25-"Algo que sé hace tiempo"
--Hola chicas -saludé mientras me sentada a la mesa en la que estaban mis amigas- hace tiempo no almorzaba con ustedes -comenté.
--¿Qué haces aquí? -Karina escupió su refresco para que se viera dramático, yo la miré asqueada- ¡deberías estar con Alexis!
--Pero... él sabe que Mariela y yo nos reconciliamos ayer, ya no tengo excusa para seguir almorzando con él -admití con tristeza.
--Di que te peleaste conmigo -sugirió Lauren.
--No voy a mentirle.
--¡Él te mintió con lo de su amigo! -me recordó Karina- tienes que ir con Alexis, ahora -Karina se levantó y me arrastró unos metros de vuelta a la soda, la verdad no puse ninguna resistencia... Hasta que lo encontramos.
--No puedo -dije mientras me daba vuelta, mi amiga me detuvo.
--Sí puedes, solo dile que te acompañe y ya.
Negué con la cabeza.
--Leah -escuché su voz a mis espaldas.
--Alexis -me volteé.
--Genial, ahora que ambos dijeron sus nombres vayan y busquen un lugar para almorzar ustedes dos, SOLOS -recalcó Karina- hasta luego -murmuró mientras se iba.
Miré a Alexis avergonzada. --Ella mmm, ignórala... está muy loca.
--Pero deberíamos hacer lo que dice -repuso.
Mi cabeza hizo corto circuito.
--Ah... -¡reacciona tonta!- claro, sí, ¿por qué no? -me esforcé por contener mi sonrisa.
Alexis abrió la boca para decir algo pero justo en ese momento fue interrumpido.
--¡Aquí estás! -exclamó una chica al verlo, caminó hasta donde él estaba y lo rodeó con los brazos- ¡muchas gracias! En serio, te adoro.
¿Quién es ella? ¿Por qué lo adora? ¿Es su novia? ¡¿Tiene novia?! No puede ser que tenga novia, no puedo tener tan mala suerte.
--No fue nada -dijo Alexis- ah Leah, ella es mi... -no digas novia, no digas novia, no digas novia-. Amiga.
Suspiré aliviada, pero no estaba tan aliviada.
--Me llamo Natalie.
Qué fino.
--Leah -me presenté.
--Lo sé -dijo Natalie- Alexis habla mucho de ti.
--¿En serio? -pregunté sorprendida y apuesto a que también sonrojada, miré de reojo a Alexis quien parecía confundido.
--Nah -respondió Natalie, luego se volvió hacia Alexis- nunca me habías hablado de ella ¿qué te pasa? -lo golpeó ligeramente en el hombro- solías contarme todo -lo miró con cara de perrito triste y se retiró.
¿Cuál era el propósito de decir todo eso? ¿Molestarme? Sí es así, pues qué odiosa. Seguramente le gusta Alexis, agh, justo lo que me faltaba.
--Ignorala, es igual de loca que tu amiga -susurró Alexis y yo asentí.
.-.-.
Nos sentamos a almorzar en el mismo lugar de ayer
--¿Y... por qué Natalie te adora? -pregunté tratando de sonar lo más normal posible- solo por curiosidad.
Alexis se quedó en silencio un par de segundos.
--¿Qué hora es? -preguntó.
Oh no, ese es mi truco.
--No evadas la pregunta -le reprendí. Esperen, ¿no me oigo celosa, cierto?
--Porque le presté mis apuntes de ayer las clases que ella faltó -explicó.
--Ah.
Rayos, ahora que sé que me gusta estar con él se ha vuelto 1000 veces más incómodo.
--Leah... ¿por qué actúas tan extraño hoy?
--¿Extraño cómo?
--No lo sé, diría que diferente.
Porque me gustas.
--Este... creo que es tu imaginación -dije mirando el suelo- yo soy la misma de siempre.
Y por suerte unos minutos más tarde dejé de sentirme tan incómoda y todo volvió a la normalidad, lo cual fue grandioso.
.-.-.-.
Al finalizar las clases me dirigí a la biblioteca.
--¿Lista para irnos? -preguntó Diego.
--Tengo que esperar Austin -dije- mi nuevo tutor.
--Cierto -chasqueó la lengua- diablos, Austin siempre tarda mucho en salir.
--No te preocupes, nada más hay que hablar mal de él y verás como aparece, así es siempre.
Un par de minutos más tarde Diego probó gritando que lo odiaba, y dio resultado.
--¿Me odias? -le preguntó Austin mientras caminaba hasta nosotros.
--No, solo te estaba invocando -le explicó Diego.
Luego, como ya era de costumbre, ellos dos comenzaron a platicar y yo me quedé caminando más atrás escuchando música. Unos quince minutos después los audífonos comenzaron a incomodarme, por lo cual decidí quitármelos y tratar de ser sociable por una vez en mi vida.
Pero primero tengo que ver de qué están hablando.
--...Becca también tiene el abdomen marcado -decía Austin- six pack.
Puse los ojos en blanco. ¿Becca es el centro del mundo acaso?
--No preguntaré cómo lo sabes -murmuré.
Mierda, no debí hablar en voz alta, espero que no me haya oído. ¡¿En qué estaba pensando al decir eso?! Parece que insinuo algo y realmente hasta yo sabía de su six pack gracias a instagram.
--¿Qué? -dijo Austin confundido.
--Yo... nada -espero que no haya oído.
--Ni si quiera yo tengo six pack -comentó Diego sorprendido.
