Capítulo 28.
Ah... Mírate.
William abrió sus ojos, sorprendido por escuchar su voz. Miró a Sara, ella seguía incosciente. ¿Entonces de dónde venía esa voz, su voz?
Arriba.
Levantó la vista y la vio a ella, sobre él. Sólo que la joven estaba flotando. Sus cabellos se movían como si verdaderamente estuviese bajo el agua.
Estás muriendo ¿Lo sabías?
El corazón de William se aceleró al escuchar esas palabras ¿Muriendo? ¿Él? ¿Justo cuando la había visto de nuevo? Levantó una mano frente suyo. Su piel se veía normal, no parecía tener ninguna afectación. Esperaba ver que desvanecía o se volvía polvo, justo como le había pasado a la directora.
Sólo ella puede estar aquí. Tú no. Tienes que salir de aquí o morirás.
Pero William... Debes detenerlos. Por eso debes salir.
Deben irse. Ese hombre no los ayudará.
—¿Qué dices?
Las palabras resonaban a pesar de que él mantenía su boca cerrada.
Piensa de la misma forma que ella. No es bueno.
—¿Ella?
No tiene intenciones de ayudarlos a ustedes. Te ayudaré a salir.
Abrió los ojos tanto como pudo al escucharla decir eso. La silueta de ella estiró su brazo, lo tomó de la mano y lo jaló hacia ella, cayendo en lugar de él, desvaneciéndose en polvo.
De manera sorprendente tuvo la fuerza necesaria para empujarlo hasta la superficie. Cuando por fin estuvo fuera, William tomó una gran bocanada de aire.
—¡Wiliam! —exclamó alguien al verlo.
El joven se apoyó en la orilla del suelo y se recargó ahí, respirando y tomando fuerzas. Seguía sintiendo el mismo dolor de hace unos minutos atrás.
Levantó la vista y se encontró con una escena particular.
Marie apuntaba hacia Petterson, en la frente.
Pero... ¿Qué está haciendo?, se preguntó confundido mientras reunía fuerza para salir.
El hombre quiso aprovechar la distracción de Marie, golpeando su brazo, pero no pasó desapercibido para la pelirroja.
Ella de inmediato regresó el golpe y sin pensar en lo que hacía, le disparó en el brazo.
—Te recuerdo... Que fuiste tú quién me enseñó todos los trucos —le dijo —Ahora, no te muevas.
William presenció la escena sorprendido, pues jamás se imaginó que Marie poseyera tal habilidad para las armas.
La pelirroja le ayudó a salir de la sustancia y él no negó su ayuda, pues se sentía sin fuerzas, cansado.
Marie pasó su brazo por debajo de los de él y lo ayudó a salir. A la pelirroja le pareció extraño que, a pesar de que él salió de ahí, no estaba empapado ni un poco.
—¿Qué haces aquí? —le replicó, intentando esconder su sorpresa, mostrando solamente molestia.
Miró alrededor, esperando encontrar a Daniel y Alba, pero sólo estaba su amigo, tumbado en el suelo y el director, sangrando del brazo.
¿Qué pasó aquí?, su cabeza dolía de tan sólo pensar en todo lo que pudo haber pasado ¿Cuánto tiempo estuve ahí dentro?
Ese hombre no los ayudará, las palabras de Sara llegaron a su mente.
—¿Dónde está Alba? —le preguntó a Marie —¿Dónde está ella?
Ah... ¿Por qué me siento tan pesado?
Se quejó en voz baja, pues el dolor no se iba y tampoco la incomodidad. Su vista se dirigió hasta el hombre que sostenía su herida.
Recordar las palabras de Sara, y el hecho de que ella seguía ahí, le dio la fuerza para ponerse de pie y caminar hasta él. Lo tomó del cuello de su bata y lo acercó a sí mismo.
—¿Dónde está Alba? —exigió con coraje.
