35-"Un pequeño favor"

Mi fin de semana estuvo más pacífico que los días anteriores gracias a que ya había hecho las pases con Diego y mi hermana, sin embargo,  puede que todavía me durmiera llorando porque me quedé sin amigas y me fue mal en química.

--¡Una empanada! -grité. Ya es lunes y estoy haciendo fila en la soda del colegio, esperando que me oigan en medio de la mulititud.

De repente observé cómo se llevaban la última empanada, genial todo este rato gritando para nada. Salí de la fila y me topé de frente con Austin, quien sostenía en su mano la última empanada.

--¿Por qué tienes cara de que me quieres matar? -preguntó al verme.

--Te llevaste la última...

--Ah -Austin partió la empanada a la mitad y me la dio junto con la servilleta- aquí tienes, lindos lentes nuevos por cierto.

--¡Gracias! -exclamé, muy sorprendida. Austin está muy amable últimamente, sé que se siente culpable por cómo me fue en química, pero él no tiene la culpa, fue muy buen tutor, la culpa es mía y de mi estupidez sobrehumana.

Él asintió y se fue. Alguien me tocó el hombro por detrás, me di vuelta y me encontré con la traidora #2, también conocida como Karina.

--¿Sí? –dije de mala gana.

--Sigo pensando que estás exagerando -habló Karina, tremendo comienzo- pero bueno, supongo que estuvo mal no decirte que Lucía y Diego eran novios.

--¿Puedo saber por qué prometieron no contarme? –pregunté.

--Lucía dijo que ella te lo diría, y además no queríamos decirte hasta estar seguras de que... ya sabes, no tuvieras sentimientos por Dieg...

--¡No los tenía! -la interrumpí- ¡es mi mejor amigo, y probablemente mi futuro hermanastro! ¡Y si los hubiese tenido con más razón debieron haberme contado!

--Bueno, lo siento.

--¿De verdad? –dije sin gracia- no me habías hablado hasta ahora, me enojé contigo y fue como si no te importara en absoluto.

--¡No fue que no me importara! –Exclamó Karina- ¡todo es culpa de mi futuro ex novio!

--¿Futuro ex novio? –Pregunté sorprendida- ¿tú y Logan quieren terminar?

Karina se encogió de hombros.

--Hemos estado discutiendo mucho todos estos días –explicó- ya él me tiene harta y sé que yo también lo tengo harto.

--Pero... Ustedes eran tan perfectos juntos.

--Todos parecen perfectos al inicio, Leah, no te dejes engañar –aconsejó- hoy es nuestro primer aniversario, por eso vamos a esperar hasta mañana para romper, así nuestra relación habrá durado un año.

--¿Y estás bien con eso? –Pregunté- ¿estás segura de quieres que se termine?

--Preferiría que él cambiara y podamos seguir estando juntos, pero sé que no lo hará –murmuró con tristeza- así que lamento si no he estado detrás de ti rogando que me perdonaras, tenía mis propios problemas.

--Bueno, te entiendo –dije- es decir, no te entiendo, nunca he estado en esa situación pero a lo que me refiero es que, está bien.

--¿Entonces ya podemos ser amigas de nuevo?

--Supongo que sí.

--¡Genial! –exclamó- ahora si me disculpas, iré a romper con Logan.

--¿No iban a esperar hasta mañana? –pregunté confundida.

--Sí... pero ahora que lo pienso no me voy a arriesgar a que él me bote primero –dijo y se fue corriendo, yo reí por lo bajo.

Ok, supongo que la excusa de Karina para no haberse disculpado es medio válida, ¿pero qué hay de Mariela?

¡Ella no se salva de esta!

--Leah –agh, al parecer la he convocado- te extraño, no me ignores, ¡lo siento mucho! En serio, ¿qué tengo que hacer para tener a mi amiga de vuelta?

Era disculparse, pero acaba de hacerlo.

Sólo promete no volver a prometer no contarme cosas.

--Ah... ¿lo prometo? –Dijo confundida- sí sí lo prometo,  perdón nuevamente y me gustan tus nuevos lentes por cierto.

--Perdonada –dije- y gracias, los compré ayer.

Luego al sonar el timbre caminamos juntas a clases. Al llegar Austin se dirigió a Mariela y le susurró algo.

--No iré si no le dices a alguien más –le escuché decir mientras me retiraba lentamente.

--¿Qué tal a Leah? –sugirió Mariela mientras me jalaba del brazo de regreso.

--Ah... está bien –Austin se encogió de hombros.

--¿Está bien qué? –pregunté confundida.

--Acaban de abrir una nueva crepería y yo había quedado en ir hoy con Austin, pero Charlie se puso celoso y entonces le dije que fuera él también –explicó Mariela- pero ahora Austin no quiere...

--No quiero ser el mal tercio –terminó él.

--Bueno –reí- suerte.

