Capítulo 31

—¡Katie! Qué alegría verte aquí esta noche. —Gemma le dio la bienvenida a Katie y la sentó en la mejor mesa de la casa, cerca de la ventana.

—Qué bueno verte, Gemma. Estoy entusiasmada por esta noche. Este lugar se ve increíble. Estuve mirando el menú en el mostrador y los sándwiches gourmet son algo que se ve a menudo en una cena. Me sorprende que no hayas escrito sobre eso en tu artículo. Por alguna razón, esperaba ver más platos de pasta en el menú.

Gemma le respondió con una sonrisa amable.

—Oh, ya sabes, con la renovación el chef Gelson quería animar las cosas y hacer algo innovador. Te aseguro que estarás impresionada con algunos de los giros que le hizo al menú.

—Me encanta oír eso. No puedo esperar.

—Que lo disfrutes. —Gemma volvió a sonreír y se dirigió a la entrada.

Justo detrás llegaba su jefa Shelley con un caballero.

—¡Shelley! Bienvenida.

—¡Gemma, querida! —Le dio dos besos de aire—. ¡Esto es fantástico! Me encanta cómo estás ayudando con la apertura. Tú, querida, vas más allá del deber. —Miró al hombre a su lado.

—Ah, eres demasiado ama...

—Gemma, me complace presentarte a Lance Foudi. Él es mi invitado. Es el vicepresidente de Eatz Online.

—Oh, guau. Es un placer conocerlo, señor Foudi. Le agradezco que haya venido a este lugar que es uno de mis favoritos. Vengan, permítanme llevarlos a su mesa. Tiene la mejor ubicación. —Gemma lleva a su jefa, y al jefe de su jefa al otro lado de donde había sentado a Katie. Supuso que no sería bueno que su empleador actual interactuara con un posible futuro empleador.

Los invitados continuaron llegando y Gemma sonrió cuando llegaron los padres y la hermana de Logan. Los sentó en la ventana cerca de Katie. Tenerlos allí, de alguna manera, la tranquilizaba. Eran como una extensión de Logan y sabía que, si pasaba algo, la ayudarían.

Para ese punto, ya eran las siete y media, y estaban listos para comenzar el servicio. Enzo, su entrenador y su marido llegaron justo antes de cerrar las puertas. Sus padres no habían llegado. Una parte de ella se sintió decepcionada, pero otra aliviada.

Con una gran sonrisa, Logan se presentó en el comedor. Al verlo, todos sonrieron contentos con su presencia. Cuando vieron que iba a decir unas palabras, bajaron la voz.

—Gracias a todos por estar aquí.

Un ruido en la puerta lo interrumpió. Eran los padres de Gemma ingresando. Tarde, como siempre. Su madre llevaba un abrigo de piel que le arrojó a James al entrar. Él lo dejo caer al suelo mientras les señaló su mesa. La madre de Gemma le dirigió una mirada horrorizada mientras James se agachó a recogerlo. Luego le susurró algo al oído que Gemma no pudo descifrar. James puso los ojos en blanco y colgó el abrigo en el guardarropa.

«Solo su madre usaría un abrigo de piel en pleno verano».

Logan se despejó la garganta antes de continuar:

»Como estaba diciendo, muchas gracias a todos por estar aquí. Esta renovación ha llevado mucho tiempo y no podría haberlo hecho sin el apoyo de mi increíble personal y de Gemma, que nos descubrió hace solo unas semanas. Creé este menú con el objetivo de darle un giro moderno a los platos que comí desde niño y conozco como la palma de mi mano. Esta noche tenemos un menú fijo, los meseros los guiarán en el camino. Eso es todo por ahora, espero que lo disfruten. ¡Salud!

Logan levantó una copa de vino y todos levantaron sus bebidas para brindar. Se dio media vuelta y se fue a la cocina.

Gemma se dirigió rápido a la mesa donde estaban sus padres para saludarlos.

—Mamá, papá. Que gusto verlos. Pensé que no vendrían luego de lo que sucedió.

—Cariño, ¿de qué estás hablando? ¿Qué pasó? —su padre le preguntó preocupado.

—Carter y yo nos hemos separado. Pensé que se enterarían por él, como es su cliente.

Sus padres levantaron las cejas y se miraron el uno al otro antes de volverse hacia Gemma.

—Gemma. ¿A qué te refieres con que están separados? Él vendrá esta noche.

—No, no lo hará. Escuchen, sé que les gusta mucho, pero a mí no. Esto es para mejor. Además, estoy enamorada de otra persona.

Su padre sacudió la cabeza y dijo:

—No, Gemma, no lo estás.

—Hum, sí, así es. Quiero decir, todavía no hemos hablado de ello. Pero sí. Estoy realmente enamorada. Y creo que él también me ama.

—Bueno, no sabemos qué decirte porque Carter vendrá esta noche y, por lo que oímos, ustedes aún están juntos.

Gemma sacudió la cabeza.

