40-"Algo pasajero"


N/a: volví :) y no me tardé tanto por nada, el capítulo está largo les cuento. Es el capítulo más largo que ha tenido esta historia.

Espero que les guste :3
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--¿Estás segura de que estás bien? -Preguntó Becca- te ves un poco pálida...

--Estoy bien, lo siento, ha sido un largo día -dije- pero me alegra verte.

Sí y no.

--Entiendo, y a mí también me alegra verte -murmuró- por favor no le cuentes a nadie que estoy aquí, no quiero que nadie lo sepa hasta la noche del baile.

--Tranquila, no lo haré -respondí- y... ¿cuánto tiempo vas a quedarte? -pregunté intentando sonar casual.

--¿Ya me estás echando? -rio, yo reí falsamente con ella para disimular- me voy el domingo.

Dentro de 8 días.

Bueno creo estoy exagerando las cosas, es decir, Becca volverá a Estados Unidos muy pronto. Sin mencionar que no quiere que la vean hasta el día del baile.

No creo que pueda hacer daño en tan poco tiempo.

.-.

Ok, talvez sí lo creo.

Desde que llegué a mi casa no he podido estudiar. Simplemente no puedo concentrarme, ¡no he dejado de pensar en Austin y en la situación con Becca!

Pero en serio me urge estudiar, el examen de química es el martes y estoy muy presionada, tengo que hacer mi máximo esfuerzo, necesito sacarme casi un 100 para no aplazar la materia.

¿Por qué todo esto de lo mío con Austin tenía que pasar justo cuando estoy por comenzar los exámenes finales?

Tomé mi celular y decidí llamarlo.

--Austin.

--Hola querida Leah -contestó.

--¿Qué haces?

--Estudiar, ¿y tú?

--También -dije- pero me está costando demasiado concentrarme.

Pensé que llamarlo me calmaría pero no está funcionando.

--¿No dejas de pensar en alguien especial? -preguntó.

Reí sorprendida. -Talvez.

--A mí me está pasando lo mismo.

Aw. Talvez sí fue útil llamarlo.

--Solo para estar seguros... -dije- ¿te refieres a mí, verdad?

--Obvio que sí, ¿quién más podría ser?

Becca.

--Nadie, ¡en fin! Ya que no nos podemos concentrar, ¿qué te parece si estudiamos por llamada?

--Me parece bien -dijo- ¿pero sabes que me parece mejor? Estudiar juntos mañana, y luego talvez salir un rato...

--¡Sí! -Exclamé sin poder contener mi emoción.

Luego de eso comenzamos a tomarnos la materia y continuamos estudiando como por una hora. Después, de diez a doce de la noche nos dedicamos solo a conversar.

.-.-.-.-.

Normalmente un día sábado como hoy me despertaría después de las diez de la mañana y me levantaría hasta las once. Pero como hoy no es un sábado cualquiera y voy a estar con Austin todo el día, puse mi alarma a las siete para estar preparada cuando él llegue a las nueve.

Y faltando cinco minutos para las nueve llegó.

--Qué puntual -le sonreí.

Unas horas después...

--¿Y ahora qué hay que hacer? -Pregunté

--Tienes que sacar la estructura de Lewis -me recordó Austin.

--Es chistoso porque tu apellido es Lewis -reí, pero él no, así que me vi tonta.

--¿Ya la tienes?

--Sí.

--Perfecto -dijo- estaré seguro de que ya estás lista para el examen si me dices la geometría correcta de la molécula.

--Piramidal cuadrada -respondí con seguridad- por cierto, es octaédrica y su ángulo de enlace es de noventa grados.

--Muy bien.

Le sonreí e intercambiamos miradas fijas, juro que podría dedicarme a ver sus ojos todo el día. De repente Austin comenzó a acercarse lentamente, su mirada pasó de mis ojos a mis labios y comprendí lo que iba a hacer, por lo tanto aparté el rostro igual que la vez pasada.

--Tienes razón, muy poco romántico -suspiró.

En realidad es porque no quiero que nos besemos sin estar en una relación oficial primero, pero no puedo solo llegar y decirle: ¡hey, seamos novios!

--Me leíste la mente -dije.

--¿No tienes hambre? Vayamos a almorzar.

--De acuerdo, ¿a dónde? -Pregunté.

.-.

No había mucho presupuesto y nos decidimos por subway. Pedimos los sándwiches para llevar y nos fuimos a comer al parque que está al frente. Nos sentamos bajo la sombra de un árbol, y a la par había un lindo perrito que no pude evitar llamar para acariciarlo.

