22-"Basta de celos, Leah"
--¿Vas a faltar a la gira? -pregunté sorprendida, Alexis asintió, por lo que sonreí.
--¿Qué te parece si vamos a algún lugar a desayunar? -sugirió.
OMG.
--Está bien -dije con tono casual, aunque por dentro estaba muriéndome de emoción, además de que desayuné en mi casa hace pocos minutos y estoy llena.
--Por aquí cerca hay una cafetería -dijo Alexis.
Es en la que trabaja Spencer.
--¡NO! -exclamé- definitivamente no, odio el café.
--No tienes que pedir café, hay más cosas en el menú.
--Lo sé, pero no quiero ir a esa cafetería.
--¿Y eso por qué? -preguntó confundido.
--Porque... -no sé qué decir- el servicio es pésimo.
--¿Alguna vez has ido?
Me quedé en silencio.
--Lo tomaré como un no -dijo mientras caminaba en dirección a la cafetería- ven, no te vas a arrepentir.
Puedo apostar a que sí.
--Mmm pero existen otros lugares -demonios, estoy actuando muy raro y no quiero que piense que soy rara.
¿Qué puedo decirle a Alexis para no parecer muy rara por no querer ir a esa cafetería?
--Pero esta está más cerca -Alexis caminaba decidido- ¿vamos?
¡Puedes decirle no!
--De acuerdo -respondí con una débil sonrisa.
.-.-.-.
Entré con nerviosidad a la cafetería. Por favor, que no esté Spencer aquí.
Miré a todos lados y no estaba, por lo que suspiré aliviada mientras nos sentábamos a una mesa. No puedo estar del todo tranquila por pensar en qué pasaría si Spencer aparece. Puede ser que solo haya salido un rato y que llegue en cualquier momento, realmente no tengo idea si trabaja hoy.
Había tanto que quería decir, cosas como: ¿ya nos podemos ir? ¿Podrías decidir más rápido? ¿Podrías comer más rápido? ¡Larguémonos ya!
Pero no podía sin sonar odiosa.
--Pareces preocupada, ¿estás bien? -preguntó Alexis, en cuanto nos trajeron la comida, yo solo ordené un panecillo.
--Sí -asentí- no pasa nada.
Unos minutos después terminamos de comer.
--¿Nos vamos ya? -preguntó Alexis.
--¡Sí! -él no sabe lo desesperada que estoy por irme.
Salimos de la cafetería mientras que cierto rubio entraba. No tardé más de un segundo en reaccionar y voltear para que no me viera.
Eso estuvo cerca.
--¿Qué hacemos ahora? -preguntó Alexis.
.-.-.-.-.-.
--¡No! -grité- me volví a caer.
--¿Cuantas veces te has caído, Leah?
--Como cinco, soy la última.
--Voy de segundo.
--Felicidades.
--Shh me desconcentras.
--Shh también me desconcentras.
Alexis y yo llevábamos al menos dos horas en mi casa jugando al Mario Kart Wii. Mi consola Wii estaba un poco abandonada y llena de polvo, pero, funcionaba a la perfección.
--Ahora soy el primero -dijo el presumido.
--Yo voy de décima -dije con frustración.
--No irías de décima si no te cayeras tanto.
--No me caería tanto, si no hubieses elegido la pista de arcoíris.
--No es tan dificil... ya es la última vuelta ¡voy a ganar! -exclamó emocionado.
--Ahí te va un caparazón azul con alas -le avisé con alegría.
--Oh no.
--Oh sí -sonreí.
--NOOOOOO -se quejó Alexis- por tu culpa ahora voy de quinto.
--Yo de séptima, casi te alcanzo.
--Ahora voy de segundo... -dijo- espera, Luigi se acaba de caer ¡voy primero! Y ahí está la meta... ya voy a ganar, ya voy a ganar... ¡GANÉ! -exclamó emocionado.
--Amigo cálmate -lo miré y tenía los ojos empañados- ¿esas son lágrimas? -pregunté riendo.
--Sí... llevo un rato sin parpadear.
Negué con la cabeza mientras reía
--¿Sabes? -hablé mientras él ponía la siguiente carrera- no me dijiste por qué no quisiste ir a los museos.
