tensión...sexual😈
Advertencia.
Este capítulo contiene frustración nivel bicho.
Gracias.
*****/////*****
Ah, la vida en pareja, la relación más perfecta que el ser humano pudo inventar, disfrutar de la compañía de tu media naranja, tu alma gemela la cual te complementa y satisface, lo que todo ser humano necesita.
Krest y Zaphiri no eran la excepción, ambos la pasaban genial en compañía del otro, su relación se había estrechado y por primera vez en su vida se sentían felices.
Si, tenían pequeñas discusiones como cada pareja.
¡No dejes el control de la tele en el sofá!
¡No exprimas la pasta de dientes así!
¡Las manzanas no son la única comida del mundo!
Ligeros roces que siempre se solucionaban a la primera, Zaphiri cómo buen macho alfa siempre tenía la última palabra.
¡Si cariño, lo que digas!
Claro que al ser una pareja con niños, era un poco más complicado.
¡No les des dulces antes de la cena!
¡Deja de mimarlos tanto, nunca aprenderán!
¡No molestes a mis bebés!
¿Que dijo tu mamá?
Ya saben...lo típico.
Este año había iniciado muy bien para la familia, con ligeros altibajos pero ya se estaban adaptando.
Tras su primer caso ganado, el negocio comenzaba a mejorar poco a poco, siendo recomendados entre trabajadores y gentes con recursos limitados. Cobraban barato y tenían un trato respetuoso, buscando ayudar a sus clientes. Ya habían pasado tres meses y el trabajo llegaba.
En casa.
Bueno, a Kardia aún no le caía en gracia que Krest fuera su madre, no mal entiendan, no es que no le gustará, la verdad le encantaba la idea, pero un trauma como el de él era difícil de superar. Aunque el pequeño avanzaba día a día, en ocaciones se le escapaba un "ma", pero siempre lo corregía con su clásico Apestosito, y muy rara vez "Krest", pero ya eran más las veces de esa palabra cortada.
Su papá ya había hablado con él, nunca le obligaría a qué le dijera mamá, le recalcó que Krest y el lo querían mucho, a los tres, y jamas lo abandonarían, pero si pidió no se enojara con sus hermanos por decirle a Krest así, en especial con Milo que lloraba cada que Kardia lo corregía, señalandole acusadoramente mientras exigía los brazos del castaño. Al final el nene acepto, para regocijo de los menores, asiendose a la idea de que si El no lo decía tal vez nada malo pasará...pero de verdad quería decirlo.
Pero bien, volviendo al tema en cuestión, como ya dije estos dos vivían felizmente su relación, alegres de contar con el mutuo apoyo y respeto, podíamos decir que todo era miel sobre pan...si...bueno...casi... tal vez solo había un pequeño problemita, minúsculo, casi nada...¡la vida sexual!
El sexo, esa parte fundamental en toda relación la cual podemos clasificar como una necesidad básica.
Porque seamos honestos, el ser humano sigue siendo un animal, y uno de los deseos y principios básicos es el apareamiento y reproducción, y Zaphiri como buen animal que era, lo deseaba.
El bicho estaba dándole su espacio y tiempo, ya que por todo lo vivido no deseaba crearle otro trauma...pero por dios que le estaba costando.
***///
El calor proveniente de su cama era reconfortante, así como el que desprendía el cuerpo a su lado.
Desde hace un par de días habían empezado a dormir juntos, como pareja,
Le encantaba dormir con el castaño, ver su linda carita descansando, era muy tierno, las facciones de Krest de verdad engañaban, en ocaciones se sentía un pedófilo ya que parecía un adolescente.
Pero Krest no lo era, para nada, y su cuerpo lo sabía.
Tal vez el único inconveniente de dormir con el, era que el menor se movía tanto como sus hijos y...
¿mm?
Abrió los ojos encontrándose con que el pequeño Krest lo estaba usando como oso de peluche, abrazándole con fuerza, esto le dió ternura, se veía tan pequeño y frágil que...