--¿Recuerdas cuando nos persiguió un perro rabioso que pensaste que no nos iba atacar? -inquirió Austin.

--Sí bueno, este no nos atacará -dije- además es mucho más pequeño que el anterior, no hay nada de qué preocuparse.

Austin extendió la mano para acariciarlo también pero el perrito hizo un leve gruñido y se fue.

--Creo que los animales me odian -dijo.

--¿No tienes mascotas?

--Tenía un perro que era como el hermano que nunca tuve, pero murió hace dos años -comentó con tristeza- teníamos la misma edad.

--Mi perrita y yo también teníamos la misma edad -dije sorprendida- también murió hace pocos años, todavía la extraño mucho. No he querido tener otra mascota desde entonces.

--Entiendo, mi madre había sugerido comprar otro perro para animarme -dijo- pero yo no quería verlo como un remplazo.

--Exacto -ya me estoy poniendo un poco triste al recordar eso- voy necesitar un helado -comenté al ver el carrito de la helados pasando- ¿quieres uno?

--Sí -respondió- pero soy intolerante a la lactosa...

--¿En serio? ¡Yo igual! -Exclamé- no te preocupes no solo venden conos, también venden helados de paleta hechos con agua.

--¡Perfecto! Entonces alcancémoslo.

Y eso hicimos, conseguimos los helados y nos sentamos a comerlos. Decidimos hacer una competencia de quién se lo comía primero, y por supuesto, se nos congeló el cerebro horrible. Pero valió la pena porque fue muy gracioso.

--Sabes, yo diría que este momento es lo suficientemente romántico -dijo Austin mientras ponía un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.

Ay no.

¿Y ahora qué hago? ¿Apartarme de nuevo? ¡Pobrecillo, me da lástima hacer eso por tercera vez!

¿Qué haré si me pregunta por qué siempre me aparto? Si le digo la verdadera razón él podría sentirse presionado y no quiero eso.

--Austin... -murmuré- no.

--¿Muy pronto? -preguntó alejándose, yo asentí- lo siento.

Menos mal que Austin siempre hace sus propias suposiciones.

--No te disculpes -dije.

.-.

Además de las incomodidades pasamos un lindo día, casi ni me acordé de que en siete días Austin verá a Becca de nuevo. Y el resto del fin de semana la pasé estudiando como loca.

Hoy, en este momento me encuentro haciendo el examen de química y ya se acabó el tiempo, solo tengo lo que dure el profesor en recoger mi examen para responder la pregunta que me falta. 

Bueno, el profesor acaba de recoger mi examen y la pregunta quedó en blanco, ya es un punto menos.

--¡Leah! -exclamó Austin mientras venía hacia mí- ¿cómo te fue?

--Bien, pero... ¡¿La décima de marque con equis era la A o la C?! -pregunté desesperada.

--¿Te refieres a la de la presión osmótica? Era la B.

--Genial ya tengo otro punto menos -dije con amargura- uno más y estaré reprobada.

--¡No vas a reprobar! Venías muy bien preparada y el examen estaba muy fácil...

Sí estuvo relativamente fácil, pero tampoco para solo fallar tres puntos, que es a lo que tengo derecho.

--Bueno, ya no importa -suspiré- hice lo que pude, ahora solo me queda esperar.

Me despedí de Austin y me dirigí a la salida. Lo bueno de los exámenes finales es que podemos irnos a casa apenas los terminamos, lo malo es que a veces tenemos dos por día...

Mientras caminaba me pareció escuchar a las que estaban al frente mío decir mi nombre, y por supuesto yo en lugar de ignorarlo me acerqué más para poder oír mejor.

--¿En serio Leah y Austin están juntos? -preguntó una de las chicas.

Genial, un par de chismosas.

--Parece que sí -respondió la otra- no sé qué le ve, igual siento lástima por Leah.

¿Qué?

--Sí, él solo está jugando con ella, no van a durar nada.

¿Eso será cierto? ¿Por qué jugaría conmigo? No saben lo que dicen, Austin no es ese tipo de chico.

--Austin no es una persona para una relación estable, todas sus parejas anteriores solo han sido algo pasajero, Leah no va a ser la excepción.

¿Y ellas qué saben? ¡Austin no ha salido con nadie en un año, que sus novias anteriores no le duraran no significa nada!

O talvez sí es mala señal... ¡No! No dejaré que me afecte esa estúpida conversación que ni si quiera debí haber escuchado.

