Capítulo 14
—¿Y planeas trabajar o quedarte en casa cuando tengan hijos? —continuó la mujer que Gemma tenía sentada en frente. Era como si estuviese llevando a cabo un interrogatorio en una investigación por un crimen.
—Hum, no lo he decidido aún, pero me gustaría conservar mi trabajo si fuese posible. —Gemma deslizó la mano por el vestido violeta que se ajustaba a sus muslos.
—Mmm. Qué interesante. Una madre que trabaja mientras cría a sus hijos realmente no puede comprometerse con el futuro de ellos, ¿no lo crees?—dijo la señora Bearing justo antes de levantar su copa de vino. Sus cejas se elevaron un poco más de lo normal y Gemma se preguntó si se trataba de algo natural o de los efectos de múltiples sesiones de botox. Las perlas en su collar giraron con ella cuando miró a su esposo.
—Tienes razón, querida. Nuestro Carter no habría resultado ser tan perfecto sin ti —dijo el hombre de pelo gris que vestía un traje Armani, sentado al lado de su joven réplica. Carter se mostró feliz con el comentario.
—Papá, vamos, tú también hiciste tu parte.
Los Bearings rieron juntos. Su risa sonaba como si cada ja estuviera rodeado de una bocanada de aire. Gemma simplemente sonrió de manera educada mientras el intercambio de cumplidos entre familiares continuó por unos minutos.
—En fin, Gemma fue la mejor de su clase en la universidad, se graduó con los máximos honores —dijo Carter con una gran sonrisa mirando a sus padres.
—Guau, qué impresionante. ¿Qué fue lo que estudiaste? —respondió la señora Bearing con una cara tensa. Podría haber estado feliz, triste o animada, era imposible saberlo.
—Hice una doble especialización en Ciencias Políticas y Hospitalidad.
—Oh, qué encantador. Entonces supongo que quieres ser abogada con esa especialización.
—Bueno, en realidad no, actualmente soy crítica gastronómica.
«Aunque no por mucho gracias a Logan», pensó.
Los padres de Carter hicieron una pausa y apoyaron sus copas en la mesa. Carter dio un pequeño salto en su asiento antes de decir:
—Gemma es una de las mejores críticas de Manhattan. De hecho, hace poco uno de sus artículos llegó a la página principal en... ¿cómo era el nombre, cariño?
—Eatz.
—¡Oh sí, Eatz!
Gemma se movió incómoda sobre la silla. La declaración de Carter sonó como un último recurso para impresionarlos, más que como algo de lo estaba orgulloso.
—Qué bien —dijo la señora Bearing antes de mirar a su esposo. —Dime, ¿qué tipo de carrera hay en ese rubro? ¿Es una actividad rentable?
«¿Rentable? ¿Esta mujer no quería verme criando a sus nietos mañana mientras preparaba mi propia mantequilla casera?».
Gemma estaba preparada para esta pregunta, la solía recibir de parte de su familia. De alguna manera, de muchas en realidad, los padres de Carter le recordaban a los suyos. Aunque se había alejado de ellos, sabía que todos esos años de discusiones la habían preparado para los Bearings.
—De hecho, en esta carrera hay mucho espacio para crecer. Pero no quiero aburrirlos con los detalles —dijo Gemma mientras apoyaba su copa en la mesa. No quería adentrarse en ese terreno y terminar contándoles que pronto su carrera estaría oficialmente terminada—. Disculpen. Necesito ir al tocador un momento.
Se levantó de la mesa y se dirigió rápido hacia atrás con el celular en la mano. Mientras se iba, oyó a Carter decir:
—Excelentes preguntas, mamá.
Sin escuchar la respuesta de la señora Bearing, entró al baño que estaba decorado con esmero y tenía un sofá a un lado. Si estuviera criticando este lugar, le habría dado un buen puntaje por ese detalle.
«Y si los acompañantes de la cena fueran un criterio a evaluar, eso probablemente le restaría puntos».
Mirándose en el espejo, Gemma se alisó la ropa.
«Dios, detesto este vestido», pensó.
Seguro Carter le había pedido que lo usara porque resaltaba su figura. Pero, para Gemma, siempre le había resultado muy apretado e incómodo para sentarse. Si bien tenía muchos vestidos que resaltaban su figura y eran muy ajustados, había algo en este que la asfixiaba.
«¡Ping!»
Gemma miró el celular. Su corazón se detuvo en seco cuando vio de quien era el mensaje que acababa de llegar.
Cita candente: Hipotéticamente, si probáramos varios platos, ¿cuáles serían? Hipotéticamente, repito, no te ilusiones. Aún estoy molesto.
Gemma soltó el aire que había contenido en su pecho.
