36-"Tu primer novio"


--Pues, fingir ser mi novi...

--¡No! –Lo interrumpí- no lo haré.

No sé si me está hablando en serio, pero en serio no haré eso, es lo más raro que me han pedido.

--¡Por favor! Solo por esta semana, por favor, por favor.

Parece desesperado.

--¿Por qué necesitas que finja ser tu novia? –pregunté confundidísima.

--Pues... ¿conoces a Sharon Camacho?

--Mmm estaba en la misma clase que yo el año pasado –dije- pero nunca llegamos a convivir mucho.

--Bueno digamos que ella me agrada bastante, pero me enteré por una de sus amigas que Sharon piensa que solo me fijo en las chicas populares y... ¿cómo decirlo? –hizo una pausa- perras.

--¿Y? –dije confundida- tiene razón.

--¡Quiero demostrarle que se equivoca!

--¡Pero no se equivoca! –Exclamé- no le estarías demostrando nada, solo le estarías mintiendo.

--¡Claro que sí se equivoca! Ella no es popular ni perra, y ella me gusta.

--Entonces ve y díselo –sugerí- no necesitas un complicado plan.

--La vida no es así de fácil, Leah.

--¿Por qué? ¿Acaso no le gustas? –Me burlé- ¿señorito "nadie me rechaza"?

--¡Claro que le gusto! –Afirmó- el problema es que ella está en negación y para sacarla de ahí necesito darle celos, pero no puede ser con cualquiera, necesito una chica sin las condiciones antes mencionadas para que no me odie y como dije antes, demostrarle que se equivoca respecto a mis gustos.

Me quedé un rato analizando su plan.

--Bueno tiene pinta de ser un proyecto muy bien elaborado y todo, pero me temo que no...

--Por favor Leah –me interrumpió- es para una buena causa, me lo debes por haberme usado ¡dijiste que lo harías!

--¡Porque dijiste que era un pequeño favor! Esperaba que me pidieras una tarea, no una relación falsa –Adrián me miró con cara de perrito suplicante, idiota, ¿en serio cree que eso va a funcionar?- ¡ay, está bien! Pero tengo mis condiciones.

--¡Sí, lo que sea! ¡Gracias! –exclamó emocionado.

--Para empezar, solo tienes esta semana –repuse.

--No necesitaré más tiempo, lo prometo.

--Segundo, no le voy a mentir a nadie diciendo que soy tu novia –aclaré- si alguien me pregunta no lo negaré pero tampoco lo aceptaré.

--Agh, bueno supongo que con mis mentiras bastará.

--Tercero, no puedes ponerte demasiado cariñoso y por si no es obvio, no besos.

--Créeme que no me pasaré de cariñoso, pero si tendrás que darme la mano como mínimo.

--Y por último, pero no menos importante –dije- más te vale que este maldito plan funcione y yo no haga esto para nada.

--Lo hará, Sharon admitirá sus sentimientos hacia mí y luego de eso prometo que le contaré que nuestra relación era falsa.

Asentí. La verdad parte de aceptar todo esto es que me alegra un poco que a Adrián le guste Sharon. Ella es linda, pero no es popular, lo que hace que muchos la vean solo como una chica responsable, aburrida y poco interesante. Realmente no la conozco bien, pero sé que es mucho más que eso; no tengo pruebas, pero tampoco dudas.

--¿Estás seguro de que esta es la única forma de que ella admita sus sentimientos? –Pregunté, él asintió- ¿no has probado coquetear con ella o algo así? –eso debería funcionarle considerando que es el más guapo de todo el colegio.

--Ella odia que lo haga, cree que solo juego y no digo nada en serio...

--¡Leah! –La voz de Mariela interrumpió a Adrián- ¿qué rayos? Ya me preocupaba que estuvieras tardando tanto en el baño.

--Lo siento –dije apenada porque acaba de encontrarme con Adrián, a quien le prometí que no invitaría hoy- voy a volver ahora mismo -comenzamos a dirigirnos a la mesa

--Iré a saludar –Adrián nos siguió a pesar de mis protestas.