.-.-.-.

Al fin viernes.

Al fin soy libre.

No más clases, no más exámenes.

Para celebrar Austin y yo vinimos nuevamente al parque a comer helados -hechos a base de agua, por supuesto.

--Te tengo una sorpresa -anunció- lo compré hace tiempo pero se me había olvidado traerlo.

--Bueno y... ¿qué es? -pregunté emocionada.

--Cierra los ojos y extiende las manos.

--Austin...

--Esta vez no intentaré nada, lo prometo.

--Está bien -dije e hice lo que me pidió. Hasta que escuché algo caerse.

--¡Espera, no abras los ojos! -exclamó Austin, tarde, ya los había abierto. Pero Austin acaba de juntar lo que sea que se haya caído entonces no me dio tiempo de ver, pero sí vi que quedó una colilla de regalo al lado de mis pies, así que la junté.

--Te faltó esto -dije.

Al leerla mi sonrisa se borró.

De: Austin

Para: Becca.

No puede ser. No puede ser. No puede ser. ¿También tiene algo para Becca? ¿Se han estado viendo? ¿Todo este tiempo él sabía que ella había regresado.

¡Debí saber que todo esto era demasiado bueno para ser verdad!

--¿Te pasa algo? -preguntó el muy tonto.

--No nada -repuse con sarcasmo- solo que ahí dice que es para Becca -agregué mostrándole la colilla.

Estaba esperando que dijera algo, que dijera que no es lo que parece o que podía explicarlo, pero se quedó callado.

Traté de irme, pero no pude. --¿y bien? -pregunté desesperada- ¡¿no vas a decir nada?!

--Leah... lo siento mucho.

Esta vez sí pude darme vuelta e irme.

--¡Espera! -gritó, lo ignoré y seguí caminando, cuando vi que me seguía comencé a correr.

--¡Leah! -él no tardó en alcanzarme- le pedí a mi mamá una colilla de regalo, y ella escribió el nombre de Becca por error, si no me crees que haya sido ella solo mira la letra, ¡es muy linda para ser la mía!

En efecto no era la letra de él, pero eso no significa nada.

--Excusas baratas -bufé- tú le dijiste para quién escribirlo, luego confundiste las colillas de nuestros regalos.

--¿Por qué tendría un regalo para Becca? Ella ni si quiera está aquí, mi mamá se confundió y yo no revisé la colilla...

Basta de ser ingenua, no voy a creerle esta vez. Austin compró un regalo para Becca. Esa es la verdad, obviamente iba enterarse de que ella volvió, son muy amigos.

--Te voy a preguntar algo y quiero que seas honesto -repuse con seriedad- ¿soy la persona con la que te conformas porque no puedes tener a Becca? 

--¡Por supuesto que no! -exclamó- Leah, ya la superé, estoy contigo porque me gustas, y me empecé a fijar en ti desde antes de que Becca se fuera. No deberíamos estar peleando por alguien que ni si quiera está en este país.

--No finjas que no lo sabes -puse los ojos en blanco- apuesto a que ya tuvieron un hermoso reencuentro.

--No entiendo de qué hablas.

--¡De que Becca regresó para el baile!

--¡¿Qué?! ¿En serio?

Realmente parece sorprendido, o emocionado... Talvez en verdad no lo sabía y acabo de decírselo.

--Suenas más emocionado que sorprendido -suspiré- ¿ya lo sabías?

--No, no lo sabía -afirmó- y tampoco sé si es cierto que regresó, pero Becca me gustaba antes y Leah, tú me gustas ahora. La diferencia entre mi relación con Becca y mi relación contigo es...

--No estamos en ninguna relación, ¿recuerdas? -lo interrumpí- la diferencia es que tú y Becca sí lo estaban.

--No, nunca lo estuvimos.

--Bueno, pero estabas enamorado de ella, es lo mismo.

--Emm, está lejos de ser lo mismo.

--¡Bueno el punto es que no me quieres de la forma en la que quieres a Becca!

Probablemente actuo algo paranoica, y el hecho de estar en mis días no ayuda. Pero quiero decir lo que pienso, y eso es exactamente lo que hago, a pesar de que puede que esté arruinando todo con Austin y me deje por dramática.

--Quería -repitió- ya no más.

--¿Va a seguir pensando eso mañana cuando la veas de nuevo?

--Estoy seguro -afirmó, luego me miró algo confuso- ¿estás bien, Leah? Desde antes de esto has estado actuando un poco raro.