--Bueno, Leah -me habló Austin- para empezar Becca es porrista.
--Ok -fue lo único que se me ocurrió decir.
Luego de eso me olvidé de tratar de ser social y continué aislada escuchando música. Hasta que Diego llegó a su destino y nos abandonó. Austin y yo continuamos caminando para llegar a mi casa.
Por la acera en la que caminábamos había un perro recostado en el suelo. Aww. Era un pastor alemán, y se ve muy tierno.
--Qué perro tan bonito -dije- ¿tendrá dueño?
--No creo que deberías acercártele...
--Por favor -bufé.
Tiene cara de amistoso, se nota en sus ojos que no me va a atacar.
Le acaricié la cabeza y rugió mostrando sus dientotes lo que me hizo pegar un brinco del susto, retrocedí unos pasos y el perro se acercó ladrando. Junté una rama del suelo y la lancé lejos, el perro no fue tras ella, pero sí se dio vuelta, momento que Austin y yo aprovechamos.
--¡CORRE! -grité.
--¡No, si corremos nos va a perseguir! -Exclamó Austin- tarde, ya estamos corriendo.
Miré hacia atrás un segundo, el perro está persiguiéndonos y no llevamos mucha ventaja
--Es más rápido que nosotros. ¡Nos va a alcanzar! -exclamé asustada, para llegar a mi casa faltan un par de minutos más, y dudo que los tengamos.
--No necesito ser más rápido que el perro -dijo Austin con voz entrecortada- solo tengo que ser más rápido que tú y me salvo.
--¡¿Qué?!
--Tienes que tener más cuidado con los perros que no conoces.
--¡Lo siento!
De repente Austin dejó de correr.
--¿Qué haces? -pregunté, pero no me detuve, a pesar de que me estaba quedando sin aliento.
--Ya me cansé -contestó Austin. El pastor alemán lo alcanzó dos segundos después y comenzó a ladrarle mientras daba vueltas alrededor suyo, dejé de correr inmediatamente y me quedé viendo desde lejos-. Cálmate amigo -Austin comenzó a acariciarlo y el Pastor alemán se quedó quieto y en silencio.
¿Qué rayos?
--¿Cómo hiciste eso? -pregunté mientras me acercaba.
--No lo sé, vi muchos capítulos de El encantador de perros.
--¿Y no pudiste intentarlo antes? -me quejé. Había corrido tanto y mi corazón seguía sin recuperar su ritmo normal, sin mencionar que ahora estaba sudando.
--No sabía si funcionaría, y además saliste corriendo.
Asentí apenada, ¿por qué hice esa estupidez?
.-.-.-.-.-.
Llegamos a mi humilde hogar, saqué mi libro y cuaderno de química y nos sentamos en la mesa del comedor.
--De acuerdo Leah, de lo que vimos durante toda la semana, ¿qué no entiendes?
--Mejor te digo lo que entiendo -sugerí- nada.
--¿Nada, absolutamente nada?
Asentí con honestidad, me siento tonta.
--¿Y pones atención a las explicaciones en clase? -preguntó Austin.
--Lo intento, pero el profesor Lewis es pésimo explicando.
Austin no dijo nada y sacó su libro. Debe estar pensando algo así como: "talvez tú eres pésima entendiendo".
--Bueno, comencemos con los temas sencillos.
Lo dice como si hubiese temas sencillos.
.-.
*Hora y media después*
--Entonces, el boro, el silicio, germanio y telurio ¿se clasifican como...?
--Metales -afirmé.
--Metaloides.
--Rayos.
Estoy fallando las preguntas de teoría, no quiero ni pensar cómo me irá con la parte práctica.
--Concéntrate, ahora dime en qué números se clasifican esos elementos.
--Mmm 2, 3, 4 y 5 -respondí.
--¡Correcto!
¿Correcto? Solo dije los números al azar...
--Bueno, al menos ahora estoy menos perdida que antes -dije.
--Vas bien, Leah -trató de animarme- pero yo no puedo ayudar a que memorices todo, necesitas repasar más, mucho más.
--Lo sé -suspiré.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Al día siguiente cuando estaba apunto de entrar a mi aula Becca y Alexis salieron de ella.
--¡Justo la persona que quería encontrar! -exclamó Becca con alegría, Alexis por su parte no parecía nada contento.
--Será mejor que vaya a mi clase... -Alexis comenzó a caminar, pero Becca lo sujetó de la camisa.
--No hermanito -negó Becca- Leah, Alexis tiene algo que decirte.
--No, no ahora -trató de irse otra vez.
--Sí, sí ahora -repuso Becca, Alexis la fulminó con la mirada.
--¿Qué cosa? -pregunté confundida.
--Tranquila Leah, no es nada malo -aseguró Becca- los dejaré solos -sonrió y entró al aula nuevamente.
Volteé hacia Alexis.
--Tengo que hablarte...
--¿Sobre qué? -pregunté asustada y emocionada a la vez.
--Es algo que sé hace tiempo, pero no había tenido el valor para decírtelo.
__________________________________
N/A ¡Hola!
El capítulo está un poco corto sorry :c pero veamos el lado bueno, ahora actualizo una vez por semana, antes era como una vez por mes...
PORFAVOR respondan: ¿qué les parece la nueva portada? Es que la hice yo y tengo cero experiencia haciendo portadas, no sé como la verán ustedes, pero si prefieren mil veces la anterior díganme :v
Bueno gracias por leer amiguitos, actualizaré el fin de semana sí o sí.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top