...(gemido bajito)
Sus ojos se abrieron al sentir como el menor subía su pierna a su cintura, si algo adoraba Krest era usar a Zaphiri como colchón, de la nada el castaño prácticamente se trepó a él. Zaphiri podía sentir como sus intimidades chocaban, ocacionando que comenzará a temblar.
Cómo quien no quiere la cosa comenzó a dirigir su mirada a otro lado, mientras mantenía sus manos pegadas al colchón. Por su parte Krest parecía gatito, incluso podía jurar que ronroneaba.
Valla, Krest si que estaba pesado.
¡Brrrr!
El castaño tembló un poco por lo que el bicho procedió a taparlo nuevamente con las sábanas. Con mucho cuidado cubrió su espalda y con mucho cuidado guío su mano por esa estrecha cintura. Krest tenía un cuerpo muy fino para ser hombre, su vientre era plano y sus caderas más amplias de lo normal y..
Guío su mano despacio, delineando pero sin tocar, era gracioso como se podía apreciar perfectamente el trasero del menor pese a las mantas. Por un momento en su perversa mente le llegó la imagen de esa película porno llamada Cleopatra, y no pudo evitar imaginar a Krest en esa pose tan sensual que...
Prácticamente estaba mordiendo sus labios, mientras sus manos se dirigen al trasero del menor, deseoso por tocarlo y...
¡Buaaaaa, Apestositoooo!
Más el grito de Kardia le dió fin a sus negras intenciones, asustandolo en el proceso, claro que no fue el único.
¡Kardia!
Krest prácticamente se paró de un brinco, poco le importo clavarle la rodilla en la entrepierna y usarlo de soporte para bajar de la cama, picandole un ojo en el proceso.
¡Ya voy bebé!
Salio cual flecha a ver porque su hijo lloraba.
Un adolorido Zaphiri se levantó y fue tras él, valla manera de bajarle la calentura.
-¿Que suce...
-¡Zaphiri! ¡Es terrible, mi bebé se lastimó!
El castaño corría de un lado a otro en el cuarto del menor, buscando su ropa para salir disparado al hospital. Zaphiri se asustó y corrió a revisar a su hijo. El pequeño estaba sentado en la cama, con un trapito en su boca y sollozando, la almohada tenía sangre y aún había un resto en la cara del pequeño, por fortuna al revisarlo se dió cuánta que no era nada grave, la verdad era muy natural, pero al parecer le había salido mucha sangre y eso los asustó.
-vamos mi amor, Zaphiri trae a los niños.
-Krest, espera, cálmate no pasa nada.
-¡¿como puedes decir eso?! ¡Mi bebé está sangrando!
Ok, tenía que admitir que la pequeña "herida" de Kardia era muy escandalosa, pero.
-cielo, cielo cálmate...los dos.
Los abrazo para calmarlos, antes de que bajarán corriendo las escaleras.
-mira, solo se le cayó un diente...¿Vez? Es todo, solo un diente, Kardia no pasa nada.
Los ojos azules se abrieron sorprendidos, volvió a revisar a su nene, la verdad se asustó mucho cuando le vio la cara manchada de sangre que ni siquiera proceso lo ocurrido.
-vez....solo es su diente
Soltó un suspiro y abrazo a su hijo, sobando su cabeza.
-esta bien Kardia, no pasa nada malo, solo se cayó tu diente hijo.
-¡Mi diente! 😱
Más eso no tranquilizó al menor que estaba a nada de ponerse a llorar de nuevo.
-no bebé, no, no te espantes, a todo el mundo se le caen los dientes de leche. Mira bebé, conformé creces vas cambiando, eres más alto, tu cabello crece así como tus uñas, también estás empezando a comer cosas más duras y tus dientes no sirven para eso amor, por ello se te caen y salen dientes más grandes y fuertes ¿Recuerdas que antes Milo casi no tenía dientes y solo tomaba leche?
-si, si me acuerdo apestosito, Milo ahora tiene muchos dientes y muerde cosas.