--No puedo creer que en serio trajeras a Adrián de nuevo -dijo Charlie.

--De hecho yo no...

--¿Ya se enteraron? –Interrumpió Adrián mientras levantaba mi mano- somos novios.

Me quedé en silencio sorprendida y noté como mis mejillas comenzaron a quemarme, mi primer instinto habría sido aclararle a todos que eso no es cierto, pero acabo de prometer que no lo negaría.

--Nos vemos luego -le dije soltando lentamente su mano mientras volvía a mi silla, él hizo un gesto de despedida y se fue. Yo tomé de mi vaso de agua tranquilamente hasta que noté que tenía la mirada de mis tres acompañantes sobre mí-. ¿Qué? –dije y volví a tomar agua aguantando la risa.

--¿En serio son...? –comenzó Mariela.

--Larga historia –la corté-  no hay necesidad de hablar de eso ahora.

.-.-.

Luego de irnos de la crepería fui a casa de Mariela dónde luego llegó Karina, Mariela no esperó para preguntarme por lo de Adrián y yo le aclaré que era falso, contarle a mis amigas no afectará en nada, ellas no le dirán a Sharon.

--¿Y ustedes qué cuentan? –pregunté para cambiar el tema.

--Que estoy aburrida –contestó Mariela, Karina sin embargo, se quedó observándome como si me estuviera analizando.

--Oye Leah, creo que no te vendría mal un pequeño cambio de look –comentó Karina- talvez otro corte...

--¡Es cierto! Vayamos al salón –apoyó Mariela.

--¿Qué? ¡No! –Negué- miren, sé que no soy bonita, pero...

--¿Sabes? –Me interrumpió Mariela- Austin difiere, dijo que no eres fea.

--¿QUÉ? ¿EN SERIO? ¿CUANDO? ¿CÓMO? –pregunté/grité- ¿EN SERIO? –repetí.

--Sí –aseguró Mariela- hablamos durante el rato que te fuiste, Charlie sugirió el juego de calificar a todas las que estaban en la crepería...

--¿Qué clase de tonto haría eso con su novia presente? –Dije llevándome una mano a la frente- ah claro, ¡Charlie!

--Bueno, yo también califiqué a los hombres presentes –le defendió Mariela y Karina rio.

--¿Y qué dijeron? Sigue contando –pidió Karina.

--Bueno cuando llegó el turno de Leah –Mariela me miró- Charlie dijo... nada que Leah quiera saber... Pero Austin te defendió y dijo que no le parecías fea.

--Pero entonces tampoco dijo que soy bonita -observé- ¿y qué rayos dijo Charlie de mí...? -me callé- ¿sabes qué? Olvídalo, no me importa lo que él piense.

--Cierto –asintió Karina- él que importa es el otro.

--¿Qué? ¡No! ¡Ninguno de los dos!

Karina suspiró –Sí, bueno, como digas, ahora vayamos al salón de belleza.

--¡Sí!

--¡No! –Negué nuevamente- me gusta como soy, y espero que ustedes respeten eso.

.-.

Media hora más tarde me encontraba en el salón de belleza con mis irrespetuosas amigas.

Al final lograron convencerme de ir.

--Ustedes pagaran todo esto –les recordé.

--Por supuesto que lo haremos –dijo Mariela.

.-.

En el salón cambiaron mi carrera al centro por una más al lado, me cortaron un poco el cabello, me hicieron una pequeña pava de lado y tiñeron mis puntas de un ligero tono más claro.

--¿Estás seguras de que no me dirán nada en el colegio por tener las puntas teñidas? –pregunté mientras nos dirigíamos a la salida.

--Estamos a menos de dos meses de graduarnos, seguro que no te expulsarán –dijo Karina- además casi ni se nota.

Asentí y nos dirigimos a la salida. Me miré una vez más en el espejo antes de salir, en realidad me gustó bastante como me quedó el cabello, pero tampoco es un cambio radical, fue algo sutil y mi cara sigue siendo la misma.

