pero ahora....

- podrá hacerlo cuando sea algo mayor, no tienen porqué hacerlo ahora, ni siquiera están concientes de lo que es un lazo, puedo ser una simple beta, pero se lo que implica esa mordida en su nuca.

- no te perdono esto.

- lo siento, pero creo que era lo mejor para ambos.

- basta - intervino Masaru - ya está echo no hay vuelta atrás y ahora solo nos queda ayudar a ese par a que puedan llevar una buena relación de pareja, por el momento lo más fácil es que ante todos ellos sean novios.

- ¿cómo está? - pregunto la mujer de ojos rojos.

- quedó un poco adormilado, la inyección va limpiarlo por dentro, saldrá como desecho...

- menciono algo sobre es asunto de que ninguno recuerda nada - quiso saber el hombre.

- bueno, solo dijo que pudo ser debido a que sus instintos estaban nublados al iniciar un celo al mismo tiempo, su alfa y omega tomaron el control de sus cuerpos de modo tan fuerte por sus feromonas que pudo ocacionales que ninguno recordara nada, dijo que no cree que vuelva a suceder y si van a aceptarse como pareja, lo mejor es que fortalezcan su lazo y que en los futuros encuentros sexuales ya van a poder recordar todo con normalidad, también dijo que como acompañaron un celo naturalmente el celo de el alfa se incrementó a dos días y el del omega disminuyo a dos días, por eso sucedió así.

- supongo que vamos a tener que ayudarles a estar juntos y aceptar lo que va a pasar - murmuró él castaño pero fue escuchado.

- jamás vas a volver a llamar a ese tipo, escuchame bien, si meten la pata los vamos a apoyar - amenazo la rubia.

- solo quería darles otra oportunidad para cumplir sus sueños, a ambos....

- van a lograrlo, aún si tienen un hijo, pero como están las cosas lo mejor ahora será ayudarlos en su lazo - la soltó ya que no lo había hecho en todo ese tiempo.

- no se porque lucen así, es algo que sabíamos desde hace años - menciono el hombre recordando - Bakugo solía decir que Izuku iba a ser su novia aún antes de  presentarse como alfa.

- mi niño solía decir que se casaría con Kacchan - los miro con algunas lágrimas en sus ojos.

- era algo que pasaría eventualmente - dijo la mujer rubia - ese mocoso siempre estaba observando a tu hijo - a pesar de que en un tiempo se habían distanciado y parecía distante, ella conocía a su bastardo y este nunca dejo de pensar en el peliverde.

Entonces todo estaba dicho, subieron a la habitación donde Deku estaba dormido y el rubio sostenía su mano solo observando lo.

El joven volteo a verlos con una mirada furiosa, todo lo contrario a como veía al chico sobre la cama.

- es hora de irnos hijo, también debes descansar.

- debería ser revisado por un doctor de verdad - dijo furioso viendo a la madre del nerd.

- hijo - se acerco su padre - por ahora no es lo mejor, verás lo que pasó no es muy legal y todos podríamos ir a la cárcel solo por estar aquí, de llevarlo a un examen general todo eso saldría en un examen, tenemos que esperar a que ese medicamento salga por completo de su cuerpo.

- bien - tampoco es que quiera ver a los viejos en la cárcel por culpa de esa mujer.

- déjale tu chaqueta de la escuela, sentirá tu aroma y dormirá bien - le aconsejo su madre.

Soltó la mano del pecoso y se quitó la chaqueta para déjala sobre éste.

Salieron sin hacer mucho ruido.

Sería conveniente que ninguno fuera a clases al día sigue pero eso solo les traería más problemas y más explicaciones a dar.

Por lo que el rubio acordó ir temprano por Deku para ir juntos a UA.

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Una nueva historia espero les guste...