-asi es, bueno, esos se llaman dientes de leche, son tus primeros dientes, pero ya estás grande y es momento que se caigan, no te asustes amor, ya verás que dentro de poco te saldrá otro diente, más grande y fuerte.
-ma... apestosito ¿No me voy a morir?
-jajaja, no cariño, no te vas a morir, perdón por asustarte, es normal que te salga sangre, pero ya estás mejor, mira ya no sangras.
El castaño limpio su boca y le mostró el pañuelo, había dejado de sangrar.
Ya más calmado el nene suspiro, menos mal, se había aterrado al ver sangre en su almohada y sentir esa palpitacion en su boca, menos mal que ya pasó.
-bueno, ahora vamos a buscar ese diente para lavarlo y dejárselo al ratón.
-¿Ratón?
-si, el ratón de los dientes..es un ratón Mágico que recoge los dientes de los niños y a cambio les deja un regalo, tienes que ponerlo bajo tu almohada.
-¡Me van a dar un regalo!
Los ojitos del nene brillaron de la emoción, no tardó en bajar de un brinco de las piernas de mamá y comenzar a buscar su diente en la cama.
Zaphiri solo les veía hablar, Krest le contaba historias sobre el ratón, historias que recordaba su madre le narro hace mucho tiempo.
Continuó mirandoles hasta que Krest se agachó para buscar debajo de la cama, dando una excelente vista de su trasero, esto lo hizo enrojecerse y girar en el acto.
-vo...voy a ver a Milo y Ecarlate.
Salió de ahí sin darle tiempo a contestar.
¡Demonios! Se estaba volviendo un maldito pervertido, que en su mente solo se imaginaba dándole unas buenas nalgadas a esos glúteos.
Si seguía así iba a volverse loco.
****////****
Zaphiri nunca fue un chico noviero, que cambiará de pareja cual calcetines, la verdad era muy serio en ese aspecto y respetuoso, pero una vez que estaba en una relación...¡De verdad era apasionado y... porque negarlo, pervertido! Por algo tenía tres hijos.
Krest le atraía de todas las formas posibles, si bien adoraba su carácter y forma de ser, que cuidase y amara a sus bebés como si fueran propios, el apoyo incondicional y más, todo en el lo adoraba...pero el deseo carnal lo estaba volviendo loco.
Más de una vez ya se había descubierto viendo las piernas de Krest, cuando se ponía ese estúpido shorts blanco (había iniciado la primavera, por lo que el calor era de todos los días) aún no entendía como es que si estaba tan bajo estás se veían interminables, tan blancas y suaves, llamándole para que las recorriera con sus manos y boca, quería besarlas y subir poco a poco hasta llegar a...¡Demonios!
De verdad esa "abstinencia" lo estaba volviendo loco, pero la culpa era de ese enano, por estar tan bueno, con esa cinturita y esos enormes glúteos, parece que su mamá le había hechado royal* en lugar de talco cuando era bebé, como deseaba poder tocarlos, apretarlos hasta dejarlos morados, separarlos y poder apreciar el tesoro que resguardaban, el cual ansiaba hacer suyo.
*#*$****///
¡Maldita sea!
Prácticamente estampó su cara en el escritorio debido a la frustración, que su mente solo se encontraba llena de ideas pecaminosas.
-¿Que pasa? ¿Te duele el estómago?
Se giró a ver a su socio, Hakurei le veía con un deje de preocupación.
Más la molestia y frustración aumento al ver semejante chupetón que el peliplata lucía en su cuello, la verdad es que cada semana lo veía con uno diferente y también conocia la cantidad de arañazos que tenía en su espalda, los vio un par de veces en el gimnasio cuando el otro se quitaba la camisa para cambiarse.
-¡Tsk!
Enojado le arrojo una Constitución a la cara, dejándole KO por un rato...¡Cretino afortunado!😤
****//
La tensión sexual en Zaphiri crecía día a día ¡Y no entendía el porque!
¡Si! Sabía que era un jodido pervertido, no lo niega, pero nunca al grado de incluso fantasear mientras está despierto, que más de una vez tuvo que ir corriendo al baño.