Si bien mnomantuvo una relación tan cercana con la gemela, no quitaba el hecho de que ella había sufrido mientras estuvo ahí. La habían encontrado con brazos llenos de moretones.
Petterson mantuvo su semblante serio. Respondió con sequedad.
—Ella está dónde pertenece.
Pero era claro que em hombre no iba a decir dónde estaba. Así que optó por la otra opción. De nada ayudaba que Marie se quedara ahí.
—Marie... Vete —le dijo —No sé de qué lado estás.
—Del tuyo por supuesto —replicó de inmediato —Siempre he estado de tu lado.
—Entonces demuéstralo —dictó, aún nervioso por la situación —Y encuentra a Alba. Traela de regreso.
–P-pero..
William la empujó hacia la puerta del laboratorio.
—Sólo... Por favor.
El joven vio indecisión en los ojos de Marie, ella tampoco estaba segura de si irse o no. William la animó una vez más. Ella hizo sus labios en una fina línea antes de asentir y correr hacia la pequeña cabina, cruzar y salir. Avanzó lo más rápido que pudo, intentando recordar el lugar que mencionó el dicrector.
Apenas la joven salió del pequeño cuarto , las piernas de William fallaron y casi cae de no ser por que alcanzó a tomarse de una máquina que estaba cerca.
Empezó a sentir dolor en su estómago, como si lo hubieran herido.
Petterson se burló de él, riéndose.
—Era obvio que un simple Alterado no podría salir sin heridas de ahí.
Pero sigo con vida, replicó, aunque no lo dijo en voz alta, es más que suficiente. Aún no puedo morir.
El dolor aumentó, haciendo que al dar un paso resabalara pero se apoyó en una pierna.
—¿Lo ves? Tú no tienes la fuerza suficiente para permanecer ahí.
¿Las fuerzas?
Se levantó como pudo y avanzó hacia él, lo tomó del cuello de su traje. No sabía dónde había quedado el arma, así que sólo le quedaba defenderse a puño limpio y con su elemento.
—¿Qué sabe sobre la chica que está ahí? Responda —el hombre guardó silencio —¡Responda!
La situación lo estaba exasperando y no tenía tiempo para silencios.
Con la vista, buscó un arma, pero no encontró nada, salvo su mochila. Se que hasta ella y sacó una pistola de las que le había dado Marie antes de ir ahí.
No quería hacerlo, pero fue hasta él y colocó el arma en la sien del director, éste al sentir el frío del arma borró la sonrisa burlona de su rostro. Pero claro que sí, todos se volvían débiles cuando tenían un arma frente suyo.
—Le recuerdo, que no tengo miedo a disparar, ahora responda.
—Yo tampoco tengo miedo a morir, se lo dije a tu amigo, si yo muero... Ellas lo harán también —respondió, negándose a hablar.
Maldición, su mano que sostenía el arma eataba temblando, maldita sea estaba temblando. No por temor, por cansancio. El dolor en su cuerpo empeoraba a cada minuto y aún así, tenía que mantenerse en pie.
Un quejido sonó en el silencio, William se giró a ver a Daniel. Su amigo parecía despertar mientras tocaba su frente herida.
—Qué rayos...—miró alrededor, asustado —¿Dónde está...?
—Daniel —le llamó, él volteó y lo miró con sorpresa, pues lo había visto caer dentro de la sustancia.
Daniel tragó saliva. ¿Qué rayos pasó mientras me desmayé?, pensó con incredulidad. Se levantó aturdido.
—Necesitamos ayuda, busca ayuda, quién sea no importa —le suplicó sin mirarlo, pues debía vigilar al científico por si intentaba algún movimiento.
Daniel escuchó sus palabras un poco aturdido, pero entendió lo que quería.
—Lo haré pero... ¿Y Alba? —la preocupación por ella estaba clara en sus ojos.
—Marie la está buscando, para eso es la ayuda —respondió —Y por favor... Váyanse —le pidió, con expresión triste.