«Gracias a Dios. Esta noche no será un completo desastre después de todo», se dijo.
Gemma: Hipotéticamente hablando, sería una pasta de tinta de calamar, una ensalada de menta y rúcula, y un postre de chocolate.
Cita candente: Ahh, pasta de tinta de calamar en una sandwichería. Música para mis oídos.
Gemma soltó una risa y respondió:
Gemma: Sí, sé que es un gran cambio. Disculpa :/
Cita candente: Veré que puedo hacer.
Gemma: Pensaré en algunas opciones también. Una vez que salga de esta horrible cena.
Gemma se preguntó por qué le estaba contando eso. Como sea, tenía que sacárselo del pecho. Estaba pasando una velada espantosa.
Cita candente: Ese pobre restaurante, no saben lo que se les viene con el artículo que escribirás sobre ellos.
Gemma: No, no estoy trabajando ahora. Vine a conocer a los padres de Carter.
Pasaron alrededor de 30 segundos sin respuesta de Cita candente. Se dirigió al sofá y se sentó, ignorando esa voz que le decía que tenía que volver a la mesa.
«¿Por qué no responde?», se preguntó.
Todas sus dudas se disiparon en el momento que vio que estaba escribiendo.
Cita candente: Ese es un gran paso. Espero que sepan que te gusta secuestrar restaurantes de jóvenes y apuestos chefs. Eso les dará una buena impresión.
Gemma rio antes de responder. Comenzó a escribir, pero se detuvo por un momento cuando esa sensación recurrente, poco familiar, volvió a revolverle el estómago. «Es solo un amigo. Necesitas un amigo, Gem».
Gemma: Oh sí, y no olvides humildes. No, decidí guardarme ese pequeño detalle. Algo me dice que prefieren conversar sobre cuán fértil soy. No sobre mi trabajo.
Cita candente: Ja, ja, ja, suena encantador. Esto es lo que tienes que hacer: apenas te preguntan algo, llénate la boca de comida y pretende que no puedes responder.
Gemma rio y luego vio que él continuaba escribiendo.
Cita candente: O mejor aún, pretende que te estás ahogando. Pronto una ambulancia estará allí para ayudarte a escapar.
Gemma soltó una carcajada.
Cita candente: No, fuera de broma, no te ahogues de verdad. Por mucho que odie admitirlo, te necesito.
En un instante Gemma se puso seria. Esas dos últimas palabras se iluminaron como dos luces de neón ante sus ojos.
«¿Me necesita?», se preguntó.
Era imposible que alguien tan arrogante como Logan admitiera algo así sin estar bromeando. Sin embargo, ¿por qué volvió a sentir un calor en el rostro? Se concentró tanto en releer el mensaje que no notó que la puerta del baño se había abierto.
—¿Gemma?
Como un animal enceguecido por una linterna, Gemma miró a la mujer que había entrado.
—Oh, hola, señora Bearing —dijo poniéndose de pie.
—¿Está todo bien? Te fuiste hace un buen rato. —La mujer bajó la mirada hacia el teléfono e hizo una mueca de desaprobación. Luego dijo por lo bajo—: Ahora veo por qué.
—Lo siento, estaba resolviendo algunos asuntos de trabajo.
La señora Bearing se acercó a Gemma con una mirada punzante y le dijo:
—Escucha, querida, eres muy amable pero, debe saber algo. Existen pocas personas en el mundo lo suficientemente buenas para mi Carter, y tú no eres una de ellas.
Tan pronto como registró lo que le había dicho, Gemma se quedó boquiabierta. Sintió un enjambre de agujas diminutas recorriéndole la espalda y dijo:
—Hum, ¿qué?
La mujer se dio vuelta hacia el espejo y comenzó a arreglarse el cabello.
—Oh, querida, no te hagas la sorprendida. Solo quería que supieras que pareces encantadora y que esto no se trata de ti. Es solo que Carter se merece a una mujer más... familiera.
—Yo, hum... —Gemma intentó responderle, pero la señora Bearing la interrumpió.
—No hay nada de malo en ser una mujer independiente, dedicada a su profesión. Solo tienes que saber que si deciden casarse, nunca contarán con mi aprobación.
«¡Oh, Dios mío! Di algo Gem, cualquier cosa».
»Así que, pueden seguir divirtiéndose un poco, pero esto tiene que terminar pronto. No se lo diré a Carter, le rompería el corazón. Así que espero que tú termines con esta relación cuando sea apropiado. Pero no te tomes tanto tiempo porque necesito que una nuera adecuada y nietos muy pronto.
Luego de acomodarse el labial, la señora Bearing abandonó el baño, dejando a Gemma en shock.
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