Y es culpa de las chismosas y de Becca.

--¿Por qué parece que todo esto es algo pasajero? -dije finalmente- no quiero ser un juguete del que te aburras al rato.

Él se acercó a mí y me abrazó: --Si quieres te pido matrimonio ya mismo.

--No me refería a eso -reí con su respuesta pero también me frustré- Austin, ¡hablo en serio!

--Yo también hablo en serio con lo del matrimonio -Austin se arrodilló y sacó una pequeña cajita de su bolsillo.

Me quedé con la boca abierta hasta que la abrió y vi que dentro había unos lindos aretes dorados.

--Eres un gran tonto -dije aliviada, nuevamente me esforcé por contener la risa, por un momento en serio creí que me pediría matrimonio. Al ver bien los aretes me di cuenta de que son idénticos a los que me habían encantado el día que fuimos al centro comercial.

Lo recordó...

--Esta es le sorpresa que te iba a dar.

<<¿Esto es una prueba de que no lo considera algo pasajero?>> Sacudí la cabeza. No debo dejar pasar lo de hace un rato.

--Según el papelito eran para Becca -repuse.

--¿Sigues enfadada?

--¡Claro que sigo enfadada! -exclamé- solo porque haya reído un segundo no significa que...-de pronto Austin se acercó a mí, demasiado. Mi corazón comenzó a latir con mucha rapidez, y creo que él puede notarlo- ¿qué haces? 

--Wow Leah, parece que se te va a salir el corazón.

--Quítate -le di un empujón pero no se movió ni un centímetro.

--Lo haré, en cuanto me perdones y tomes tu regalo.

--No, así no son las cosas -luego recapacité en mi mente- pero no quiero parecer mal agradecida, muchas gracias por los aretes Austin, en serio me encantan y son hermosos. Es una lástima que no me los dieras en un buen momento... Bueno como te decía, ¡quítate!

--Y luego dices que yo soy el bipolar.

--No soy bipolar, solo te estaba dando gracias, pero sigo molesta.

--¿Qué tengo que hacer para que no lo estés?

--Puedes empezar con quitarte.

--¿Te das cuenta de que tú puedes quitarte también? Solo tienes que alejarte y listo, al parecer no has querido.

--No se me había ocurrido -aclaré mientras retrocedía un par de pasos.

--Perdóname Leah, dime qué tengo que hacer para que olvides eso.

--Por ahora, darme espacio y tiempo para pensar -dije antes de que pudiera arrepentirme.

Austin se quedó en silencio unos segundos.

--¿Eso es lo que quieres?

Asentí. Él asintió también, traté de descifrar la expresión de su rostro pero no pude. Se dio vuelta y se retiró lentamente.

No voy a darle a Austin un voto ciego de confianza después de que la colilla dijera para Becca. Eso en serio me dolió. Y también... cuando le dije que no quería algo pasajero él no negó que lo fuera.

Yo solo quiero evitar que mi corazón se rompa en mil pedazos. Austin me gusta, en serio me gusta. Pero si hay algo que sé del amor, es que nos ciega.

Y yo no pienso dejar que me ciegue esta vez.

.-.-.-.-.
.-.-.-.
.-.-.
.-.

Hoy finalmente es el día del baile de graduación. Llevo horas alistándome.

No había presupuesto para ir al salón de belleza así que mi hermana Lucía se encargó de mi peinado y maquillaje, debo admitir que no le quedó nada mal, de algo le ha servido pasársela toda su vida viendo tutoriales en YouTube.

Sentí vibrar mi celular y lo desbloqueé inmediatamente.

Amanda:

Leah, ya recogí el vestido, iré a dejártelo espero que te guste 🙌 /3:10p.m/

Oh cierto, el vestido.

Pensé que era algún mensaje de Austin... Sé que le pedí que me diera espacio pero no pensé que lo tomara tan literal al punto de ni si quiera contestar mi último mensaje. Supongo que es comprensible ya que se lo había enviado antes de la discusión.

Desde ayer no hablamos nada, ya lo extraño. ¿Y si realmente todo esto resultó ser solo algo pasajero?

Unos minutos después llegó Amanda con mi vestido. A mí parecer quedó aún más lindo que el original, le di las gracias y me lo fui a poner. Al terminar me observé en espejo. No me veo mal, al contrario, me siento muy linda.

...

--Te ves hermosa, Leah -dijo mi hermana mientras le daba el toque final a mi maquillaje- ve por ese tercer novio.