Pero parecía que cada gesto que Krest hacía parecía provocarlo. Su piel se ponía chinita cuando el menor cruzaba su pierna, un gesto simple y sin malicia, pero que al el lo encendía, cuando arrugaba la nariz de esa manera cómica y tierna le producía un deseo de comérselo a besos, al salir de la regadera, cuando su pelo de pegaba a su cara y las gotas escurrían por su cabello era una escena muy erótica de acuerdo a su persona.
-¿Te cortaste el pelo?
-...fue Krest.
Pero también parecía que el menor lo provocaba.
Como el día de ayer cuando les cortó el pelo. Los nenes ya lo tenían muy largo, al grado que el director le ordenó cortarles el pelo, que incluso confundían a Milo con una niña, aunque no es de sorprender, con sus rubios rizos, enormes ojos azules y mejillas rojas, una copia de risitos de oro, pero a los nenes no les gustaba ir a las estéticas...les daba miedo, por lo que Krest les cortó el cabello.
-siempre me cortó mi pelo y no me queda tan mal, verdad.
Y la verdad no le quedaba nada mal.
Con los pequeños fue fácil, Kardia y Ecarlate no prestaron y se quedaron quietos, a Milo lo soborno con un muñeco de trapo que había ganado en una de esas máquinas de feria, solo por mostrarle a Hakurei que era mejor en esas máquinas infernales, el cangrejo perdió 70 euros y no gano nada.
Cuando llegó su turno los nervios se le pusieron de punta, parecía que acariciaba su cabello con el peine, cerro los ojos disfrutando las caricias, mientras se embriagaba de ese aroma a vainilla tan característico del galo, tuvo que recurrir a todo su autocontrol cuando el cubo se colo entre sus piernas para acomodar el frente, de verdad lo estaba torturando.
***///
-¿de verdad estás bien?
-si...solo algo cansado.
-...bueno.
Hakurei acepto no muy convencido. La verdad esperaba ver a su hermano más alegre, su relación con Krest finalmente se logró, debería estar irradiando felicidad...como en sus antiguos matrimonios, que siempre llegaba de buen humor, algo cansado por sus actividades nocturnas y...
Algo en el cerebro del cangrejo hizo click...¿Sería eso?
Con una sonrisa zorruna se acercó a su hermanito, abrazando su cuello.
-ne, dime ¿Que tal la vida marital? ¡ya te comiste a Krest! ¡Ya voy a tener otro sobrino?😈
Los colores se le subieron al rostro.
-¡¿Qué?! ¡Cla-claro que no! ¡Estás loco!
Nosotros no... aparte Krest es hombre.
Hakurei comenzó a reír al ver la vergüenza de su compañero. Bueno, Zaphiri siempre salió con mujeres, tal vez no sabía cómo hacerlo con un hombre y eso lo tenía mal. Pero como buen hermano el lo ayudaría, no quería que la virilidad y desempeño de su compañero quedará en duda.
-ya,ya, entiendo...escucha, hacerlo con un hombre no es tan difícil, pero tienes que tener en cuenta que no se lubrican tan bien como una mujer, no uses saliva, esa cosa se seca muy rápido, un buen lubricante está bien, también recuerda prepararlo, comienza despacio con los dedos...
-¡Se cómo hacerlo con un hombre! No necesito tus consejos.
-¡¿Enserio?! ¡No me digas que ya te tumbaste a uno! ¿Quien fue? De seguro Lugonis el de contaduría verdad, se notaba que quería contigo, y estaba muy bueno el desgraciado, pero no sé lo digas a mi borreguito porque me pega, es muy celoso😭
-...😑...
De verdad, en ocaciones no entendía que pasaba por la cabeza de su hermano.
-no me he acostado con ningún hombre...pero no soy tan idiota para no saber que hacer, gracias.
La verdad es que se había puesto a investigar, no quería lastimar a Krest más de lo que esos malditos ya habían hecho, quería que el castaño lo recordara como la mejor experiencia de su vida.