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

Al día siguiente estaba en el pasillo del colegio junto a mi casillero donde Adrián me pidió que lo esperara al empezar el primer recreo.

--Hola, novia –saludó al llegar.

--Hola, conocido –saludé devuelta.

--¿Lista para empezar? –Preguntó- Sharon está con sus amigas en aquella banca –Adrián la señaló discretamente con la mirada.

--¿Qué hacemos? –Pregunté- ¿pasar descaradamente frente a ella?

--Exacto –asintió- ahora dame la mano.

--Ay no quiero –me quejé, pero Adrián la tomó de todos modos y comenzamos a caminar juntos por el pasillo- tu mano está sudada –comenté asqueada.

--Eres tan delicada –Adrián puso los ojos en blanco- oye hay algo diferente en ti –observó- pero ni idea de qué es, ¿te planchaste el pelo?

--Algo así –contesté.

--No me digas que lo hiciste por mí –dijo poniendo su mano en su pecho, yo bufé- ok, cuando pasemos frente a Sharon yo no podré mirarla, pero tú sí, así que debes contarme con todos los detalles su reacción.

--Entiendo –dije, luego observé lo más disimulado posible a Sharon en el momento que pasamos a la par de ella, riendo falsamente como parejita feliz.

--¿Y? ¿Qué tal? –preguntó Adrián cuándo ya nos habíamos alejado.

--Se veía sorprendida, indignada, y podría asegurar que celosa –conté.

--¿Segura? –Preguntó emocionado, yo asentí- ¡Te adoro, Leah! ¡Podría besarte ahora mismo!

--No lo hagas –retrocedí rápidamente.

--No iba a hacerlo, qué asco.

--¡Qué asco tú! –exclamé ofendida- y te sugiero que te pongas algo en los labios ¡los tienes re-secos!

Adrián rio sorprendido. --¿Por qué los miras?

--No es mi culpa que se note a kilómetros –me defendí.

Adrián rodeó los ojos, pero procedió a sacar un chapstick de su bolsillo.

--Como sea, nos vemos luego novia, si me disculpas iré a correr un poco el rumor –susurró y se fue.

Solo espero que no los corra demasiado, Sharon es la única que tiene que pensar que somos novios, no necesito que todos los de mi grado lo crean también.

Pero por ahora tengo algo más importante que atender.

Me puse a mirar las bancas del patio buscando donde estaba sentado Austin hasta que finalmente lo vi, ahora solo necesito acercarme y preguntarle si puede explicarme química mañana. La Leah de antier lo hubiera hecho sin problemas, pero la Leah de hoy se siente avergonzada por lo de ayer.

Respiré hondo, me acerqué a donde estaba, y me quedé ahí de pie unos segundos esperando a que terminara de hablar.

--Austin –lo llamé, él se volteó- hola –dije, procurando sonar con mucha confianza.

--Hola –dijo- lindo corte.

--Gracias –dije sonriendo, me sorprende que lo haya notado, Adrián también lo notó, pero no identificó qué era- y este... me preguntaba si me podías dar tutorías mañana. Sé que aún falta para que sea el examen pero, ya sabes, quiero prepararme desde antes en caso de que haya alguna posibilidad de aprobar.

--Entiendo –dijo- pero no puedo mañana, ¿te sirve hoy?

--¿Hoy? –pregunté sorprendida- ah... de acuerdo hoy está bien, gracias –dije y me retiré.

Volví a mirar todas las bancas para buscar a Diego, al encontrarlo me dirigí hasta él, nuevamente esperé a que dejara de hablar con sus amigos y apenas lo hizo le toqué el hombro por detrás.

--Hola Leah –saludó al darse vuelta.

¿No notas mi corte? ¿No? Ok...

--Hola Diego –respondí- oye, ¿podrías llevarme hoy? Por favor.

--Claro, no hay problema, ¿pero no era que te gustaba caminar?