--Leah, la idea es que tú también vayas –dijo mi amiga.

--¿Yo? ¿Otra vez salir contigo y Charlie? Mmm no, no gracias.

Acabo de percatarme de algo, y wow, hace unos meses la posibilidad de salir con Austin así me habría emocionado a más no poder, pero ahora, justo acabo de rechazar la oferta como si nada.

--Pero él me dijo que ya se llevaban mejor...

--Y es cierto pero, poco a poco –dije.

--¿Te incomoda que vaya Austin acaso? –preguntó cruzándose de brazos.

--N-no –sé que no soné muy convincente, y en estos momentos quiero matar a Mariela por preguntarme eso en frente de él. Maldita sea, ¿no tiene sentido común?

--Leah –dijo Austin- ve, por favor.

--Ah... De acuerdo -suspiré, no se me antojaba convivir con Charlie pero me vi obligada a acceder por culpa del comentario idiota de mi amiga.

--¡Vaya, no fue nada difícil convencerte! –Exclamó Mariela y yo la miré mal- por cierto, te agradecería que no llevaras a Adrián esta vez.

--No prometo nada –dije en broma.

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

Mariela y yo llegamos juntas a la crepería, Austin dijo que llegaba en cinco minutos y Charlie dijo que ya estaba llegando, pero yo apostaría a que ni si quiera viene de camino.

Mariela puso su celular en la mesa, lo miré y se prendió su pantalla.

Austin: ¿me podrías pasar los apuntes de la lección que no estuve? /4:15pm/

--Oh, tú si puedes ver su foto, a ti si te tiene agregada –murmuré con amargura.

--¿Tú tomaste apuntes? –preguntó Mariela.

--Pues sí –saqué un cuaderno de mi bulto y Mariela le tomó foto a los apuntes.

Mariela: esos son de Leah /4:16pm/

Austin: Gracias Leah 😄😄 ily💙 /4:16pm/

¿Ily? ¿Y eso qué rayos significa?

I-L-Y ¿Imposible Loco Yo? No es un orden coherente pero si se lee de derecha a izquierda quedaría: Yo Loco Imposible.

Lo cual tampoco tiene mucho sentido, tiene que ser una frase común...

Basta de pensar, ¡le preguntaré a Mariela!

--¿Qué significa "ily"?

--I love you.

¡Ahh, entonces eso era! Lo hubiera deducido antes si hubiese sabido que eran siglas en inglés.

Esa frase sí tiene sentido. No esperen, no tiene sentido, I love you significa te amo. ¿O sea que me ama? ¿O solo es algo que la gente pone para agradecer y agregar a los mensajes? Supongo que la segunda opción es la más realista.

--¿Y qué significa que Austin me haya escrito eso? –pregunté, Mariela rodeó los ojos.

--Seguramente significa que está enamorado de ti –repuso con sarcasmo.

--Ah por supuesto, como nos conocemos tanto.

--El año pasado se conocían aún menos y tú estabas loca por él –me recordó riendo.

--¡Eso fue el año pasado, ya maduré! Antes me dejaba llevar por lo que mi corazón quería, pero ahora hago lo que mi cerebro me dice. Después de todo el corazón no es el que piensa, el cerebro sí.

--Como digas, al menos ahora son amigos.

--No somos amigos –dije- solo me da tutorías de química.

--O sea que se reunían como dos veces a la semana, deben haber convivido bastante.

--En realidad no –admití- yo pregunto, él me explica y eso es todo, no hablamos de nada que no sea química, es obvio son tutorías. Además en total solo nos hemos reunido tres veces.

--¿Nunca han dicho nada de sus vidas? –preguntó extrañada- ¿ni cambiado de tema por un solo segundo?

Me acordé de la vez que me contó que su padre era el profesor Lewis y yo le hablé de mi madre.

--Talvez, pero nada que durara más de un minuto –dije- pero, ¿sabes algo? Ahora le hablo con confianza, ya no me pongo tímida cuando estoy con él ni nada parecido a la Leah de hace un año...

--O de hace unos meses, diría yo.

--Shhh –la callé- ¿no te das cuenta de lo mucho que he progresado?

--Si quieres llamar eso progreso, pues bien por ti.

En eso Austin entró por la puerta seguido de Charlie unos segundos después, ellos saludaron y se sentaron al otro lado de la mesa.

.-.-.

--No puede ser –dije indignada al ver los precios- ¿estas crepas están hechas de oro o qué?

--¿Cuánto pensaste que costaban? –preguntó Mariela.

--Mucho menos que esto, creo que solo me va a alcanzar para un vaso de agua gratis.

--Talvez podemos hacer banca entre todos –sugirió Charlie.

--No se preocupen –dije- igual creo que es mejor no comer ese plato de diabetes y calorías.

--En realidad no contienen tantas...-comenzó a decir Mariela, pero la interrumpí con mi mirada de "no me interesa, no quiero"

.-.