-entonces ¿Porque aún no lo hacen?
Un zape fue la respuesta....metiche.
-no es tan fácil, con todo lo que ha pasado yo...no quiero presionarlo, también están los niños y...voy a esperar, quiero que el también lo desee y...bueno...ya sabes...
Hakurei sonrió, de verdad le había dado muy duro, palmeo su espalda y le sonrió de manera fraternal.
-entiendo, es lo mejor, el te lo agradecerá.
-...espero.
-oye, que te parece si cuido a los moustros este fin de semana eh, creo que una salida en pareja les caería muy bien, en estas cosas es mejor iniciar de cero.
-... Se lo voy a comentar, la verdad no le gusta mucho el separase de los niños...aún me recrimina por haber metido a Ecarlate a la guardería.
-bueno, es una exelente mamá
-la mejor.
Se miraron unos segundos antes de ponerse a reír.
-pero no le digas a mamá o nos va a regañar.
-deja eso, el melodrama que nos haría
Continuaron riendo mientras regresaban a casa, aunque Hakurei lo arrastró hasta una sexshop por lubricantes y condones, uno debe estar preparado😈.
*%%%%\\\
Por desgracia las ansias estaban comiendo a Zaphiri y ese enano no ayudaba, la verdad ahora sí podía jurar que lo estaba provocando.
Cuando llegó los chicos comían helado, hasta el perro.
Prácticamente tuvo que correr al baño al ver como Krest lamía esa paleta de queso; su pequeña lengua subía y bajaba, la manera en que lo metió a su boca y chupo terminando con un pop, ver como ese hilo blanco escurría por su labio...¡Demonios! Si seguía así iba a terminar violandolo.
-buenas noches mi manzanita.
-buenas noches ma apestosito.
-descansa hijo.
Un beso en la frente y el bichito sonrió, cerro los ojos deseoso por dormir y esperar la llegada del ratón, mamá le había dicho que si estaba despierto el ratón no le dejaría nada.
Con cautela Krest introdujo su mano bajo la almohada y retiro el diente, dejando un pequeño saquito de terciopelo con un par de monedas.
Pasaron a revisar a los pequeños, Milo dormía en su cuna junto a su príncipe de trapo, se había convertido en su muñeco preferido, Ecarlate estaba en su cama, con Aquiles a su costado tirado en la alfombra, el can iba de un cuarto a otro durante la noche, compartiendo el tiempo con los niños.
Cuando entraron Krest brincaba de la emoción.
-¡Si! El primer diente de mi bebé.
Dando brincos corrió al armario, ya había preparado una caja de recuerdos para cada uno de sus bebés, incluso ya había guardado algunas fotos en ellas y un mechón de sus cabellos. Zaphiri le miró divertido, mejor madre no podría ser, ni siendo mujer, como le habría gustado haberlo conocido antes de esas mujeres...aunque, pensándolo mejor no, no podría vivir sin sus hijos, pero de verdad le habría gustado haber iniciado su relación mucho antes.
-cariño, me ayudas, no alcanzo la caja.
Suprimió la risa al ver como el castaño brincaba intentando alcanzar la parte más alta ¿Cómo la subió entonces?
Camino a su lado, lo tomo de la cintura y le alzó, Krest río por la manera poco ortodoxa, tomo la caja y el bicho lo bajó...más no lo soltó, su paciencia había llegado al límite.
-Zaphiri
El cubo dió un respingo cuando sintió esos labios en su cuello, mientras las tenazas apretaban con fuerza la cintura, mordió sus labios intentando reprimir el gemido, ya antes Zaphiri lo había tocado, pero era de una manera mas tierna y cariñosa, menos lujuriosa.
Pequeñas descargas recorrían su piel, abrió ligeramente los labios buscando controlar su respiración, sus piernas comenzaban a temblar.
¡Ah!
Un jadeo se produjo cuando el bicho introdujo su mano bajo la camisa.
¡Za-Zaphiri!