—Lo entiendo. Les cuesta aceptarlo. No tenemos que discutirlo esta noche, realmente espero que disfruten la velada. Podemos hablarlo en otro momento.

Gemma se dirigió rápido hacia la cocina y vio al personal muy ocupado. Logan gritaba las ordenes. «Y se veía muy apuesto haciéndolo». Su sonrisa tambaleó cuando recordó lo que le dijeron sus padres. No hay forma de que Carter aparezca esta noche. No lo hará. Gemma intentó sacudir ese pensamiento y volvió al comedor.

En ese momento, comenzaron a salir los platos y Gemma se dispuso a controlar la presentación de cada uno de ellos. Hasta el momento, la gente parecía estar disfrutando de la música, el ambiente y los platos que se les presentaban. Se quedó sin aire por un momento mientras vio a Katie darle un bocado al sándwich. La inexpresividad era algo bueno y, hasta ahora, Katie no parecía haber revelado ninguna opinión sobre la comida.

«Por ahora va todo bien».

De repente se oyó un gran estallido en la cocina que hizo que todos los invitados se distrajeran de sus platos.

—Oh, esto ocurre todo el tiempo. Iré a ver qué pasó —Gemma le dijo a los rostros preocupados que la rodeaban.

Gemma espió la cocina y vio un montón de trozos de cerámica esparcidos en el suelo. De seguro era la pila adicional de platos que estaba sobre el mostrador. Stefanie estaba buscando la escoba, pero Gemma la detuvo.

—Stef. Permíteme.

—Ah, gracias, Gemma. Lo siento. Fue sin querer. Por favor no me odies.

—¿Qué dices? Nunca podría odiarte. Todos cometemos errores, ¿o no?

—¿Quién eres y qué has hecho con Gemma? —James se burló.

—Vamos. No soy un monstruo.

—Gem, ayer pensamos que nos matarías —dijo Stefanie cruzándose de brazos y sonriendo antes de regresar a su estación.

—Eso es suficiente chefs. —La voz grave y dominante de Logan resolvió el asunto, pero Gemma no había terminado.

—Oigan todos, lo siento mucho. No quise comportarme como una idiota. Seguro ya me odian... —dijo Gemma mientras barría los platos rotos.

—Nunca podríamos odiarte, querida Gemma. Incluso si fueras la chica más malvada de la ciudad. Eres parte de nuestra familia ahora y eso es lo que hacemos: nos molestamos, cometemos errores y seguimos amándonos sin importar nada —dijo Tina antes de darle a Gemma una suave sonrisa.

La calidez que inundó Gemma fue diferente a todo lo que había experimentado. Era incluso mejor que una sopa de azafrán en un día helado de invierno.

—Gracias, chicos. Eso significa mucho para mí. Y lamento de nuevo mi actitud. Intentaré trabajar en ello y lo siento si ocurre de nuevo. —Miró a Logan que sonrió mientras preparaba un plato.

—Está bien, Gemma. Te queremos. Y gracias por tu ayuda para limpiar este lio. —Stefanie sonrió y continuó trabajando en su estación. Gemma se dio la vuelta y salió de la cocina.

Miró el comedor y se sintió agradecida al ver a todos disfrutando la comida. Sin embargo, su corazón se le cayó al estómago en cuanto vio a una tercera persona sentada en la mesa de sus padres. Se acercó rápido, intentando mantener la calma y no hacer ninguna escena.

—Carter, ¿qué haces aquí? Pensé que había dejado en claro que habíamos terminado —dijo sin levantar la voz, pero con firmeza.

—Gem, amor. No me perdería esto por nada en el mundo.

Su voz le generó un espasmo en la garganta.

—¿Lo ves, Gemma? Te dijimos que Carter vendría —dijo su padre con orgullo.

«Dios, dame fuerzas».

—Bien, ¿Carter, podrías irte ya? No quiero que estés aquí. —Le dio un vistazo rápido a James para avisarle que llamara a Logan. Él asintió con la cabeza y fue a la cocina, había entendido el gesto—. Y, mamá, papá, les dije que rompí con él. Lamento no ser la hija que quieren que sea, pero ¿saben qué? Por primera vez en mi vida, no me importa.

Sus padres se quedaron atónitos.

—Bueno, Gemma, ¡no creo que quieras que me vaya después de lo que haré! —Carter sacó una pequeña caja de Tiffany y se puso de rodillas.

Los ojos de Gemma se agrandaron como platos. Todos en el restaurante comenzaron a murmurar cuando se dieron cuenta de lo que Carter estaba por hacer. En un momento las voces se aplacaron y un silencio estremecedor llenó el comedor.

Gemma escuchó como la puerta de la cocina se abrió abruptamente detrás de ella cuando Carter comenzó su discurso.

—Gemma Colson. Eres el amor de mi vida, debería haber hecho esto hace mucho tiempo. Lamento que me haya llevado tanto tiempo registrar tus indirectas. ¿Te casarías conmigo?

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