--Sí... pero mmm es que presiento que va a llover –inventé rápidamente.

--Ajá –Diego suspiró- ahora di la verdad.

--Agh bueno, hoy tengo que irme con Austin y no quiero caminar sola con él todo el rato, sería incómodo.

--¿Por qué no me sorprende? –Diego rodeó los ojos- está bien, yo los llevo.

--Gracias.

--Solo espero que no te incomode que también lleve a tu hermana.

--Ah... no, no, para nada –dije y me fui.

.-.-.-.

Unas horas después los cuatro estábamos callados e incómodos en el auto de Diego.

--¿Leah? –Mi hermana rompió el silencio- escuché que estás saliendo con Adrián Zavala, ¿eso no es cierto, o sí?

--¡Es cierto! –Exclamó Diego- los vi de la mano hoy.

Yo permanecí en silencio conteniendo la risa, me parece tan gracioso que en serio se lo crean.

--¡Mira su cara! –Exclamó Lucía- intenta retener una gran sonrisa, ¡aww Leah está muy feliz por estar con Adrián!

Eso sí me hizo reír.

--También debe estar emocionada –agregó Diego- es su primer novio.

Mi expresión cambió a una seria.

--¿Primer novio? –preguntó Austin quien no había hablado hasta el momento.

--¡No es mi primer novio! –exclamé.

Y no estoy mintiendo, porque para ser mi primer novio tendría que ser realmente mi novio, y no lo es.

--¡Ay por favor, claro que es tu primer novio! –dijo Lucía- nunca has tenido otro antes.

Gracias hermanita, en verdad gracias.

Ahora que lo pienso, ¿qué tanto habrá esparcido los rumores Adrián como para que mi hasta mi hermana que es un año menor lo sepa?

.-.-.-.-.-.-.-.-.

Al llegar a mi casa de una vez comencé a preguntar, y ahora Austin lleva al menos hora y media explicándome, tenía muchas dudas de la materia que por suerte ya fueron aclaradas. Siento que entiendo todo y que realmente no es tan difícil, y eso me alegra demasiado; pero luego recuerdo mis escasas probabilidades de aprobar química... y esa alegría se va por el retrete.

Y otra vez la tristeza viene a mí.

--Leah... -y al parecer se nota- sé qué te parece imposible sacar más de 92, pero te apuesto a que vas a lograrlo –afirmó Austin- noté que has estado repasando y no digo que antes no te esforzaras, pero sin duda ahora estás haciendo el doble y eso te ayudará bastante.

--Supongo que cierto -suspiré- talvez no me esforcé lo suficiente para los otros exámenes, pero ahora mi situación me motiva a practicar química todos los días –dije- ¿a quién le importan las demás materias?

Austin rio –A ti, si es que quieres graduarte.

--Quiero, pero para las otras materias no necesito matarme tanto.

--Estoy de acuerdo –nos quedamos en silencio unos segundos hasta que Austin volvió a hablar- ¿ya sabes que vas a estudiar el próximo año? –preguntó.

Pues... a pesar de que debería decidir completamente en los próximos dos meses...

--La verdad es que no tengo ni idea –dije- pero apuesto a que tú ya tienes todo tu futuro planeado, ¿qué vas a estudiar? –pregunté.

--En realidad tampoco tengo idea.

--¿Qué? ¿Cómo que no tienes idea? ¿No piensas estudiar para ser profesor de química?

--¿Y tener que estar todos los días en un salón lleno de adolecentes? No gracias.

--Puedes ser profesor de universidad y estar con adultos en vez de adolescentes.

--Eso sería peor.

--Bueno entonces no seas profesor.

--No lo seré -dijo, luego comenzó a recoger sus cosas ¡¿ya se va?!- bueno, supongo que ya terminamos por hoy –dijo mientras se levantaba y se colocaba su mochila.

--¡Espera! -hablé sin pensar.

--¿Tienes más dudas? –preguntó.

--No, pero no deberías irte todavía...