El temblor en la voz fue lo que lo hizo detener, antes de que su mano avanzará más. Se separó rápidamente de su compañero, Krest mantenía la mirada gacha, temblaba ligeramente y sostenía la caja con fuerza, parecía que quería llorar.
Se sintió la peor escoria de la vida, como se le ocurre hacer éso.
-Krest yo...lo-lo siento, yo no quise, perdona, no se porque yo.... perdóname.
Era un imbécil, el chico recién estaba olvidando toda una vida de maltrato y violación y el va y...intenta violarlo, que clase de novio era.
Estaba por retirarse, dormiría en la sala y dejaría al chico descansar, se había apresurado al compartir habitación, aún no estaba listo para eso, más no logro dar ni dos pasos cuando el cubo le detuvo. Krest tiro la caja y lo abrazo por la espalda.
-¡No te vayas! Za-Zaphiri no te marches...por favor.
Logró sentir las lágrimas bañar su espalda, no tardó en girar y abrazarlo con fuerza, besando su cabello.
-perdona amor, no debí.
-no, está bien yo...lo siento, no debí reaccionar así... perdón.
-no, no es tu culpa, yo...apresure las cosas, no debí de...
-¿Zaphiri quieres tener sexo conmigo?
Los colores se le subieron al rostro, Krest mantenía su cara oculta en su pecho, aferrado a su camisa cual niño pequeño. El bicho tomo un respiro antes de contestar.
-...no..
-...yo, entonces... entiendo, te doy asco ¿Verdad? Muchos me han tomado y...
No lo dejo terminar, acunó su rostro y le beso de la manera más dulce que le era posible.
-no digas tonterías, cariño yo te amo sin importar nada, lo que pasó no fue tu culpa, tu jamás me darías asco, eres la persona más dulce y pura que conozco.
-entonces..
-amor, yo no quiero tener sexo contigo...yo quiero hacerte el amor, quiero que lo disfrutes y desees tanto como yo, perdona si me apresure y te asusté, lo siento, cariño yo esperaré hasta que estés listo, de acuerdo.
El galo sonrió y se colgó de su cuello.
-Zaphiri yo también te amo, mucho. Amor yo también deseo hacerlo contigo, quiero pertenecerte por completo... hagámoslo.
-no tienes que apresurarte, yo esperaré hasta que estés listo.
-...no creo nunca poder olvidar lo que me pasó, el dolor...pero, se que tú no me dañarás, nunca, se que si pido que pares lo harás, que me cuidaras mientras lo hacemos y... Zaphiri, ya no quiero esos recuerdos, no quiero sentir miedo porque me toques, quiero que las malas experiencias se vallan, por favor, por favor cariño ayúdame a olvidar, te lo suplico Zaphiri, hazme sentir amado por primera vez...cariño hazme el amor, borra toda marca y recuerdo de mi ser...¡Por favor!
Un casto beso fue todo, con mucha timidez Krest tomo su mano y lo guío a la cama, Zaphiri solo le seguía en silencio. El menor se acomodo y de un tirón le suplico empezará, estaba nervioso, pero no negaría que él lo deseaba tanto como Zaphiri, sus fantasías mientras dormía lo confirmaban, gracias a dios el bicho nunca se dió cuenta.
-¿Estás seguro?
-si, quiero ser tuyo por completo, tómame, por favor.
El bicho no estaba muy seguro pero acepto, se posicionó arriba y comenzó a besarlo, despacio, lento, dispuesto a parar si Krest lo pedía.
Pero el castaño ya había tomado una decisión, enredo sus brazos en el cuello del mayor, profundizando el besó.
La temperatura en sus cuerpos comenzó a subir, sus corazones latian acelerados, ambos lo deseaban desde hace mucho.
Con cuidado se deshizo de su camisa, Krest mordía sus labios deseoso, disfrutando el espectáculo, su novio estaba muy bien trabajado, Zaphiri empezó a besar su cuello, mientras una de sus manos se colaba bajo la pijama, delineando desde el ombligo hasta su pecho.