Unos minutos después nos trajeron las crepas, todos pidieron excepto yo, así que mientras todos comían yo solo me dediqué a tomar agua. En la radio empezó a sonar la canción here comes the sun de The Beatles, lo cual me alegró, y más porque ya estaba harta de que solo pusieran reggaeton.

--Amo esa canción –comentó Mariela, luego de repente se quedó observando a una pareja de adultos- ¿qué hacen mis papás aquí? Ya vuelvo, iré a saludar.

--Supongo que también debería ir a saludar a mis suegros –Charlie se fue detrás de Mariela.

Gracias por dejarme sola, par de ratas.

Miré de reojo a Austin, lleva una camisa lisa negra, el color le queda muy bien... Demasiado bien en realidad... No me di cuenta de que estaba admirándolo tan poco disimuladamente hasta que él volteó a ver.

No puedo solo quitar la mirada, ¡tengo que decirle algo para que no parezca que solo me quedé observándolo!

Necesito hablar ahora. ¡Rápido! ¡Vamos Leah, piensa! ¡Algo inteligente! ¡Ya!

--¿C-c-cuál es tu apellido? –pregunté. Lo cual me tomó menos de dos segundos darme cuenta de que fue lo más estúpido que pude preguntar. Especialmente porque es hijo del profesor Lewis, lo cual hace bastante obvio su apellido.

Y además me sé su apellido desde hace casi dos años.

Austin rio, rayos su risa es tan linda.

--¿Estás bien? –Preguntó sonriendo- te ves nerviosa.

--Sí... ¿recuerdas que te dije que soy una persona nerviosa? –pregunté, sentí arder mis mejillas por lo que puse mis manos en ellas en un intento de taparlas- bueno, esto es lo que hacen las personas nerviosas, ponerse nerviosas.

--Lo que eres es tímida –dijo Austin- pero no entiendo por qué que te pasa solo por ratos.

--¿A-a qué te refieres? -pregunté, el corazón me está latiendo muy rápido, creo que me cayó mal el vaso de agua.

--A que a veces me hablas con timidez y otras veces lo contrario –dijo- es como si no te decidieras entre tenerme confianza o no.

--Bueno, no lo sé, supongo que me pongo tímida por ratos y luego no –rayos, ¿dónde quedó mi progreso con Austin?- creo que solo me pasa cuando estamos solos.

No debí decir eso último, va a parecer que me gusta.

--En las tutorías siempre estamos solos y no te pones nerviosa.

--Bueno, no sé qué decir, como ya sabes, soy muy rara.

--Bueno, todos somos raros en alguna manera.

--Supongo que tienes razón –dije.

No puedo seguir mirándolo, ¡se ve demasiado bien! Definitivamente el filtro de luz del lugar le favorece...

--No deberías ponerte tan nerviosa... Me gusta cuando hablas con confianza.

--Volvimos –Mariela y Charlie a parecieron y se sentaron a la mesa nuevamente- ¿nos extrañaron?

--Estoy seguro de que Leah sí –Austin rio.

--Cállate -le dije.

--¡Ves, ya me hablas con confianza de nuevo!

Mariela y Charlie nos miraron confundidos.

--Tengo que ir al baño –dije como excusa para levantarme.

Cuando ya estaba cerca de llegar al baño alguien se interpuso en mi camino, levanté la mirada y... ¿Qué?

--¿Adrián? –Dije sorprendida- ¿qué rayos haces aquí?

--¿En una crepería? O no lo sé, seguro vine a cortarme el pelo –contestó sarcásticamente.

Rodeé los ojos ante su comentario.
    
--¡Qué es esto! –Exclamé- nunca suelo toparme a nadie y justo cuando estoy con Mariela y Charlie casualmente me encuentro contigo.

--Vaya –Adrián los vio- bueno supongo que sería divertido ir y decirles que me invitaste de nuevo.

--Ja-ja, no –dije sin gracia- bueno adiós Adrián...

--¡Espera! –Exclamó- ya que te veo hay algo que necesito... este... ¿crees que podrías hacerme un pequeño favor sin preguntar por qué?

--No lo creo –dije y retomé mi camino hacia al baño.

--¡Me la debes por haberme usado como un objeto!

--Ay, está bien –suspiré y me devolví- ¿qué quieres que haga?

Adrián se quedó en silencio unos segundos, algo me dice que no será un pequeño favor.

--¿Fingirías ser mi novia? –preguntó.

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Hola...

El último capítulo tiene cero votos, y no los culpo, las actualizaciones han estado lentísimas, pero créanme que hago mi esfuerzo por seguir la historia, es poquito lo que falta.

Y con solo una persona que me siga leyendo yo puedo hacer todo lo posible por terminar la historia.

Pero si este capítulo tampoco lo ve nadie supongo que no le voy a encontrar sentido a seguirla :(

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