--¿Y por qué no? –preguntó levantando una ceja.

--E-es que... mmm creo que va a llover –inventé rápidamente.

Genial, ya me activé el modo tímida.

Austin rio. —Sabes que me voy en taxi, y mejor no digas mentiras, te ponen nerviosa.

--D-de acuerdo –respiré hondo- escucha, he estado pensando...

--Qué milagro –dijo.

No pude evitar reír ante su grosero comentario, y por suerte reír ayudó a calmar mis nervios.

--Bueno y... ¿qué has estado pensando?

Respiré hondo nuevamente antes de hablar.

--Sabes me di cuenta de que... Nunca hablamos de nosotros –Austin me miró raro- ¡no me refiero a que haya un nosotros! –aclaré rápidamente, ya siento los nervios volver y mi corazón latir con rapidez nuevamente- me refiero a que nunca hablamos de nuestras vidas, o sea, sé que no somos amigos ni nada como para hablar de cosas privadas y que en realidad no tenemos ninguna razón para hacerlo y menos porque solo nos vemos para que me expliques química pero...

--¿Pero qué...? -me incitó a continuar.

--El punto es que...-suspiré- bueno creo que no tengo ningún buen punto, olvida todo lo que dije.

Odio cuando me vuelvo el doble de estúpida de lo que ya soy.

Austin se sentó nuevamente --¿Lo que tratas de decir es que quieres que nos conozcamos más?

--¡No! –Contesté automáticamente- bueno sí, si quieres, me da igual –bufé, gran error soné como un caballo.

Es increíble la cantidad de veces que he hecho el ridículo y dicho estupideces frente a Austin. No entiendo cómo es que él no cree que soy una loca bipolar.

Bueno a lo mejor sí lo cree. Y ya no debería importarme lo que él piense, considerando que en dos meses no lo volveré a ver nunca en mi vida, lo cuál debería ser un alivio pero... no lo siento así.

--Ah... de acuerdo –dijo- ¿de qué quieres hablar?

--No lo sé –soy una estúpida- bueno... en realidad tengo una duda sobre tú padre, ¿soy la única que sabe que es el profesor Lewis? –pregunté con curiosidad.

Austin chasqueó la lengua. –No, tres amigos más lo saben, entre ellos Diego –dijo- aunque tú eres la única chica que lo sabe, bueno Becca también pero... -Austin se calló- en fin eres la única chica del colegio que lo sabe.

--¿Y por qué soy la única chica que lo sabe? –Pregunté confundida- tienes bastantes amigas que deben ser de mucho más confianza.

--Pero sé que la mayoría le contaría a sus otras amigas, y prefiero evitar eso –explicó- pero confié en que tú no lo harías, y espero que no lo hayas hecho.

--Claro que no –la duda ofende- te prometí que no le contaría a nadie.

--Y te creo –afirmó- hablemos de ti, ¿cómo van las cosas con Adrián? –preguntó- ¿tuvo progresos con Sharon?

¿Qué?

--¡¿Cómo lo sabes?! -pregunté.

--Es mi amigo, él nos contó de su plan.

--Oh –dije sorprendida- no sabía que les había contado a otros de su plan –aunque es lógico ahora que lo pienso- pero si tú ya lo sabías... ¿por qué no le dijiste a Lucía y Diego que todo era falso cuando se pusieron a hablar de eso?

--No era asunto mío –se encogió de hombros- por alguna razón querías dejar que lo creyeran.

--Porque se supone que no puedo decirle a nadie... -y en eso escuché a la recién mencionada Lucía gritar desde el piso de arriba.

--¡NO PUEDEN CASARSE! –esta vez gritó con palabras.

Y ahora entiendo a qué se debió su primer grito. Papá me contó hoy en la mañana que él y la madre de Diego oficialmente se van a casar.


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Pues holi :3 el capítulo pasado tuvo el voto que pedí espero que esté también lo tenga y con el tiempo hayan más :)

Nunca escribo capítulos tan largo, si se sintió pesado me avisan :)

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