—¿Qué? —replicó sorprendido —Amigo, no puedo irme sin-
—Lo que debo hacer tomará tiempo —le interrumpió —Deben llevar a Alba a salvo, es lo primordial.
El castaño miró a William, tenía preguntas para su amigo por supuesto que sí, sobre cómo había salido de la sustancia, el qué hacía con un arma y por qué el director estaba ensangrentado. Pero suponía que eran detalles menores.
—Está bien—asintió, aunque hubiera querido negarse —Te esperaremos fuera.
Sin esperar una respuesta cruzó la cabina y finalmente, salió del laboratorio. William relajó sus hombros al verlo salir.
Ahora no tenía por qué preocuparse por él, lo que significaba que podía actuar sin temor a dañar a alguien. Pero el peso de la situación estaba en sus hombros.
Recordaba la sensación similar de cuando estuvo frente al proyecto de Angelina. Su cuerpo temblaba por los efectos de permanecer en la sustancia y su corazón latía con fuerza para mantenerlo de pie.
—Lo repetiré una vez más... —se dirigió hacia Petterson —¿Qué hace Sara en este lugar?
El hombre dejó de reír, pero mantenía su expresión burlona. Miró su reloj. No faltaba mucho para que sus agentes hicieran lo que les había pedido.
—Fue una persona-
—¿Una persona? ¿Quién? ¡Hable! —le interrumpió, impaciente. Sus manos habían dejado salir chispas, producto de su enojo.
—Angelina —William sintió que su alma se iba hasta sus pies, la mano que sostenía el arma perdió fuerza—Hace dos años vino aquí, me que tenía a la joven que buscaba, que sólo faltaba que fuera por ella.
—Siga.
—Pero ella murió y la joven bueno... No era ella.
—Explíquese —no tenía sentido, la situación no tenía sentido.
La chica que creyó muerta estos dos años, se encontraba al fondo de esta sustancia. Había hablado con ella, pero no explicaba cómo había llegado ahí.
—Era un cuerpo artificial —respondió —No era ella, así de simple. La señorita Walker había quedado atrapada en la energía que Angelina creó... Por eso materialicé esa energía —explicó, pero con cada palabra sólo dejaba aturdido a William —No por salvarla, fue más bien —esbozó una sonrisa de complicidad —Para los... Los proyectos.
Al escuchar las palabras, sintió el coraje invadirlo. Soltó al hombre, aventándole contra la pared. Se tomó el cabello con desesperación, sin soltar el arma.
—No es cierto... No es cierto... —no podía ser verdad, ella, su Sara estuvo todo este tiempo... ¿Sufriendo? —Cuantos proyectos.. —dijo la palabra con asco —¿Ha hecho con ella? ¡Responda!
—Digamos que... Entré aquí varias veces y obtuve muchos resultados positivos además de las incógnitas que resolví gracias a ella.
Las lágrimas no tardaron en salir de sus ojos. Se alejó del hombre, bajando el arma.
¿Por qué? ¿Por qué le hicieron eso a ella? ¡Ella no merecía esto! ¡Nada de esto!
Miró el director, quién parecía tal cual no le importaba la situación.
Alzó la mano, con intención de chasquear los dedos, el hombre al ver sus movimientos, abrió los ojos, asustado e intentó retroceder ayudándose de su brazo, pero no pudo.
El dolor de imaginar a Sara sufriendo lo mismo por lo que pasó su hermana, lo hizo hervir de rabia.
Razón por la cual no dudó al crear un rayo de alto voltaje en su mano. El elemento sólo creció mientras esperaba para lanzarlo, mientra más colocaba sus emociones en él. Retrocedió su mano un poco para finalmente lanzarlo hacia el hombre, quién observó aterrado el gran rayo que podría terminar con su vida.
-karimodelarosa.
Tengo la intención de hacer un booktrailer de esta historia también🥴quitenme el Internet que no puedo continuar con tanta historias a la vez
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