--Como dije antes, olvidé las pastillas para el mareo y no sobreviviría el viaje sin ellas -explicó. ¿Solo por eso, Alexis? Bueno, hora de eliminar cualquier idea de que él quería pasar tiempo conmigo- ¿y tú por qué decidiste faltar? -preguntó.
--Es que... ¿para qué ir? -repuse, Alexis me miró pensativo- lo sé lo sé, soy una joven ignorante que no sabe apreciar el arte, pero da igual porque todos somos ignorantes en algún aspecto. Aunque a decir verdad yo no soy completamente ignorante al arte porque adoro pintar... Pero era mejor darme el día libre.
--Amo que te contradigas a ti misma -Alexis rio- y nadie te estaba diciendo ignorante, a mí tampoco me gustan los museos.
--No me contradigo a mí misma... -lo pensé un rato- bueno talvez a veces.
Alexis rio: --¿Qué dices, otra carrera o ya te aburriste?
--Otra carrera.
Seguimos con las carreras de autos, pero ya no estábamos muy enfocados en el juego ni nos importaba si perdíamos o ganábamos, ya que estábamos conversando, hablamos de muchas cosas como de nuestra familia, anécdotas vergonzosas, cosas que odiamos, cosas que amamos. Alexis no es una persona cerrada, me gusta eso.
Fue un rato bastante agradable, hoy ha sido como tener literalmente mi concepto de cita ideal.
El único problema es que esto no es una cita.
--¿Qué hora es? -preguntó Alexis.
--Las cuatro y once de la tarde.
--Ya debería irme -dijo.
--Está bien -me encogí de hombros, no me molestaría que se quedara más rato, pero hemos estado juntos desde antes de las siete de la mañana, y ya tengo sueño.
Alexis recogió sus cosas y lo acompañé a la puerta la cual se abrió antes de que yo tocara la perilla.
Lucía entró y nos miró sorprendida.
--¿Qué rayos? ¿Ustedes dos no fueron a la gira? ¿Qué hace Alexis aquí? -Lucía se tapó la boca con las manos- ¿acaso ustedes dos están juntos? ¡Me vomito! -exclamó.
--¿Te vomitas? -pregunté. Pensé que le alegraría si yo estuviera con alguien, debe tenerle mucho odio a Alexis.
¿Por qué se odiarán tanto? No tengo idea, pero debe de ser solo algún drama de Lucía.
--Lucía... -saludó Alexis- diría que es un gusto verte, si fuera verdad -ella puso los ojos en blanco y subió a su habitación- gracias por hoy Leah, hasta mañana -Alexis me dio un beso en la mejilla antes de salir.
Tardé unos segundos en reaccionar
--Hasta mañana -respondí sonriendo. De acuerdo, será mejor que me calme antes de que termine ilusionada, no quiero que me pase como con Spencer, porque tratándose de Alexis me lastimaría el triple.
.-.-.-.
Después de una dulce siesta le escribí a Charlie, a quien tengo guardado en mis contactos como "idiota".
Yo: ¡HEY! Dijiste que le dirías a Mariela la verdad hoy /7:30pm/
Idiota: oh, se me olvidó /7:39pm/
Yo: escríbele ya /7:40pm/
Idiota: hacer lo que me digas no es exactamente mi prioridad, lo dejaré para otro día /7:42pm/
Idiota. Me estaba enfureciendo pero luego recordé que el hecho de estar peleada con Mariela me da la excusa perfecta para seguir almorzando con Alexis, talvez no sea tan urgente que nos reconciliemos...
Yo: como sea, no voy a rogarte /7:43pm/
De repente me acordé de algo que tenía pendiente de decirme
Yo: oye, ¿te acuerdas el día que la directora... ya sabes? /7:43pm/
Idiota: ¿cómo olvidarlo? 😏 /7:43pm/
Yo: antes de que la directora llegara me preguntaste por qué creía que me molestabas tanto, y tú estabas apunto de decirme cuando llegó ella /7:43/
Idiota: ajá... ¿Y? /7:43pm/
¿El idiota sigue sin entender lo que quiero?
Yo: ¿qué ibas a decirme exactamente? /7:43pm/
Idiota: 😏 /7:43pm/
Yo: 😒 /7:43pm/
Idiota: 😏 /7:44pm/
Yo: ¿me vas a decir o no? /7:44pm/
Idiota: si eso quieres, trataré de no ser grosero, pero no prometo nada /7:44pm/
Yo: ya escúpelo /7:44pm/
Idiota: te molesto porque... no sé cómo explicarlo, me gusta mucho hacerlo, eres tan débil y torpe que me divierte demasiado, siempre pierdes y contestas cosas patéticas que te dejan en ridículo /7:44pm/
Visto.