--Gracias -contesté riendo. En ese momento mi papá bajó, me vio y se puso sentimental. Me tomó unas diez mil fotos hasta que finalmente conseguí que nos fuéramos.

Tras conducir unos minutos llegamos al lugar del evento, y antes de bajarme del auto lo primero que oí fue una risa familiar, era la risa de Becca, estaba al frente de la entrada. Tenía un vestido rojo muy bonito, y ella también se veía muy bonita, igual que siempre.

Austin acaba de llegar... Y se ve tan guapo en su traje negro. Lástima que está a punto de ver a Becca y enamorarse de nuevo.

En cuanto Austin llegó a la entrada vi como corrieron a abrazarse y suspiré.

--Bueno, ¿te vas a quedar lamentándote toda la noche o vamos a salir a que disfrutes? -habló papá- pagué mucho por este baile como para que solo te quedes aquí espiando.

--¡No estoy espiando! -exclamé- simplemente los vi de casualidad.

Vaya ese es un largo abrazo.

Ya la noche empezó mal.

.-.-.-.-.-.-.-.-.
.-.-.-.-.

Este baile ha estado bastante aburrido.

Me la he pasado sentada todo el tiempo jugando con los cubiertos de la cena. No hay mucho que pueda hacer para divertirme, bailar no es lo mío, y menos reggaetón que es lo único que han puesto en toda la noche.

En este momento estoy viendo la pista de baile, quiero ver si encuentro a Austin con alguien más.

Con alguien más me refiero específicamente a Becca...

Estuvo enamorado de ella mucho tiempo y puede que eso no haya cambiado pero... Ella no le correspondió nunca, no hay razón para que lo haga ahora, ¿cierto?

Suspiré aliviada al ver que Austin permanecía sentado con sus amigos y no con amigas. No me ha dirigido la palabra en toda la noche, hubo un momento en el que nos topamos pero simplemente apartó la mirada y entonces yo hice lo mismo. Solo espero que me haya comprendido y no esté molesto conmigo.

Sé que le pedí tiempo y debo ser yo la que le hable primero, pero verlo hoy abrazando a Becca no fue nada agradable y menos después de todo el asunto de la colilla.

--Leah -me habló Karina, quien se encontraba a la par mía- ¿estás bien?

--Últimamente esa pregunta solo tiene una respuesta.

--¿Pasó algo con Austin?

--Sí...

--¿Qué te hizo ese idiota?

--Tuvimos una pequeña discusión.

--¿Ustedes dos terminaron?

--¿Cómo vamos a terminar? Si ni siquiera empezamos.

--¿No eran novios? -preguntó sorprendida.

--No -negué- solo salíamos, le dije que me diera espacio para pensar en un asunto, pero creo que el asunto se agravó y ya no lo buscaré más.

--No me digas que fue un asunto de celos -Karina me miró mal.

Pues...

--¿Cómo puedo evitar sentir celos hacia Becca? Lo primero que vi apenas llegué fue el recuentro de ellos y su gran abrazo, él se veía muy contento... -suspiré.

--Leah, por Dios, solo fue un abrazo -repuso- debes entender que eran buenos amigos y no se han visto en meses, ¿cómo esperabas que se saludaran? ¿Chocando los cinco?

Supongo que es un buen punto.

--A ver, Leah -continuó Karina- sabes muy bien que Becca se irá mañana y que ya Austin la superó, apostaría que es algo más lo que te impide ir y buscarlo.

--No lo sé -suspiré- supongo que también está el miedo, no quiero salir lastimada...

--Por culpa del miedo perdemos oportunidades -me cortó.

Wow, eso me llegó.

--¿Cuándo te volviste tan sabia? -pregunté sorprendida.

--Desde que terminé con Logan.

Asentí y nos quedamos en silencio nuevamente. De todas las que les tocó sentarse en esta mesa, Karina y yo somos las únicas que no se encuentran en la pista de baile.

Ambas estamos sentadas solas y aburridas. Y aunque no necesitamos pareja para ir a bailar o disfrutar de la supuesta mejor noche de nuestras vidas, tampoco ninguna de las dos está de humor.

De repente dejó de sonar la música, y unos segundos después comenzó a sonar la canción Secret love song. Karina y yo apenas la oímos nos levantamos emocionadas porque amamos esa canción.

https://youtu.be/wikmcZUqys0

Luego nos dimos cuenta de que todos la estaban bailando en parejas, por lo que nos volvimos a sentar, al menos yo. A Karina alguien la sacó a bailar antes de que pudiera tocar la silla.