¡Oh!
El gemido brotó de su garganta cuando su pezón fue apresado, el placer fue tal que incluso apretó sus piernas, su miembro quería despertar solo con un par de caricias de su hombre.
¡Zaphiri!
-relajate, si quieres que pare solo dilo.
-sigue, por favor.
Sonriendo elevó la camisa, dejando al descubierto ese blanco abdomen y esos rozados pezones. Por qué negarlo, a Zaphiri le encantaba jugar con los pechos de sus amantes, tan redondos y voluminosos, era la primera vez que exploraría un pecho plano, pero por Dios que se veía hermoso, tan blanco y suave, adornado por esas cerezas que gritaban las probará. El bicho no se hizo del rogar, fue repartiendo besos desde el ombligo hasta el pecho, ahí, con mucha cautela tomo uno, su lengua comenzó a lamer la aurola, tocando ligeramente el montesito café.
Krest comenzó a gemir bajito, cerro los ojos disfrutando la caricia, mientras enredaba sus dedos en ese negro azabache.
Zaphiri comenzó a succionar con fuerza dando ligeras mordidas, los pezones de Krest tenían un sabor muy dulce, no tardó en usar su mano y apropiarse del otro.
¡Ah!...¡Ohhhh! ¡mmmm!
Los gemidos eran más fuertes, Krest podía sentir como su hombría comenzaba a despertar, apretaba sus piernas buscando calmar las ansias, era estúpido pero podía jurar que empezaba a mojarse, nunca antes se había exitado, era su primera vez, Zaphiri estaba provocando una sensación en el que no sabía podía existir.
-¡Zaphiri, ahhh!
-¡Mmmm, que rico sabes amor!
El moreno se colo en sus piernas, colocándolas a los costados de su cadera, empezó a restregar sus pelvis, sintiendo como ambos miembros se frotaban. Está acción les volvió locos, comenzaron a besarse con desesperación, Zaphiri llevo sus manos hasta la pijama del menor, listo para arrancarla de un tajo.
Era el momento, era momento de reclamar a Krest como suyo, su pareja, el castaño le perteneceria y el igual, esta noche serían uno solo, llevo su mano al pantalón y le bajó despacio, fascinado por esa suave piel...pero...
Por desgracia el destino aún quería torturarlo más.
-¡Ma apestosito!
La puerta de abrió de golpe asustando a los adultos, en un rápido movimiento Krest tiro a Zaphiri al suelo, mientras se cubría con la almohada su entrepierna, la cual estaba algo rígida.
Kardia prácticamente uso a su padre como trampolín y subió a la cama, seguido de Aquiles, que también piso a su amo.
-¡Apestosito, apestosito ya vino el ratón, mira!
-¡Ah! Que bueno hijo, je,je, je..
Kardia mostraba emocionado las monedas en su mano, el nene se había parado al baño y por curiosidad reviso bajo su almohada, en cuanto encontró el regalo no tardó en emocionarse y salir corriendo a ver a mamá.
Prácticamente arrastró a Krest fuera de la cama para que lo ayudara a buscar al ratón y darle las gracias, sin importar las protestas de sus padres, el quería ver al ratón.
Por su parte un caliente y frustrado Zaphiri maldecia por lo bajó, Kardia se negó a regresar a su habitación y desidio dormir con ellos, incluso obligó a papá a ir por sus hermanos. El moreno bufo al sentir como el pie de Milo se le metía a la boca.
Estaba decidido, estos niños pasarían el próximo fin de semana con sus tíos.
**/////****////
Y se acabó.
Perdón por la demora, el maldito trabajó.
Pobre Zaphiri, que no le dejan disfrutar. Ni hablar, una vez que tienes niños la vida marital se va al carajo 😂.
Bueno, es todo por el momento.
No se olviden de las votaciones para el siguiente fic.
Estás se realizan en mi fic "todo sobre peque Balam"
Les voy a dar hasta la primer semana de febrero.
Buenas noches y nos leemos pronto 😘
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