.-.-.-.-.-.-.
--¿No te creíste eso o sí? -preguntó Karina luego de contarle sobre mi conversación de ayer con Charlie por WhatsApp.
--No me hizo sentir mal -aclaré- nada de lo que él diga me importa.
--Leah, me refiero a que la razón debe de ser porque le gustas.
Miré a Karina seria unos segundos antes de explotar en una risa burlona. --Sí claro -bufé- lo que le gusta es molestar, nada más eso, ¿tengo que recordarte que él y Mariela están juntos desde hace casi un año?
--Tener novia no ha detenido a muchos.
Antes de poder contestarle escuché a alguien llamarme a unos cuantos metros de distancia.
Hablando de los reyes de roma....
--Leah -mi antes-mejor-amiga Mariela, me hizo una señal con la mano para que fuera a donde estaban ella y Charlie.
--Dame un segundo, Karina -suspiré y me dirigí allá- ¿qué quieren? -dije al llegar.
--Charlie me contó la verdad -habló Mariela- y lamento mucho haberte culpado.
¿Piensa que con una disculpa es suficiente? ¡Creyó en Charlie antes en mí!
--Charlie te mintió, ¿no estás enojada con él? -pregunté indignada.
--Mariela no exagera las cosas -intervino Charlie- a diferencia de otras -agregó mirándome.
--Solo fue una broma -dijo Mariela.
--¿Sí? Pues te enfadaste conmigo y no me has hablado desde entonces.
--Lo sé y me disculpo por eso, ¿puedes perdonarme? -Mariela hizo puchero- porfis.
¡No no puedo, viva el rencor!
Luego recordé que hoy he estado muy solita en clases. Lo bueno es que hoy almorcé con Alexis y sus amigos otra vez.
--Está bien -suspiré- pero que no vuelva a pasar, ¿y por qué vino este idiota contigo para que me pidieras disculpas?
--Creo que no puedo alejarme de ti, Leah -me dijo Charlie.
¿Es sarcasmo? ¿O será que Karina tiene razón?
--Solo te gusto porque no me gustas -repuse, y aprovechando que Mariela está presente para que se moleste. Ya la perdoné y todo, pero eso no significa que haya olvidado que me creyó una amiga roba novios.
Charlie se quedó en silencio un par de segundos, creo que está muy sorprendido por lo que dije. ¿Será que es cierto?
--¿Estás segura de que no te gusto? -preguntó levantado una ceja, yo asentí más que convencida- nunca dije que me gustaras, por cierto.
Es verdad nunca dijo eso, ¿qué rayos me hizo creer que yo podría gustarle?
Ah cierto, Karina. No volveré a creer en sus ideas, nunca tiene razón esa rubia teñida.
--No hablaba de gustar gustar, si no más bien...-¿y ahora qué digo? No se me ocurrió nada, entonces giré hacia Mariela- en serio, ¿cómo sigues con él?
--Basta de celos, Leah -dijo Charlie mientras abrazaba a Mariela- no lograrás separarnos.
Mariela rio y yo la fulminé con la mirada. --Cálmate Leah, solo bromea.
Sus bromitas me tienen hasta...
.-.-.-.-.-.-.-.
Finalmente llegó la hora de salida, Karina nos acompañaba a mí y a Diego ya que va a ir a mi casa hoy.
--¿Qué ha pasado con Spencer? -preguntó Karina de la nada, mientras pasábamos frente a la cafetería.
--No lo he vuelto a ver, por suerte.
Sin mencionar lo de ayer, eso no cuenta porque él no me vio.
--¿Y en qué quedaron? -preguntó Diego.
--Me pidió disculpas, y me preguntó si lo perdonaba. Yo le dije que iba a pensarlo, eso fue hace tres días.
--¿Y solo vas a ignorarlo? -intervino Karina.
--No es como que él me busque, y la verdad estoy mejor sin él -admití.
--Nadie está mejor si mí, tontita -me di vuelta horrorizada al reconocer la voz de Spencer.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top