Así que ahora estoy sola.

Sentí que alguien me tocaba el hombro, volteé a ver y sonreí mucho al ver a Austin extendiendo su mano.

Aún no puedo creer que mi crush de dos años se haya fijado en mí, ¿realmente vale la pena echar todo a perder por culpa de mis miedos y celos? Yo no lo creo.

Tomé su mano y caminamos hacia la pista, luego coloqué mi otra mano en su hombro y él en mi cintura. Nos miramos fijamente a los ojos mientras bailábamos, y me atrevo a decir que por primera vez en mi vida el contacto visual no me resultaba incómodo.

♪ Every second, every thought

I'm in so deep

But I'll never show it on my face

Él no decía una sola palabra y yo tampoco. Simplemente no queríamos arruinar el momento. No sé bailar y lo pisé unas cuantas veces, pero tampoco permitimos que eso lo arruinara.

Why can't you hold me in the street?

Why can't I kiss you on the dance floor?

I wish that it could be like that

Why can't we be like that?

Cause I'm yours

Podría quedarme así para siempre, ojalá este momento y canción nunca terminaran. Sé que en el momento en que lo haga y tengamos que hablar esto se volverá incómodo.

Cuando la canción acabó Austin no me soltó, ni yo tampoco a él. Soy yo la que debe romper el silencio, porque fui la que le pidió espacio, pero no soy capaz de decir nada, simplemente me quedé viéndolo.

--Si te soy honesto, he estado esperando toda la noche a que pusieran alguna canción lenta.

--¿De verdad? Yo he estado toda la noche esperando a que me hablaras -Austin abrió la boca para decir algo pero no lo dejé- y sí, ya sé que fui yo la que te pidió espacio en primer lugar, y bueno supongo que debería agradecerte por haber respetado eso.

--Lo siento -se disculpó- la cagué, en serio la cagué, pero...

--Ya Austin -lo interrumpí al tiempo que esbozaba una sonrisa- solo cállate.

--Lo haré, pero antes... necesito preguntar algo -dijo- Leah... ¿quieres ser mi novia?

Ni siquiera tuve que pensar la respuesta.

--Me encantaría -sonreí nuevamente.

Nuestros rostros se fueron acercando y esta vez no pensaba apartarme. Mis labios hormigueaban, y no me importaba que cualquiera pudiera vernos. Cerré los ojos y me dejé llevar...

--¡Austin! -reconocería esa voz donde fuera.

Nos separamos y Austin lo miró frustrado, Diego estaba a la par de nosotros.

--¡¿Qué quieres?! -exclamó.

--No, nada -respondió Diego riendo- era solo para romper el cuadro.

Austin lo miró frustrado y yo reí.

Diego me miró negando con la cabeza. --¿Austin, en serio?

--¿Lucía, en serio? -dije, él rodeó los ojos.

--Creo que estamos a mano.

--Me has interrumpido muchas veces -dijo Austin.

--Es mi deber.

--Diego, Austin se enteró de que me gustaba por tu culpa -le reclamé- estúpido.

--De nada -dijo Diego halagado, se despidió con la mano y se fue quién sabe a dónde.

--Bueno... ¿En qué estábamos? -Austin me tomó de la cintura nuevamente.

--¡Aquí estás tú maldito rompe corazo...! -comenzó a gritar mi amiga Mariela, luego se calló al verme con él- oh... ¿Ustedes...? ¿Se reconciliaron ya? Olvídenlo, eso es obvio es que pensé que era Becca y... bueno mejor me callo, sigan en lo suyo yo... nada.

Yo reí nuevamente, pero dejé de reír porque volvieron a cambiar la música por Reggaetón.

--Sentémonos -dije mientras me devolvía a mi mesa.

--Pero... -Austin suspiró- de acuerdo.



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Siii al fin pude escribir :3 espero que les haya gustado este largooo capítulo, voten porfavorrrr.

EL SIGUIENTE ES OFICIALMENTE EL ÚLTIMO. EL CAPÍTULO FINAL. DESPUÉS DE DOS AÑOS ESCRIBIENDO ESTA HISTORIA.

Dos años!! Si que escribo lento.

Esta historia la empecé el 13 de marzo del 2016, por lo tanto aunque estemos en el 2018, mis personajes todavía viven en el 2016 :/

Rayos no estoy lista para terminar :(

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